Los mecanismos represivos del régimen contra profesionales e intelectuales
no es nada nuevo; como les resulta difícil mostrar un rostro brutalmente
represivo van dando los pasos para que el profesional termine en una situación tal
de indefensión que no le queda otro camino que el exilio. El editor de
este Blog paso por esto y su testimonio puede
leerse en algunos artículos por él escrito. Recuerdo que en el Hospital “Julio
Trigo” se orientó que los médicos no interactuaran conmigo, una especialista de
Dermatología preguntó, como hacer esto
cuando tenían que pedir mi opinión como inter-consultante en Oncología. Resulto
todo en una cadena de represalias y acoso en todo los sentidos que culminó con
la negativa de los funcionarios del MINSAP, el J’ del Servicio de Oncología del
Hospital "Calixto García",quienes coludidos con los agentes del Departamento de la Seguridad del Estado (
DSE) me prohibieron trabajar como especialista y terminaron por empujarme a un Exilio que nunca busqué. Aquí les dejo la información sobre lo que ocurre con un
investigador del Instituto Nacional de Oncología y Radiobiología.
El
investigador Oscar Antonio Casanella sufre de acoso laboral porque sus amigos
son opositores al gobierno
Desde el 2013, Oscar Antonio Casanella Saint-Blancard, licenciado en
Bioquímica, trabaja bajo la amenaza administrativa de ser expulsado del
Instituto Nacional de Oncología y Radiobiología (INOR), centro donde trabaja
desde hace 12 años como investigador agregado.
La amistad con personas que disienten de la política del gobierno, es
el argumento administrativo que lo
excluye de los servicios básicos para investigar y lo amenaza con el desempleo.
Así se lo dejó saber, durante una reunión, Lorenzo Anasagasti Angulo,
subdirector de Docencia e Investigaciones del INOR.
“Yo acabo de llamar al G2. Si
hay que botarte, el primero que lo va hacer soy yo. Yo quiero más a mis hijos
que a ti, y eso es una forma de defenderme”.
Otro de los pecados ideológicos de Casanella fue visitar una
exposición fílmica en la sede del proyecto Estado de Sats y compartir criterios
con sus miembros. Según Anasagasti, el Departamento de Seguridad del Estado
(DSE), le describió el grupo disidente como no violento y financiado por la
embajada de los Estados Unidos en Cuba.
“Es una estructura muy bien
conformada y dirigida por la Oficina de Intereses (embajada de los Estados
Unidos). No sé si tú tienes consciencia en donde tú te has metido y hasta dónde
pueden llegar las consecuencias”, dijo el administrativo al bioquímico.
La represión institucional
En diciembre del 2013, Antonio Casanella ofreció una fiesta a su amigo
de la adolescencia Ciro Javier Díaz Penedo, guitarra del grupo de rock Porno
para Ricardo.
Desde entonces, las limitaciones que la administración del INOR impone
a Casanella prohíben su derecho al servicio de Internet que ofrecen a los
especialistas del centro, la participación en eventos científicos y la
colaboración de otros investigadores en sus proyectos.
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Dr Lorenzo Anasagasti Angulo |
En el 2016 la represión laboral llegó a la suspensión de las clases
que, desde el 2006, Casanella impartía
gratuitamente en la Facultad de Biología de la Universidad de La Habana.
No fueron escuchadas ninguna de las apelaciones realizadas por el trabajador
al Órgano de Justicia Laboral (OJL). Las instituciones de gobierno tampoco
respondieron las reclamaciones para restablecer sus derechos laborales.
Antes de desvanecer sus esperanzas, el bioquímico escribió al
presidente Raúl Castro: “Agentes de la
Seguridad del Estado, utilizando también miembros del Partido Comunista de Cuba
(PCC) y agentes de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) me han estado
amenazando con encarcelarme, coaccionando a mis superiores para trasladarme de
centro de trabajo (…) a otro de menor importancia”.
