Por Ramón Muñoz Yánes.*
¿Recuerdas
Carlos Dotres?
Seguro no te
olvidas de tu oficina en el MINSAP, ejerciendo de capataz del inmenso barracón
de esclavos de bata blanca, yo tampoco. Aunque dejé el país antes de que
dictaras la onerosa Resolución 54 en 1999, esperé un año sin trabajar para que
me liberaras y después como castigo, diez años sin ver a mi hija y veinte sin
ver a mi hijo. Me robaste la infancia de mis hijos, Carlos Dotres. Tú solo eras
el verdugo, pero me robaste tantos besos y abrazos, tantas noches de dormir
junto a los míos y tantos te quiero, que mi sonrisa jamás ha sido la misma.
¿Todo ese
castigo por qué, Carlos Dotres? Por ser médico y querer vivir en un país mejor,
sin presiones, sin hambre, con un futuro para los míos. Lo mismo, que usted
hace ahora en México junto a su familia.
¿Usted sabe cuántas
vidas destruyó? ¿Cuántas vidas separó? Usted sabe ¿cuántos abrazos cercenó a
padres e hijos? Usted es un ladrón de infancias y ahora ejerce la medicina en
un país capitalista. Usted es un inmoral, un vil y un criminal.
¿Sabe usted
cuanto dolor ha causado?
Me fascina que
estés en México, con ese alto índice de secuestros y crímenes. Usted secuestró
durante años y años, los hijos de miles de médicos que soñaron con hacer lo que
usted hace ahora. Sería deshonesto pensar que no nos alegraría que usted
sintiera algo parecido, tal vez hasta aplaudiríamos al ejecutor.
Nada más lindo
que un día detrás de otro, Carlos Dotres. Mira siempre a tu espalda, los besos
robados salen caros y no tengo otra opción que llamarte hijo de puta, porque lo
eres, Carlos. Un reverendo hijo de puta. Ojalá tus hijos puedan saber el daño
que has hecho y perdón, no puedo aguantarme, te llamo hijo de puta otra vez.
R. Muñoz.
Fuente: El
Blog de Zoe Valdés
*Dr. Ramón
Muñoz Yánes, es Doctor en Medicina. Especialista de I Grado en Obstetricia y
Ginecología en la Universidad de La Habana. Reside en Las Palmas, Gran Canaria,
España (datos tomados de la red).
2 comentarios:
Donde están los comentarios de todo LOS DR.QUE FUERON PERJUDICADOS POR ESE RACISTA HIJO DE PUTA.DEBERIAN TODOS HABLAR PARA QUE EL DOLOR Y DAÑO K LES CAUSO A LOS MÉDICOS Y SUS FAMILIAS LLEGUEN A DESTITUIR UN SER TAN ASQUEROSO COMO EL.
La gente lo único que necesita es enfrentase con la verdad; esta es una sola. Nadie es parte sicario y parte buen medico; uno lo es todo.
Se trata de imbuir la persona del buen médico y el tránsfuga que administra porque recibe órdenes, una especie de obediencia debida. Dicotomía moral siempre confusa.
Estuve unos 14 meses pendiente del permiso de salida, antes y después de las medidas tomadas en junio 1999. Iba como muchos médicos los jueves a hacer antesala sin esperanza alguna por un tiempo hasta que un día se me acerco un agente del DSE y me conminó a que le acompañara a una oficina, allí en el MINSAP, en la oficina había otro agente; con cierta amabilidad me pidieron que no fuera más y esperara en mi casa, así lo hice.
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