Esta
entrevista al doctor Roberto Castellanos Gutiérrez aparece publicada en un
sitio web de temas cubanos. En efecto en ella se asegura que este médico tuvo a
su cuidado a los dictadores Fidel Castro y Hugo Chávez. Recuerdo que en ocasión
de la enfermedad del dictador cubano, escribí un artículo titulado: ¿Qué
tiene Fidel? Una opinión sobre la situación actual de salud del dictador cubano;
que por cierto no me equivoqué. Días después, un periodista argentino se comunicó conmigo para preguntarme, quien era el médico personal de Fidel, el doctor Eugenio Selman-Housein, le contesté.
Cuando enfermó Hugo Chávez y ocurrir su muerte indagué sobre el equipo médico
que le atendió y fue entonces que apareció el nombre del doctor Castellanos Gutiérrez.
Un artículo sobre el equipo de atención del dictador venezolano apareció en la
red con el título: Todos
los médicos del Presidente, en el, además de analizar el equipo médico, me
aventuro en otros datos sobre la enfermedad del dictador. Este artículo que incluyo
a continuación aporta muchos datos.
El doctor Roberto Castellanos
Gutiérrez, quien fue médico personal de Fidel Castro y Hugo Chávez, reveló que
el dictador cubano ponía a prueba todos los días, "una o varias veces" al equipo que lo atendía, y era
mejor mostrarle inseguridad sobre algún conocimiento que "tratar de pasarle gato por liebre".
“Aprendí mucho, porque con el Jefe se aprendía, se aprende, de todo.
Todo lo preguntaba", dijo Castellanos en una larga entrevista con
el periódico oficialista Trabajadores. "Todos los días nos ponía a prueba, una o varias veces. Era mejor
decirle que uno no estaba seguro de algo y que debía revisar, que tratar de
pasarle gato por liebre".
Dr. Roberto Castellanos Gutiérrez.Condecorado por el dictador sustituto
"A ese grupo médico lo distinguió la fidelidad, la entrega; fueron
momentos muy difíciles, mucho más porque coincidieron las enfermedades de ambos
[Fidel y Chávez] y teníamos que interactuar y atender a los mayores líderes
mundiales de las últimas décadas. Fueron muchas cosas juntas, cosas que no se
enseñan en la carrera", relató Castellanos, condecorado
con el título de Héroe del Trabajo de la República de Cuba en 2017.Castellanos, de 51 años, es
actualmente director general del Centro de Investigaciones Médico Quirúrgicas
(CIMEQ), institución dedicada a la atención de altos dirigentes y figuras de la
élite gubernamental cubana. Asumió esa responsabilidad tras tener a su cargo la
atención médica del presidente venezolano Hugo Chávez, fallecido en 2013.
Con 36 años, Castellanos pasó a
formar parte del equipo médico que de manera directa atendía a Fidel Castro y
asumió la jefatura del grupo luego que su director, el doctor Eugenio
Selman-Housein fuera sustituido por supuestamente errar en el diagnóstico de la
enfermedad de su ilustre paciente en 2006.
También a partir de 2011 dirigió el
grupo médico que atendió a Chávez tras ser diagnosticado de cáncer en el CIMEQ.
A la muerte del gobernante venezolano, Nicolás Maduro condecoró con la Orden
Libertadores y Libertadoras de Venezuela a Castellanos junto a un grupo de
siete médicos por su labor en la Unidad Médica Presidencial.
Es la primera entrevista personal a
Castellanos en la prensa oficial cubana en relación con sus responsabilidades
de atención a Castro y Chávez, y como director del CIMEQ.
"En ese trabajo tiene que predominar la profesionalidad; tienes que ser
capaz de contener los afectos, abstraerte y cumplir con tu función profesional.
Pero somos humanos y no pocas veces las lágrimas te inundan, entonces tienes
que dejar el llanto y ser un profesional. Para eso estás ahí", sostuvo
Castellanos.
Respecto a Fidel Castro, el médico
dice que nadie estaba preparado para el deterioro físico y los quebrantos de
salud del dictador.
“Te puedo asegurar que ningún revolucionario estaba preparado para
asistir a la involución biológica, a las complicaciones o limitaciones físicas
de Fidel, aunque felizmente mantuvo en todo momento su capacidad mental, tanto
que él mismo fue preparando al pueblo e informó a todos de su enfermedad”,
confesó el médico militar.
Él mismo no puede sustraerse de la
nostalgia castrista: "El que no esté
el Jefe es muy duro, durísimo, pero extraño aquel trabajo de médico personal,
de asistencia".
Según él, Castro era "muy exigente, con los demás y con él
mismo".
"Exigía el dominio de las cosas. Estando enfermo trabajaba mucho, un
montón de horas cada día. Estuvimos muchos años juntos; y le aseguro que
llegamos a tener una gran comunicación”, agregó.
En su afán de control, Fidel Castro
no solo quería conocer sobre las decisiones de su salud, sino que se inmiscuyó
en el tratamiento médico de Chávez en Cuba. El propio mandatario venezolano lo
comentó en una de sus intervenciones públicas: "Fidel tomó el mando".
En realidad, desde mayo del 2003,
la salud de Chávez estuvo en manos de la llamada Misión Martí, una unidad
especial de médicos militares cubanos que fueron enviados directamente por
Fidel Castro con la tarea suprema de cuidar al presidente venezolano.
Como "médico superior"-según lo definió entonces Chávez-,
Castro estuvo a cargo de la supervisión del tratamiento médico y los cuidados
ofrecidos a Chávez en Cuba, y se involucró en los pormenores de la intervención
quirúrgica como si fuera una tarea de Estado.
Castellanos es especialista en
segundo grado en Medicina Intensiva. Antes de graduarse como médico pasó a las
filas de las Fuerzas Armadas y desde 1992 pertenece al Ministerio del Interior
(MININT). Ostenta grado militar de Teniente Coronel.
Su dedicación al CIMEQ parece ser
total, a juzgar por sus confesiones: “A
veces duermo aquí. De hecho, cuando me voy a la casa monto allá el Puesto de
Mando. Es que son muchas cosas, muchos criterios y decisiones. Pero no es
ningún mérito; es mi obligación".