Tomamos nota de esta
información que aparece hoy en Diario de Cuba donde se asume que la carta
mencionada ha sido secundada por las firmas de: El Observatorio Cubano de Salud
Unidos y el Colegio Médico Independiente de Cuba [según información
aparecida en Diario de Cuba]. Como fue enviada a Ministerio
de Salud Pública, es nuestro interés conocer las personas del Colegio Médico
Independiente de Cuba [ en Cuba o en el Exilio]que secundaron estas peticiones,
para trabajar de manera mancomunada con ellos. Es interés de compromisos y
genuina colaboración de:
Dr. Eloy A González.
Ex-Asesor y Coordinador
Nacional del Colegio Médico Independiente de Cuba. El Blog de Medicina Cubana
[cubanmedicine@yahoo.com]
No encontramos en la red la
carta original con las firmas de ambas organizaciones.
Hecha la anterior aclaración,
a continuación, reproducimos íntegramente la misiva:👇👀
A: Dr. José Ángel Portal Miranda, Ministro de Salud
Pública de la República de Cuba.
Señor Ministro.
Nos dirigimos a usted, como máximo dirigente del
sistema de salud a tenor de los últimos acontecimientos que han tenido lugar en
Bayamo con un grupo de médicos que ha sido puesto a disposición de los
tribunales y acusados injustamente. Primero, para manifestar nuestro
descontento con las autoridades de salud del municipio Bayamo y la provincia
Granma. Ellos como institución, mejor que nadie, conocen del sacrificio que
hacen los médicos para atender bien a sus pacientes, en medio de carencias de
todo tipo y los han abandonado a su suerte para que sean juzgados por personas
que ni los conocen ni están familiarizados con el muy adverso contexto en que
trabajan cada día.
Aprovechamos además para transmitirle nuestra profunda
preocupación por la situación de la salud en Cuba. El deterioro de la
infraestructura, equipamiento e insumos de los hospitales, policlínicos y demás
instalaciones destinadas a atender a los pacientes, es visible. La falta de
medios de protección hace que cada día los protocolos sean más incompatibles
con las buenas prácticas. La ausencia de medicamentos es muy grave. Todo esto
ha llegado al punto en que la población hoy se siente desprotegida.
A los tribunales deberían comparecer como acusados los
responsables por desviar los recursos aportados por las brigadas médicas. Los
verdaderos culpables de la crisis del sistema nacional de salud, de las muertes
masivas durante la pandemia por falta de balones de oxígeno, medicinas y
ambulancias, de los fallecimientos de pacientes por carecer de fármacos para
controlar enfermedades crónicas o para poder los médicos realizar exitosamente
su trabajo en los quirófanos. Lo ocurrido en Bayamo es una vergüenza nacional.
Los acusadores deberían -¿lo saben?- señalar a los verdaderos responsables de
esa muerte. Esos médicos también son víctimas del conflicto entre su compromiso
profesional y la imposibilidad de tener éxito en las condiciones en que los
obligan a intervenir a sus pacientes.
La figura del médico en la sociedad cubana actual,
marcada por una profunda crisis económica, debe recibir el reconocimiento que
merece por trabajar en esas circunstancias y no que nos sometan al escarnio
público. No son los médicos los encargados de asegurar el conjunto de múltiples
factores que hacen posible proteger la seguridad sanitaria y médica de la
población. Son ustedes. Los que ocupan cargos desde los cuales pueden tomar
esas decisiones. Ustedes deben responder por los recursos que no se invirtieron
en el sector cuando las brigadas médicas aportan el principal ingreso de
dólares al país. Ustedes, los dirigentes.
Segundo, demandamos como profesionales que nos
expliquen y le expliquen al pueblo a dónde han ido a parar las decenas de miles
de millones de dólares que el Ministerio de Salud Pública de Cuba ha recibido
en la última década, por concepto de las misiones médicas. No es una discusión
retórica. Ya hoy es evidente que ese dinero no se ha invertido en el sistema de
salud cubano como se arguyó en su momento para justificar la deducción
arbitraria de entre el 70 al 90 % de los salarios de los brigadistas durante todos
estos años. Habría sobrado para mantener el sistema de salud en óptimas
condiciones y pagar salarios dignos a los profesionales del sector. ¿Dónde está
ese dinero?
Demandamos que los que han manejado esas cantidades
astronómicas de dinero respondan públicamente por su destino y que los recursos
aun disponibles sean invertidos de inmediato en dotar al sistema de salud
nacional de equipos, insumos y fármacos para evitar que continúe la pérdida de
vidas que ya ha ocasionado la desviación de esos fondos, como ahora ocurrió en
el caso de Bayamo.
Tercero, demandamos como profesionales, que en lo
adelante nos paguen la totalidad del salario cuando salimos a prestar servicios
a otros países; y no que nos den un estipendio mínimo del mismo. Eso es robo,
es trabajo esclavizante. Esa política, puesta en práctica por un gobierno que a
cada instante invoca el humanismo de la sociedad que preside, debe cesar.
Deben también cesar las medidas que toman contra un
profesional que abandona por la causa que sea, lo que han llamado “misiones”
médicas para militarizar una simple relación contractual civil que establecen
dos partes, un empleador y un empleado (en este caso el médico). En cualquier
otro lugar del mundo esta relación de trabajo se puede romper sin mayores
consecuencias dentro de las normas que, voluntariamente, las partes hayan
pactado para esos casos.
Sin embargo, cuando por alguna razón nuestros
profesionales de salud -ejerciendo derechos laborales universales reconocidos
por Cuba- han decidido por alguna razón poner fin a un contrato, han sido
condenados a 8 años de destierro, la imposibilidad de sus familiares de salir a
visitarlos en ese tiempo, y la confiscación del dinero devengado previamente
que obra en cuentas de bancos cubanos esperando su regreso. Se les trata, señor
ministro, como si fueran desertores de un ejército o vulgares criminales. Es hora
de poner fin a tanta arbitrariedad, abuso y humillación al gremio médico y las
regulaciones a los especialistas de segundo grado también deben cesar.
Somos seres humanos, no somos propiedad del Estado que
se alquila o vende. No queremos que no sigan deshumanizando para sacar
beneficios financieros a costa nuestra. Beneficios cuyo destino nadie ha
auditado
Cuarto, demandamos además un aumento de salario
inmediato para todo aquel que trabaja dentro del sistema de salud, médicos,
enfermeros y técnicos. Su labor debe ser remunerada como se merecen, porque en
las manos de ellos está la vida del pueblo.
Ministro, recuerde siempre esta frase del ilustre
médico venezolano Luis Razetti: “Los médicos seriamos una fuerza social
unidos ,pero disgregados apenas somo esclavos de quienes nos explotan”.
Hemos decidido unirnos porque no vamos a seguir tolerando ser tratados como
esclavos.
Respetuosamente,
Firman la
presente:
Observatorio
Cubano Salud Unidos
[se hace un pedido
de que los médicos pueden copiarla y poner su nombre y firma. Y enviarla a sus
centros de trabajos]
La carta fue
enviada o publicada el 29 de noviembre del presente año [2023]