miércoles, abril 30, 2014

Médicos cubanos, una mercancía exportable en el mundo de los negocios.

En un artículo publicado en el Juventud Rebelde, leí sobre los nuevos sueldos para los trabajadores de la Salud. Esa es una buena noticia para todos aquellos que cuidan la salud el pueblo tanto dentro de nuestra Isla como en otros países.
Pero lo que me molestó en el referido artículo fue la utilización del vocablo "exportar" para referirse a los hombres y mujeres de la bata blanca que trabajan en otras latitudes, como si fueran una mercancía más en el mundo de los negocios. Y hasta puede que así sea, pues conocimos que por ese concepto el Gobierno de la Isla percibe nada menos que 8 000 millones de CUC.
Cualquiera que sepa del auge de este negocio llevado a cabo por las autoridades pudiera sacar la conclusión de que ya hasta nuestros trabajadores de la Salud han sido clasificados como pura mercancía, a la par de un saco de azúcar o un paquete de caramelos.
Esa expresión incluso pudiera considerarse despectiva, cuando en lugar de eso habría que reconocer la importancia de estos trabajadores en nuestra Patria. En nuestro idioma existen otros vocablos más apropiados para este fenómeno. No se trata de cuadrúpedos, sino de seres humanos; son médicos, enfermeras, laboratoristas, etc., que merecen respeto por la labor que llevan a cabo

jueves, abril 24, 2014

Son varios los recién nacidos que desaparecen de hospitales cubanos en circunstancias sospechosas.

Hace algunos días este Blog dio a conocer un artículo con el título de: ¿Dónde está mi bebe? Escrito en y desde Cuba por un conocido periodista independiente. En esa ocasión re enviamos la información a muchos de nuestros colegas con el ánimo de encontrar alguna explicación a tan confusa situación. Si bien no recibimos respuesta alguna, en los comentarios que se hicieron en la página de Cubanet donde apareció el artículo original denota que no era este el único caso. Aquí incluyo dos notas que aparecen en los comentarios:
1.       Para mi esa niña no puede estar muerta, yo pienso que su bebé la han vendido, a mi mamá le hicieron lo mismo en cuba el 12-02-1976 cerca de las 12 pm trajo a éste mundo dos gemelas idénticas, ella tenía apenas 17 años solo le dejaron ver las niñas en la sala de parto y luego le dijeron que tenían que ponerlas en los cuneros, después de 3 horas dijeron que habían muerto y los cuerpecitos iban a ser estudiados; hasta la fecha de hoy ellos no las regresaron más para darle santa sepultura y ni una explicación de la presunta muerte; mi madre no ha dejado de pensar en mis hermanas pero el instintos de madre le dice que están vivas y espero que así sea aunque nunca nos vallamos encontrar.
2.       Eso paso con mi excuñada le dijeron ya en la última consulta antes del parto que al bebé no le sentían el foco del corazón y que había que hacerle una cesárea urgente y dijeron que él bebe estaba muerto y con malformaciones y por más que  se luchó nunca entregaron el cuerpo y nos amenazaron que si poníamos demanda al médico  y al hospital lo único que  llevaríamos era una orden del juez por difamación contra el prestigio del hospital; esto sucedió en hijas de Galicia hace ya unos 20 años así que, qué esperamos a estas alturas de los horrores de la mal llamada potencia médica .
Hoy aparece un artículo de un conocido abogado cubano que da cuenta del caso de otro bebe desaparecido en el año 2011. Dice el artículo:
Por. Rene Gómez Manzano.*
El 21 de abril, Cubanet alertó sobre la alarmante desaparición de una recién nacida en el Hospital “Enrique Cabrera”, de La Habana. Son ya varios las criaturas que se esfuman de hospitales cubanos en circunstancias sospechosas.
El pasado lunes 21, un trabajo del colega José Antonio Fornaris publicado en CubaNet alertaba sobre la alarmante desaparición de una recién nacida en el Hospital “Enrique Cabrera”, de La Habana. El título, en su sencillez, refleja de modo certero todo el dolor y el desconcierto que embargan a la joven pareja de progenitores: “¿Dónde está mi bebé?”
En la nota informativa, el periodista independiente relata las incidencias del traslado de la parturienta hacia el centro asistencial, mientras la criatura, con sus movimientos dentro del vientre materno, daba evidentes señales de vida. Después, describe el maltrato que sufrió la joven madre, así como la inesperada afirmación de los médicos: “La niña nació muerta”.
Las autoridades hospitalarias argumentaron la necesidad de que el bebé pasara por el Departamento de Anatomía Patológica. Esto es comprensible, para determinar lo ocurrido. Lo que no se entiende es la supuesta imposibilidad de mostrar y entregar el cadáver a los padres, y ello en virtud de una fantasmagórica “resolución ministerial”, cuyo número y texto no fueron revelados a los familiares.
Este trágico incidente me hizo recordar la denuncia de mi colega agramontista Vicente Padrón Casas —en la actualidad ya fallecido—, por una situación similar ocurrida con su nieta Lía Francisca Padrón Izaguirre. Esta niña y su hermana gemela Mía nacieron el 29 de agosto de 2011 en el Hospital “Eusebio Hernández”, conocido como Maternidad Obrera, en el municipio de Marianao.
En sendas noticias publicadas los días 28 y 30 de noviembre del propio año, Ana Margarita Perdigón, de la Agencia Yayabo Press, se hizo eco de la insólita desaparición del bebé, a quien su progenitora no volvió a ver después del parto, ni viva ni muerta. El referido órgano de prensa recogió la denuncia que el jurista alternativo formuló al cabo de tres meses sin recibir alguna información o explicación de las autoridades.
Lo anterior —por cierto— dio lugar a la inevitable visita de los ubicuos oficiales de la policía política. A los “segurosos” les preocupaba no el desvergonzado escamoteo de la niña, sino la información transmitida por internet, que puso en entredicho la supuesta imposibilidad de que en Cuba se produjeran sucesos de esa naturaleza, que el régimen castrista critica y divulga con satisfacción cuando ellos tienen lugar en otros países.
El mismo 30 de noviembre de 2011 se publicó una Declaración de la Corriente Agramontista, suscrita por quince miembros de esa agrupación de abogados independientes. En ese documento se condena la desaparición de la menor, suceso que es descrito como “atropello incalificable”, y se exige el inmediato esclarecimiento de “esta escandalosa desaparición de la recién nacida”.
Las justificadas protestas sólo sirvieron para que las autoridades, un par de meses más tarde, entregaran a la atribulada familia un cadáver desmembrado y putrefacto que, según ellos afirmaron, era la menor Lía Francisca. Los oficialistas aseguraron también que la identidad de los pequeños despojos había sido comprobada por los antropólogos forenses y mediante exámenes de ADN.
Como suele suceder en nuestra Cuba, la soga quebró por lo más delgado. En aquella oportunidad, al abuelo denunciante se le informó que la responsable de todo era “la empleada de Admisión y Registro del hospital”. Según la misma fuente, todo se limitaba a que esta burócrata de bajo rango había realizado un “mal trabajo”.
Mi colega Vicente no quedó convencido por la “explicación” recibida, pero no tenía más alternativa que aceptarla. Como se sabe, en nuestro país un ciudadano no puede acudir ante una entidad independiente para solicitar la realización de exámenes alternativos. En definitiva, el licenciado Padrón Casas falleció sin conocer la suerte corrida por su nieta desaparecida. Pero siempre confió en que un día alguien, en algún lugar, vería a una niña idéntica a Mía, y todo quedaría esclarecido.
Según me expresó Vicente más de una vez, él abrigaba el convencimiento de que, en medio de la corrupción generalizada imperante, la bebé fue objeto de alguna negociación ilícita. Estaba seguro de que, en opinión de los escamoteadores, el anuncio de la supuesta muerte de una de las dos gemelas paridas sería recibido por su hija —una madre soltera— con un suspiro de alivio.
El suceso que narra ahora Fornaris recuerda de modo alarmante esa otra situación anterior. Es por eso que me he sentido en el deber de recordar la pérdida sufrida por mi colega difunto y por su familia. Lo peor es que ambos hechos tuvieron lugar en centros asistenciales distintos. ¡¿Acaso estas bochornosas desapariciones de niños se convertirán en algo habitual en los hospitales cubanos?!
Fuente: CUBANET
*(La Habana, 1943). Graduado en Derecho (Moscú y La Habana). Abogado de bufetes colectivos y del Tribunal Supremo. Presidente de la Corriente Agramontista. Coordinador de Concilio Cubano. Miembro del Grupo de los Cuatro. Preso de conciencia (1997-2000 y 2005-2007). Dirigente de la Asamblea para Promover la Sociedad Civil. Ha recibido premios de la SIP, Concilio Cubano, la Fundación HispanoCubana y la Asociación de Abogados Norteamericanos (ABA), así como el Premio Ludovic Trarieux.

