jueves, mayo 12, 2016

Intoxicación por plomo en comunidades suburbanas en La Habana, Cuba.

El 25 de abril del presente año una nota informativa en la prensa acompañada de un video ponía en alerta a los medios sobre una grave contaminación ambiental por plomo en dos comunidades pertenecientes a la localidad de Guanabacoa, una extensa suburbanizacion de La Habana, la nota dice así:
Las comunidades Yuca 1 y 2 en Guanabacoa, ciudad de La Habana, han tenido que protestar utilizando carteles y pinturas en las paredes para que las escuchen. Sin embargo, las autoridades no han resuelto la contaminación por plomo con la que conviven. (Santelli, 2016)
Ampliando la información el sitio independiente Cibercuba, señalaba que, “el origen del problema puede encontrarse en que la comunidad fue creada sobre vertederos de ácido de baterías, lo que tiene un alto contenido de plomo. El conjunto de viviendas fue construido en 1998 para albergar a familias afectadas por ciclones y derrumbes. De momento, las autoridades no han divulgado el caso de contaminación, a pesar de la gravedad del asunto, y de que puede acabar perjudicando a buena parte de los residentes en el lugar, especialmente a los niños. Las familias viven temerosas de que sus hijos pierdan la vida a corta edad a causa de los efectos dañinos del plomo en la sangre, que en algunos alcanza más del 20%, cuando un 10% es el  valor considerado normal”. (Baluja, 2016)
Este y otros temas relativos a la contaminación ambiental en Cuba son conocidos, cuando el trabajo paciente y profesional de los comunicadores independientes logran superar la censura del régimen y el secretismo de los funcionarios de la salud en el país; para darnos una información veraz  que al compartirlas, se convierten en ciudadanos que no solo reportan esas incidencias sino que se hacen parte de la solución del problema.
La intoxicación por plomo en estos dos asentamientos no es nada nuevo. Desde abril del año 2013 el conocido periodista independiente, Augusto Cesar San Martin en un extenso artículo señalaba los inconvenientes que han pasado los habitantes de estas comunidades después de expresar sus quejas a las autoridades competentes. El artículo muestra que el problema es de larga data y que no hay soluciones a mediano o corto plazo. Algunas notas del comunicador señalan:

Hice varias peticiones de análisis de sangre a los niños de la comunidad, a la doctora Annia Lemus, directora del Policlínico Machaco Ameijeiras entonces y actual Presidenta del Poder Popular en Guanabacoa. Después de un año,  tomaron muestras a los niños que sólo  llevaban meses en el albergue. Los análisis resultaron negativos pero nunca los mostraron. Cuando solicité la comprobación por escrito, se había perdido el documento”. “Dijeron que no había problemas de contaminación pero nunca mostraron los resultados”, tomaron las muestras de los recién albergados, ninguna de los que llevamos tiempo expuestos a la contaminación”. Los resultados escritos en una Inspección sanitaria ejecutada en el 2009, a cargo de especialistas de Salud Pública, constatan “grandes saturaciones higiénico sanitarias con peligro eminente para los moradores”. La inspección detalla los riesgos epidemiológicos que existen  por desechos en los alrededores y anuncia los riesgos de brotes epidémicos,  pero no menciona la contaminación del plomo. “Lo que más me ha causado desesperanza es la respuesta ofrecida de un titulado máster del tema medioambiental”, explica Vivian. “Ese funcionario nos recomendó no comer frutos del patio y no caminar descalzos por la tierra. Le dije que debían tomar otras medidas, de lo contrario elevaría las quejas y me respondió: Si escribe la queja  la carta llega a mis manos y yo le doy la respuesta que quiera”. (Albistur, 2013)


