sábado, febrero 16, 2019

Cuando votaba o no en Cuba.


Cuando votaba o no en Cuba.
El próximo 24 de febrero los cubanos residentes en la isla y aquellos que trabajan en las sedes diplomáticas cubanas han sido convocados a un referendo para aprobar o no la nueva Constitución que regirá, para los tiempos venideros. Los destinos  de una Nación bajo una prolongada dictadura desde hace 60 años serán reprogramados.
No es la primera vez que se vota en Cuba por una Constitución que es imagen y semejanza de la tiranía que usurpa el poder y niega el derecho; todo esto en un país donde la justicia ha sido despreciada.
La fuerte y bien organizada oposición interna en Cuba, a pesar de las desplantes represivos del régimen, ha desarrollado y aun desarrolla actividades tendientes a movilizar a un electorado poco optimista de votantes para que se pronuncien en las urnas, ya sea con un voto negativo (#YoVotoNo) o para boicotear la asistencia a los centros de votación (#YoNoVoto). Las argumentaciones de uno y otro lado sobre el tema, hacen prosperar las intensas pasiones de unos  y no pocos desatinos políticos de otros.   
Hasta ahora he obviado pronunciarme. En primer término porque ambas convocatorias están dirigidas a los cubanos radicados en la isla que son participes y protagonistas, en tanto que, los que formamos parte del exilio político no tenemos derechos ni oportunidades para votar. Mejor así.
También resulta improcedente que, siendo parte del exilio y  subsistiendo alejado del escenario principal que es Cuba; nos asista la dedicación inoportuna de dar lecciones de civismo y compromiso político a los que viven y padecen en Cuba.
Hace algún tiempo en ocasión de las elecciones en los EEUU, escribí un artículo sobre el derecho que me asiste como ciudadano de este país para votar. Aproveche la ocasión para explicar las experiencias que sobre el voto en Cuba, fui parte y opositor activo en un contexto que supera la memoria (Gonzalez, 2012). Entonces escribí lo siguiente:
Mis primeras experiencias votando en una dictadura.    
Mi primera experiencia en el voto fue por el año de 1965 en el Preuniversitario donde cursaba el grado 10°. Había que elegir al Presidente de la Asociación de estudiantes y vinieron los del grado 12° a influir sobre los mayoritarios alumnos de mi curso, para que votáramos por el candidato de su curso. Fue así que votamos contra el candidato del grado 11°, quién además era comunista. El resultado fue que el elegido fue el alumno de grado 12°; el recién estrenado Presidente, también era “ñangara” pero tapado como muchos por aquellos tiempos. Cuando finalizó el curso, fue el encargado de arrear a sus compañeros recién graduados para el Servicio Militar Obligatorio mientras él se ponía a buen resguardo. Desafortunada experiencia, muestra de lo que vendría en años sucesivos.
Después aparecieron  las elecciones a mano alzada,  bajo la tutela y control de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC). Para que no hubiera dudas de tal control, la muy conocida y otrora prestigiosa Federación de Estudiantes Universitarios (FEU) se unió descaradamente con la Unión de Jóvenes Comunistas para formar una sola organización denominada: UJC-FEU. Los que no pertenecían a los  Jóvenes comunistas, que eran la mayoría, no tenían representación alguna. En realidad nunca la tuvieron, aun cuando a pedido de la mayoría de los estudiantes fueron separadas ambas organizaciones de aquel maridaje escandaloso. El divorcio se produjo para que esta organización de estudiantes pudiera presentarse sin tan desfavorables lazos ideológicos ante las organizaciones estudiantiles internacionales. El férreo control de la Juventud comunista (UJC) y del Partido Comunista (PCC) estaba allí como para recordar que las reglas del juego las establecían ellos.
El referendo para aprobar la Primera Constitución Socialista (1976).
En el año de 1976 se produjo la votación para aprobar la nueva Constitución Socialista. Los cubanos habíamos vivido desde el 1959 sin Constitución y sin derechos; ya estábamos acostumbrados a esto. Sin embargo una nueva y bien redactada Constitución Socialista estaba disponible como nuevo instrumento jurídico que completaba la estructura de dominación de la dictadura. Teníamos que aprobarla mediante el voto directo y secreto. Era una manera de legitimar la nueva democracia socialista y la genuina participación del pueblo como protagonistas de su destino. Esta era la parafernalia comunista que repetían hasta el cansancio los medios de difusión, ya apropiados y vigilados.