Nota del Editor: Si bien hemos compartido esta información con muchos colegas, no tenemos una opinión de algún especialista que permita explicarnos estos hechos. Asumo que este asunto conlleva algunas malas prácticas en las que los partícipes tienen un desconocimiento de lo que se debe hacer y lo que no se debe. Es posible que se trate de muertes asociadas con malformaciones congénitas y que los cadáveres de los recién nacidos terminen en un Departamento de Anatomía Patológica en estudios que de manera innecesaria se han prolongado. También es posible que los cadáveres aun después de la necropsia se reenviaran a otras instituciones de investigación y que, con el tiempo, es imposible entregárselos a los familiares. En el caso inicial que nos ocupa, se les dijo a los familiares que había “un decreto” del Ministerio de Salud pública por lo cual ni mostraban el cuerpo de la bebe ni se le entregaba, entonces es el absurdo, o no tan absurdo, secretismo que solo deja dudas sobre lo que realmente ocurrió.

lunes, abril 21, 2014

En circunstancias muy misteriosas desaparece una recién nacida en el Hospital Nacional en La Habana después del parto.

“Me dicen que la niña llevaba tres días muerta en la barriga…Pero eso no se puede entender, porque anoche y hoy se movía”
Cuando está de por medio, por las razones que sean, la muerte de un niño, el tema se hace muy difícil de explicar. Así que reproduzco este testimonio tal como lo narró una colaboradora.
¿Qué pasó, donde está mi bebé? Es la pregunta que no dejan de hacerse Claudia Nubiola Sánchez y Yoslán Díaz, una joven pareja que esperaba con ansias el nacimiento de una niña.
-Cuando nos acostamos (el lunes 14 de este mes) -dice Yoslán-, le acaricié la barriga a su mamá. Como de costumbre, ella se movía mucho.
-En la mañana, al despertarnos, me doy cuenta de que algo iba a suceder, pues mi mujer tenía un leve sangramiento; rápidamente acudimos al Hospital Enrique Cabrera (también conocido como Hospital Nacional).
Claudia Nubiola Sánchez,
 madre de la bebé fallecida_
Foto cortesía de José A. Fornaris
-La atienden en el cuerpo de guardia y dicen que está de parto. Tras el médico examinarla, la suben para el salón (quirófano).
-Cuando íbamos en el carro (auto) -relata Claudia, la madre-, mi niña se movía mucho en mi barriga. Al examinarme, el médico me dice que rompí fuente.
-Yo sabía que no tenía fuerzas para parir, y pido que me hagan una cesárea. El médico que me atendió dice que el doctor Pompa, que parece que es el cirujano, no estaba, pues su esposa había parido y tenía el día franco.
-Entonces, un doctor llamado Yosbel es quien me prepara para el parto.
-Yo sentía cómo mi niña venía a este mundo, y a pesar de los dolores quería incorporarme para verla nacer, pues solo podía ver sus piececitos; nació completa. Quise verle el rostro, pero obtuve un empujón por la cabeza que me impidió verla.
Luego le dicen que la niña nació muerta.
Por su parte, Yoslán, desesperado pide explicaciones.
-¿Pero cómo, qué pasó?- preguntó-. Me dicen que la niña llevaba tres días muerta en la barriga de su madre. Pero eso no se puede entender, porque anoche y hoy (14 y 15 de abril) se movía.
Yoslán Díaz,
 padre de la bebé fallecida
Foto cortesía de José A. Fornaris
-Pregunté dónde estaba, dije que quería verla, y me respondieron que no, pues la iban a trasladar para Anatomía Patológica. Me aseguran que una doctora nos explicaría, pero esa doctora nunca apareció.
-Hoy (día 15), varios de nuestros familiares y yo fuimos a ver al jefe de servicio de pre parto, que resultó ser el mismo doctor Yosbel que atendió a Claudia antes del parto, para tratar de encontrar alguna explicación.
-Él dijo que por un decreto que “bajó” del Ministerio de Salud Pública, al bebé no la podía ver el padre y mucho menos entregársela, porque ya estaba para Anatomía Patológica para efectuarle estudios.
-Una tía mía preguntó cuál es el número de ese decreto, enséñennos el decreto. Y él y otra doctora lo único que decían era:” ¿Usted quién es? ¿Quién es usted?”.
Hasta las tres de la tarde del día 15 los jóvenes padres y su familia no tenían ninguna respuesta que pudiera parecer lógica.
Fuente: Cubanet.
Nota del Editor: Esta es una situación muy confusa, y plantea una realidad muy embarazosa para las autoridades de salud y la dirección del Hospital Nacional Enrique Cabrera. No sabemos si el embarazo estaba a  término o el tiempo de embarazo, pero la madre y el padre opinan que la bebe aun en el útero se movía. Si era viable y no se hizo la cesárea entonces por que evitan que la madre viera a la niña recién nacida. La bebe supuestamente muerta hacia tres días es llevada para el departamento de Anatomía Patológica para hacer la necropsia y establecer las causas de la muerte, pero  no se le informa a los familiares de los hallazgos preliminares de este procedimiento. Nadie habla con ellos. Siendo una recién nacida a término no permiten que el padre la vea y no admiten entregarle el cuerpo de la niña porque existe un “decreto que bajo el Ministerio de Salud Pública”.
Se pueden considerar algunos argumentos para tan oscuro y torpe proceder:
·         Que la recién nacida fuera a término y se trata de modificar la información para que esto no afecte las estadísticas de mortalidad infantil de la institución.
·         Que haya un procedimiento marcada por la negligencia y que, siendo una muerte de un neonato, se trate de encubrir a algún profesional responsable por la muerte de la niña.
·         Que haya nacido bien, y que fuera entregada a otra persona. Sería una especie de robo de un bebé donde participan más de una persona lo que lo hace improbable.
·         Que realmente haya fallecido en el curso del parto y se estén haciendo estudios más amplios de la bebe para definir las causas de muerte o para utilizar os órganos y tejidos con fines de trasplantes o investigaciones biomédicas.

Estamos solicitando la opinión de especialistas expertos que puedan aclarar qué pudo haber ocurrido en este asunto.

viernes, abril 18, 2014

La manipulación de la Salud Publica en Cuba.

