El pasado día 12 de los corrientes, fui
invitado por la Asociación Iberoamericana por la Libertad (AIL), a una
conferencia en la que se incluía el tema de referencia, impartida por la Sra. María
Werlau, entre otros conferenciantes. Como cubano, conocía esta práctica del
gobierno cubano, pero no conocía el grado de importancia económica y política
que para ellos tiene. Por lo tanto, con los medios del Centro Cubano de España, accedimos al documento publicado en idioma inglés
por la organización Cuba Archive de la cual es Directora Ejecutiva la Sra. Werlau,
y del cual hemos hecho un resumen en español que
vamos a hacer circular por nuestra membrecía y
resto de los contactos a los que seamos capaces de llegar, con el ruego de su
divulgación para mayor conocimiento del público de estas prácticas. Muchas
gracias. José Oscar Pérez
Couce.*
Las
misiones médicas internacionales: hoy en día, principal fuente de divisas para
el régimen de La Habana.
La Asociación de Iberoamericanos por la Libertad, que es miembro de la
Red Liberal de América Latina, ha organizado un “Encuentro Internacional sobre
Inmigración, exportación y misiones de los profesionales sanitarios cubanos”,
que ha tenido lugar, con la colaboración de la Consejería de Sanidad de la
Comunidad de Madrid y la participación del periodista Hermann Terstch del
Valle-Lersundi, el 12 de noviembre de 2012, en el salón Ramón Gómez de la Serna
del Círculo de Bellas Artes, en Madrid.
La lección magistral ha sido impartida por Dª María
C. Werlau, Directora del ARCHIVO CUBA, creado y sostenido por el Proyecto
Sociedad Libre, una organización sin ánimo de lucro con sede en Chatham, estado
de New Jersey (EE.UU. de América).
La conferenciante ha expuesto con amplitud datos muy singulares y
mayormente desconocidos, respecto del papel creciente que ha jugado y sigue
jugando, en la generación de ingresos en divisas para el Estado Cubano, el
envío de misiones de médicos y otro personal sanitario cubano a más de un
centenar de países del mundo.
Desde 1960, el gobierno cubano ha estado exportando personal sanitario
calificado –médicos, enfermeras, y personal auxiliar- como un instrumento
generador de simpatía y de gratitud, que sirve de campo abonado para la siembra
de propaganda política entre la población beneficiaria de los países
subdesarrollados adonde han sido enviados dichos profesionales. Pero las
misiones médicas cubanas no se envían gratuitamente, sino que el gobierno
cubano las cobra en divisas fuertes, con lo que los pagos hechos por otros
países de los servicios prestados por esos
profesionales sanitarios se han convertido –según las cifras más
recientes, que son de 2009- en el principal renglón de ingresos exteriores del
Régimen, proporcionando una entrada equivalente al triple de los ingresos
generados por el turismo internacional (que desde 2005 ha dejado de constituir
el principal rubro de entradas de divisas del país).
Entre 1961 y mediados de 2011, en total 125 mil profesionales sanitarios
cubanos trabajaron en algo más de 100 países. A fines de 2008, había 38,544
(17,697 de ellos, médicos) destinados en 75 países. A mediados de 2011, la
cifra total se aproximaba a 40,000 (de los cuales, 16 mil eran médicos),
distribuidos en 68 países, cumpliendo estancias de aproximadamente dos años. El envío por
parte de Cuba de médicos, enfermeras y otro personal sanitario se realiza
mediante la suscripción de convenios individuales con cada país receptor.
En el caso de las misiones médicas enviadas por Cuba a Venezuela, su
aliado político e ideológico, Cuba puede haber recibido alrededor de $16,600
dólares mensuales por cada uno de sus profesionales sanitarios, mientras que un
médico del sistema público venezolano de salud percibe el equivalente de $350
al mes.
El punto de comparación es que el gobierno cubano recibe la totalidad
del estipendio mensual acordado por los servicios de cada trabajador sanitario
“exportado”, mientras que al profesional se le abonan 50 dólares mensuales y a
su familia en la Isla se le sigue abonando el sueldo en moneda nacional, que
oscila –en el caso de los médicos- entre los 300 y 500 pesos al mes en pesos,
según sea su especialidad y tiempo de ejercicio de la profesión –el equivalente
de entre 12 y 40 dólares al mes-. Es así que el profesional sanitario, si su
titulación es de Médico, percibe mes a mes, por sus servicios en una misión
médica en el extranjero, una remuneración equivalente que varía entre los 62 y
los 90 dólares, sumado el estipendio mensual en dólares mientras está fuera del
país a su salario en pesos. O, lo que es lo mismo, el equivalente de entre 50 y 72 euros mensuales.
