Institución decana del Exilio
cubano
en España
Fundada en mayo de 1966
Inscrita como O.N.G.
(Organización
No Gubernamental)
en el Registro Nacional de
Asociaciones
del Ministerio del Interior de
España
Oficina de la Presidencia
Madrid,
23 de agosto de 2013.
Excmo. Sr. Lic. Paulo
Cesar de Oliveira Campos
Embajador de la República Federativa
del Brasil
Calle Fernando el Santo, 6
28010 Madrid.
Correo electrónico: consular@embajadadebrasil.es
Excmo. Señor:
El
Presidente del Centro Cubano de España tiene el honor de saludar a la Honorable Embajada
de la República Federativa
del Brasil, y le ruega que transmita al
Excmo. Sr. Ministro de Asuntos Exteriores de su Gobierno la preocupación de la
Comunidad del Exilio cubano, cuya representación ex officio desempeña este Centro en
España desde hace ya cuarenta y siete años,
ante la noticia de que el Gobierno con sede en La Habana (República de Cuba)
ha suscrito un acuerdo de cooperación con el titular del Ministerio brasileño
de Salud –Excmo. Sr. Alexandre Padilha- en cuya virtud se trasladará a trabajar en Brasil un total de 4.000
médicos cubanos.
Sabemos
que el Gobierno de Brasil lleva varios años dedicado al loable empeño de
procurar cubrir el déficit de profesionales de la Medicina en las regiones
de mayor vulnerabilidad social del país, a través del programa “Mais Médicos
para O Brasil”.
También
conocemos el dato de que los médicos extranjeros que se desplacen a Brasil a
tenor de este programa tienen derecho a una beca federal de 10 mil Rs.
mensuales –en las capitales y regiones metropolitanas- o de 20 mil Rs. –en el
Nordeste-Oeste y valle del Jequitinhonha- y excepcionalmente de 30 mil Rs. –en la Amazonía Legal- ;
además de los gastos de viaje a Brasil y su desplazamiento hasta los municipios
donde trabajen que deben asegurarles la vivienda y la alimentación.
Aprovechamos
para dejar constancia de nuestra identificación con los puntos de vista
expuestos sobre este asunto por la Federación Nacional
de Médicos de Brasil (FENAM).
Naturalmente,
desde el punto de la cooperación
internacional en materia de salubridad el programa como tal no puede
generar rechazo ni discrepancia alguna. Pero el Gobierno de Brasil debería
tomar en cuenta que, desde el punto de
vista humanitario -en materia de la
explotación por la vía de hecho del trabajo en condiciones de inexistencia de
remuneración efectiva para el personal sanitario a exportar por Cuba a Brasil-
existe una certidumbre prácticamente total de que la implementación del Convenio por parte del Gobierno de La Habana (Convenio al que
aparentemente se ha llegado con la interposición instrumental de la Organización
Panamericana de la
Salud ) acarreará la
conculcación de la normativa que, entre otros, establecen
(1) el Anexo 2 –aplicable a los trabajadores migrantes reclutados en
virtud de acuerdos sobre migraciones colectivas celebrados bajo el control
gubernamental- del
Convenio número 97 (revisado en 1949) de la Organización
Internacional de Trabajo (OIT), en
virtud de cuyo Artículo 6, párrafo 1, sub-párrafo b), se exige “que el contrato
contenga disposiciones que indiquen las condiciones de trabajo y, especialmente,
la remuneración ofrecida al migrante”.
Sin embargo, dicha previsión es legal es burlada sistemáticamente por
el Gobierno de La Habana ,
porque lo que sucede es que, de la
remuneración mensual total que supuestamente debe recibir (de manos de cada
Gobierno extranjero) cada profesional médico, éste debe entregar casi la
totalidad al Gobierno cubano, permitiendo éste al profesional individual
disponer con destino a su persona y familia de apenas el 10 por ciento de esa
retribución.
