Por: Dr. Eloy A González.
La noticia fue dada a conocer a principios del año 2001: Cuba ofrece becas a estudiantes de los Estados Unidos para estudiar la Carrera de Medicina en Cuba.
Como resultado de la visita a Cuba de la fracción negra del Congreso de los Estados Unidos, el gobierno totalitario de la Isla otorgaría unas 750 becas para los estudiantes de escasos recursos que pertenezcan a las minorías en los Estados Unidos y que deseen estudiar la carrera de Medicina. Los estudios serán en la Escuela Latinoamericana de Ciencias Médicas y al término de estos, los graduados deben cumplir con el requisito de volver a sus comunidades y trabajar ahí con la finalidad de aliviar la falta de médicos que padecen.
El plan contempla un curso inicial de Idioma Español. Por aquellos días,- en que se dio la noticia-, una Universidad norteamericana brindó sus facilidades académicas para validar los títulos obtenidos en Cuba para aquellos que concluyeran sus estudios.
A la promoción de esta idea por parte de la Sección de Intereses de Cuba en Washington; se sumó el Congresista Ciro D. Rodríguez, representante del 28th. Distrito en el Estado de Texas, quien no escatimó elogios a este proyecto, señalando que el mismo permitiría que muchos estudiantes de origen hispano y de escasos recursos, cuenten con una opción que se les niega en este País, ante los elevados costos de la carrera. “Este es un programa que ante todo beneficia a nuestros estudiantes y comunidades” indicó el Congresista Rodríguez, para agregar el reconocimiento de la Escuela Cubana de Ciencias Médicas como un centro académico de excelencia. La propia oficina del congresista, por aquella fecha, abrió la recepción de solicitudes. [1]
No dudamos de las buenas intenciones del Congresista Rodríguez al promover esta iniciativa; sabemos de su noble dedicación en el desempeño de sus funciones al prestar especial atención a los problemas de la Salud y la Asistencia Médica, los cuales afectan a buena parte de la población norteamericana; sobre todo aquellos sectores más desfavorecidos. Sin embargo, tomemos nota de dos aspectos esenciales para abordar este tema.
La formación de médicos extranjeros en Cuba no es nada nuevo; cuando cursaba los estudios de Pre-Universitario en Cuba, a mediados de la década de los 60; arribó el primer grupo de estudiantes. – unos 800 -, procedentes de la República Democrática del Congo (ex Congo Francés). Digo los primeros porque fue mi primer contacto con estudiantes extranjeros, más tarde supe que estos comenzaron a llegar a Cuba tan temprano como en el 1961.
Estos estudiantes al llegar se les impartieron un curso de Idioma Español, y fueron enviados a los Pre-Universitarios del Plan de Becas, al último curso (Grado 12º.), como forma de nivelarlos con los estudiantes cubanos. Su formación no era muy sólida en comparación con los estudiantes cubanos, y los profesores les ayudaron,- por así decirlo-a ponerse a un nivel aceptable que les permitiera entrar a los cursos universitarios.
A los estudiantes cubanos se nos dio la explicación de que provenían de los estratos más pobres de sus países, y que al término de los estudios, regresarían a sus aldeas para servir a los más pobres y de esta forma ayudarían a consolidar el Socialismo en sus países de origen.
En realidad la mayoría de aquel grupo eran hijos de funcionarios gubernamentales y algunos que otros “príncipes” de no sé que reinados africanos, - por que así lo hacían saber de inmediato -, devenidos en becarios socialistas. La mayoría pasó a estudiar Medicina. Uno de ellos, al cual conocí desde que llegó y con el cual compartí los años de la carrera; al término de ésta lo encontré en los predios del Hospital “Calixto García”, y le dije a modo de pregunta, que “si no estaba contento de regresar a sus País para ayudar a los más menesterosos”; ¿regresar?, me dijo, “voy a establecerme en Francia, allí pienso hacer la Especialidad”, agregó.
Así ocurrió una y otra vez con los becarios procedentes de muchos países, quien sabe donde están ahora; pero la excepción es que estén trabajando entre aquellos más desfavorecidos en sus respectivos países.
Lo que si es cierto es que se crea un sector profesional proclive a las así llamada Revolución Cubana, que nutre las numerosas Asociaciones de Amistad con Cuba por todo el mundo. En una amarga conversación que tuve con el Secretario del Partido Comunista en el Instituto de Oncologia de la capital habanera; le señalaba la dudosa dedicación de estos médicos formados en Cuba a la práctica de la “generosidad” y la “solidaridad”, acorde con la preparación humanística que habían recibido en Cuba. Este me contestó: “La Revolución siempre gana cuando tiene un profesional solidario con Cuba, donde quiera que este”.
