Por. Eloy A González.
Sandro Castro, el nieto del innombrable en
Jefe, está bajo ataque y no es para menos. Apostó por reírse de la Revolución
de los tira-tiros de la Sierra y es, como muchos, “el hijo de Papa”.
Este, el nieto, se alimenta de la nueva existencia de los ricos habaneros,
quienes se han transformado en capitalistas de nuevo estilo en la Cuba
desvencijada. Lo cuestionan por hacer mofa y vivir una forma de vida que
siempre han adoptado los "hijos de Papa", o los herederos de
los líderes, debido a que, "el que tiene padrino se bautiza".
El primer disparo vino de un conocido
periodista —por supuesto, pro oficialista— nombrado Ernesto Limia que, desde su
cuenta de Facebook, escribe un artículo con el título de: “Te lo prometió Martí…” contra el nieto del
innombrable, Sandro Castro. Argumenta que el dinero del que hace ostentación
Sandro Castro parece tener un origen turbio, tratando de desligar el poder
económico del abuelísimo. Asegura que: “No sé de qué lugar sacó
Sandro su dinero, pero seguro estoy de que no se lo dio Fidel. Este pueblo lo
sabe, y la CIA también ―vaya usted a saber si no contribuyó indirectamente, no
sería la primera vez que corrompe como método de subversión”. Para concluir
a medio camino de su artículo, el avieso periodista termina diciendo que: “Sandro
no es el "enemigo" ―aunque por razón de su apellido haga daño―,
Sandro es un imbécil”.
Ernesto Limia, el gendarme de la prensa
oficialista , se respalda en otro artículo de Yuliet Teresa, una comunicadora también, quien se
manifiesta con orgullo de ser negra, feminista y cristiana. Trabajadora del
Centro Memorial "Martin Luther King", que carga contra Sandro
Castro. Desde un discurso manipulado de populismo cederista, de escasez
material y moral cristiana, que ya estoy consciente de su procedencia. Dice la
comunicadora:
“La última representación del señor Sandro
Castro... es la confirmación dolorosa de que en Cuba existe una casta que no se
toca, una casta que goza sin pudor de privilegios que resultan obscenos para un
pueblo que sobrevive en la cuerda floja de la escasez, del apagón, de la
reinvención diaria.” Después se agarra de Martí para
decirnos que este dijo, "el lujo excesivo en medio del dolor ajeno es
crimen", que “el alma se agranda en la pobreza decorosa, y se envilece
en la riqueza ociosa y ostentosa”. Como si no fuera una realidad para la
mayoría de los líderes de la Revolución y sus familiares que han hecho de los
privilegios, la ostentación y la riqueza excesiva, sus reglas de
comportamiento, aunque bien que se han ocultado para no mostrarlas, por aquello
que “hay que bañarse y guardar la ropa”…, y las apariencias.
Después la gacetillera del Centro Martin
Luther King, se agarra de lo que debe ser la juventud cubana como la soñó
Martí, pero el Che no la cumplió, esa del hombre nuevo, que cuando puede se
lanza al exilio, escapando de una realidad que ya los ha destrozado y degenerado.
Casi concluye diciendo que Cuba “no necesita más herederos del desatino.
Cuba necesita justicia, equidad, sobriedad moral”.
Para alcanzar la justicia, solo es necesario
residir en un Estado jurídico, para alcanzar la equidad es necesario un balance
moral y compromisos sinceros de una población ya corrompida por el comunismo. Respecto
a la sobriedad moral, comencemos por el respeto incondicional al derecho ajeno,
la libre expresión de ideas y la libertad que nos es extraña en una dictadura
demasiado extendida por los demás.
Sandro Castro aspira a convertirse en el
bufón de la corte, y lo consigue. Solo que, mientras el Patriarca reposa en el
cenicero, el gangoso se desplaza entre bebidas y carcajadas. El nieto se
desempeña en su rol de playboy leninista, capitalista-marxista-pymero y
sibarita de reparto. Todo esto y más, debido a una Revolución que se transformó
en una farsa desde el inicio hasta el presente, en una nación en estado de calamidad
pública.
Con mucho el sujeto seguirá haciendo lo que
bien sabe y puede hacer, asumir el desparpajo, a final de cuentas lo hace en un
escenario ya de por sí pútrido.
6 de julio de 2025

No hay comentarios:
Publicar un comentario