Hace 6 meses la comunicadora independiente, Alicia Fernández, retoma el tema del posible envenenamiento por plomo en las comunidades Yuca 1 y 2, en un artículo publicado en la red donde señala entre otras cosas lo siguiente:
Los asentamientos se levantaron hace más de 20 años sobre terrenos en los que antes Cubana de Bronce arrojaba residuos de su producción. La idea inicial era que fueran albergues "transitorios", destinados a acoger damnificados de ciclones, derrumbes y otras desgracias. Sin embargo, algunos de sus habitantes llevan décadas allí. "Hay plomo por todas partes", asegura. "Si vas al patio y remueves un poco la tierra empiezas a encontrar los pedazos. Y los niños juegan con ellos”. En la misma tierra donde juegan los niños, se siembran plátanos, calabazas y boniatos que los vecinos consumen. "Hace un tiempo una madre mejor informada consiguió que, a través de amistades, le hicieran a su hija unos análisis de sangre. Los resultados confirmaron las sospechas, tenía envenenamiento por plomo. El caso fue silenciado y a la familia, milagrosamente, le dieron un apartamento", relata una mujer. "Así fue como nos enteramos de que el plomo en sangre mata". (Fernandez, 2015)
Por la misma fecha en que esta periodista independiente informó del problema en el asentamiento de Yuca 1 y 2; un hecho circunstancial se produjo en el barrio de Parraga, cuando  un número no precisado de niños se intoxicaron con plomo después de un vertimiento irresponsable de un reparador de baterías (acumuladores) en esa localidad. La nota apareció en el sitio web Cubanet.
Antes de continuar con este problema de contaminación medioambiental que afecta una comunidad dada, sería bueno aclarar que la intoxicación o envenenamiento por plomo es un problema muy serio de salud que debe comprometer, cuando se presenta, a las autoridades y profesionales de la salud y a las grupos expuestos. Deben establecerse medidas inmediatas que puedan eliminar o paliar los efectos que se presentan y que afectan de manera grave la salud de un conjunto de personas que realmente han sido expuestos al contacto con este metal.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) en su última nota sobre la intoxicación por plomo señala entre otros asuntos, lo siguiente:
El plomo es una sustancia tóxica que se va acumulando en el organismo afectando a diversos sistemas del organismo, con efectos especialmente dañinos en los niños de corta edad. El plomo se distribuye por el organismo hasta alcanzar el cerebro, el hígado, los riñones y los huesos y se deposita en dientes y huesos, donde se va acumulando con el paso del tiempo. Para evaluar el grado de exposición humana, se suele medir la concentración de plomo en sangre. No existe un nivel de exposición al plomo que pueda considerarse seguro. La intoxicación por plomo es totalmente prevenible. (N°379, 2015)
En la comunidad científica cubana se ha considerado el problema de la contaminación y posible envenenamiento por plomo, sobre todo en los niños. Situación que no es privativa de país alguno.
·         En Cuba se realizó en el año 1992 un estudio donde se determinó el plomo en sangre en niños entre 1 y 4 años de edad, que vivían en zonas de alto tráfico. El porcentaje de niños con plomo en sangre por encima de 10 µg/dl fue sólo del 16 % en la zona expuesta y del 6 % en la no expuesta. (Cañas RC, 1992)
·         En el año 2003 se realizó un estudio de niveles de plomo en sangre y otros factores asociados a niños residentes en el municipio de Centro Habana. Las madres respondieron un cuestionario acerca de hábitos y conductas que exponen a los niños a la intoxicación con plomo; 40 % de ellos tenían el plomo en sangre superior a 10 µg/dl. Los factores asociados fueron, entre otros: no lavarse las manos antes de alimentarse, jugar con juguetes de plomo, llevarse juguetes a la boca y comer tierra. En los niños expuestos resulta frecuente encontrar niveles elevados de plomo en sangre. Los hábitos, las conductas riesgosas y el hacinamiento fueron los factores que mayores asociaciones tuvieron con los niveles altos de plomo en sangre, señalaron los autores. (Aguilar Valdés, Juan, Más Bermejo, Pedro, Romero Placeres, Manuel, García Roche, René, Sardiñas Peña, Olivia, & Orris, Peter, 2003)
