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Medicina Cubana /Cuban Medicine. Salud, Medicina y Educación Médica en Cuba/Health, Medicine and Medical Education in Cuba.
domingo, abril 28, 2013
Médicos cubanos en el Perú ¿Salvar vidas o conciencias?
viernes, abril 26, 2013
La medicina cubana no tiene cura.
Por:
Iván García Quintero.
Cuando
Daniela, 19 años, asiste a su consulta de estomatología, además de llevarle a
la especialista que le atiende un bocadito de jamón y queso y una botella de refresco,
le entrega un billete de 10 pesos convertibles que la doctora agradece con
gesto efusivo.
Ya va
resultando raro que un paciente acuda a un turno médico y no le lleve un
obsequio al médico. Depende el estado de salud, duración del tratamiento e
interés que usted quiera le dispense su doctor.
Pan con Jamon para el Medico en Cuba |
En
enfermedades graves, los regalos van subiendo de precio. El omnipresente
bocadito se mantiene. Pero el agradecimiento se debe mostrar con cosas de más
valor. O con dinero.
Regla, 32 años, es madre de una niña a la que
recientemente tuvo que realizarle una compleja operación maxilofacial. “Si uno
quiere tener al equipo centrado en el caso de tu hijo, eso te cuesta. No solo a
los doctores, también a las enfermeras. Y cuando estás ingresada en el
hospital, hasta la auxiliar de limpieza debes hacerle un presente”.
Según
Regla, empleada en un hotel, ella les ha comprado ropa y zapatos a los hijos de
los médicos que atienden a su hija. “A veces los he invitado a comer en algún
restaurante. Constantemente tienes que estimularlos”.
Los
pacientes con tratamientos largos traban amistad con el personal médico. “Yo
tengo mi doctor, que es casi como si fuera particular. Él me cuenta sus
problemas y yo los míos. A cada consulta le llevo almuerzo. En diciembre le
regalé una pierna de cerdo asada”, comenta Joel.
Los
médicos en Cuba están muy mal pagados. Un especialista de primera gana
alrededor de 700 pesos (30 dólares). Un santero, en un mes malo, gana ocho
veces más. Si usted se llega a la calle Concordia número 410, en el centro de
La Habana, notará que desde el amanecer una amplia cola de personas espera por
Lino Tomasén, un negro gordo, cargado de collares y un tabaco en la boca. Tiene
fama de curar con sus dedos.
Tomasén,
médico graduado, gracias a sus habilidades espiritistas atiende diariamente a
más de 200 personas en su consulta. Cobra 20 pesos por persona. Pero con lo que
gana supera por mucho el salario de un médico profesional. Es tanta su
notoriedad que se rumorea que hasta parientes cercanos a Raúl Castro se ven con
él. Mucha gente recurre a curanderos milagrosos porque no confían en la calidad
de la medicina actual.
Cuando
usted es internado en un hospital se sugiere cruzar los dedos. “Mi padre
ingresó por un problema del corazón y en el hospital contrajo un bacteria
fulminante que lo mató”, recuerda Antonio. Además de poca higiene en la sala,
debe cargar con un ventilador, cubos de agua y otros avituallamientos. Los
vecinos, al verte partir, piensan que vas a un camping.
Otro
problema grave que está afectando a la salud pública es la escasez de
medicamentos y la tecnología obsoleta. En algunos hospitales habaneros, hace
tiempo no funcionan equipos de diagnósticos como el somatón.
Un
médico avezado suele tener dos opciones. Si usted es una persona de bajos
recursos, le receta medicamentos ofertados en la red de farmacias estatales. Si
desea algo mejor, le recomienda acudir con moneda dura a una farmacia
internacional.
En la
capital hay una veintena. A precio de mercado venden antibióticos de última
generación, antihistamínicos y ungüentos avanzados. A pesar del embargo, no
pocos medicamentos son de patentes estadounidenses.
Pero,
sin dudas, los salarios miserables devengados por médicos, especialistas y
enfermeras, entre otros, es la causa fundamental en el retroceso de la salud
pública. En un intento por mejorar su calidad de vida, los doctores cubanos
recurren a prestar misiones en el extranjero.
Más de
40 mil médicos andan desperdigados por varias latitudes del planeta,
especialmente en Venezuela. De una mordida, el gobierno se apropia del 90% de
su salario. Es tanta la necesidad material que a muchos médicos no les importa.
Los familiares en isla cobran 50 cuc mientras ellos realizan su trabajo en el
exterior.
Al
regreso, vuelven con miles de dólares. No siempre obtenido de forma legal. Un
médico en Sudáfrica confesó que hizo buena plata por la izquierda practicando
abortos. En Venezuela, aparte de ejercer
de médico en un barrio pobre, debe entrenarse de negociante en ciernes. El
personal de salud en el extranjero es una de las vías que alimenta las tiendas
de pacotillas que florecen en Cuba.
“También
por encargo traemos videojuegos, teléfonos inteligentes y laptops. En eso hemos
quedados, en una especie de buscavidas. Y lo peor es que no se vislumbra una
salida en cuanto a salarios se refiere. En este sector no ven con buenos ojos
subir en unos pesos los salarios a los médicos que hacemos turnos de madrugada.
Quien no tenga pacientes que te regalen alimentos, artículos de aseo o dinero,
está perdido” asegura Octavio, cirujano que alquila su viejo auto ruso después
de su horario laboral.
Aquellos
años donde la salud pública cubana era el orgullo de Fidel Castro han quedado
atrás. Para ser un país del tercer mundo, todavía podemos inflar pecho. Por
falta de asistencia médica nadie se muere. Y a los disidentes cuando llegan a
un policlínico no se les pregunta su afiliación política. Pero todos, si
quieren un trato personalizado, deben llevar un bocadito de jamón y un
refresco. Al menos.
Fuente:
Voz
del destierro.
jueves, abril 25, 2013
En la Universidad Médica villaclareña Dr. Serafín Ruiz de Zárate Ruiz respaldaron al gobierno venezolano.
Universidad Médica de Villa Clara dice sí a Maduro
Por: Ricardo González del Río
23 de Abril de 2013
Lo ratificaron en la tarde de este martes cuando se escucharon mensajes de algunos de los galenos y profesores que permanecen en tierras venezolanas y fueron testigos de la histórica jornada electoral del 14 de abril.
Raisa Bonachea, trabajadora de la institución, leyó las notas enviadas por su hija Lisandra Gómez, quien presta su colaboración médica y repudia lo ocurrido en La Limonera, donde la oposición segó la vida de personas inocentes.
«No habrá retroceso, de eso estamos seguros», aseveró en una de sus comunicaciones, en la que admira la entereza de los venezolanos por salvaguardar la integridad de sus hermanos de la Mayor de las Antillas.