La Habana, Cuba (PD) El régimen cubano acaba de anunciar un incremento salarial a 440 mil trabajadores del sector de la Salud, que duplica y más los salarios de: médicos, estomatólogos y enfermeras, aunque no se informa el nivel de los aumentos a otros técnicos, ni al personal auxiliar.
Ya Raúl Castro había expresado que no habría, en general subidas de sueldos, salvo en esta esfera, que generará ingresos externos por 8 200 millones de dólares en 2014, que es el 64% de los 12 812,5 millones del total de venta de servicios al exterior. Las restantes entradas de servicios, corresponderían al turismo y las donaciones, que entre éstas últimas incluyen las remesas. Estos ingresos permiten equilibrar la Balanza de Bienes y Servicios, que presentó un saldo favorable de 1 256 millones en 2013, a pesar del enorme déficit comercial de mercancías.
Este incremento salarial no es una generosidad del régimen, sino que trata de buscar una mayor eficiencia en el sector, agobiado por las malas condiciones de trabajo y la sobrecarga que significan los más de 50 mil trabajadores -de los cuales 25 mil son médicos- que laboran fuera del país. En este último caso, eso implica que el 32,54% de los galenos trabaja en el exterior y solo el 67,46% lo hace en Cuba, que es un nivel inferior a los 56 836 médicos que existían en 1995, cuando la colaboración con el exterior era exigua.
Eso indica que mientras el país podría disponer de 145,3 habitantes por médico, en realidad se eleva a 215,37 un nivel muy superior a los 193 que eran en 1995.
Si bien en 1988 el personal en otras naciones era muy reducido, en 2009 los médicos en el exterior ya llegaban a unos 20 mil. Eso explica la sobrecarga de trabajo, que se trata de solventar con ese incremento salarial.
El mayor nivel de salarios en el sector corresponde a los Médicos Especialistas, de II Grado o con dos especialidades que reciben actualmente 627 CUP mensuales -un equivalente a 25,08 dólares- y que obtendrán un aumento de 973 CUP (38,92 dólares), por lo que pasarían a cobrar 1 600 CUP (64,00 dólares) y con ello deberán sentirse muy satisfechos, mucho más que el resto de los trabajadores de la Salud, de más bajos ingresos.
Un comentario bastante pesimista al respecto lo hizo un tal Yosvanys en la edición del 22 de marzo del diario Granma, donde comentó: "..., habría que ver cuando llegue el momento de la unificación monetaria cómo se revierte todo esto..." Esa duda es muy válida, ya que no se ha dado ninguna información sobre la tasa de cambio que se aplicaría cuando el CUP sea la única moneda, ni tampoco sobre los precios minoristas que se establecerán.
Para tener en cuenta lo que eso significa hay que compararlo con los 8 200 millones de dólares que generan los 50 mil colaboradores de la salud en el exterior, que como promedio ingresan 164 mil dólares al año por trabajador, que significan 13 666,67 USD mensuales; de los cuales por supuesto reciben una ínfima cantidad, apropiándose el Estado de su casi totalidad.
Dado lo anterior, un Médico Especialista de II Grado recibe en Cuba, después del aumento, solo el 0,47% de lo que le correspondería como promedio a los cooperantes de cualquier calificación, fuera del país.
Al permanecer la tercera parte de los médicos en el exterior, los que ejercen dentro de la isla, tienen un exceso de trabajo equivalente.
En 2009, cuando los médicos en el extranjero eran unos 20 mil, las 17 enfermedades cuya incidencia era de declaración obligatoria correspondían a: blenorragia, brucelosis, diarreicas agudas, escarlatina, fiebre tifoidea, hepatitis viral, lepra, enfermedades producidas por meningococos, meningoencefalitis aséptica, meningoencefalitis bacteriana, paludismo, parotiditis infecciosa, respiratorias agudas, sífilis, tétanos, tuberculosis y varicela. Estos padecimientos 6 996 693 de pacientes, que representaban 93 enfermos como promedio para cada uno de los 74 880 médicos existentes; pero al hacer el cálculo con los realmente disponibles en la nación el promedio se elevaba a 127, para un índice de 1,37 que significa que los que quedaron debían atender un 37% más de enfermedades.
Un resultado similar lo arrojaban las consultas médicas en ese año, que ascendieron a 76,7 mm que para el total de médicos daba un promedio de 1 024 por cada uno; pero para los existentes en el país se elevaba a 1 398, con igual sobrecarga de trabajo del 37% para los médicos que permanecen en el país.
Para 2013, con un mayor número de cooperantes en el exterior, la situación debió haberse agravado y no es de esperar que el incremento de salarios resuelva el problema.

martes, abril 15, 2014

En Cuba enfermarse es morirse.

Pedro Betancourt, Matanzas, Cuba (PD) El pasado jueves tres de abril, en Pedro Betancourt, Matanzas, Gulliver Sigler González, miembro de la junta directiva del Movimiento Independiente Opción Alternativa (MIOA) denunció a la Dirección Municipal de Salud por los daños y prejuicios que sufre la población por su mal trabajo.
Según Sigler González, "ir al policlínico "Dr. Cesáreo Sánchez" es como llegar a una funeraria muerto".
Refiere que en dicho policlínico, los pacientes tienen que aguardar largas horas por el arribo de un médico, no hay medios con qué realizar un análisis, ni placas, ni jeringuillas.
"Enfermarse es morirse", dijo Sigler González.
"Exijo que los órganos pertinentes prioricen la salud de los cubanos. Como defensor de los derechos humanos, condeno a estos dirigentes, que no solucionan los problemas de la población", dijo.

*Activista del Movimiento Opción Alternativa. Reside en Matanzas, Cuba.

domingo, abril 13, 2014

Carta de agradecimiento del Centro Cubano de España al Blog de Medicina Cubana.


Madrid, 12 de abril de 2014.

Dr. Eloy A. González
Exilio.-

De nuestra mayor consideración:
            Como ha relatado un historiador de la Sanidad Pública cubana, hablando sobre los médicos cubanos que se enfrentaron al yugo colonial, ‘’…catorce de ellos encontraron la muerte en las filas del Ejército Libertador…once alcanzaron los grados de general, ocho fueron constituyentes en Jimaguayú y La Yaya, cinco integraron el Consejo de Gobierno de la República en Armas y catorce ocuparon cargos de miembros de la Asamblea de Representantes del Ejército Libertador, por sólo citar los más sobresalientes’’.
            Entonces bajo el dominio colonial, hoy bajo el dominio de un Régimen extranjerizante –que ha impuesto, por muy prolongada que se nos haga la pesadilla comunista, una férula que pasará como un baldón de pésimo recuerdo en nuestra Historia-, los médicos con principios morales –como Vd. mismo, el Dr. Biscet y otros galenos que se han ganado “a pulso” la enemiga del estamento que dirige la Tiranía más dilatada y más criminal de todas las que ha habido en el continente americano- continúan dejando a salvo el buen nombre de la profesión médica, en cuanto demuestran, como un día escribió Octavio Paz, que  “La prueba de la libertad no es filosófica sino existencial: hay libertad cada vez que hay un hombre libre, cada vez que un hombre se atreve a decir No al poder. No nacemos libres: la libertad es una conquista —y más: una invención”.
            Su personal “pliego de cargos” respecto del Régimen ha quedado magistralmente plasmado en las contundentes, e irrebatibles, manifestaciones que incluyó en la entrevista “non-nata” que en 2007 concedió al Medical Post de Canadá, y que es un jalón más que exorna su trayectoria como profesional con un recto sentido de la justicia y de la solidaridad.
            Al reproducir Vd. en el prestigioso Blog de Medicina Cubana -al que mantiene, anima y enriquece desde hace mucho tiempo- la nota de recuerdo que este CENTRO CUBANO DE ESPAÑA ha circulado en memoria de otro facultativo en el Exilio –en este caso, el Dr. Óscar Gómez Hernández, honra y prez de la profesión que no le ha dado la espalda al juramento hipocrático actual, en particular aquella parte en la que se promete mantener “en todas las medidas de mi medio, el honor y las nobles tradiciones de la profesión médica”-, ha contribuido Vd. –decíamos, al reproducir nuestra nota in memoriam- a que se mantenga viva la llama del pensamiento y la actitud humanista y democrática del recto entendimiento de lo que debe ser en especial la conducta de un galeno cubano, que no debe traicionar la tradición de defensa de las Libertades que le corresponde a todo profesional y a todo cubano bien nacido, ya que sin ellas no hay Salud física, mental o espiritual posible.
            En nombre de la Junta Directiva del CENTRO CUBANO DE ESPAÑA, y en el nuestro propio, al sumarle nuestro reconocimiento a los que sin duda ya ha recibido a lo largo del tiempo por su patriótica preocupación, le expresamos en particular nuestra gratitud por haber dado cabida al recuerdo en memoria de uno de los
Fundadores de esta Entidad Decana del Exilio Cubano en España, el Dr. Óscar Gómez Hernández.