·         Entre los años 1986-1992 se desarrolló un estudio sobre los niveles de plomo en las aguas de consumo humano en Cuba. El objetivo del trabajo fue determinar sus concentraciones en aguas de las principales fuentes de abastecimiento en Cuba, y comprobar el cumplimiento de la concentración máxima admisible establecida. Los autores señalaron en ese estudio que: de forma general, puede considerarse que no existen condiciones propicias para la contaminación del agua con plomo en el sistema de distribución de acueductos para localidades de más de 5 000 habitantes, ya que no se han detectado valores de pH y dureza total en las aguas que propicien la migración del plomo de las tuberías. Ambos parámetros son controlados periódicamente mediante el sistema de alerta en la Vigilancia de la Calidad del Agua que lleva a cabo el Ministerio de Salud Pública. (Maricel García-Melián, María Teresa Hernández-Peñalver, 2003)
 Pero lo que sorprende de este problema es que, presentándose la grave realidad de un conjunto de personas afectadas por esta contaminación, se asumen posiciones y actitudes indolentes  e irresponsables; conductas que  socaban el buen nombre y la dedicación honesta de la práctica médica y muestran un accionar imprudente de las autoridades de salud que comprometen a personas a las cuales, en tanto deben de proteger, las exponen a riesgos de salud de graves consecuencias.
La posible intoxicación colectiva por plomo de las comunidades Yuca 1 y 2 en la cercanías de Guanabacoa, esto en la Ciudad de la Habana, debe ser objeto de inmediata atención por las jurisdicciones de salud a los cuales les compete y son responsables del cuidado de estas personas en número tal que constituyen una población de 427 habitantes, de ellos, 126 niños de 0 a 16 años, 262 personas de 17 a 60 años  y 39 de 60 o más. En pocos años se amplió con una  población similar creándose Yuca 2, lo que quiere decir que la población afectada puede superar el millar.
Las personeros del régimen, debemos de suponer que fueron los funcionarios de la Oficina de la Vivienda; nunca debieron de asentar tal número de personas en terrenos que  habían sido utilizados por una fábrica de baterías para autos (acumuladores), fuente primaria de contaminación por plomo y que también fue utilizada por una empresa de trasformación del cobre (Cubana de Cobre).
La conducta y desempeño de las autoridades de salud son reprobables y engañosas. Algunos habitantes que se quejan son trasladados a otros lugares en tanto que una inspección sanitaria del 2009 señalaba  “grandes saturaciones higiénico sanitarias con peligro eminente para los moradores” sin mencionar el envenenamiento por plomo. Un especialista de alta calificación recomienda a los vecinos “no comer frutos del patio y no caminar descalzos por la tierra”…, si se quejan  la carta llega a mis manos y yo le doy la respuesta que quiera”. Como pueden apreciar, es una forma indigna de dar respuesta a un problema apremiante de salud colectiva.
En algunos casos se hizo examen en orina pero no en sangre para determinar los niveles de plomo. Cuando se realiza los exámenes no son concluyentes en tanto que algunos se han buscado la forma de hacerse estas investigaciones mediante gestiones personales; cuando hay alguna confirmación de algún caso que surgiere la intoxicación por plomo se asume el secreto y las soluciones individuales. Todo esto cuando se sabe que un problema como este conlleva concientización y participación de las comunidades afectadas.
En la posible contaminación o envenenamiento por plomo en las comunidades Yuca 1 y 2 ha habido y aún hay un comportamiento irresponsable y reprobable de las autoridades del régimen como son los funcionarios  de la Oficina de la Vivienda, los funcionarios del Poder Popular y en particular las autoridades de salud locales  (MINSAP) ;que han minimizado el problema al punto que desde el año 2009  hasta donde llega la informaciones, han obviado los procedimientos para establecer una intervención ambiental ante este problema de salud que empezó cuando cientos de personas fueron asentados sobre un terreno ya envenenado.
