Todos los que hemos sido parte de la oposición en Cuba
pasamos por no pocas privaciones y escaseces; en ocasiones afectaciones de la
salud que teníamos que asumir con carencias alimenticias y de medicamentos. Hoy
leemos con detenimiento este artículo donde se pide solidaridad y ayuda para
algunos opositores en Cuba, periodistas independientes ellos, que pasan por
serios quebrantamientos de salud. Dice la nota: ¿Por qué no actuar con urgencia
y contribuir para aliviar la quebrantada salud de Julio Aleaga Pesant, Rogelio
Fabio Hurtado, Osmar Laffita y otros en situación crítica? Cuando preparaba esta
nota encuentro en
la red la información de que el periodista, poeta y escritor independiente
Rogelio Fabio Hurtado se encuentra ingresado en la sala de terapia intensiva
del capitalino Hospital Clínico Quirúrgico “Joaquín Albarrán”, aquejado por un
severo y complicado cuadro clínico.
¿No es capaz este Exilio solidario y comprometido con
los activistas y periodistas independientes en Cuba ayudar a estos dedicados y abnegados
compatriotas? ¡Seamos solidarios,
ayudemos en lo que podamos a estos valerosos cubanos!
El Cerro, la Habana (PD).- Antes
y después del triunfo de la Revolución ha habido personas calculadoras,
interesadas, oportunistas.
Posterior al golpe del 10 de marzo de 1952 hubo los que jamás se
arriesgaron en hacer algo para que aquella tiranía acabara. Aunque en aquel
entonces a quien se exponía enfrentándose a la dictadura, no lo expulsaban de
su trabajo ni le negaban el derecho al pago de su jubilación o a la atención
médica: los gobiernos o dictaduras anteriores no pudieron ser los dueños
absolutos de la nación.
Antes de 1959 había injusticias que erradicar, sobre todo en nuestros
campos. En lo que respecta a la salud pública, los servicios no eran de los
mejores, y muchas veces dependían de la sucia politiquería. Pero la asistencia médica
privada brindaba una atención esmerada a la que por un precio módico se podía
tener acceso. Las Clínicas Mutualistas, serias y de calidad, garantizaban un
trato excelente para los pacientes, y algo muy importante, sus servicios no
estaban politizados.
Mis padres, mis hermanos y dos de mis hijas mayores, fuimos todos socios
de la Quinta Dependientes hasta el momento en que esta fue intervenida y los
cubanos dejamos de pertenecernos a nosotros mismos.
El 19 de mayo se cumplió 122 años de la muerte de José Martí en Dos
Ríos, en 1895, en lucha por la libertad de Cuba. Lamentablemente el sueño
martiano “…de una Cuba, con todos y para el bien de todos”, es negado por la
Constitución refrendada en 1976 por ser ideológica y excluyente.
¿Sabían los que refrendaron la Constitución que votaran a favor o en
contra, nada cambiaría los resultados?
¿Se puede confiar en los resultados de una Comisión Electoral
oficialista que responde solo al interés del régimen?
En los primeros tiempos, la mayoría de los cubanos apoyaba a la
revolución. Pero también hubo quienes estuvieron claros y no se dejaron
engañar. Algunos que creyeron en la revolución, dejaron de creer e incluso
algunos se opusieron y corrieron riesgos. En la década de los 80 se hizo mayor
el número de los que integraron las filas de los desencantados. Lo demostró el
éxodo de Mariel, luego de los acontecimientos de la Embajada del Perú.
También fueron impactantes y desalentadoras, en junio de 1989, las
causas 1 y 2 del MINFAR y el MININT.
Hoy son muchos los que prefieren no exponerse. Esos que tienen visas de
cinco años para visitar los Estados Unidos o hacen cola para las entrevistas en
la embajada norteamericana prefieren no exponerse.
¿Cuántos cubanos piensan de una manera y actúan de otra para no buscarse
problemas, evitando así que los incluyan en la relación de los excluidos dentro
de la sociedad totalitaria?
Muchas personas, al referirse al régimen, expresan: “¡Que los quiten,
quienes contribuyeron a ponerlos!”
¿Cuántos se libran de los centros estatales y por temor en los nuevos
trabajos particulares, se subordinan afiliándose al sin sentido movimiento
sindical oficialista?
Qué decir de ciertos artistas y músicos, que les encanta visitar los
Estados Unidos y sobre todo Miami y que cuando les preguntan por la situación
cubana, prefieren responder que ellos no son políticos.
¿Cómo se puede no ser político en un país donde el adoctrinamientos
políticos es obligatorio desde la cuna?
Lo que sucede en Cuba es muy complejo.
Muchos gobiernos son complacientes con el régimen castrista, y para no
contradecirlo, permiten que sean las entidades oficialistas las que ubiquen a
los empleados en sus sedes diplomáticas.
Hay quienes se llenan la boca para exclamar: “¡La oposición cubana es
débil y hace muy poco!”. A esos les sugiero se interesen en conocer cuán mal
subsiste la mayoría de los opositores y los periodistas independientes. ¿Aún
desconocen los riesgos que corren los opositores y los periodistas
independientes, cuando tienen que depender de un hospital bajo la dirección del
régimen totalitario?
¿Por qué frente a situaciones como estas, que marcan la indefensión de
quienes se oponen, al menos alguien se solidariza y les ayuda?
Es necesario que organizaciones filantrópicas y gobiernos democráticos
se decidan y contribuyan y ayuden en los casos que así lo requieran.
El régimen cubano, ha sido y es solidario con los que considera sus
amigos en esa izquierda carnívora revolucionaria. Cuando amigos del
totalitarismo cubano, confrontan problemas de salud, sin demora son trasladados
a Cuba y atendidos debidamente.
¿Por qué no actuar con urgencia y contribuir para aliviar la quebrantada
salud de Julio Aleaga Pesant, Rogelio Fabio Hurtado, Osmar Laffita y otros en
situación crítica?
Quien escribe estas líneas acaba de recibir un envío de medicamentos
procedente de Estados Unidos, suministrado por familiares. De lo contrario, no
podría estar redactando este escrito. Los medicamentos que requiero están en
falta en Cuba desde hace meses. Un tiempo atrás me desorientaron y se negaron a
realizarme la imprescindible intervención quirúrgica que necesito.
¿Por qué los amigos que visitan semana tras semana las páginas de
Primavera Digital, no se solidarizan y aportan unos centavos mensualmente y
contribuyen con los que se exponen, prestándoles ayuda para mejorar el
equipamiento de trabajo del periódico y la subsistencia de los más necesitados?
Los que no se exponen se habrán preguntado: ¿Si me expongo, se
solidarizarían a favor de mi indefensión y abandono?
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