Una valla, instalada en un costado de la autopista Palmetto y la avenida 67 del noroeste, en Miami Lakes, muy cerca de Hialeah, ha causado molestia e indignación entre miembros del exilio, quienes aseguran que “esto es una burla para el cubano que está aquí”. La respuesta a esto fue la gestión e instalación de otra valla, esta con un texto distinto.
La polémica entre los cubanos no se hizo esperar, unos a favor y otros en contra del texto que aparece en la nueva valla, que estaría instalada en el mismo lugar de la anterior. Ahí no quedó todo porque la disputa alcanza proporciones donde los ataques personales y las descalificaciones opacan el valor de la gestión opositora y del mensaje que se quiere hacer llegar.
En un space en X ayer sobre este tema, donde participé como oyente, algo inusual para mí, pude conocer de opiniones variadas. Hoy en las redes la rivalidad es más aguda, algunas de mis opiniones en redes son estas que comparto:
Hay mucho aquí de un discurso ocasional marcado por la contienda y la petulancia, adjudicándose valores unos de otros y abundando en descalificaciones, despropósitos y falta de humildad. En nada ayuda y es perjudicial para cualquier causa, que nos empleemos en pleitos de cantina mientras la Patria espera por elevados valores y propósitos donde predomine la virtud. No se levanta una nación con las mentes calenturientas de los engreídos. Menos con frases soeces, altisonantes y vanagloria estéril. Así la Patria no nos va a contemplar orgullosa. Hace algunos años fui testigo y parte de una contienda entre un destacado comunicador cubano, y un hombre de acción de la oposición histórica al Comunismo en Cuba. Aquello acabó mal…, muy mal.
No sé…, pero los años y la experiencia me hacen volver una y otra vez a estas palabras: "Nada hagas por contienda o vanagloria; antes bien con humildad estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo; no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros”.
Tal vez estas palabras le sean útiles…,
Dr. Eloy A González.
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