También se destacaron las vivencias de Henry Fernández López, del Departamento de Extensión Universitaria, y de otros que coinciden en el sí unánime al gobierno de Nicolás Maduro Moros y a su nuevo gabinete.
Ni los cacerolazos de la oposición ni las amenazas más agudas podrán intimidar a los patriotas cubanos.
Entre las propias emociones vibró la figura de Hugo Rafael Chávez Frías, ese gigante que transita por los caminos de la libertad, el líder que desde el Cuartel de la Montaña incita a seguir en busca de la luz desde el corazón del pueblo.
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Villaclara
miércoles, abril 24, 2013
¿Por qué los hospitales de Boston estaban listos cuando el ataque terrorista a la Maratón?
Posted
by Atuk Gawande
Las
bombas en el maratón de Boston fueron diseñadas para mutilar y matar, y lo
hicieron. Tres personas murieron en los primeros momentos de la explosión. Más
de ciento setenta personas resultaron heridas. Ellos tenían sus extremidades
arrancadas, las arterias vitales cortadas, huesos fracturados, la carne
desgarrada por la metralla o quemado por el calor de las explosiones. Sin
embargo, ahora parece que cada uno de los heridos cuando los rescatistas llegaron a
ellos sobrevivirá.
Médicamente
hablando, esto no es un logro pequeño. Hemos visto bombas de este tipo en los
campos de batalla de Oriente Medio, pero rara vez en ciudades como Boston. En
el último siglo de conflicto durante la guerra, artefactos explosivos se han
intensificado hasta convertirse en la principal causa de las bajas militares.
Entre el personal americano heridos en las guerras en Irak y Afganistán, (los
heridos por explosiones) que han representado las tres cuartas partes de
lesiones, mientras que las heridas de
bala por sólo un veinte por ciento. Ha sido un logro histórico para las
unidades médicas militares poder reducir las tasas de letalidad de este tipo de
lesiones desde el veinticinco por ciento de los conflictos previos a diez por
ciento en la actualidad. Y de acuerdo con datos del Registro Nacional de Trauma
de Israel, los explosivos utilizados en los ataques terroristas han tendido a
ser tres veces más mortal que las utilizadas en la guerra porque los civiles no
tienen protección, porque las víctimas abarcan un amplio rango de edad y condiciones
de salud, y porque la preparación tiende a ser menos sistemática. Sin embargo,
en Boston, sobrevivieron.
¿Cómo
sucedió esto? Algo más importante se produjo, los profesionales simplemente aplicaron
las políticas y procedimientos inteligentes. Lo que vimos desplegarse fue el
legado cultural de los ataques del 11 de septiembre y todos los que se ha
seguido en las últimas décadas desde
entonces. No somos más inocentes.
Las
explosiones tuvieron lugar a las 2:50 pm, a doce segundos de diferencia. El
personal médico de dotación carpa de primeros auxilios de los corredores
rápidamente la convirtieron en una unidad de atención de heridos en masa (mass-casualty
triage unit) Los equipos médicos de
emergencia se movilizaron en masa de toda la ciudad, resucitaron a los heridos,
y de alguna manera los remitieron a ocho hospitales diferentes en cuestión de
minutos, a pesar del caos y problemas del tráfico.
Mi
hospital, el Hospital Brigham de
Mujeres, recibió treinta y una víctimas, veintiocho de ellos con lesiones
importantes. Siete llegaron casi a la vez, a partir de las 15:08 Todas los
heridos requerían de cirugías de emergencia.
El primero en ir a la cirugía, un paciente en estado de shock, hemorragia
profusa, con la respiración inadecuada y una pierna casi completamente cortado había sido resucitado y estaba sobre una mesa de
operaciones de 15:25, sólo treinta cinco minutos después de la explosión. El
resto siguió, uno tras otro, separados por pocos minutos. Doce pacientes en total
serían sometidos a cirugía en su mayoría procedimientos vasculares y ortopédicos
antes de que terminara la noche.
Este
tipo de organización ocurrió en toda la ciudad. El Hospital General de Massachusetts también
recibió treinta y uno a las víctimas, al menos cuatro de los cuales requieren
amputaciones. Boston Medical Center recibió veintitrés víctimas. Beth Israel
Deaconess Medical Center recibió veintiuno. Hospital de Niños de Boston atendió
diez niños, de entre dos a doce años. Tufts Medical Center y Centro Médico St.
Elizabeth trataron cada uno dieciocho
víctimas. Un médico de urgencias me dijo que nunca había oído tantas sirenas de
las ambulancias en toda su vida.
Hay
una forma en este tipo de eventos se supone que deben funcionar. Cada hospital
tiene un jefe del equipo quien coordina el intercambio de información de los servicios
de emergencia y camas de hospital disponibles, la movilización del personal
clínico y equipo médico para el tratamiento, y la comunicación abierta con el
centro de comando de emergencias de la ciudad. En mi hospital, Stanley Ashley,
un cirujano general y nuestro director médico, era esa persona. Hablé con él
después del evento-que había estado fuera de la ciudad en el momento de las
explosiones, y él me dijo que apenas había establecido su puesto de mando y
comenzado a hacer llamadas de teléfono a continuación, la primera ola de
víctimas llegó. Todo ocurrió muy rápido para cualquier plan ritual de acomodar.
Entonces,
¿qué hizo usted?, le pregunté.
"Yo
sobre todo dejar que la gente haga su trabajo", dijo. Él nunca tenía que
llamar a nadie. Alrededor de un centenar de enfermeras, médicos, personal de
rayos X, el personal de transporte, lo que sea apareció tan pronto como se
enteró de la noticia. Ellos querían ayudar, y sabían cómo. Como un colega dijo,
hicieron a gran escala lo que sabían hacer a pequeña escala. Se separaron en grupos
de seis o más personas, un equipo de trauma por cada paciente. Una enfermera
jefe y el médico estaban en la puerta de la entrada de ambulancias en recepción
clasificación de los pacientes que van a ser atendidos por los equipos de trauma. El director operativo de la
consulta de recepción y clasificación, y la comunicación con los quirófanos.
Otro miembro del personal vio la necesidad de un policía de tráfico y envío a clínicos adicionales a la sala de espera,
donde podían permanecer si se le solicitaban.
Richard
Wolfe, jefe del departamento de emergencias del Centro Médico Beth Israel
Deaconess, me dijo que tenía la misma experiencia allí. De veintiún heridos,
diecisiete fueron graves y siete cirugías de urgencia. Un paciente llegó con
las dos piernas amputadas casi por
completo. De otra pierna estaba demasiado destrozado. Numerosas víctimas tenían
heridas abiertas y sangrantes, con esquirlas y fragmentos de hueso fracturado.