Tómese en cuenta que en Cuba, en la vida real, una familia integrada por
tres personas y con vivienda propia necesita el poder adquisitivo del
equivalente de 500 euros mensuales a fin de costearse una supervivencia
mínimamente digna (necesidad que se suele “resolver” traficando en especie, con
productos obtenidos al margen de la economía oficial).
En 2007, Cuba estaba formando cien mil profesionales sanitarios –de
ellos 70 mil en la carrera de Medicina -una cifra idéntica a los 68 mil
estudiantes de Medicina en todos los Estados Unidos de América-, en 23
Facultades de Medicina de la Isla (una de éstas, la mayor del mundo). Es decir, que Cuba contaba con una matrícula
de aspirantes a Médicos igual a la de la Potencia global (los EE.UU.) con una
población 30 veces mayor.
Sin embargo, en diciembre de 2010, un documento del Ministerio de Salud
Pública anunció la reorganización de la sanidad dentro del país, con el cierre
de hospitales y el recurso a los medicamentos naturales a la vista de la
carestía de medicamentos farmacéuticos, añadiendo
que la presencia “de nuestros profesionales remunerados debe ser
incrementada en los países cuyas economías lo permitan, de manera que
puedan contribuir al sistema nacional de salud”. En junio de 2011, la Oficina
Nacional de Estadística informó que el empleo en la sanidad pública había caído
en un 14% (de 330 mil a 282 mil) entre 2008 y 2009.
Lo que constituye confesión de parte de que el abultamiento en el número
de educandos en las profesiones sanitarias –mientras que la atención médica
dentro del país se contrae y los hospitales y consultorios carecen de
medicamentos, materiales quirúrgicos, de cura, y productos para los
tratamientos- obedece al único motivo de exportar más mano de obra calificada
que reporte mayores ingresos al Estado cubano –que es quien cobra por esos
servicios, a los gobiernos extranjeros a cuyos países van las misiones médicas
cubanas-. Hay que advertir que a veces son gobiernos distintos de aquéllos de
los países beneficiarios los que abonan a Cuba esos servicios. Así, con ocasión
del envío de una brigada cubana a Honduras tras el paso de un huracán en 2005,
fueron Alemania, Francia y Japón los que abonaron el costo mensual de $400 por
cada médico cubano y por las medicinas aportadas. En 2004, Sudáfrica donó 1
millón de dólares por el desplazamiento de más 100 médicos a Malí; y de nuevo 1
millón de dólares en 2010, por el envío de 31 profesionales sanitarios a Ruanda
en 2010. También la Organización Mundial de la Salud, UNICEF, y la Organización
Sanitaria Panamericana han financiado actividades de formación médica y otros
servicios de la misma naturaleza prestados por Cuba en terceros países.
Se ha señalado reiteradamente que las cláusulas
de los Convenios bilaterales con los países
receptores de estos servicios, a tenor de los cuales no se garantiza una justa
y equitativa remuneración para los profesionales sanitarios cubanos,
constituyen condiciones leoninas que infringen –entre otros- el Convenio de
1949 para la Protección de los Salarios (de la Organización Internacional del
Trabajo) y el Convenio nº29 de 1930 sobre el trabajo forzoso o
compulsivo (de la Liga de las Naciones). Esta anómala situación laboral entraña por sí misma una flagrante contradicción
con la proclama incluida en el proemio de la Constitución
cubana de 1976, modificada en 1992, en donde se dice que en el socialismo y el
comunismo “el
hombre ha sido liberado de todas las formas de explotación: de la esclavitud,
de la servidumbre y del capitalismo” y “se alcanza la entera dignidad del ser
humano”, ya que la inclusión en estas misiones médicas viene impuesta como
“deber internacionalista” cuya inobservancia expone al infractor a represalias
y sanciones.
Asimismo es vox populi que los pasaportes con los que los miembros de
esta Misiones viajan a sus destinos en otro país permanecen bajo la custodia
del cuasi-Comisario responsable político de cada grupo, con el objeto de
prevenir y obstaculizar que los integrantes del grupo puedan fugarse a terceros
países en donde solicitar asilo o refugio. Quien logra a porfía, no obstante,
huir de esta relación de sujeción debe asumir la consecuencia de que durante un
mínimo de tres años no se le permita volver a ver a su familia
residente en Cuba.
*Presidente del Centro Cubano de España.
Presidente de la Junta Patriótica Cubana – Madrid .Representante de Municipios
de Cuba en el Exilio – Europa .Secretario de ASOPAZCO
Nota del Editor. Este documento fue recibido
por correo electrónico del Centro Cubano de España.
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