Hasta donde sabemos no hay una intervención ambiental por intoxicación por plomo como ser recomienda (Ceto, 2003). Los elementos fundamentales de un programa efectivo se caracterizan por incluir estrategias para:  reducir la exposición a los medios ambientalmente contaminados, educar de manera amplia a la comunidad respecto del riesgo que representa el plomo, proporcionar servicios de intervención en materia de salud a las poblaciones potencialmente expuestas , desarrollar una infraestructura comunitaria para proporcionar un apoyo a largo plazo a través de los elementos de programas de intervención ambiental ,llevar a cabo monitoreo para evaluar la efectividad del programa y modificarlo en caso necesario.
Los especialistas en el control del envenenamiento por plomo en comunidades, donde el suelo o el agua entre otros están contaminados por este metal señalan que , el éxito en el manejo de los sitios contaminados por plomo puede alcanzarse si los encargados de aplicarlo trabajan de manera conjunta con las autoridades locales en la identificación de las metas adecuadas del proyecto, diseñando y ejecutando seguidamente estrategias de intervención ambiental y programas de intervención en salud y educación que respondan a dichas metas.
En las comunidades cubanas de Yuca 1 y 2, no ha ocurrido nada de esto. Tal vez arrastrando una prolongada y peligrosa contaminación por plomo; la única respuesta de los autoridades han sido los procedimientos sesgados, el comprometido silencio, la anulación de algunos que disienten y sobre todo; el velado y ruin desempeño que hacen dudar de los más simples propósitos  de los proveedores de salud;  que deben ser el cuidar de una comunidad que le es parte,  en tanto que asumen una innoble tarea que no entendemos que pretenden y a donde esto les conduce.
* Dr. Eloy A. González (Buenavista, VC. Cuba, 1949). Médico Especialista en Oncología. Profesor Instructor de Farmacología de la UH. Consultor de GLG. Blogger. Exiliado y radicado en Fort Worth, TX. Contribuye con artículos de opinión sobre Cuba en distintos sitios Web sobre Salud y DDHH, entre otros. Colabora con el Semanario Panorama de Fort Worth, TX, de forma regular y sus contribuciones abarcan temas variados. E-mail: eloy_gnzlz@yahoo.com. Web: http://medicinacubana.blogspot.com
Referencias:
Aguilar Valdés, Juan, Más Bermejo, Pedro, Romero Placeres, Manuel, García Roche, René, Sardiñas Peña, Olivia, & Orris, Peter. (2003). Niveles de plomo en sangre y factores asociados, en niños del municipio de Centro Habana. . Revista Cubana de Higiene y Epidemiología, 41 (1), 41 (1).
Albistur, A. C. (2013, 4 30). Noticias de Cuba. Retrieved 5 3, 2016, from CUBANET: https://www.cubanet.org/noticias/contaminados-con-plomo/
Baluja, M. (2016, 4). Cibercuba Videos. Retrieved 5 3, 2016, from Cibercuba.com: https://www.cibercuba.com/videos/noticias/2016-04-26-u74-preocupacion-por-grave-contaminacion-con-plomo-en-comunidades-de-la
Cañas RC, P. G. (1992). Exposición a plomo en población infantil de 1 a 4 años residentes en zonas de Ciudad de La Habana. In XXIII Congreso Interamericano de Ingeniería Sanitaria Ambiental. Trabajo completo publicado en libro de Memorias (pp. T.3; Cuba, 1992:297-305).
Ceto, N. (2003, 1). Intervención ambiental en sitios contaminados por plomo: la experiencia en los Estados Unidos de América . Retrieved 5 2, 2016, from scielo.org.mx: http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0036-36342003000800010
Fernandez, A. (2015, 10 17). Sociedad. Retrieved 5 2, 2016, from Diario de Cuba: http://www.diariodecuba.com/cuba/1444664002_17462.html
Maricel García-Melián, María Teresa Hernández-Peñalver. (2003, 1). Estudio de los niveles de plomo en aguas de consumo humano en Cuba . Retrieved 5 2, 2016, from scielo.org.mx: http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0036-36342003000800013
N°379, O. M.S (2015, 8). Centro de Prensa. Retrieved 5 1, 2016, from WHO.int: http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs379/es/