Uno tenía una lesión pulmonar de la explosión. Otra fue quemada en más de un
treinta por ciento del cuerpo. Uno tenía que tener un ojo eliminado. Wolfe
llegó a la sala de urgencias esperando para hacerse cargo de la asignación de
cada uno en sus responsabilidades.
"Pero
todo el mundo de forma espontánea conocía los movimientos de la danza",
dijo. Él no tuvo que decirle a la gente lo que tenían que hacer en absoluto.
Hablé
con Deb Mulloy, la enfermera a cargo de nuestras salas de operaciones de la
tarde, y algunos de los otros líderes de enfermería para saber cómo sabían los movimientos de baile.
Mulloy comenzó a movilizarse tan pronto como vio la noticia de última hora en
una pantalla de televisión. Otros aprendieron a través de Twitter, mensajes de
texto, aplicaciones de noticias de Smartphone. Todos ellos comenzaron a actuar
antes de que la alarma hubiera sonado.
"Sabíamos
que era real", dijo Mulloy, "y mucha gente podría estar herido."
Cambio
de turno de enfermería es a las tres. Así que de inmediato notificó al turno de
día para quedarse. Nadie quería irse, de todos modos. Esto duplicó el personal
disponible.
Las
enfermeras colocan toda la cirugía programada en espera y comenzaron preparando
ocho habitaciones. Ordenaron las
bandejas de equipos para procedimientos vasculares y ortopédicos que se sacaron
de las disponibles. Llamaron a un representante del fabricante de productos ortopédicos
para suministros adicionales. Se pusieron en contacto con el banco de sangre,
que ya estaba asegurando la sangre de otros estados. Se comunicaban con otros
quirófanos por la ciudad para asegurarse de que tenían suficientes suministros
de equipo, también.
¿Cómo
supieron conseguir ocho habitaciones listas?, le pregunté. ¿Y cómo sabían que
preparar para los procedimientos vasculares y ortopédicos? "¿Alguien les
dijo?"
"No,"
dijo Brenda McKonly, una de las enfermeras dirigentes de alto nivel. Ella acaba
de ver la descripción de la explosión como todo el mundo, hizo una conjetura
acerca de las lesiones, y reconoció que era necesario solicitar tantas
habitaciones listas como pudieran. Para estar seguros, el personal también dispone de un equipo para una sala listo para lesión
neurológica quirúrgica y[01 otra para
una lesión torácica. Pero la información
que venia del, se hizo evidente que su suposición inicial era correcta. Las
ocho habitaciones se requerirían, y casi todos los casos se trataban de
lesiones vasculares y ortopédicas.
Hablar
con la gente sobre ese día, me llamó la atención el grado de preparación y casi
ensayado para este evento. Una década
antes, no se habría producido que se
aproxime a su nivel de colaboración y eficiencia. Hemos, como un colega me lo
dijo, reemplazado nuestra pre-9/11 ingenuidad con post-9/11 sobriedad. Donde
antes nos quedados mudos por la sorpresa
acerca de este tipo de eventos, ya casi estábamos calculando sobre ellos.
Cuando se encontraron los rodamientos de bolas y las uñas en las heridas de las
víctimas, todo el mundo entiende que las bombas habían sido embaladas con ellos
como proyectiles. En todos los hospitales, los médicos consideran la
posibilidad de contaminación química o radiológica, una segunda ola de ataques,
o un ataque directo a un hospital. Incluso los amigos no médicos enviados por
correo electrónico y me envió un mensaje para advertir a la gente acerca de los
artefactos explosivos secundarios y terciarios orientados a responder.
Imaginaciones de todos los usuarios han llegado a abarcar estos eventos una vez
inimaginables.
Por
lo tanto la eficiencia sombría con que la ciudad respondió. Los organizadores
detuvieron la carrera. Los corredores que había entrenado durante semanas para
el evento se apartaron de la línea de meta en la aceptación desconcertada pero
estoica. La prensa, en su mayor parte, con razón dudó en ampliar afirmaciones
sin fundamento sobre la identidad de los autores.
Los
riesgos de nuevos ataques requieren evaluación. El pánico tenía que ser
evitado. Pruebas para procedimientos penales tenía que ser aseguradas. Y, sobre
todo, las víctimas necesitan ser salvados.
¿Lo
que nos prepara? Diez años de guerra han traído los detalles de los ataques de
este tipo a nuestros pueblos a través de noticias, imágenes, y los soldados que
veían y les encontraron. Casi todos los hospitales tienen un cirujano o
enfermera o médico con experiencia en el campo de batalla, a veces varias.
Muchos de ellos también tenían personal de trauma que se desplegaron a Haití
después del terremoto, Banda Aceh después del tsunami, y en otros lugares. La respuesta
a los desastres se ha convertido en un área de gran interés y estudio. Ciudades
y pueblos han llevado a cabo simulacros de desastres, incluyendo una en Boston
estuve involucrado en la que se tocó el escenario de la explosión de una bomba
sucia en el aeropuerto de Logan en un avión de Francia. El Hospital General de
Massachusetts llevó a los médicos israelíes para ayudar a renovar sus planes de
respuesta a desastres. Richard Wolfe en el Beth Israel Deaconess recordó la
presentación de un médico de urgencias de la respuesta médica necesaria después
de la acción en Aurora, Colorado, la
grabación de vídeo-teatro de setenta personas el pasado verano. Desde el 9/11
al Newtown, todos hemos observado con no sólo el horror sino también con seria atención las múltiples formas en que la
sociopatía de los asesinos ha combinado con la tecnología de causar víctimas en
masa.
Hemos
aprendido y hemos incorporado. Esto no es motivo de cualquier celebración o
satisfacción. Que hemos llegado a este estado de existencia es una gran
tristeza. Pero es nuestra gran fortuna.
El
año pasado, tras el tiroteo de Aurora, Walls Ron, el jefe de medicina de
emergencia en mi hospital, dio una conferencia titulada "¿Estamos
listos?"
En
Boston, resulta que estábamos todos.
Fuente:
The
New Yorker
Nota:
Esta es una traducción utilizando google
translate y corrección adicional.
Del Hospital Docente Territorial de Cárdenas en Cuba, dos fotos.
Estas fotos las recibí vía Twitter y son
tomadas en el Hospital Docente Territorial “Julio M Aristegui Villamil” en la
ciudad de Cárdenas, Matanzas, Cuba. En este hospital trabaje durante 8 años. El
hospital es una estructura obsoleta y anticuada de las década de los 50’s a la
cual se le añadió una y otra construcciones dado la cantidad de pacientes que allí
se atienden. Contaba con un excelente equipo médico y paramédico cuando allí trabajé.
En los 80’ s se recomendó construir otro hospital más moderno y disponer de
estas instalaciones ya inútiles para otros objetivos, participé en esas discusiones,
finalmente nunca se construyó un hospital nuevo. Estas fotos fueron tomadas por
un periodista independiente e incluidas en su página de Twitter.
Cuba Hospital Municipal d Cardenas, Matanzas y que la tiranía ofrece "gratis" para cubanos, mesa para enfermos. ( Notas del autor de las fotos- Ivan libre)
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martes, abril 23, 2013
“Purón el Nazi”, médico del Hospital Lenin en Holguín instruye a una enferma sobre su padecimiento.
Un nazi en el hospital Lenin de Holguín.
La ciudadana Dailén Aguilera Pupo, vecina de calle Cuarta No.10 F
entre 21 y Loma, Reparto Hilda Torres, municipio Holguín, provincia del mismo
nombre, me comunica lo siguiente:
Entrada del Hospital Prov. "V.I.Lenin" Holguin |
“El día 10 de abril de 2013 fui ingresada de urgencia en el Hospital
Docente Vladimir Ilich Lenin, con un dolor insoportable bajo vientre. El médico
conocido por “Purón el Nazi” me diagnosticó que tengo un acceso en él tubo
ovárico”,
“Al día siguiente me dice que es muy peligroso y que el antibiótico
que lleva, solo se pone en hospitales, pero tenía que irme porque en la sala
que yo debía estar no había cama. A pesar de mis terribles dolores me encuentro
en mi casa, tomando cuanto me dicen que es bueno para mi enfermedad y sin
entender por qué este gobierno se jacta en decir que en Cuba hay una Potencia
Médica. ¿Hasta cuándo tanto sufrimiento
para los cubanos?, ¿Dónde están los valores perdidos?, ¿A quién quejarme si
aquí todo es igual?”
Holguín, 13 de abril de
2013.
Recibido por correo electrónico
desde Cuba.
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lunes, abril 22, 2013
! Eramos tan sanos los cubanos!
¡Éramos tan sanos!
Por : Luis Cino.
LA HABANA, Cuba, abril, www.cubanet.org -Un estudio aparecido en el
British Medical Journal asegura que fueron beneficiosos para la salud de los
cubanos el hambre y las vicisitudes que padecimos durante los años del Periodo
Especial.
Según dicho estudio, en aquellos años, debido a la drástica disminución en la
ingestión de calorías y la consiguiente disminución del peso corporal de las
personas, se redujo considerablemente la mortalidad por diabetes y enfermedades
cardiovasculares en Cuba.
También asegura el estudio que fue muy beneficioso para los cubanos que la
dieta forzosa se viera complementada por largas caminatas y los viajes en
bicicleta a los que nos vimos obligados porque la falta de combustible hizo que
colapsara el transporte público.
Para los que vivimos aquellos duros años 90, cuando parecíamos zombis a los
que, de tan flacos, las raídas ropas se nos caían del cuerpo, resulta insultante
la desfachatez de estos doctores que, si no son cretinos con diplomas, deben ser
fieles admiradores de Joseph Mengele.
¡Extraño y bien insensible modo el de estos doctores de calcular la
mortalidad! Debían explicar que en aquellos años disminuiría la mortalidad por
diabetes y enfermedades cardiovasculares, pero aumentaron los suicidios por
pura desesperanza, los devorados por los tiburones y los ahogados en el estrecho
de la Florida. Y ya que hablan de la conveniencia de combatir el sedentarismo,
cómo no, también de los ciclistas fallecidos en accidentes de tránsito o los
que mataron para robarles sus bicicletas.
También hubo muertos e incapacitados por enfermedades
propias de campo de concentración, como la polineuritis que padecieron millares
de cubanos. Las autoridades sanitarias del régimen atribuían la rara enfermedad
al abuso del alcohol y el tabaco para no admitir que se debía a la
desnutrición.
Pero supongo que los autores del estudio, científicos al fin y que solo
entienden de cifras y experimentos, no deben estar demasiado interesados en este
tema. Después de todo, se trata del Tercer Mundo, específicamente de
cubanos.
Las personas, que se iban para el trabajo con un vaso de agua con azúcar o
un cocimiento de jengibre, hojas de naranja o caña santa como desayuno, se
desmayaban en las guaguas, en la calle; los niños en las aulas, los presos y
los reclutas en las formaciones, pero es posible que no hayan sido demasiados
los cubanos que fallecieron de inanición durante el Periodo Especial.
Sé que siempre habrá alguno que diga –y tendrá razón- que en el África
sub-sahariana es mucho peor. Pero eso, al menos a mí, no me sirve de
consuelo.
Según el estudio, en la primera mitad de los años 90, la dieta de los cubanos
se redujo de 3 000 calorías diarias por persona a 2 200. Es poco, pero basta
para no morir de hambre. En 1946, la doctora Adelheid Wawerka afirmó
que “una dieta de sólo 1 500 calorías diarias es demasiado pequeña para
vivir, pero demasiado grande para morir”. Los cubanos, siempre tan
excepcionales, tuvimos a nuestro favor 700 calorías de más para sobrevivir. Al
menos según el estudio del British Medical Journal.
En realidad, estuvimos más cerca de la “inanición científica” de que hablaba
la doctora Wawerka que de las 2 200 calorías que dicen en el British Medical
Journal. Incluso hoy, debido al alto costo de los alimentos en relación a los
bajísimos salarios, no son muchos los cubanos que pueden ingerir esa cantidad
de calorías.
La dieta de los cubanos de a pie (por supuesto que no
me refiero a la élite privilegiada y a los ricos que ya hay) sigue bien
distante de las 2 500 calorías que se supone debe consumir diariamente un
adulto. Se calcula que la dieta diaria de un cubano promedio -de los que comen
viandas, arroz y frijoles y de vez en cuando, si tienen dinero, vegetales,
huevo y pollo- está por debajo de las 1 500 calorías.
El estudio del British Medical Journal considera que éramos un pueblo más
saludable en los años del Periodo Especial, cuando estuvimos a un pasito de la
olla colectiva. Pero, en vez de quedarnos como estábamos, bien flacos, con las
costillas afuera y los pantalones cayéndose, apretando el…corazón y dándole a
los pedales de las bicicletas que enviaron los camaradas chinos, en cuanto
autorizaron las remesas, despenalizaron el dólar, acudieron los inversionistas
extranjeros y Venezuela sustituyó a la Unión Soviética, nos dio por comer un
poco más y mejor y por recuperar las libras que habíamos perdido. En
consecuencia, nuestro castigo fue enfermar de diabetes y sufrir infartos y
accidentes cardiovasculares.
