jueves, diciembre 06, 2007

Miedo al Doctor.


Timor doctoris
Por: Oswaldo Yánez. *
El miedo a que el llamado del Dr. Darsi Ferrer para que todos los cubanos se unan el próximo 10 de Diciembre, en que se conmemora el Día Internacional de los Derechos Humanos, a que desfilen pacíficamente y en silencio contra el Apartheid implantado en Cuba por la tiranía comunista, ha desatado el pánico entre la contrainteligencia cubana que ha dispuesto un operativo en toda la isla para impedir la asistencia en masa a la convocatoria ya que rubricaría el fin del castrismo, si tuviera éxito.
El llamado del Doctor es muy simple:
"Exhortamos a todas los organismos disidentes, opositores, monitores de derechos humanos y otros que funcionan en el Archipiélago para que unidos hagan acto de presencia ese día a las 11 de la mañana en el Parque de Calzada entre D y E, para demostrar que el pueblo de Cuba, está dispuesto a salir a la calle para reclamar sus derechos".
La sección 21 de la Dirección General de Contrainteligencia, conocida por "Enfrentamiento", ha impartido las órdenes oportunas para que se extreme la vigilancia en todos los grupos opositores al régimen castrista, a saber:
1. Organización de un evento que requiera ser cubierto por toda la prensa internacional para impedir que esta acceda al parque, en previsión de que las medidas adoptadas no tengan el efecto deseado.
2. Impartir órdenes a los CDR para que se extremen las vigilancias sobre los disidentes pacíficos para que ningún movimiento o visita quede sin ser reportado a los oficiales de control.
3. Movilizar a los brigadistas necesarios para impedir que los opositores salgan de sus domicilios el día citado, organizando los actos de repudio con la violencia que sea necesaria para impedir el movimiento de los presuntos desafectos.
4. Refuerzo de los controles de acceso a la capital, identificando y deteniendo a cualquier activista que sea sospechoso de acudir al llamado. Estos controles se extenderán por todo el país y serán irrestrictamente impedido el desplazamiento a todo aquel que no pueda justificarlo.
5. Poner en alerta a una compañía de las tropas antimotines para que esté presta a entrar en acción si fuera requerida para ello.
6. Establecer un perímetro defensivo de la plaza controlando que a ella no pueda acceder ningún disidente pacífico, ni a pie ni en vehículo de ninguna clase.
7. Toma de la plaza por una Brigada de respuesta rápida, apoyada por miembros de la DGCI, para poder detener con prontitud y contundencia cualquier intento de manifestación no autorizada.
8. Control y seguimiento de los extranjeros, tanto periodistas como los pertenecientes a las disímiles legaciones diplomáticas, para impedir su llegada a la plaza; para este fin se apoyaran en la policía de tránsito, para entorpecer su circulación; si el desplazamiento fuera a pie, se establecerán las medidas de distracción necesarias para que los sujetos no lleguen a su destino.
Estas medidas y alguna más que me reservo, tienen como fin impedir que el 10 de diciembre se produzca una manifestación a favor de los inexistentes Derechos Humanos de todos mis compatriotas, más aún, la inteligencia castrista quiere demostrar que es imposible que haya una manifestación contra el castrismo.
Ante esta coyuntura, Hermano Aldo, es normal que nadie responda a tu conteo regresivo, es solo por prevención, el que conteste afirmativamente jamás saldrá de su casa, si alguien ha decidido ir, como a mi me consta, no lo dirá, simplemente lo intentará y espero que lo consiga.
Es complicado sustraerse al control de la contrainteligencia pero es posible, días antes de la fecha quien quiera asistir a la misma debería pernoctar fuera de su habitual morada para unirse a sus compañeros en un punto no controlado y comenzar desde allí la marcha hacia la plaza, aún así sería muy complicado que llegaran a la misma antes de ser atacados por los brigadistas que estarán bien tomados, como es su costumbre.
En realidad quien tiene más fácil su asistencia son los extranjeros, aunque estén controlados, pero no creo que los periodistas acreditados renieguen de la llamada de los castristas para cubrir algún evento fabricado, ad hoc, para la ocasión. Los diplomáticos tampoco se atreverán a desafiar al régimen castrista pues, según su lenguaje, solo conseguirían ser expulsados del país.
La única forma en que la convocatoria podría tener éxito es si barriadas enteras se decidieran a marchar sobre la capital, una masa lo suficientemente grande como para no ser amedrentada por unos brigadistas y a la que se fueran sumando espontáneamente partidarios a su paso, al grito de cambio los esbirros castristas pueden dudar y si lo hacen un instante ya será demasiado tarde, si la bola de nieve comienza a rodar nadie será capaz de pararla.
El mayor problema que tiene este llamado es que es casi desconocido por la mayoría de los cubanos por lo que yo animo a que los medios que emiten desde el extranjero se hagan eco del mismo con la mayor amplitud que sea posible, en Radio y TV Martí, en el programa de Maria Elvira y en el Diario las Americas, es únicamente donde yo creo posible que se atreverían a hacerlo y con ello se garantizaría que, al menos, una parte significativa de la población se enterara del llamado y pudiera pensar si asistir al mismo o no. Si nadie tiene conocimiento, nadie asistirá y esto es algo que desde el exilio pueden solucionar, dejando bien claro, que la protesta será pacífica, aún así les acusarán hasta de haber matado al gallo de Morón, a pesar de que solo esté sin plumas y cacareando.
También mis compatriotas que llaman habitualmente a la familia desde la otra orilla, de uno u otro mar, pueden aportar su granito de arena, aprovechando que utilizan un lenguaje que es ininteligible para los oídos del aparato represor. Si hay algo que se ha perfeccionado es la manera en que nos comunicamos por teléfono para decir lo que queremos sin que se entere nadie más que el interesado, siendo conscientes, como somos, de que la llamada está siendo monitoreada por los de siempre.
Espero que consideren que el esfuerzo de recuperar los derechos, hurtados por el castrismo a todos los cubanos por más de diez lustros, sea acicate suficiente para que ustedes se decidan a actuar, no es por mí, no es por el doctor, es por toda una patria que sufre inenarrablemente los últimos coletazos de una tiranía. Hemos de ser plenamente conscientes que si los cubanos no damos un paso al frente para exigir nuestros derechos, la dictadura verde olivo se perpetuará con total naturalidad, solo nosotros mismos podemos impedirlo.
Propter necessitatem illicitum efficitur licitum.
En caso de necesidad lo que es ilícito se convierte en lícito.
* Periodista independiente cubano.
Ciudad de La Habana.A veintisiete de noviembre del año de la inminente Libertad para todos los Cubanos.

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