Santelli, A. M. (2016, 4 25). TV Marti. Retrieved 5 3, 2016, from Martinoticias: http://www.martinoticias.com/a/tv-marti-exigen-ayuda-gobierno-cubano-alto-plmo-sangre/120544.html

miércoles, mayo 11, 2016

El hospital de la desesperanza

Entre las ruinas de lo que fue un centro para curar la tuberculosis hoy se refugian asaltadores y locos
¿Quién se acordará que hace algunos años este fue uno de los mejores centros de salud de toda Cuba? Seguramente muy pocos, pues lo único que queda del Hospital Materno Infantil Lebredo en el municipio de Arroyo Naranjo son unas espantosas ruinas, aprisionadas por enormes marabúes que han desplazado a las hermosas áreas verdes de la Loma de la Esperanza, donde en 1902 se ordenó la construcción de esta instalación, dedicada originalmente a los pacientes con tuberculosis.
Las destrozadas paredes sucumbieron al desfalco incesante de sus ladrillos y ya no contienen las huellas de lo que fuera este enorme centro hospitalario. Pero una escultura, característica de las construcciones de los inicios del siglo XX y ubicada en la misma entrada, aún refleja algo del fenecido esplendor de este legendario edificio.
El aire puro del lugar propiciaba que fuera un ambiente ideal para los pacientes que sufrían tuberculosis. Pocos conocen que los montes verdes de sus alrededores fueron el último paisaje que vio Rubén Martínez Villena antes de morir.
A Laura Marrero, vecina de la zona, le conmueve pensar que allí trabajó por más de 30 años su difunta madre. “Este hospital era nuestra vida, era el orgullo de todo el barrio, y mi madre mantenía a toda la familia con su puesto de enfermera allí”, afirmó.
La señora también señala que, por su calidad constructiva, la amplitud en sus recintos y los hermosos jardines que lo rodeaban, en muy poco tiempo ganó un gran prestigio dentro de los centros de este tipo en el país.
Después del (año) 59, fue convertido en el Instituto de Desarrollo de la Salud y, por problemas en la estructura, fue remodelado en los años 80. Luego pasó a ser un hospital materno infantil”, relata Rogelio Aguilera, vecino del lugar por más de 50 años.
Tenía buenos doctores y especialistas. Aquí llegaban personas de muchos poblados de La Habana y de otras provincias a atenderse”, añade.
A inicios del 2000, según sigue contando este vecino, decidieron volver a darle mantenimiento al edificio pero nunca volvió a ser el mismo. “Dijeron que la estructura se estaba hundiendo. No sé cómo, pero al final nada se hizo por rescatarlo y lo dejaron en el abandono”, comenta.
En uno de sus gruesos muros de mampostería, lo único que dejaron quienes se suponía repararan el inmueble fua una consigna pintada por los albañiles de la empresa encargada: “Bush, cara de guante, no hay agresión que Cuba no aguante”
Tal parece que lo principal de esa empresa es la propaganda barata y no la rehabilitación de edificios”, refiere Rogelio, con una expresión de risa en su rostro.
Ruinas sin amparo
La situación la conocen todos los dirigentes, sobre todo los de Salud Pública, y no han hecho nada ni siquiera por demoler el edificio”, afirma Jesús Rodríguez, quien vive justo al frente de la instalación. Para su desgracia, “eso se ha convertido en un criadero de mosquitos. Muchas personas inescrupulosamente han entrado al lugar a recoger ladrillos y azulejos para sus casas. También adentro se han alojado personas con problemas mentales, los “rascabuchadores” (acosadores sexuales), y se han dado muchos casos de asalto”,
Lázara Montero comenta que cuando transita cerca del lugar lleva siempre en su bolso una tijera u otro objeto punzante para protegerse, en caso de un asalto.
Antes éramos un barrio privilegiado. Aquí siempre hubo agua y electricidad las 24 horas, pues todas las instalaciones estaban interconectadas al hospital”, señala.
Por su parte, Laura Marrero ya perdió la fe en que su barrio recobre el esplendor de años atrás. “Nos han marginado completamente. Ahora dicen que este barrio es malo, pero no es así. Los que decidieron dejar abandonado el edificio nos dejaron atrás a nosotros. Nos han destruido el orgullo de nuestra zona y nadie se ha pronunciado por esto”.
Los vecinos solo rememoran los tiempos gloriosos de este centro hospitalario. El estado actual del inmueble impide que sea rescatado de las ruinas. Mientras tanto, este gigante abandonado, de cinco pisos de atura y con una vasta área a su alrededor, seguirá allí esperando por los milagros y la fe con la que alguna vez un doctor decidió que se llamara Hospital de la Esperanza.
*Manuel Díaz Mons: Nacido en La Habana, se graduó en la carrera de Ciencias Informáticas en el 2007, ha colaborado en diversos proyectos digitales del Programa de Voluntarios de las Naciones Unidas y de manera autodidacta ejerce el periodismo desde el 2010 publicando en blogs y medios nacionales y extranjeros.
Fuente: CUBANET. Las fotos son del autor del artículo

viernes, mayo 06, 2016

Exportações de sangue, produtos derivados do sangue , glândulas e secreções de Cuba para o Brasil

Dep. Arolde de Oliveira apura importação de sangue de cidadãos cubanos
El diputado brasileño Arolde de Oliveira habla (en
portugués) del requerimiento incontestado hecho por él al ministro de Salud de
su país acerca del comercio de sangre y glándulas con Cuba. Y María Werlau (a
partir del minuto 15:00, en español) habla de sus investigaciones sobre el
tema. Vea el
VIDEO