Muchos enfermos y
pocos turnos
Por: Misael Aguilar Hernández.*
En el bien conocido santuario de San
Lázaro, en el Rincón, municipio Santiago de las Vegas, en la Habana, está radicado un hospital que se
especializa en enfermedades de la piel, que suele atender casos remitidos de
otros centros asistenciales.
En la actualidad solo se atienden
diez pacientes diarios, lo que no satisface ni remotamente la demanda de la
enorme cantidad de necesitados. Esto provoca agrias discusiones que estallan desde
temprano, sobre quien va primero o después.
A partir de las cinco de la mañana
comienzan la ansiedad y la tensión. Hay casos de personas que están marcando
para atenderse desde la noche anterior.
Una persona que había conseguido una
remisión comentó que había ido con su esposa desde la madrugada, y para su
asombro ya se encontraba bastante lejos de los diez turnos que se otorgan.
Esta situación es preocupante, si se
tiene en cuenta que las personas no son atendidas por la gravedad de su afección; o si se trata de un niño,
o un anciano que vive solo; sino del número que se logre alcanzar en la
cola. Es como escoger en una caja un boleto al azar.
Todas las madrugadas un grupo de
personas aguarda en las afueras del hospital del santuario con el deseo de
poder acceder a la atención médica. Muchos deberán volver otro día. En el
pueblo del Rincón llaman a los que esperan “los suplicantes” y eso parece ser
realidad.
Estos enfermos aguardan que se
realice para ellos el milagro de ser atendidos, pues algo que pudo ser sencillo
en la Cuba, diez años atrás, como tratarse una enfermedad de la piel, hoy se
considera un privilegio.
La Habana, 4 de marzo de 2014.
*Red cubana de comunicadores
comunitarios.
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