En mayo de 2013, Cuba
tenía destacado en el exterior un total de 38.868 trabajadores sanitarios (de
ellos, 15.407 médicos), trabajando en 66 países de América Latina, Asia y
África, según los datos de la Unidad Central
de Cooperación Médica (una dependencia subordinada al Ministerio de Salud
Pública de Cuba).
Uno de los cometidos legales de esa Unidad Central consta en el
siguiente enlace: http://www.ecured.cu/index.php/Unidad_Central_de_Cooperaci%C3%B3n_M%C3%A9dica,
y es el de “Participar junto a la Dirección de Relaciones
Internacionales del Ministerio de Salud Pública, las Direcciones correspondientes del Ministerio del Comercio Interior y
la Inversión Extranjera
y el Ministerio de Relaciones Exteriores en los análisis y propuestas que
procedan de las solicitudes formuladas por los Gobiernos, Organizaciones
Internacionales y otras instancias en materia de Cooperación Médica.
Es decir, que las mismas Autoridades de Cuba reconocen y admiten que
las actuaciones de “Cooperación Médica” en otros países constituyen fuentes de
ingresos tratados y considerados como los réditos de cualquier otra clase de
inversión en el extranjero –en este caso, es la mano de obra con
especialización médica la que se exporta, para que genere divisas fuertes que
deben ser entregadas en su práctica totalidad por los profesionales médicos al
Gobierno cubano-.
(2) el Convenio número 95 de la Organización
Internacional del Trabajo,
- en cuanto el Artículo 5 del mismo prescribe que “El salario se deberá pagar directamente al trabajador
interesado” –enmascarando la expropiación, más exactamente merecedora de esta
calificación más que de la de “apropiación”, en un tácito consentimiento,
aunque inexistente, del trabajador-;
- y en cuanto su Artículo 9 prohíbe los descuentos
a favor del intermediario –que es el papel desempeñado por el Gobierno de La Habana en la concertación
de esta clase de “Cooperación Médica”-.
Esta explotación de la mano de obra médica especializada, a través de
la apropiación por parte del Gobierno cubano de la práctica totalidad de las
remuneraciones individuales originalmente pactadas (salvo una pequeña “mesada”
o “allowance” de la que se le permite disponer a cada trabajador médico
migrante) constituye, en consecuencia, una flagrante infracción del Convenio
número 95 de la OIT.
Aparte de que el Gobierno de La Habana , en lugar de “exportar” sus profesionales
sanitarios a terceros países, debería dedicar estos recursos a mejorar la
ínfima calidad de las prestaciones sanitarias a las que tiene acceso la
población, a años-luz de la asistencia que en clínicas exclusivas se presta y
se cobra a precio de oro a los extranjeros que vienen de visita a la Isla , sea para realizar
turismo de ocio o turismo sanitario.
De la filiación democrática de las Autoridades brasileñas esperamos su
atenta consideración de los argumentos que por su mediación, Excmo. Señor
Embajador, exponemos, y a quien le reiteramos el ruego de que los traslade a su
Ministerio.
Los Servicios Jurídicos del Centro Cubano de España están estudiando
esta lamentable situación derivada de la “exportación” de profesionales médicos
con la subsiguiente apropiación de gran parte de sus remuneraciones por el
Gobierno cubano en funciones de intermediario, con vista a la interposición de
las acciones legales que sean oportunas, en defensa de los Derechos Humanos de los
colectivos sanitarios que están afectados y en queja por las infracciones a que
hace referencia el presente escrito –particularmente, ante la Comisión Interamericana
de Derechos Humanos y cuantos otros Organismos internacionales sean
jurisdiccionalmente competentes-.
El Presidente del Centro Cubano de España aprovecha la oportunidad para
reiterar a la Honorable Embajada
de la República Federativa
del Brasil el testimonio de su más distinguida y respetuosa consideración.
En Madrid, a 23 agosto de 2013.
D.
José Óscar Pérez Couce
PRESIDENTE
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