A orillas del Lago Cocibolca, una tarde soleada y tranquila, me dijo un “agregado” de la Embajada de Cuba en Nicaragua: “para nosotros es más importante tener un buen médico, bien ubicado, que un buen agente”, a lo que le pregunte de inmediato: ¿un buen médico cubano?, y este agregó: “cubano o no cubano”......, sobran los comentarios.
Cuando apareció la noticia de la promoción de estas becas por parte del Congresista tejano, entonces vivía en el Estado de Texas y me había vinculado con una organización de profesionales hispanos, su nombre: Organización de Profesionales Hispanos del Metroplex [2]. La intención de esta organización es la de promover el intercambio entre los profesionales y la inserción de los mismos en el mercado laboral local. Allí me encontré con muchos médicos hispanos ,sobre todo mexicanos que no tenían trabajo. Me pregunto si no es mejor antes de enviar a formarse estudiantes hispanos a Cuba; el promover programas de reinserción laboral de estos médicos hispanos ya radicados en los Estados Unidos .Por otra parte nada garantiza que los estudiantes extranjeros que cursan en Cuba las distintas facilidades académicas ,incluyendo Medicina; regresaran a sus comunidades en consonancia con la formación humanista y solidaria que se supone reciben en Cuba.
La formación de médicos extranjeros en Cuba, así como las llamadas Misiones Médicas Internacionalistas, se revitalizó en Cuba en el año 1998, tomando como evento propiciatorio los desastres naturales ocurridos en Centroamérica y el Caribe a consecuencia de los huracanes George y Mith . No solamente se replanteó y se envió Brigadas Médicas a distintos países centroamericanos, sino que se creó la nueva Escuela Latinoamericana de Ciencias Médicas.
En esta Escuela, creada específicamente para que cursen estudios alumnos procedentes de Latinoamérica y el Caribe; se argumenta que tiene como finalidad la formación de Médicos Generales Básicos ,orientados hacia la atención primaria de Salud. Serian alumnos procedentes de grupos étnicos desfavorecidos, de familias humildes y de comunidades apartadas cuya formación estaría encaminada a devolverlos a sus pueblos y comunidades de origen , ya graduados.
No resulta extraño que para un país como Cuba que cuenta con Escuelas para la preparación de Médicos en prácticamente todas las provincias ; se creara esta Escuela de Medicina , “apartada” de la población universitaria y de la población en general. Esto no es nada nuevo; recordemos los miles de estudiantes africanos traídos a Cuba , sobre todo para estudiar nivel medio ; todos fueron enviados a la Isla de la Juventud. Se trata de un mecanismo encaminado a evitar “nocivas” relaciones y “negativas” influencias. Se trata de que no vean y no oigan , todo ; o vean y oigan solo lo que se quiere que vean y oigan.
Para una sociedad fuertemente politizada, como es la sociedad cubana, hablar de “ayuda solidaria y desinteresada” , siempre mueve a dudas. Cuando trabajé como médico en Nicaragua entre los años 1987-1988, en selectivas reuniones a la cuales asistí; pude apreciar como a medida que se instrumentalizaba los Acuerdos de Esquipulas se reducía la colaboración médica con el ‘hermano pueblo de Nicaragua”, y la información de la jefatura de la Misión Médica Cubana y de la Embajada cubana, era muy precisa: no hay reemplazo de médicos, el médico que termine la misión no será reemplazado por otro. ¿Cuantos médicos cubanos laboraban en Nicaragua con el gobierno de la Sra. Violeta Barrios de Chamorro?. En el año 1988 éramos 328 colaboradores en la Misión Médica Cubana. ¿Cuántos había al tomar el poder la Sra. Chamorro?. Por lo pronto el tema de la colaboración médica será objeto de otro artículo.
Todo lo anterior me lleva a considerar eventos que han ocurrido a raíz de las últimas Sesiones de la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas en Ginebra, y de la iniciativa digna del Presidente de Honduras, el Sr. Ricardo Maduro quien ha promovido una Resolución donde tiene en cuenta el grave deterioro de los Derechos Humanos en Cuba. El tema no es nuevo, pero viniendo de un gobierno “receptor” de la ayuda solidaria y desinteresada en materia de Salud por parte de la Dictadura castro-comunista , esto lo complica; como suele ocurrir con las relaciones con esta Tiranía , todo se enturbia, se enloda y se sobrepone al decoro.