            Atentamente,
José Oscar Pérez Couce.
PRESIDENTE

Roberto Soto Santana
Secretario y Abogado

viernes, abril 11, 2014

Robos y drogadicción en Hospital Militar “Carlos J Finlay” de La Habana

En las últimas semanas han expulsado al director, a varias enfermeras, a un recluta y a dos oficiales de la Contrainteligencia Militar
En el Hospital Militar “Carlos J. Finlay”, en el municipio capitalino Marianao, en las últimas semanas han expulsado al director, a varias enfermeras, a un recluta y a dos oficiales de la Contrainteligencia Militar  por drogarse, robar  medicamentos y  piezas de computadoras.
Varios de los expulsados están a la espera de juicio.
Según una fuente que no  quiso dar su nombre por temor a represalias, en el mes de marzo, el nuevo director, avisado por un jefe de turno, sorprendió a un recluta drogado, de apellido  Fernández, cuando se llevaba un frasco de un anestésico que es usado en el salón de operaciones.
Se descubrió que Fernández tenía relaciones amorosas con  la farmacéutica Rosemary, que era quien le proporcionaba la droga.
Pero este no ha sido el único caso de drogadicción en el hospital.
Hace varias semanas, una jefa de turno de la enfermería fue detenida en el momento en que  robaba  ámpulas de Diplofenaco y de Diazepán.  La detenida tenía los brazos llenos de pinchazos.
En las investigaciones  se descubrió que varias enfermeras se drogaban con  Avafortán.
Debido a todas estas irregularidades, el director, llamado Pablo  fue expulsado. Ahora, en su natal Matanzas, ocupa el cargo de segundo jefe del Hospital Militar de esa provincia.
Según la fuente, un oficial identificado como Frómeta, y su esposa, también oficial de la Contrainteligencia militar, fueron expulsados por robar piezas y partes de computadoras. El oficial fue trasladado a un cargo de responsabilidad en el Instituto Técnico Militar. De su esposa no se ha sabido más.

Fuente: CUBANET

miércoles, abril 09, 2014

¡Descanse en Paz el augusto galeno y prohombre cubano que fue el Dr. Oscar Gómez Hernández!

HA FALLECIDO EL DR. ÓSCAR GÓMEZ HERNÁNDEZ, SOCIO VITALICIO Y VOCAL EMÉRITO DE HONOR, TRAS UN LARGO Y FRUCTUOSO EJERCICIO DE CUBANÍA EN LA PATRIA Y EN EL EXILIO
A la consagración de la perpetua memoria del gran hombre y gran cubano que fue, y de cuyo reciente fallecimiento en la Villa de Madrid acabamos de tener conocimiento en el día de hoy, reproducimos a continuación (resaltadas en color negro) las notas biográficas que le tenemos dedicadas permanentemente, desde hace varios años, en el sitio de Internet www.centrocubanodeespana.org, debidas a la pluma del también fallecido e igualmente recordado amigo el Sr. José (Pepe) Fernández López        
“El Dr. Oscar Gómez Hernández, fundador y miembro siempre de las Juntas Directivas del Centro Cubano de España, nació el 27 de enero de 1921 en el número 20 de la calle Calzada del Vedado, La Habana, estudió en el Colegio de La Salle graduándose en 1938 de Bachiller en Ciencias y Letras, y de médico en la Universidad de La Habana en el año 1944. De 1944 a 1949 ejerció la profesión en EE.UU. y amplió estudios especializándose en otorrinolaringología.  A su regreso a La Habana empieza a trabajar en el Hospital Municipal Infantil, al lado del Dr. Abelardo Codinach, uno de los mejores otorrinos de la época. Posteriormente lo hace en el Hospital Ángel Arturo Aballí con otro gran médico, el Dr. José María Rouco, pariente del Arzobispo y Cardenal Antonio María Rouco Varela, del que es un buen amigo el Dr. Gómez.
Quiero resaltar que Oscar es un buen católico practicante sin fisuras de ninguna clase en su fe. Los últimos años de su estancia en Cuba laboró en el Hospital Nacional Infantil" William Soler" ubicado en el Reparto Alta Habana. En el Edificio Médico del Vedado tuvo también su consulta privada.
El 1º de agosto de 1961 en el barco "Guadalupe" salió de Cuba con su esposa Rosalía Díaz y sus hijos Oscar y Jorge, fijando su residencia en Madrid donde con el tiempo aumentó la prole con el nacimiento de María Guadalupe y María Rosalía. Su señora había nacido en Liérganes, Santander, y a los dos años, en compañía de sus padres que ya habían estado en Cuba, embarcó para La Habana. Lamentablemente falleció hace tres años. Q.E. P.D.
Socio Fundador del Centro Cubano de España,
 Dr. Óscar Gómez Hernández,
 Vocal Emérito de Honor
El 1º de octubre de 1961 se incorporó como Subdirector Médico al Laboratorio PFIZER donde trabajó durante 23 años, los diez últimos como Director Médico. En 1984 se jubiló, aunque continuó ejerciendo la profesión en su consulta privada hasta hace poco. Trabajando en PFIZER había revalidado la carrera pasando en 1966 a ser miembro del Colegio de Médicos de Madrid con el No. 13.552, siendo designado Colegiado Honorífico del mismo, años después. El que suscribe da fe de que sus manos como cirujano eran maravillosas. En 1967 le extirpó las amígdalas que le ocasionaban frecuentes catarros y fiebres en aquellos crudos inviernos madrileños. Remedio santo.
En 1992 fue designado Presidente del C.LR. (Comité Internacional de Rescate­ España), habiendo ocupado ese cargo honorífico hasta el 2001.”
Desde la fundación del Centro, el Dr. Gómez formó parte de sus Juntas Directivas, en las que se ha mantenido activo –en los últimos años, como Vocal Emérito de Honor- hasta su fallecimiento.
El Dr. Gómez fue, desde su llegada a España, uno de los pilares de la Comunidad del Exilio en España y, a partir de la fundación del CENTRO en 1966, también de las actividades humanitarias y sociales de éste. Su huella será imborrable en la memoria de las personas y de las Instituciones a las que honró con su amistad, su pertenencia y sus buenas obras (incluida la atención médica y las intervenciones quirúrgicas que practicó a lo largo de su Carrera –como otorrinolaringólogo de nota-, frecuente y desinteresadamente, en favor de los compatriotas que lo requiriesen).
El Dr. Gómez fue un modelo en el cumplimiento del juramento hipocrático actual, surgido de la Convención de Ginebra de 1945, cuyo texto reza así:
En el momento de ser admitido entre los miembros de la profesión médica, me comprometo solemnemente a consagrar mi vida al servicio de la humanidad.
Conservaré a mis maestros el respeto y el reconocimiento del que son acreedores. Desempeñaré mi arte con conciencia y dignidad. La salud y la vida del enfermo serán las primeras de mis preocupaciones. Respetaré el secreto de quien haya confiado en mí. Mantendré, en todas las medidas de mi medio, el honor y las nobles tradiciones de la profesión médica. Mis colegas serán mis hermanos.