La respuesta presidencial fue el largo silencio de un año que culminó
con la suspensión por treinta días del vínculo laboral, sin retribución. La
medida fue impuesta por el OJL.
Según la sentencia escrita, la sanción se basa en, “planteamientos irrespetuosos y lesivos”
hacia el administrativo Anasagasti Angulo.
El irrespeto de Casanella consistió en acusar públicamente al
subdirector docente de presionar a sus colegas para que lo rechacen.
El bioquímico solicitó ayuda al sindicato del INOR para demostrar la
veracidad de su acusación. Xiomara Escobar Pérez, secretaria sindical, se negó
a recibir la reclamación y respondió por escrito:
“No estoy de acuerdo (con la
acusación). Cuando se haga una audiencia (…), que me convoque a la misma¨.
El temor o la simulación para seguir flotando
Las evidencias sustentan la acusación del bioquímico contra la
administración del centro. En el inicio del conflicto nueve de sus colegas
firmaron una carta de apoyo a Casanella resaltando su excelente trabajo.
También firmó igual misiva María del Carmen Luzardo, Jefa del
Departamento de Bioquímica de la Facultad de Biología, y una tercera rubricada
por trece estudiantes de la misma facultad.
Pero al intentar entrevistar algunos de los firmantes para aportar
testimonios a este trabajo, uno aludió que se había “enfriado” y otro no respondió al teléfono, después de no acudir a
una cita. El resto ni siquiera salió de detrás de las firmas que estamparon,
quizá por temor a pasar por lo mismo que el profesor Casanella; o porque, como
se dice en Cuba, “la universidad es solo
para los revolucionarios”.
La explicación de los temores la obtuvimos del propio subdirector
durante una reunión con Casanella: “Desde
tu jodienda para acá, vivo menos tranquilo. Carga con lo tuyo, no involucres a
los demás. ¿Qué tienes que estar haciendo aquí, pidiendo apoyo?”
Para los administrativos del INOR, la represión laboral contra
Casanella está justificada. Las relaciones con personas que difieren de la
ideología oficial es el argumento más sólido.
Casanella declaró a Cubanet que vive un acoso laboral parmente. Según
contó, Pedro Wilfredo Fernández Cabezas, militante del Partido Comunista de
Cuba (PCC) y miembro del OJL que lo sancionó, le dijo: “Estas metido en un lugar en el que no tienes que estar metido (…)
Puedes sufrir consecuencias negativas en tu trabajo. Te podemos expulsar”.
El bioquímico alega que el discurso ideológico de Fernández Cabezas “es incongruente con su estilo de vida basado
en las remesas monetarias y sus constantes viajes a los Estados Unidos”.
El Código de Trabajo cubano no recoge la figura de acoso laboral,
tipificada en las acciones persistentes sobre Casanella, llevadas a cabo por
los administrativos con perjuicio laboral o fines intimidatorios para inducirlo
a la renuncia.
La ausencia de esta figura en la legislación cubana y las amistades “ideológicamente peligrosas” hacen que
el camino a la reivindicación laboral sea largo y sin esperanzas.
Los últimos intentos de bioquímico están encaminados a promover un
proceso penal por delitos contra los derechos laborales, basado en la medida
disciplinaria sin sustento en pruebas o testimonios. Una batalla contra molinos
de viento.
* Nació el 20 de abril de 1967 en Ciudad de La
Habana. Fue captado por el Ministerio del Interior y estudió Ciencias Penales
en el Instituto Hermanos Martínez, en el que se graduó. Por discrepancias con
los militares, pidió la baja permanente de ese organismo, solicitud que le fue
denegada durante un año. En ese tiempo estableció contacto con los opositores
pacíficos y fue encarcelado en 1994. Lo declararon preso de conciencia en 1996,
y a su salida de la cárcel colaboró con la agencia Cuba Press de 1997 a 1999.
En el año 2006 fundó el Centro de Información José Lezama Lima.
A continuación el VIDEO testimonial del investigador
Casanella: