martes, diciembre 09, 2025

La Federación Médica de Cuba

 

La Federación Médica de Cuba, fundada el 24 de octubre de 1925, tenía como objetivos contribuir a la elevación del nivel cultural y científico de sus integrantes, velar por el cumplimiento de la ética profesional y por la protección de sus asociados.

Historia

Durante la primera mitad del siglo XX se mostró con frecuencia la digna conducta de los médicos cubanos, que tuvo uno de sus momentos más elocuentes en la posición asumida por los integrantes de la Federación Médica de Cuba, quienes se fundieron en la lucha por hacer realidad proyectos de beneficio gremial y social.

El 24 de octubre de 1925 se reunieron en La Habana más de 2 000 médicos de varias regiones de la Isla, para dejar oficialmente constituida esa institución, creada con el propósito de elevar el nivel moral y cultural de sus integrantes, exigir el cumplimiento estricto de las reglas de ética profesional y proteger a los asociados en cualquier contingencia legal. Su primer presidente fue el doctor Juan Guiteras Gener, ilustre médico matancero y reconocido salubrista cubano, quien falleciera cinco días después de su elección.

Antecedentes

El primer antecedente de la Federación Médica de Cuba se remonta a la fecha del 29 de octubre de 1835, cuando el Diario de La Habana publicó un artículo firmado por el doctor Manuel Valdés Miranda con el seudónimo de «El Médico del Campo». El autor daba noticia de que en París se había fundado una Asociación Médica de Socorros Mutuos, cuyo ejemplo se había seguido en Madrid, y sugería que se hiciera lo mismo en Cuba.

La propuesta de Manuel Valdés Miranda se fundamentaba en las aspiraciones de impedir que los médicos se desacreditaran recíprocamente, de que contaran con protección en caso de invalidez y de que sus viudas e hijos recibieran amparo.

La fundación en 1861 de la Real Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana había comenzado a orientar las inquietudes de carácter científico, pero en el orden profesional se constataban problemas que requerían soluciones urgentes.

El primer intento formal de los médicos cubanos para colegiarse tuvo lugar el 15 de julio de 1874 en Cienfuegos, fecha en que los galenos en ejercicio en aquella ciudad solicitaron al gobernador general su autorización para organizar un Colegio de Ciencias Médicas que creara un fondo de socorro para casos de necesidad de sus miembros y sus familiares, formara lazos en los cuales reinaran la armonía y el decoro, celebrara reuniones para la discusión de temas científicos y acordara medidas convenientes a los intereses profesionales. Todo parece indicar que la propuesta no fue atendida. A este intento siguieron otros en Cienfuegos, Matanzas y La Habana, ninguno de los cuales tuvo éxito.

Después de otras fracasadas tentativas de los médicos criollos por organizarse en tiempos del dominio español, el doctor Enrique Núñez de Villavicencio y Palomino propuso en 1910 la creación de un Colegio Médico Nacional, dividido en colegios provinciales y municipales. Pero la idea lesionaba los intereses de algunos centros regionales, por lo que también se malogró.

Con tales antecedentes, en 1925 el doctor Alberto Recio Forns propuso fundar la Federación Médica de Cuba, previa celebración de una asamblea en La Habana, -que reuniera el mayor número posible de galenos de todo el país-, y de un Congreso Médico de Ética y Defensa Profesional. Para garantizar el éxito de ambos actos, que debían celebrarse el 24 de octubre de 1925, se designó una comisión organizadora. Tras una intensa campaña de propaganda se logró reunir a un número considerable de médicos, que discutieron el Reglamento y los Estatutos por los cuales se regiría la agrupación, los cuales debían ser aprobados por el gobierno provincial antes de ser propuestos a la Asamblea Magna.

En esa reunión se eligieron la Junta Nacional y el Comité Ejecutivo de la nueva organización. Para la Junta Nacional fue elegido presidente el doctor Juan Guiteras Gener, y para el Comité Ejecutivo, el doctor Ángel Arturo Aballí Arellano.