No permitiré que entre mi deber y mi enfermo vengan a interponerse consideraciones de religión, de nacionalidad, de raza, partido o clase. Tendré absoluto respeto por la vida humana. Aún bajo amenazas, no admitiré utilizar mis conocimientos médicos contra las leyes de la humanidad. Hago estas promesas solemnemente, libremente, por mi honor.
En este sentido, eran proverbiales sus salidas, en medio de las sesiones nocturnas mensuales de la Junta Directiva de este CENTRO, para atender avisos urgentes de pacientes que requerían su atención médica.
¡DESCANSE EN PAZ EL AUGUSTO GALENO Y PROHOMBRE CUBANO QUE FUE EL Dr. ÓSCAR GÓMEZ HERNÁNDEZ!
En Madrid (España), a los ocho días del mes de abril de 2014.

lunes, abril 07, 2014

La profanación de tumbas en Cuba garantiza la base material de estudios en las Escuelas de Medicina.

Cráneos, dientes, tibias, costillas, fémures, mandíbulas, vértebras, pelvis; todo se encuentra a la puerta de los cementerios.
Por: Juan Juan Almeida.
Desde que en 1948, la ONU decidió adoptar la Declaración Universal de los Derechos Humanos, muchas organizaciones y activistas del mundo enarbolan esa dignificante bandera enfrentando a diario violaciones de libertad, justicia y paz que sufren muchas personas por el simple hecho de su condición humana.
Desgraciadamente en varios rincones de esta selva que llamamos Tierra, los derechos humanos entraron en un período de sombra debido a la infinita desidia de muchos de sus pobladores. La barbarie es como el pan nuestro de cada día, y eso la hace poco más o menos normal.
En mi país, por ejemplo, el tema siempre es objeto de controversia y debate; pero hoy, no haré referencia al derecho de los vivos, hablaré de los que ya no están, de nuestros antepasados, que no son el mono, el ardipithecus ni el australopithecus; sino mi madre y tu abuela.
Cráneos, dientes, tibias, costillas, fémures, mandíbulas, vértebras, pelvis; todo se encuentra a la puerta de los cementerios. La profanación de tumbas pasa de ser un horrible acto vandálico, a un hecho casi cotidiano.
Pero, “porqué la culpa de todo, siempre la carga el totí”; desinformados metafóricos, y sabiondos inventados, en lugar de averiguar, a la hora de juzgar lanzan el rugido acusador hacia muchos practicantes de religiones afrocubanas que conforman nuestro folklore, y forman parte de nuestro patrimonio cultural.
En la santería y brujería hay muy pero que muy aislados ritos que requieren de esqueleto humano; también existen artesanos que compran huesos para construir con ellos objetos que venden a precio de oro; pero el absoluto responsable de esta salvajada a nuestros afectos es como siempre, el Estado.
Hasta la saciedad nos han taladrado el pensamiento, con eso que desde 1959, el desarrollo de la medicina ha sido la prioridad principal del gobierno revolucionario y, en efecto, Cuba es el país del mundo que cuenta con el mayor número de galenos por habitante. En la isla se gradúan anualmente miles de médicos y les cuento, a cada uno de estos estudiantes, sin distinción de raza, color, sexo, idioma o religión (vamos, como lo derechos humanos), se les entrega una bolsa con cráneo y partes de la osamenta humana que de no ser suficientes para estudiar anatomía, entonces cuentan con una carta que presentan en los cementerios cubanos para que, de entre las tumbas sin dueños, exhumar los restos de aquellos que en vida fueron familiares de muertos sin nombres, emigrados y exiliados.
Para tener una leve idea de las tumbas profanadas, tendríamos que comparar el número de bolsas entregadas, con la tasa bruta de mortalidad cubana que, tomando la referencia publicada por Naciones Unidas y enviada por La Habana, fue de 7,6 en el año 2012. Mismo año en que – según la extensa editorial del portal digital Cubadebate – la mayor de las Antillas formó más de 11.000 nuevos doctores, 5.315 cubanos y 5.694 procedentes de 59 países. De susto. No soy partidario de las cifras cuando escribo, no obstante la excepción lo merece.
Justo un día como hoy, 7 de Abril, pero de 1985, falleció en La Habana Cuba, uno de los más reconocidos artistas de la plástica cubana, René Portocarrero. Sus restos…no quiero ni pensar donde puedan estar.

