El
Vedado, La Habana, (PD)
A propósito de la carta de felicitación del Sr. José Graciano da Silva, fechada
en Roma el 29 de abril de 2013, a Fidel Castro.
La
Habana 6 de mayo de 2013.
Excelentísimo
Señor José Graciano da Silva, Director General de la Organización de las
Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO):
Señor,
el que suscribe es un cubano de los llamados de a pie, de esos que no tienen un
vehículo asignado por el Estado, y se ve obligado a transitar por calles sucias
y apestosas llenas de personas también sucias y apestosas, que gustan de buscar
restos de alimentos en los contenedores de basura.
Estas
personas, señor, no son drogadictos, alcohólicos o enfermos mentales, sino
cubanos de cualquier edad, preferentemente retirados, a los cuales no les
alcanza el equivalente a diez dólares o menos mensuales que perciben por
concepto de jubilación, para comprar algún producto cárnico, aceite o frijoles,
que le ayude a terminar el mes con algo que llevarse a la boca.
La
ración mensual de alimentos que perciben los cubanos es digna de conmiseración:
7 libras de arroz, 6 onzas de frijoles, media libra de aceite, 4 libras de
azúcar, 1 libra y media de pollo, 10 huevos, un puñado de picadillo compuesto
de soya y piltrafa de aspecto nauseabundo y sabor indescriptible, 4 onzas de
café mezclado y 400g de pastas cada dos meses, además de la cuota de leche
normada para los niños de hasta siete años de edad. Eso es todo.
Los campos
de cultivo cubanos continúan llenos de marabú a pesar de todas las campañas y
discursos escuchados al respecto. Los campesinos deben sembrar lo que el
gobierno les ordena so pena de ser despojados de las tierras, y los productos
son vendidos al gobierno, el cual a su vez fija los precios y es moroso a la
hora de pagar a los productores.
Si los
indignados cubanos no se lanzan a las calles y prefieren escapar del país por
cualquier vía, es porque el terror impuesto les afloja los ánimos y la falta de
información y comunicación que se padece acá, no permite que los ciudadanos
tomen conciencia global de que todos sus padecimientos provienen del régimen
despótico impuesto desde hace más de medio siglo por su "estimado
Comandante".
La
confabulación en contra del pueblo cubano es escandalosa y la desvergüenza
alcanza a personas e instituciones que se complacen en querer ver como logros
lo que ellos mismos no quisieran para sus países.
Los
discursos trascendentales del "estimado Comandante" no impidieron que
en el VI Congreso del Partido Comunista fueran adoptados más de 300
lineamientos que constituyen, cada uno de ellos, evidencias de los errores y
horrores cometidos por Castro I de Birán, Caudillo de Cuba por la gracia del
Diablo.
Su
carta, señor Director General, se suma a la larga lista de afrentas y oprobios
que ha sufrido el pueblo cubano durante demasiado tiempo.
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