En este orden de cosas, le ha salido un nuevo enemigo al régimen canallesco de la Habana; el Presidente de Honduras es objeto de fuertes críticas; mientras se exhibe la colaboración médica cubana con este País como factura política presta a ser cobrada. Los 700 estudiantes hondureños, sin importarles que estudien en un país bajo 45 años de Dictadura, atacan a su país y a su Presidente, recordándole a este la ayuda, así como la presencia de médicos cubanos en suelo hondureño; otro tanto hacen “asociaciones de amistad” ,grupos de presión, sindicalistas, etc.
Como bien señala un periodista cubano independiente, desde la Habana, y cito textualmente: “sin duda la aparente bondad del régimen de la Isla enmascara, tras el velo de la solidaridad de los pueblos o del internacionalismo proletario, es eso, una apariencia que oculta las verdades intenciones. Estos propósitos no siempre son fáciles de advertir porque suelen llevar intenciones futuras”.[3]
La conducta del Presidente de Honduras, Ricardo Maduro, demuestra fidelidad a principios que son universales como son la defensa y promoción de los Derechos Humanos; y contrasta con la abyecta actitud del Presidente de la Republica del Paraguay, el Sr. Nicanor Duarte, quien en vísperas de la votación en la Comisión de Derechos Humanos de la Naciones Unidas, declaraba: “tenemos 600 jóvenes paraguayos ,de familias humildes , estudiando Medicina en Cuba, becados; además cada año vienen al país 70 médicos cubanos a trabajar en comunidades pobres del interior; la política exterior depende mucho de la situación domestica”. Como decía aquel servil locutor de la TV cubana: “saquen Uds. sus propias conclusiones”.
Quiero señalar que si hemos utilizado información concerniente al desempeño del congresista Ciro D. Rodríguez, este ha demostrado en su accionar político estar sinceramente comprometido con los temas relativos a la Salud de sectores desprotegidos, lo cual es digno de señalarse. No obstante hace algún tiempo nos dirigimos a las oficinas del 28th. Distrito en Texas, solicitando información en los siguientes términos:
“Hace algún tiempo pude conocer de sus esfuerzos en promover el programa de becas de estudiantes norteamericanos para estudiar en Cuba, concretamente en la Escuela Latinoamericana de Ciencias Médicas”.
“Teniendo en cuenta que la información de que disponía se remonta a enero del 2001, fecha en que aparentemente comenzó dicho programa. Quisiera dirigirme a Ud. o a sus colaboradores a fin de que me provean la información sobre este programa, el estado actual y si aun los estudiantes norteamericanos pueden aplicar para el mismo. En particular deseo saber cuales son los procedimientos actuales que los estudiantes norteamericanos deben seguir para aplicar a este programa de becas”.
No hemos recibido respuesta hasta el presente.
Con relación a esto, quisiéramos señalar que los mejores esfuerzos de los políticos hispanos en los Estados Unidos, debían estar encaminados a lograr programas de reinsersión laboral de aquellos inmigrantes con formación médica, ya sea profesional o técnica, los cuales bien pudieran garantizar, para poner un solo ejemplo; la atención de las paupérrimas zonas fronterizas del Sur, consideradas como las más pobres de los Estados Unidos.
En otro orden de cosas, seria bueno ver que aquellos estudiantes extranjeros que viajan a Cuba a estudiar Medicina u otras carreras universitarias, - ocupando plazas que pudieran ser utilizadas por estudiantes cubanos -, cuando se gradúen, regresaran a las comunidades pobres de donde provienen, y sirviendo a sus habitantes con total entrega y de forma desinteresada. ¿ Ha sido así hasta ahora?. ¿Qué nos hace pensar que será así en el futuro?.
Por último, esperamos que las oficinas de los congresistas norteamericanos, generen programas de rescate laboral de los profesionales ya radicados en los Estados Unidos; que los políticos latinoamericanos no se presten a manipulaciones de una supuesta ayuda solidaria de dudosa interpretación ; prestando más atención a propósitos más dignos como son la promoción y defensa de las Derechos Humanos. Estos principios de por si superan en dignidad a la idea de disponer de unos centenares de médicos titulados en la que se ha dado en llamar la Cárcel Grande, nuestra sufrida Patria, para la cual..., ya es hora.
©2005
[2] Metroplex: comprende las ciudades de Dallas, Fort Worth y Mid-Cities.
[3] “Las apariencias engañan” de Oscar Mario González. Grupo Decoro. La Habana, abril 2004
Nota del Editor: A fin de facilitar la inserción de materiales que nos puedan enviar los lectores, debemos de recordarles que la dirección electrónica de esta página es: cubanmedicine@yahoo.com