¡Malagradecidos que somos los cubanos! ¡Cuánto nos quejábamos del Periodo
Especial, cuando éramos tan sanos! ¿Será cierto eso de que uno nunca sabe lo
que tiene hasta que no lo pierde?
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viernes, abril 19, 2013
Una médico cubana en Venezuela agredida en un trifulca con otra mujer y no por miembros de la oposición.
Diputado
De Grazia desmiente a Maduro: Médico cubana fue agredida por “razones
personales”
18 Abril, 2013
ND.- El diputado a la Asamblea Nacional, Américo De
Grazia, aseguró hace minutos que no es cierto que una médico cubana haya sido
agredida por seguidores de la oposición en Upata, estado Bolívar, mientras
abría un CDI en Upata. En declaraciones a Globovisión, destacó que Yairi Ortega
Ortega fue agredida por otra mujer por razones personales.
De Grazia insistió en que Ortega Ortega participó en
una “pelea estrictamente personal” en el sector Manuel Carlos Piar con
Marielbis García.
Comentó que esto “no tiene nada que ver con la
política”, como denunció el presidente electo, Nicolás Maduro, antes de viajar
a Lima para asistir a la Cumbre de UNASUR.
Durante sus declaraciones, Maduro pidió al ministro
Néstor Reverol capturar a quienes agredieron a la médico cubana.
Fuente: Noticiero
digital
miércoles, abril 17, 2013
Elogio de la contradicción…
Rafael
Muci-Mendoza
Vamos a terminar consumiendo medicamentos
falsificados… ¡tósigos cubanos!
Cicerón (106-43 a.C.) orador, filósofo y político
formuló el concepto de humanismo, es decir, la idea que coloca al individuo en
el centro; años después, el estoico Séneca (4 a.C. - 65 d.C.) dijo que ¨el ser
humano es para el ser humano algo sagrado¨. Se pregunta uno entonces, ¿Dónde
tienen la cabeza los jerarcas del poder cuando lanzan ideas mal entretenidas y
malparidas? Ignorantes todos, hombres y mujeres baldíos, aprenden a manejarse
por la vida en medio de errores, prepotencia y mentiras como un modo de
existencia. Van y vienen como si nada pasara, dicen y se contradicen y llevan a
la población por la calle de la amargura en medio de contradicciones,
desaciertos e incompatibilidades ¡Cómo si no tuvieran suficientes angustias!
La ministra de salud cambia el patrón de recetar y
pare un bodrio, su famosa resolución 028 y da un plazo perentorio. Para ella la
droga genérica ¨tiene el mismo efecto¨ que la comercial, pero no nos convence
mostrando en qué sustenta su afirmación ¿son equivalentes, son intercambiables?
Ella no consulta con quienes saben y lo más probable es que vamos a terminar
consumiendo medicamentos falsificados, o lo que es lo mismo, ¡tósigos cubanos!
que ellos no producen y compran barato quién sabe dónde, y no sabemos dónde
fueron elaborados, sin registro sanitario venezolano, sin fecha de vencimiento.
Seríamos sortarios si contuvieran únicamente talco…
En medio de déficit y carencia de medicamentos, ires
y venires de farmacia en farmacia, angustias de diabéticos, epilépticos e
hipertensos el Reglamento de la Ley de Medicamento tiene 13 años de mora,
mientras los manganzones sólo piensan en quedarse con el poder ignorando a la
población, especialmente la tercera edad.
¡Votemos contra ellos, contra el CNE y por un país
decente!
domingo, abril 14, 2013
Cuba: Qué pasa cuando un país es forzado a comer menos y andar más.
Hacer Clic arriba para leer toda la informacion.
sábado, abril 13, 2013
Todos los médicos del Presidente.
El 5 de marzo
del 2013 Hugo Chávez Frías muere a las 16.25 hora local (20.55 GMT)
según informó el vicepresidente Nicolás Maduro. Con esta noticia terminaba la
vida de un líder controversial que en los dos últimos años había sufrido una
prolongada enfermedad que acabo con su vida. Se supone que al morir los
misterios que rodearon a este líder y su enfermedad se harían públicos pero no
fue ni ha sido así. El propio Vicepresidente que anunciaba su muerte, horas
antes ese mismo día, sugería que la enfermedad que padecía el mandatario
venezolano pudo ser "inoculada" por sus "enemigos históricos". Lejos
de superar el secretismo que marco la enfermedad del Presidente ante la
realidad de la muerte, esta alcanza categoría
de conspiración internacional,
que los políticos venezolanos hoy en el poder afirman que investigaran.
Desde la aparición de los primeros síntomas que
aquejaba al presidente Hugo Chávez Frías, alrededor de su persona y en relación
a la enfermedad se creó un escenario de estricto sigilo que se mantiene hasta hoy. Todo fue silencio,
todo se hizo secreto. Se impuso una discreción colectiva.
Fue y ha sido un secreto cuando y donde se hizo el
diagnostico presuntivo de enfermedad y quienes le atendieron. No se sabe aún
cual fue el diagnóstico de certeza, los procedimientos diagnósticos que se emplearon
y el tipo histopatológico del cáncer, que en un principio, se calificó como un
‘absceso pélvico”. Se habló una y otra vez de un tumor sin especificarse grado de malignidad y solo se emplea el término
de Cáncer cuando el propio mandatario
hace declaraciones públicas el 30 de junio del 2011; esto ocurre 20 días
después de la primera (¿o tal vez segunda?) operación realizada en Cuba.
En ese momento se habla de un cáncer localizado y tratado
con éxito mediante cirugía sin que hubiera enfermedad por extensión o a
distancia. No se sabe cuál fue el estadio clínico de la enfermedad al inicio y
cuando esta recidiva; ni los datos relativos a la Clasificación TNM (Sistema
TNM del American Joint Committee on Cancer, AJCC) y el consecuente agrupamiento
por estadio si se trataba de un sarcoma y el grado (G) que determina la
probabilidad de propagación. Por ultimo nada se sabe de los procedimientos quirúrgicos
manejados, si se utilizó o no Radioterapia. Se asegura, eso sí, que recibió
tratamiento con quimioterapia antitumoral pero nada se sabe de los esquemas
empleados y la respuesta a estos. Se usó la oxigenación hiperbárica sin que se
argumente por qué y cuan beneficioso fue este procedimiento.
Mantener oculta las características y evolución de
la enfermedad de Hugo Chávez, fue una decisión que todas las partes implicadas consideraron casi de inmediato en que se hizo
el diagnóstico; y es obvio que respondía a intereses políticos muy bien definidos.