Fuente: CUBANET

Cuba, ¿la salud más cara del mundo?

 “Al menos la salud es gratuita en Cuba, si no, me hubiese muerto” me dijo mi padre mientras conversábamos sobre su enfermedad sentados a la mesa de mi casa. Mi papá tiene 51 años; es un hombre robusto y fuerte, de apariencia saludable, pero tiene cirrosis hepática. Nunca ha sido alcohólico, ni siquiera bebe; pero hace 30 años, por negligencia médica, le contagiaron el virus de la Hepatitis C en una transfusión sanguínea al operarse la garganta. Mi padre desde entonces se convirtió en donante y realizó múltiples donaciones hasta que en una de ellas, 20 años después del contagio, le detectaron la enfermedad. En aquel momento ya su hepatitis era crónica y, desde hace poco, se convirtió en cirrosis. Como “compensación” por la negligencia, el estado le da prioridad en los turnos médicos, algo que mi padre agradece. Este servilismo me inquieta. -“¿Cómo puedes agradecerle a quien te robó la salud?, tú no estarías enfermo si el estado hubiera hecho bien su trabajo. En cualquier país civilizado te indemnizarían y aquí te recuerdan que “te dan prioridad” para que se lo agradezcas.”-
A la conversación se sumó mi abuela de 77 años, que hoy cobra una pensión de 192 pesos cubanos (8 USD) al mes. Ella tiene una úlcera en el estómago. A los pacientes con esta situación los médicos les aconsejan alimentarse con leche y malanga; y se les concede una dieta extra a la canasta básica racionada con un precio reducido. Para poder acceder a esta dieta mi abuela tiene que someterse cada año a una endoscopia donde le introducen por la boca un tubo para ver su úlcera, y sólo así, el médico le autoriza a poder adquirir estos alimentos. Este año, por el dolor tan grande que le causa el endoscopio, ella se negó a realizar la prueba, y a pesar de que los médicos le informaron que su enfermedad no tiene cura, hoy mi abuela no recibe dieta.
Uno de los llamados `logros de la revolución´ fue incrementar el acceso a la sanidad a lo largo del país y hacerlo de forma “gratuita”. La televisión cubana y otros medios de comunicación oficiales se encargan de repetirnos frecuentemente la importancia de este “logro del socialismo”. Yo me pregunto a qué policlínico van los periodistas del Granma, obviamente no debe ser al mismo al que voy yo. Tal vez sea que se refieren al sistema sanitario de los años 70 y 80 que, dicen (yo soy demasiado joven para saberlo), funcionaba.
Hospital en #LaHabana donde no van los extranjeros
ni los militares más “heroicos”. Foto del autor del artículo.
La masificación de la salud ocurrió en mi país hace cinco décadas, a partir de lo que conocemos como el consultorio médico. Este proyecto tenía como objetivo garantizar el acceso de toda la población a la atención médica primaria, por lo que el estado repartió a un especialista de la salud por cada barrio, el médico de la familia. Recuerdo con mucho cariño a Susana, la doctora que vivía en la esquina de mi casa y me atendía cuando era pequeño. Ella conocía a cada vecino a la perfección. A veces no importaba la falta de medicamentos o el mal estado del consultorio o policlínico, ella te inspiraba tanta dulzura y confianza que hasta yo aprendí a no tenerle miedo a las inyecciones. Estos doctores fueron ubicados en los consultorios médicos, construcciones de dos plantas propiedad del estado, donde abajo hay un pequeño local de consulta a la población y arriba una vivienda para que viva el médico con sus familiares.
Muchos de ellos después de tantos años ya se han retirado o bien han dejado de trabajar para Salud Pública, sin embargo, al no tener otra vivienda donde mudarse se han quedado viviendo en estos consultorios. En otros casos después de muchos años de usufructo la ley permite que los médicos obtengan la propiedad de la vivienda, dejando así huérfano el concepto original del proyecto. Hoy, ya Susana no vive en la esquina de mi casa, en el consultorio vive un señor que trabaja en un hotel. Así ha ocurrido en muchos lugares del país. Ese acceso sencillo y cercano a la atención médica primaria ha perdido su masividad.
El punto clave de este tema es la gratuidad aparente con la que el gobierno cubano hace campaña; y justo aquí comienzan los sobornos. Un turno médico puede conseguirse de forma inmediata llevándole un regalo al médico, desde una merienda hasta dinero, en dependencia del caso. “Ayúdame que yo te ayudo” es la frase que se escucha mucho en Cuba cuando alguien quiere sobornar sin tener que decir “te voy a pagar”. Este método funciona en todas las escalas, desde resolver una cama en un hospital hasta la disponibilidad de unos rayos x. Un ejemplo es lo que ocurrió hace poco en el Hospital Maternidad Obrera, el director tenía montado una consulta privada especializada en cirugía estética; por supuesto, usando recursos estatales y cobrando en dólares lo cual, además de ilegal, es una irresponsabilidad social. Este caso terminó con prisión y anulación del título de medicina a los implicados en el tema.
Esta situación es consecuencia directa de los salarios de los médicos y el poco incentivo que reciben del estado. El salario de un médico oscila alrededor de los 600 pesos cubanos (25USD) al mes, que alcanzan para muy poco. Muchos especialistas de la salud se han desvinculado del sistema, algunos se han ido del país y otros trabajan en el sector del turismo, donde gracias a las propinas de los extranjeros, hoy ganan 40 veces más que salvando vidas. Nuestros médicos sueñan con “el viaje” a Venezuela ¡y ahora a Brasil! Es la única forma de ganar algunos dólares. Por supuesto, en la selección para el envío internacional sólo califican los mejores, que dejan un espacio vacío en la atención nacional. Brasil paga por cada médico más de 4000USD al mes, pero este dinero no llega al doctor bien preparado y dispuesto que se fue a trabajar día y noche para ayudar a su familia; este dinero se le entrega al gobierno de Cuba que luego le paga al médico menos del 10%.  Pero claro, este irrisorio 10% representa 16 veces lo que gana en Cuba, y con este mecanismo de explotación, los médicos cubanos sobreviven y el gobierno de mi país recibe la divisa que tanto necesita.
Ante el déficit nacional de médicos, agudizado por estas misiones internacionales, estudiar medicina se convirtió en una carrera priorizada en Cuba.
Hoy en día, hasta los estudiantes preuniversitarios con los promedios más bajos pueden optar por estudiar esta carrera. Los profesores de la universidad se quejan de que no pueden suspender a sus estudiantes en los exámenes cuando no cumplen los objetivos del mismo. Carlos, un profesor de la facultad de medicina me contaba: “Los profesores que suspenden a estudiantes de medicina en Cuba se pueden meter en serios problemas. Lo que importa es la cantidad de médicos graduados y no la calidad de los mismos. El objetivo es exportarlos y mientras más haya: mejor.”  Por supuesto, en Cuba hay excelentes doctores, no es mi intención opacar el mérito que se merecen. Conozco a muchos que les apasiona la medicina, que lo hacen de corazón y que prueban ser excelentes profesionales. Justo eso es lo que necesita mi país, médicos de vocación, no de súper-producción nacional como la papa o la caña de azúcar.
Ya en la mesa de mi casa éramos varios debatiendo. Además de mi padre y mi abuela, se incorporaron mi madre y dos vecinos. Todos coincidimos en un punto. El gobierno de Cuba dice que los bajos salarios estatales son debido a las subvenciones y gratuidades como la salud. Entonces, si mi mamá que es científica y gana 30 USD al mes pero que con sus manos le genera miles de dólares al gobierno… ¡Tenemos el sistema de salud más caro del mundo!