Fui a votar. Inmediatamente en la tarde de ese mismo día en el vecindario donde residía por aquellos tiempos; el comentario era sobre los dos votos en contra de la recién presentada Carta Magna que se habían depositado en el cercano colegio electoral. Estuve preocupado varios días. Una semana después se dio a conocer los resultados donde la mayoría del pueblo había dado el Sí a la Constitución Socialista. Fue aprobada y aún está vigente; nos  endosaron una Constitución Socialista más de una década después de que el dictador proclamará públicamente el carácter socialista de la Revolución. Es y sigue siendo el instrumento jurídico por excelencia en el dominio de todo un pueblo por una tiranía que pisotea el derecho. Apenas 92 mil personas votaron en contra de la Constitución Socialista, yo fui uno de ellos, y como es de suponer fui uno de los dos votos negativos en el colegio electoral donde sufragué. De manera que está despejada la incógnita.
Votando en Cuba en los noventas.
Involucrado en el movimiento opositor en Cuba desde el 1989, creí compatible con mis principios, que un opositor o disidente (ambas palabras generan no pocas controversias), No debía participar en ningún acto electoral. ¿Cómo hablarle al resto de la población del carácter represivo del régimen y su permanencia en el poder de forma ilegítima, si usted participa en el ejercicio electoral establecido por ese régimen? ¿Cómo puede usted hacer llamados a boicotear las elecciones del régimen, si usted siendo un disidente va a votar?
Siendo opositor nunca participé en ninguna votación en Cuba. Esto me acareó no pocos problemas: consejos de los familiares, amistades que aparecen de improviso con encomiendas; el manido argumento de “no te busques problemas” o la recomendación de “es mejor dejar la  boleta en blanco así no te señalas”. ¡Miedo y fariseísmo! A pesar de los consejos y pedidos, a pesar de los Pioneros tocando a la puerta y las visitas del encargado de las Brigadas de Respuesta Rápida, nunca participé en una votación cuando ya había definido mi perspectiva como opositor.
Recuerdo en la última votación, en los noventas, que fui a la casa sede donde radicaba tres organizaciones opositoras días después de la votación y cuando exprese que yo no había votado a pesar de las presiones, los opositores allí presentes se mostraron asombrados y mostraron dejadez en opinar sobre el asunto. ¡Ellos si habían asistido a la votación!
Una de las experiencias más amargas fue poder conocer que muchos disidentes u opositores en Cuba, participaban en los actos electorales organizados por el mismo régimen que decían combatir. Esto para mí fue y sigue siendo honradamente inaceptable. Sobre todo si usted ha hecho una opción preferencial por la oposición abierta al régimen.
En este Exilio también de agonía, veo con preocupación que la  fe puesta en la libertad se hace ilusoria y el entusiasmo por ella decae. El Exilio ha asumido el desorden de nuestras esperanzas. Todo esto no nos permite minimizar y excluir la dedicación constante y la intrepidez de muchos en Cuba, que día a día, participan en una lucha tenaz y desigual contra la tiranía que consume toda una nación.
No me dedico a recomendaciones festinadas y tardías. Si se ha convocado para una votación que decide la adopción de una Constitución que definirá en lo futuro la política totalitaria, usurpadora, violadora del derecho y engendro del mal; que ha consumido las reservas morales y espirituales de la Nación en sí; entonces, hay que asumir que es una realidad que nos provoca. Si usted lo cree correcto vaya a votar y vote por el NO. Puede que usted sea un ciudadano más preocupado por su país pero también bajo fuertes presiones en su entorno social y familiar, entonces marque NO o invalide la tarjeta de votación. Si es usted un  decidido opositor al régimen y sus derechos han sido violados de manera sistemática o es objeto de represión policial, pues No vaya a votar. Esto último es un claro mensaje al régimen que usted no es parte de su farsa electorera.
Créanme, en ambos casos usted podrá caminar  tranquilo con su conciencia... a su tiempo, van a ver que tu justicia resplandecerá como la luz y tu derecho como el mediodía.
Aceptemos las contingencias de la lucha. Ahora se trata de rechazar de una forma u otra la ley fundamental de un país como el nuestro que, viviendo bajo una dictadura, resulta un despropósito.
©2019

miércoles, febrero 13, 2019

La opinión resuelta de un médico cubano sobre la próxima elección en Cuba.



El 24 de febrero del presente año los cubanos han sido convocados por la dictadura Castro comunista para votar en un referendo para aprobar una “nueva “constitución. Este médico, como muchos cubanos da su opinión.



lunes, febrero 11, 2019

Difícil situación de una paciente en Cuba con Candidiasis cutánea que no tiene tratamiento por escases de medicamentos específicos.



Este es el caso de un apaciente femenina de le fue diagnosticada una candidiasis cutánea para la cual se le indico una formulación que no se le dio a la paciente porque no hay las sustancias de la formulación y la lesión progresa. En la candidiasis cutánea, la piel está infectada con hongos cándida. Este tipo de infección es bastante común. Puede comprometer casi cualquier piel en el cuerpo, pero casi siempre se produce en áreas cálidas, húmedas y con pliegues como las axilas y la ingle. El hongo que más frecuentemente causa candidiasis cutánea es Cándida albicans. Se puede hacer uso de ungüentos o cremas antimicóticas .La candidiasis cutánea a menudo desaparece con tratamiento, especialmente si la causa subyacente se corrige. A continuación la carta enviado por la paciente a los servicios de la farmacia local.
A: Dirección municipal de Farmox (farmacias y ópticas).
De: Bárbara Reina Nogales, con carnet de identidad: 69061418731, vecina de calle 17 # 38 entre sexta y Clodomira, Reparto Santisteban., Holguín, Cuba.
Mediante esta misiva acudo a ustedes para plantear mi caso porque estoy desesperada, estoy enferma y a merced de que en el Dispensarial me hagan el medicamento que no tienen con qué fabricar. Les explico con más detalles la horrible situación por la que estoy pasando. Hace alrededor de 15 días me apareció en mi región torácica (en el pecho entre los dos senos) una lesión muy fea, roja que me arde me duele y además tiene muy mal olor.  Por eso es que estoy más desesperada. De inmediato fui a atenderme con un especialista en dermatología. El mismo me diagnostico que era una candidiasis de los pliegues. Esto es un hongo que se aprovecha de las regiones húmedas del cuerpo y más en personas que padecen de diabetes. Sin un tratamiento rápido y certero esta lesión se puede complicar y más en el lugar donde la tengo.
Candidiasis cutánea de intertrigo húmedo tórax
 (entre ambos senos) 
Me pusieron un tratamiento muy bueno, sí, con cremas y antihistamínicos. Lo peor de todo es que el medicamento principal contra el hongo es la loción de borato que, es el primero que tengo que usar para después usar las cremas y este medicamento se manda a hacer en el Farmox o más conocido como el “Dispensarial”, único de su tipo en la ciudad de Holguín.  Cuando me presenté al dispensarial, cito en calle Maceo esquina Aricochea, centro ciudad, me dice la dependienta que no están haciendo ese medicamento porque no hay materia prima, que no hay agua ni nada.  Con esas mismas palabras me respondió.
Farmox, Holguín, Cuba. 
Además, me dijo que ella no tenía la culpa, que las trabajadoras de esa institución estaban cansadas de llamar y de pedir explicaciones a los almacenes encargados de proveerlos de materia prima y que ellos no dan respuesta alguna. Que a ellas les da pena con los cientos y cientos de pacientes que están esperando por sus medicamentos. La mencionada dependiente me dijo que mi caso no es el único que hay hasta niños esperando. Y que esta farmacia hace más de un mes que no trabaja por falta de materia prima… según ellos… y no me quiso dar su nombre .Solo me dio un número de teléfono para que llamara dentro de siete días a ver si habían empezado ya a hacer los medicamentos.  Para más desdicha me he cansado de llamar para saber si existen los materiales para hacer el medicamento y nadie contesta al teléfono. Este es el número de la unidad: 24424382.
Hago este llamado a la institución que provee de materia prima a esta unidad para que esta situación se resuelva ya que de esto depende la salud de muchas personas y hasta niños sufriendo dolencias y esperando por su tratamiento.
Ante estas circunstancias solo me queda decir: que Dios nos ampare.
Holguín 28 de enero de 2019
Fuente: Recibido por correo electrónico de: Defensoría del Pueblo/CID.