La confusión y manipulación mediática que podía producirse en nada ayudaba al
régimen y podía poner en peligro las aspiraciones reeleccionistas de cara a la
contienda electoral del 2012. Se asegura entre otras cosas, que la decisión de
atenderse en Cuba y no en Venezuela afectaba la imagen de la medicina
venezolana y ponía en riesgo al propio mandatario que bien podía atenderse en
otras instituciones en el exterior y no precisamente en Cuba; en qué medida
pudo afectar el manejo del paciente en La Habana esta cerrazón de información
es algo que no merece considerarse.
Lo cierto es que había que guardar un silencio
absoluto en relación con la enfermedad del presidente Hugo Chávez, era y es lo
correcto para los políticos tanto en Cuba como en Venezuela y eso fue lo que se
hizo. Parte del secreto tan bien guardado en La Habana fue quien o quienes
conformaron el equipo médico que atendió al presidente ya fallecido. Esta incógnita
ha sido en parte desvelada cuando el gobierno venezolano mediante decreto 9419,
firmado por el presidente encargado Nicolás Maduro y publicado en la Gaceta Oficial número 40130, divulgada 19 de marzo
2013 donde
anunciaba el otorgamiento de la
condecoración de la Orden Libertadores y Libertadoras de
Venezuela en su Primera Clase Espada a los miembros del equipo de médicos y
enfermeros cubanos que atendieron al presidente Hugo Chaves, durante su
estancia en Cuba:
Los médicos Roberto Castellano Gutiérrez, Jorge
González Pérez, Ibrahim Fernández Rodríguez (¿coronel Ibrahim Rodríguez
Rodríguez?), José I. Fernández Cuestas, y los licenciados Midiala Rodríguez
Calvo, Laura Hernández Vidal y Pedro Águila Griñán. Existen algunas
imprecisiones en los apellidos y no
existe mucha información en la red sobre el desempeño profesional y académico
de estos especialistas lo que no les resta mérito alguno.
Puedo afirmar que estos son algunos de los especialistas
que atendieron a Hugo Chávez pero no son todos los médicos que le atendieron;
me refiero a médicos cubanos que llevaron todo el manejo de la enfermedad desde
que esta fue diagnosticada hasta su muerte del paciente- presidente.
Se ha especulado sobre la participación de otros médicos
en la atención del mandatario venezolano. Si se revisa de forma cuidadosa la información
que fue apareciendo, en algunos momentos se llegó a afirmar que otros
especialistas participaron en la toma de decisiones y en el tratamiento de Hugo
Chávez. De manera insistente se aseguró que dos especialistas venezolanos radicados
en los Estados Unidos participaban en la toma de decisiones. De igual forma
especialistas brasileños, españoles y rusos aparecen en las informaciones sin
que se tengan datos precisos de quienes eran y cual era sus categorías profesionales.
Es de interés el preguntase si realmente participaron otros especialistas no
cubanos en las decisiones para tratar al presidente Hugo Chávez Frías.
Dr. Salvador Navarrete |
En lógico suponer que antes de enfermar Hugo Chávez
en mayo del 2011 este contaba con un grupo de médicos venezolanos que formaban
un equipo de atención directamente vinculado al Palacio de Miraflores, sede del
gobierno. Parte de esta información se hizo pública cuando un médico venezolano,
el cirujano Salvador Navarrete, quien integró este equipo, hizo
declaraciones a una revista mexicana (M Semanal); aun cuando en ese momento
no atendía al presidente si tenía información relativa al estado de salud del
mandatario. Sus declaraciones fueron muy reveladoras.
El cirujano Salvador Navarrete Aulestia, es el único
especialista que aportó datos fehacientes sobre la salud del presidente Hugo Chávez,
como miembro del cuerpo médico de Miraflores hasta el 2002 y medico también de algunos de los familiares
más cercanos del presidente este proporcionó datos en la entrevista que
superaron el secretismo existente hasta ese momento; esto es a 4 meses de haber
sido intervenido por primera vez en Cuba. El Dr. Navarrete asegura que Chávez
tiene un diagnóstico de un sarcoma retroperitoneal del suelo pélvico de origen
muscular y de muy mal pronóstico y con
una expectativa de vida de 2 años.
Entonces sabemos que hasta el 2002, Hugo Chávez era atendido solo por médicos
venezolanos y fueron sustituidos por especialistas cubanos después del golpe
ese mismo año.
Siendo así es de suponer que desde el 2002 médicos cubanos,
por órdenes superiores bien precisas, formaron un equipo que en Venezuela eran
los encargados de la atención médica del presidente y probablemente de algunos
de sus familiares. Siendo un paciente renuente
y escéptico como señala su médico personal, el trabajo de este equipo médico
en Venezuela sería muy escaso; esto hasta mayo del 2011 que el presidente Chávez
comienza a claudicar de una pierna lo que se atribuye a una lesión de la
rodilla izquierda. Ya en La Habana, el equipo definitivo de médicos cubanos
seria formado con la urgencia e importancia que esto merecía. Una orden de alta
prioridad provenía del Alto Mando, ya había una presunción de enfermedad muy
fuerte.
Los nombres de los cuatros especialistas que
aparecen en las informaciones condecorados por el gobierno venezolano no serían
los únicos responsables de la atención del paciente-presidente. Estos fueron
los que jerarquizaron y controlaron toda la atención del presidente Chávez
hasta su muerte. Se señala como algo negativo que en este equipo no había
ningún especialista de Oncología, sí había
tal vez más de uno, pero no aparecen en
la relación. Esto no resta méritos y calificación a los profesionales señalados
y condecorados por el gobierno venezolano apenas unos días después de la muerte
de Chávez.
De los especialistas que forman el equipo medico
condecorado señalamos a los Dres. Jorge González Pérez quien siendo
especialista en Medicina Legal es también rector de la Universidad de Ciencias Médicas
de La Habana, sin dudas este fue el jefe del equipo médico que atendió al
presidente Hugo Chávez Frías, es un profesional de alta calificación. Roberto
Castellano Gutiérrez es especialista en Medicina Interna e intensivista del Centro
de Investigaciones Médico Quirúrgicas (CIMEQ) y tuvo a su cuidado al paciente en los
momentos más críticos de los post operatorios así como de las complicaciones y
evolución tórpida que mostro la enfermedad. Ibrahim Fernández Rodríguez es un cirujano y
militar de alta calificación que sin dudas llevó todo el manejo quirúrgico del
presidente en las múltiples intervenciones de que fue objeto. Del Dr. José I. Fernández Cuestas, no hay mucha información,
solo que es un especialista del Centro
de Investigaciones Clínicas de La Habana; tal vez coordinador del equipo con el
resto de los médicos que eventualmente participaban en la atención o con los
funcionarios cubanos y venezolanos. Los especialista médicos aquí mencionados
tienen categoría docente en las facultades de Medicina de la capital.