*Bloguero y escritor cubano. Amante de la democracia, la libertad y los Derechos Humanos. Defensor de la pluralidad de criterios y modos de expresión. Vivo en La Habana.

miércoles, abril 02, 2014

Las batas blancas parecen constituir una segunda piel o el uniforme oficial de los galenos en Cuba.

En un momento en Cuba se le daba batas blancas no solo al personal de la salud, esto es médico y técnico, sino a empleados de tiendas e incluso a los carniceros. Había bastante batas disponibles. En cuanto a los médicos…, recuerdo un compañero de estudios que en 2do año de la carrera iba a Copelia con una bata blanca y un inmenso libro de Fisiología, a todas les decía que era Cardiólogo…,
Uso y abuso de la bata blanca
Por: Fernando Dámaso Fernández.
En mi niñez, adolescencia, juventud y adultez, los médicos usaban las batas blancas sólo cuando ejercían sus funciones como tales, en casas de socorro, hospitales, clínicas y consultas, con un objetivo de higiene y asepsia entre el profesional y el paciente. En las calles y en los lugares públicos, los médicos vestían como el resto de los ciudadanos de su categoría social. Así parece continuar sucediendo en el resto del mundo, de acuerdo a lo que reflejan los filmes y seriales relacionados con el tema.
Incluso para viajar visten las batas blancas largas.
 Esto en médicos cubanos que llegan a Brasil
 después de un largo viaje en avión que incluye escalas.
Sin embargo, en mi país, las batas blancas parecen constituir una segunda piel o el uniforme oficial de los galenos, ya que nunca se despojan de ellas, utilizándolas en sus traslados a pie o en ómnibus, en los establecimientos comerciales y en sus gestiones burocráticas en los organismos o instituciones estatales. Hasta cuando se preparan para viajar a otro país, alquilados como mano de obra barata, en el teatro donde se les reúne para orientarlos política y profesionalmente, visten las dichosas batas y, más aún, viajan vistiéndolas y desembarcan en el país que los recibe, de igual forma.
Sin lugar a dudas, este uso y abuso no es casual y responde al objetivo político de hacer propaganda de esta actividad, tanto a nivel nacional como internacional, como uno de los logros más importantes del régimen.
Tal parece que, a nuestros médicos, su personalidad se la otorga la bata que visten a todas horas. En los reportajes que muestra la televisión nacional, siempre aparecen con ella, aunque estén trasladándose a pie por llanos y montañas o en embarcaciones por ríos y lagos, y además, siempre agrupados avanzando hacia el futuro luminoso, como en las viejas imágenes del camino hacia el comunismo de la propaganda de los ex países socialistas.
Sería deseable que las batas blancas retornaran al uso para el cual fueron creadas, para bien de los médicos y de sus pacientes. Además, sin lugar a dudas, durarían mucho más.