¿Cómo pagan los profesionales de la salud sus carreras en Cuba?
En las desventajas de las modificaciones a la ley migratoria de Cuba,
quedaron lamentablemente sin beneficios, aquellas personas que en su inmensa
mayoría estudiaron por vocación y con un esfuerzo extraordinario personal y
familiar.
Muchos de nuestros colegas no compartimos la realidad que se nos
impone, que: un Estado se atribuya el derecho de quitarles los derechos a sus
ciudadanos profesionales con el pretexto de que recibimos una carrera gratis, o
que somos absolutamente capital humano formado por obra revolucionaria.
Carrera técnica de Enfermería.
Al abordar esta problemática lo haremos de forma general; desde
nuestra experiencia personal, y la de muchos de nuestros colegas.
En los centros hospitalarios y de estudios, los salarios devengados
por profesores empleados siguen siendo simbólicos: el equivalente entre 5, 10,
y 20 Dólar Estadounidenses o CUC cubanos mensuales
El estipendio de un estudiante de enfermería, era menos de un dólar
Estadounidense.
Los libros, el transporte, la alimentación, la ropa, el calzado y
artículos de aseo personal, fueron y son pagados por los padres de los
estudiantes.
El trabajo práctico y docente en el área asistencial se convertía en
fuerza laboral; tanto en actividades asistenciales, técnicas y administrativas.
Por citar algunos ejemplos: Hospital Calixto García. A este llegamos
junto a cientos de mujeres de todo el país, en el año 1974, estuve allí hasta
abril de 1983.
Las alumnas de enfermería debíamos trabajar cuatro horas diarias entre
semanas en los horarios de 7am a 12m, de 7pm a 11pm, y ocho horas en el horario
de 11pm a 7am.
Estos horarios eran rotativos una semana para cada horario, excluyendo
los fines de semana, donde todas debíamos cumplir con ocho horas de trabajo en
los tres turnos; estas ocho horas de trabajo de fin de semana se convertían en
muchas ocasiones en veinticuatro o setenta y dos horas, doblando los turnos por
las ausencias en los relevos.
La asignación de pacientes que debíamos atender en salas hospitalarias
llegaba hasta cuarenta y ocho, la sala completa; en ocasiones hasta con más de
diez enfermos graves; las alumnas debíamos además: bañar a los enfermos que no
tenían acompañantes y estaban incapacitados y darle los alimentos, no éramos
apoyo a la fuerza laboral, éramos fuerza laboral en todos los servicios de
salud del hospital, debíamos cumplir con la limpieza de dormitorios, baños,
comedor, trabajar en campañas de pesquisa y tratamiento de enfermedades de
transmisión hídrica, como fue la epidemia de fiebre tifoidea en el municipio de
Habana Vieja, laborando más de ocho horas diarias por varios meses; entre otras
actividades laborales que no eran docentes: trabajo en el campo cuarenta y cinco
días al año a tiempo completo; todo esto durante los tres años de la carrera de
Enfermería técnica, plan III años y con un salario devengado al mes de menos de
un dólar; total de salario recibido al año por una alumna, 180 pesos,
equivalente= 7,5 CUC.
En el plano emocional y espiritual nadie escapo de la oportunidad de
disfrutar de su juventud, de su vida personal; ni de días feriados; ni del
abrazo a sus familiares en los advenimientos de años nuevos, muchos días y
noches tristes donde solo podíamos abrazar a enfermos y familiares, como
consuelo para ellos y para nosotros.
Al graduarnos el precio fue más alto aun; años enteros sin dormir en
nuestros hogares y estar junto a nuestras familias y devengando un salario que
apenas alcanzaba para sobrevivir, ciento setenta y un pesos mensuales en Moneda
Nacional.
Carrera Licenciada en Enfermería
La carrera de Licenciatura en Enfermería comenzó en Cuba con personal
graduado de enfermería técnico, con un plan para trabajadores, y cuatro años de
duración, más los tres años anteriores hacen un sumatorio de siete años de
estudios; en el caso nuestro y en el de muchos de mis colegas, la estudiamos
siendo trabajadores y con la atenuante de que era por encuentros limitados a
una vez por semana; y el ultimo año a tiempo completo.
Estudiamos con características similares o peores a las que
atravesamos en la carrera de enfermería técnica, los tres primeros años
recibimos las mismas asignaturas básicas de la carrera de medicina y el último
año las especialidades de la Enfermería.
En nuestros centros de trabajo tuvimos que cumplir con todas las
normas y requisitos de igualdad en el cumplimiento de las tareas de salud
asignadas para la comunidad.
Salario recibido al graduarnos como licenciada, doscientos noventa y
un pesos cubanos a trescientos noventa, el equivalente a 20 dólares
Estadounidenses.
El trabajo en el Policlínico Lawton, pionero del Plan del Medico y la
Enfermera de familia en Cuba, fue un ejemplo de ello.
Comencé a laboral en este centro en abril de 1983 hasta marzo de 1998,
atendiendo a una población menor de 18 años en dos circunscripciones, con un
salario mensual de ciento noventa y uno pesos cubanos, más tarde participamos
junto a otros colegas en el montaje de los primeros cincuenta y tres consultorios
del médico de la familia en Cuba, trabajábamos hasta los domingos, catorce
horas diarias
Recibimos entrenamiento en los programas de salud para capacitar a los
médicos y enfermeras que trabajarían en ellos; después capacitamos al resto del
país en dicho policlínico.
Se nos asigno a cada médico y enfermera un consultorio con una
población de más de ciento veinte familias.
Durante muchos años impartimos educación continuada al personal de
enfermería, realizábamos guardias médicas y de enfermería los fines de semana
en cuerpo de guardia de dicho centro, todas las semanas nos enviaban a realizar
supervisiones cruzadas a otros centros de salud, y todo esto sin recibir ni un
centavo.
El trabajo de los consultorios del médico y la enfermera en Cuba se
convirtió en un programa que requería la permanencia de ambos: médicos y
enfermeras en el área de salud las veinticuatros horas del día, aquí se exigía
el cumplimiento estricto de los programas de salud, aun sin existir los
recursos: realizar consultas, actividades en terreno incluyendo visitas a
pacientes hospitalizados fuera del área, todo esto por nuestros propios medios,
el trabajo requería realizar guardias en horario de madrugada en los
consultorios de urgencia, y estar a disposición de los servicios a la población
las veinticuatro horas del día.
Está demostrado que los estudiantes de carreras profesionales de salud
en Cuba, pagaron sus carreras por haber sido empleados por el estado como
fuerza de trabajo no remunerada, al graduarse los salarios devengados son
paupérrimos; esta falta de incentivo, impuesta por el gobierno, es lo que anima
a muchos profesionales a trabajar en las llamadas misiones internacionalistas y
a emigrar a otros países.
Los beneficios de estudiar y trabajar en estos centros de salud en
Cuba no fueron materiales, sino de profunda satisfacción humana. Por haber
aprendido y laborado junto a eminentes profesores de la medicina y la
enfermería, y poder salvarles la vida a cientos de cubanos.
Esta Ley de Inmigración que prohíbe a los profesionales de la salud a
viajar libremente, es arbitraria y un aberrante tributo a la inhumanidad,
únicamente podrá ser justa, cuando se respete la dignidad humana.
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