Dr Juan Guiteras Gener

En el Congreso de Ética y Defensa Profesional se estudiaron y discutieron las mociones generadas en la reunión anterior. En la Asamblea Magna, celebrada después en el teatro Payret, se proclamaron las directivas previamente electas para la Junta Nacional y el Comité Ejecutivo. El doctor Guiteras pronunció allí su último discurso.

Primeros pasos

En aquella asamblea dio sus primeros pasos la pujante y prestigiosa Federación Médica de Cuba, que brindó espacio a los esfuerzos de una pléyade de relevantes médicos de la Isla, unidos en la defensa de sus intereses profesionales, como base para su superación colectiva y garantía de una mejor y más responsable protección a la salud pública. Surgida por imperativos de la época, del medio y de los intereses, la organización desarrolló una activa campaña en beneficio de la salud del pueblo cubano en general y de los médicos en particular, pese a los ataques que recibía de parte de sus detractores y hasta de algunos gobernantes.

El Colegio Médico Nacional de Cuba

La organización funcionó con el nombre de Federación Médica de Cuba hasta 1944, año en el cual se dictó un Decreto Presidencial que establecía la colegiación obligatoria para todo profesional universitario. Por ello, desde 1945 cambió su nombre por el de Colegio Médico Nacional, que mantuvo hasta 1962, ya intervenido y manipulado por los jenízaros médicos del Partido Médico de la Revolución, quienes asaltaron, en la celebración en Santiago de Cuba de la Asamblea Médica Nacional  (diciembre del 1959) para lo cual el Comité Ejecutivo del Colegio Médico Nacional de Cuba, en funciones,  había librado la correspondiente convocatoria. Antes se habían efectuado las elecciones, y, por lo tanto, a esta reunión de los médicos cubanos asistirían delegados que representaban cada uno de los grupos o tendencias que integraban el conjunto de los profesionales agrupados en el Colegio Médico.

Tal vez antes, mucho antes del advenimiento de la revolución, un grupo de profesionales médicos ávidos de nombradía y poder; desdeñando la dedicación democrática e institucionalidad del Colegio Médico Nacional de Cuba y su indiscutible influencia, se dedicaron en sórdidas tareas a confabularse contra esta entidad motivados por razones políticas, siendo como eran comunistas agazapados pero militantes roñosos. Estando al acecho, se sumaron al estreno socialista de una revolución democrática traicionada y atacaron con intrepidez a la organización de la cual eran parte y se beneficiaban. Probablemente, el tenebroso personaje que fue gestor de esta argucia fue el Dr. Martínez Páez, defenestrado y excluido del poder prontamente.

Pero ya estaba formado este grupo de conjurados, nada encubiertos, ahora que eran parte de una revolución triunfante y devastadora desde sus inicios; entregados al protagonismo desenfrenado de los revolucionarios canallescos, sus intenciones apuntaban a controlar la educación médica superior, como lo hicieron con las depuraciones, y a hacerse del control total del Colegio Médico Nacional de Cuba incluyendo sus bienes que no eran pocos. Sirviendo a un régimen con vocación totalitaria, ellos mismos se hicieron cautivos y convirtieron en tributarios al resto de sus colegas que miraban con asombro la consolidación de un régimen autoritario.

Una caterva mínima de médicos cubanos, prestigiosos si en tanto que profesionales, pero dados a la conjura política pro comunista; sentaron las bases para ser parte de una revolución de inspiración democrática que tempranamente fue traicionada. Se suman a un grupo que solo busca acabar con una organización gremial y forman el Partido Médico de la Revolución. Fue así que embisten contra el Colegio Médico Nacional y dan cuenta de este de la forma más artera posible.

No, no fueron solo estos médicos malintencionados; también tuvieron siempre el apoyo del poder absoluto del gobierno y de las organizaciones policiales del Estado que ya empezaban su desmadre represor.

Recopilación y notas del Dr. Eloy A González.   [9 de diciembre de 2025]

Email: cubanmedicine@yahoo.com

No hay comentarios: