Esto
afirma un ministro evangélico en Honduras después de conocer de la incorporación
de los estudiantes de Medicina en ese país a una huelga que afecta a los
pacientes. Compara en este articulo el accionar de unos y otros estudiantes y
dice en su artículo: “Una
medicina deshumanizada” lo siguiente:
Los estudiantes de la carrera de medicina de la
Universidad Autónoma de Honduras proclamaron una huelga en reclamo a mejoras en
las becas otorgadas por el gobierno, y abandonaron las salas de emergencias,
negándose a prestar servicio a los enfermos, que tristemente acuden a los
hospitales del Estado. Ellos han iniciado antes de graduarse una práctica de
huelgas contra los enfermos, ignorando el juramento hipocrático de servir a la
humanidad necesitada.
Hay cosas que no se entienden como ministro del
evangelio. ¿Cómo es posible que los estudiantes de medicina procedente de Cuba,
un país comunista y sin principios cristianos en sus planes de estudios, sean
más sensibles, solidarios y dispuestos al sacrificio, que los estudiantes de
medicina hondureños en donde muchos profesan la fe cristiana? Quizás es debido
a ese espíritu de solidaridad de los médicos cubanos que muchos hondureños se
solidarizan con las brigadas médicas cubanas, pues estos doctores se dan a la
gente de corazón, y han hecho de su trabajo un apostolado, cosas que
tristemente ocurren muy poco en este país. Leer todo
el artículo aquí
En
realidad nadie que estudió Medicina en Cuba aprende de huelgas o alguna
actividad de desobediencia civil de cualquier sector laboral. En Cuba si usted
hace una huelga, bueno la iniciaría, porque de que va pa’ la cárcel va pa’ la cárcel.
Este es un buen ejemplo de lo que ocurre en Cuba cuando dos médicos recogen
firmar para pedir un aumento salarial y lo que le viene encima. Haciendo clic aquí.
Al
escribir estas línea solo anoto que por disentir del régimen dictatorial de mi país
y participar en una organización civilista de médicos independientes (Colegio Médico Independiente
de Cuba); desde el 1996 hasta el 1999, fecha de mi salida al exilio, no se
me reconoció el derecho al trabajo. Fui por lo tanto un desempleado más en
Cuba.
Recuerdo
que cuando me desempeñé como responsable de la Brigada Médica Cubana en Granada
Nicaragua, esto p.s.r, uno de los cooperantes
era un joven cubano de la UJC, enfermero del salón de operaciones en el
hospital General y que enterado de que el jefe del salón y médico anestesista había
convocado una huelga para todos los trabadores del Salón me pedía consejo sobre
tan difícil asunto.
Se
trataba de una huelga solo en el personal del salón y aunque la convocaba el jefe
de anestesia los demás se sumarian a ella.
Le recomendé
que nada hablara ni discutiera y que al día siguiente llegara al salón como
cada mañana y se sentara en la banca a la entrada y allí permaneciera todo el
tiempo posible. Así lo hizo, solo que la huelga duro muy poco. La Ministro de Salud,
enterada del asunto se personó en el Hospital y entre gritos y amenazas acabó la
huelga en un dos por tres.
Siempre
he sido de la opinión que una huelga de médicos o personal de la salud imprescindible,
sobre todo en hospitales y clínicas dirigidas a la atención de las personas más
desfavorecidas, es un acto inhumano de consecuencias impredecibles.
Foto: El
heraldo.hn