¿Estamos en presencia de una epidemia de coinfección por arbovirus en Cuba?
La epidemia actual de arbovirus en Cuba —que involucra dengue, Oropouche,
chikungunya y posiblemente Zika— ha generado un escenario complejo donde la
coinfección múltiple se vuelve una posibilidad clínica y epidemiológica real,
especialmente en provincias como Matanzas, Camagüey y otras del occidente del
país.
La superposición sintomática entre estos virus —fiebre, cefalea, mialgias,
vómitos, exantema, artralgias— desafía la capacidad diagnóstica de los
profesionales de la salud. En provincias como Matanzas y Camagüey, donde se
reporta circulación activa de Oropouche y Chikungunya, los cuadros clínicos se
tornan ambiguos, persistentes y, en ocasiones, incapacitantes.
La falta de insumos, reactivos y pruebas moleculares en muchas áreas impide
confirmar coinfecciones. En Camagüey, por ejemplo, se alerta sobre circulación
de Oropouche y Chikungunya, pero sin confirmación oficial ni acceso a pruebas
específicas.
La OPS advierte que la circulación simultánea de varios arbovirus puede
aumentar el riesgo de complicaciones, hospitalizaciones y mortalidad en
poblaciones vulnerables. Las lluvias, el calor, la acumulación de basura y la
deficiente fumigación han favorecido la proliferación de vectores como Aedes
aegypti, Culex quinquefasciatus y Culicoides paraensis, todos capaces de
transmitir estos virus.
La OPS recomienda fortalecer la vigilancia epidemiológica y el diagnóstico
diferencial. Informar sobre síntomas y medidas preventivas puede ayudar a
reducir la transmisión. Urge documentar casos de coinfección para entender
mejor su impacto en la salud pública cubana.
Cuba enfrenta una de las crisis epidemiológicas más complejas de su
historia reciente. La circulación simultánea de cuatro arbovirus —dengue,
Oropouche, chikungunya y Zika— ha configurado un escenario clínico y social de
alta incertidumbre, donde la coinfección múltiple deja de ser una rareza para
convertirse en posibilidad cotidiana.
La escasez de reactivos y pruebas moleculares impide confirmar
coinfecciones, lo que obliga a los clínicos a operar en un terreno de
presunción epidemiológica y manejo sindrómico. La vigilancia integrada,
recomendada por la OPS, aún no se consolida como práctica sistemática.
¿Qué significa estar infectado por más de un arbovirus?
La coinfección puede alterar la respuesta inmunológica del huésped,
amplificar la gravedad de los síntomas o generar cuadros atípicos. Aunque los
estudios clínicos en Cuba son escasos, la experiencia latinoamericana sugiere
que la interacción entre virus como dengue y Oropouche puede tener
implicaciones neurológicas, vasculares y articulares aún poco comprendidas.
La proliferación de vectores —Aedes aegypti, Culex quinquefasciatus,
Culicoides paraensis— se ve potenciada por factores estructurales: lluvias
intensas, acumulación de basura, interrupciones eléctricas y escasa fumigación.
En este contexto, la coinfección no es solo un fenómeno biológico, sino también
una expresión de vulnerabilidad social.
Instamos a todos los profesionales de la salud que tengan acceso a
información clínica y epidemiológica verificada a compartirla en este foro con
el objetivo de contribuir a la claridad diagnóstica y fortalecer la respuesta
colectiva.
Rogamos enfáticamente evitar la difusión de información no contrastada y
mantener un discurso profesional, centrado en el análisis de datos y la
evidencia clínica.
Editor del Blog de Medicina Cubana.
[17 de octubre de
2025]

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