En febrero del 2012 Chávez fue intervenido en La Habana
de una recurrencia del tumor ya tratado, en esa ocasión se especuló que muestras
de la biopsias obtenida fueron enviadas a al Hospital Sirio Libanes en Sao
Paulo, Brasil y al Tufts Medical Center en Boston, EEUU; donde fueron revisadas
bajo condiciones de absoluto secreto. Esta información no puede ser confirmada pero lo cierto es que en un
equipo multidisciplinario para tratar un enfermo con cáncer, los Anatomopatólogos
tienen un papel significativo. De manera que en el equipo médico participó uno
o varios patólogos cubanos que no se mencionan
entre los condecorados.
Señalamos que la decisión de tratar al mandatario
venezolano en La Habana no fue descabellada ni afecto la evolución de la
enfermedad neoplásica que le había sido diagnosticada; si en algún momento se requirió
de algún recurso no disponible en el Centro de Investigaciones Médicos Quirúrgica,
este se adquirió de inmediato. Los especialistas cubanos, todos los médicos del
presidente y no solo los condecorados, hicieron lo mejor que saben hacer:
atender a un paciente aquejado de una enfermedad progresiva y fatal. Lograron
un tiempo de supervivencia media conveniente que beneficio la reelección del presidente,
objetivo político en sí, pero no el único. Los periodos libres de enfermedad no
fueron los mejores, de hecho resultaron los peores; pero los tratamientos de
sostén permitieron que el presidente mostrara etapas de tiempo aparentemente
libres de enfermedad. El presidente no estuvo secuestrado en La Habana ni los médicos cubanos se prestaron para
una falsa así; Hugo Chávez, su familia y el estamento políticos venezolano decidieron
que se trataría en La Habana y eso hicieron.
Buscaron hacerlo todo en el más absoluto secreto y
lo lograron; aun hoy nadie habla de su estancia en La Habana. Todos aquellos
que se vieron envueltos en la realidad de ver enfermar a su líder y el progreso
de una enfermedad irremediable, frente a la cual no podían hacer nada, echaron
mano al sigilo, la manipulación de la información, la falsedad y la mentira. A
fin de cuentas de eso se trataba: de lograr en lo político lo que no se podía
hacer frente a la inexorable progresión tumoral. La historia natural de la enfermedad
superaba a la historia reciente de un país, marcado por los sobresaltos y la
distorsión.
Trataban con la realidad de un semidiós que sucumbía
a la enfermedad y se abocaba a la muerte; y bien sabemos que los semidioses no
pasan por estos trances, ellos como tales pasan a otra dimensión.
*Médico
Especialista en Oncología, Profesor-Instructor de Farmacología. FreeLancer
Writer. Columnista. Bloguero. Consultor
GLG. Contribuye con artículos de opinión sobre Cuba en distintos sitios Web
sobre salud y DDHH entre otros.
miércoles, abril 10, 2013
Hambre en Cuba redujo la mortalidad por diabetes y enfermedades cardiovasculares.
Una investigación médica hecha en Cuba que tomó como
referencia datos oficiales proporcionados por las autoridades sanitarias de la
isla llegó a la conclusión de que la falta de comida padecida por los cubanos
entre 1980 y 2010 ha tenido resultados beneficiosos porque redujo la mortalidad
provocada por diabetes y enfermedades cardiovasculares.
Según el estudio, coordinado por Manuel Franco de la
Universidad de Alcalá, en España, y publicado por el British Medical Journal,
durante el llamado período especial en la isla de manera paulatina y sostenida
se redujo considerablemente la ingesta calórica per cápita, de 3.000 calorías
diarias a 2.200, el equivalente de lo que recomiendan las dietas para perder
peso.
En consecuencia las privaciones alimenticias de los
cubanos dieron como resultado una pérdida de peso generalizada que el estudio
fija en casi 5 kilos (11 libras) para una persona de talla normal y que en
1996, cinco años después del inicio de la pérdida de peso, añade, propició una
rápida caída en la mortalidad por diabetes que duró seis años.
Una reseña del estudio hecha por el diario español
ABC destaca que los beneficios de la “dieta obligada” de los cubanos merecieron
incluso un editorial del profesor de la Escuela de Salud Pública de la
Universidad de Harvard, Walter Willett,
para quien el trabajo “añade una fuerte evidencia de que una reducción en el
sobrepeso y la obesidad tendría enormes beneficios poblacionales”.
El estudio deja a un lado consideraciones sobre el
pobre estado nutricional de los cubanos y las enfermedades que éste ha
ocasionado durante años, y se enfoca mayormente en la hipótesis de que con la
pérdida de sólo 5 kilos de peso como promedio en toda la población se podría
reducir en un tercio la mortalidad por enfermedades coronarias y en casi la
mitad las defunciones por diabetes.
Luego de tal conclusión, que a cualquier cubano
común podría parecerle en cierta medida macabra, el investigador Franco aclara
que no obstante, dada la “especial situación” de Cuba sería muy difícil trasladar
los resultados del estudio a España u otro país desarrollado, y advierte que
sería un error creer que la actual crisis económica por la que estos atraviesan
sería “saludable”.
En esencia, a partir de las vicisitudes alimenticias
sufridas por los cubanos, el estudio trata de promover el consejo médico de que
hay que comer menos y mejor, elevar la actividad física y establecer políticas
donde se dé prioridad a formas de transporte más activas que el uso de los
automóviles, recomendaciones sensatas que en el caso de Cuba constituyen
inevitablemente un chiste de mal gusto y cruel.
Fuente: Cubanet
martes, abril 09, 2013
lunes, abril 08, 2013
La queja médica.
El personal de la salud recibe dos pesos (0.08 centavos de dólar) por cada hora de guardia nocturna. Muchos se sienten agraviados al compararse con militares y miembros de las fuerzas represivas.
Los reclamos de los médicos para recibir remuneración por la realización de la guardia médica no fueron aceptados por el Gobierno cuando se discutía el proyecto de los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido.
Por toda respuesta, los médicos recibieron de las autoridades algo parecido a un ordeno y mando que el sindicato de la salud no se ha atrevido a cuestionar: "al ser valorados estos criterios, se ha considerado que la guardia médica es una actividad consustancial al ejercicio de la práctica médica y un principio esencial en la formación de todo profesional de la salud, por la cual no corresponde un pago adicional".
Según la Dirección del Gobierno "aún no existen las condiciones para aplicar un incremento general de salario".
Sin embargo, tras la negativa, el Gobierno decidió realizar un controvertido pago por concepto de nocturnidad a los médicos y estomatólogos, e incrementarlo al personal de enfermería y demás trabajadores del sistema.
Del lobo un pelo. Así han calificado algunos médicos la nueva disposición que autoriza el pago de dos pesos cubanos (0.08 centavos de dólar) por cada hora de guardia nocturna.
En muchos casos se trata de una frase de resignación ante el temor de recibir represalias por cuestionar públicamente una decisión gubernamental, o ante la imposibilidad del trabajador cubano de declararse en huelga para obligar al gobierno a ceder ante reclamos justos.
En otros, y aunque nadie esté dispuesto a salir a la luz pública, se considera que la decisión es una burla y una hipocresía de Gobierno, teniendo en cuenta, sobre todo, los altos salarios y pensiones de los militares. Muchos de esos salarios superan con creces a los de cualquiera del personal de la salud, sin contar las gratuidades que les asignan a todos los uniformados, en especial a los de mayor graduación.
"Que no hay dinero para aumentarnos el sueldo es una afirmación hipócrita. ¿Cómo no van a existir las condiciones para poder incrementar el sueldo a los médicos por la guardia médica, si cualquier miembro del ejército (FAR) o del Ministerio del Interior (MININT) gana más que nosotros?", se quejaba uno de los médicos a los que se le pidió opinión y quien solicitó el anonimato.
"Tú ves a cualquier pelagatos de esos de las Fuerzas Armadas, montado el día entero en los carritos chinos nuevos que les dieron. Parece que el aire acondicionado y los cristales oscuros les hacen olvidar que en Cuba lo que más hay es calor y falta de transporte público. Yo conozco colegas míos cirujanos que ni siquiera tienen un apartamentico propio. Viven agregados en las casas de sus suegras. Para ir al trabajo, usan la vieja táctica de ponerse la bata blanca en el antebrazo, y pararse en los semáforos para que alguien les dé un aventón hasta el hospital. Sin embargo, cualquier hijo de los jerarcas del Gobierno, sin mérito ni formación alguna, anda en un auto moderno pagado con el dinero de Liborio".
Dos clases de médicos
"En Cuba los médicos son muy apreciados por el pueblo. Resulta paradójico, pero es precisamente ese pueblo, que no tiene nada en su gran mayoría, el que en ocasiones se quita lo poco que tiene para llevárselo a los médicos a las consultas de los hospitales, o a los consultorios del médico de la familia. Un paciente te trae plátano, otro boniato, un refresco o un paquetico de café. Mi consulta se asemeja en ocasiones a un agromercado", dice Carlos, un médico que afirma ser revolucionario, pero que concuerda ciento por ciento con los desacuerdos de sus colegas en cuanto a que la cantidad de dinero asignado por horas de guardia es, cuando menos, una miseria.
Por otro lado, a Paulino, un oftalmólogo que cumplió misión junto a su esposa en un país donde se les permite a los médicos recibir donaciones de los pacientes, no le interesa mucho el tema del pago de las horas de guardia, al menos por el momento.
Después de cumplir más de cinco años de misión, a su mujer le dieron la oportunidad de comprarse un apartamento. A él, el Gobierno le dio permiso para comprarse un automóvil. Compró uno marca Hyundai. Esa misión les abrió dos puertas, que permanecen cerradas aún para muchos galenos: techo y transporte. En ese sentido el personal de la salud considera que existen dos castas de médicos en Cuba: los que cumplen misión (léase viajar para traer dinero), y los que no viajan.
Y siguiendo una lógica sencilla, muchos se preguntan que cómo es posible que no se le pueda remunerar a los médicos por la realización de las guardias, cuando precisamente los servicios prestados por los galenos cubanos a otros países, junto a otras exportaciones que involucran al capital humano formado en la Isla, le reportan al Gobierno la primera fuente de entrada de divisas al país.
Fuente: Diario de Cuba.
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No se realizan trasplantes de órganos en el Hospital Hnos Almejeiras , principal hospital cubano.
Negligencia paraliza trasplantes de órganos en el
Ameijeiras.
LA HABANA, Cuba, 5 de abril de 2013 / www.cubanet.org.- La mala gestión, la falta
de previsión y planificación de la Oficina Nacional de Trasplante son las
causas de que en el Hospital Hermanos Ameijeiras no se haya podido realizar
ningún trasplante de órgano en lo que va de año, según informaron funcionarios
del Ministerio de Salud (MINSAP), quienes pidieron no ser identificados.
Según ellos -en esta ocasión dicha oficina- y no el embargo económico, los responsables
de la falta de medicamentos vitales para estos procedimientos quirúrgicos. Los
medicamentos debieron entregarse a principios de año, pero por un error en la
asignación, aún no los han recibido.
“Están en falta en este hospital la
Siclosporinaneoral, el Prograf, el Micofenolato, y el Cellcep. Todos son
medicamentos esenciales para evitar el rechazo del órgano. Sin ellos, hacer un
trasplante no tiene sentido”, afirmaron los funcionarios.
Aunque aseguran que este método quirúrgico no es un
procedimiento de todos los días, desde enero el hospital no realiza ningún
trasplante.
“Por ejemplo, en el año 2007 se hicieron 26. A razón
de 2 trasplantes por mes, y en algunos hasta tres. En este 2013 no se ha
realizado ninguno”.
El último se realizó en diciembre. Fue un trasplante
de hígado, a la hermana de la directora del grupo musical femenino Anacaona.
“Los pacientes de este tipo de trasplante son los
más vulnerables, pues a diferencia de los que esperan un riñón, no existe una
máquina artificial que supla las funciones del hígado para mantenerlos con
vida. Su salud se deteriora rápidamente. Pero aunque aparezca el órgano, sin no
están garantizados estos medicamentos, nada se puede hacer”.
El Hospital Hermanos Ameijeiras es el único en el
país que realiza trasplantes de hígado. Comenzaron con éxito en el 2002,
después de que un equipo de cirujanos recibiera entrenamiento en España.
Los médicos afirmaron también que hace más de diez
años que no se realiza en Cuba un trasplante de pulmón, debido a “razones de
logística y desentrenamiento del personal quirúrgico”. También hace más de
cinco años que no se realiza uno combinado de páncreas-riñón, debido a la falta
de un medicamento llamado Somatostatina.
En otros hospitales de la capital donde se realizan
trasplantes, como el CIMEQ (para la élite de gobierno y personalidades
extranjeras), y el pediátrico William Soler, no se han reportado ese tipo de
problemas.
Según cifras, desde el año 2002, en que se retomó
este tipo de intervenciones quirúrgicas, después de años de paralizadas a causa
de la crisis del Periodo Especial, se han efectuado hasta la fecha un promedio
de 189 trasplantes en el Ameijeiras.
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