Continuación de la discusión en relación a temas de Psiquiatría y Sociedad.
En nuestro documento anterior presentamos lo que fue parte de la discusión entre los participantes de la Conferencia Nacional de Instituciones Psiquiátricas (La habana 1963). El enfoques de la Psiquiatría manejada por la recién estrenada Revolución. En esta nueva entrega de parte de documento – articulo ya citado en estas página y que consideramos de muy útil al proporciona información esencial; el autor ahora trascribe la continuación de la discusión donde participan personalidades de la Psiquiatría cubana. Esta es la continuación al artículo anterior:
Dr. García Oliva.-Compañeros: Nosotros venimos en representación del Ministerio del Interior (...) Ustedes saben que el Ministerio del Interior es el organismo del Estado que tiene la responsabilidad administrativa y ejecutiva de la política interior del Gobierno Revolucionario. En este sentido, tenemos que lidiar con delincuentes de la sociedad anterior, los que delinquían desde el poder capitalista, los otros delincuentes de delitos llamados comunes, y tenemos que luchar también contra los delincuentes que se organizan contra el Poder Socialista, o sea, los contrarrevolucionarios. Entonces, tenemos instituciones, establecimientos, para alojar a todos esos delincuentes, a los delincuentes contrarrevolucionarios que les llamamos esbirros comúnmente, y también a las llamadas lacras sociales, aquellos que cometían delitos comunes y también los que hacían actividades antisociales: prostitutas, proxenetas, etc. (...) La labor que se ha hecho ha sido una labor que nosotros no hemos divulgado, porque consideramos que todavía está en una fase experimental, a pesar de que ya lleva más de un año y medio de desarrollo y funcionamiento, porque el criterio de la Dirección del Ministerio ha sido no divulgarlo hasta ahora (...) A pesar de que ha sido una política empírica, sin basamento científico, nosotros hemos atribuido el éxito a la calidad humana, a la gran calidad humana de los compañeros que laboran en el Ministerio, a veces con un nivel de escolaridad muy bajo pero con una conciencia revolucionaria extraordinaria (...) No nos oponemos a que los compañeros psicólogos y psiquiatras intervengan en estas labores de reeducación (...) no creemos que los métodos de reeducación que nosotros empleamos sean los adecuados para tratar a enfermos. Y pensamos --y esa es una cuestión de principios que nosotros planteamos aquí-- que en nuestros centros de reeducación no deben estar esos tipos de enfermos (...) Ahora, la experiencia nos ha demostrado que otros menores --inclusive esos que ustedes veían por L y 23, por aquí por esta zona de la Rampa--, con un índice de delincuencia elevado, o pre delictiva, se han transformado extraordinariamente en estos centros.
Julio Feijoo: -Yo no pensaba hablar hoy, pero cuando entré estaba hablando el compañero Oliva y esto me ha animado a hacer una cuantas preguntas y a orientarme (...) ¿Qué criterio médico-jurídico se sigue en estas cuestiones?, porque en estos momentos existe una falta total de coordinación en lo que se refiere al concepto de peligrosidad (...) existen dos criterios de peligrosidad. Uno, en el Código de Defensa Social, art. 48 inc., que define la peligrosidad como predisposición morbosa congénita o adquirida, que debilitando los frenos inhibitorios hace que el individuo tenga predisposición a delinquir. Este concepto fue ampliado en Doctrina de 22 o 23 de agosto y en septiembre de 1940/4 (...) y en esto se establece bien claro que tratándose de un problema morboso, que implica la enfermedad, necesariamente debe llevar el asesoramiento psiquiátrico para poder dictaminar el grado de peligrosidad del sujeto. Pero, el año pasado, dos meses después de nuestra Conferencia Psiquiátrica, salió un Decreto en la Gaceta Oficial, donde el Ministerio del Interior puede, per se, declarar el estado peligroso de un sujeto sin asesoramiento médico, y a ese efecto solamente requiere del asesoramiento de miembros de la CTC, de la FMC, de los Sindicatos y Comités de Defensa. La confusión (...) se me acaba de agudizar más, cuando el Dr. Oliva me habló de pre delincuencia, término que por primera vez oí en la tarde de hoy, y me ha intrigado mucho, porque puede ser que haya una figura que yo desconozco. Y yo quisiera me explicara, porque yo conocía la peligrosidad pre delictiva, pero como la pre delincuencia no la conozco, quién sabe si eso sea lo que está tratando el Ministerio del Interior (…). El habló del sujeto no enfermo, y ahora es donde me he confundido yo más, que es lo siguiente: de acuerdo con todas las doctrinas del delito, inclusive la que se ha mantenido en la Unión Soviética, el problema del delito se considera como una enfermedad. Y eso viene manteniéndose desde hace más de doscientos años, mucho antes de que Lombroso asomara la nariz en este globo. Pero ahora resulta que nosotros nos estamos encontrando con una cosa muy curiosa: los delincuentes normales y esto sí me ha preocupado (...)
Diana Rodríguez Fuentes: -. (...) La cuestión semántica que tanto me molesta es el nombrecito de "lacra social" (...) Porque si estamos ahora considerando problemas de dignidad humana, de evitar discriminación, ¿por qué hablar de rehabilitación de prostitutas y de proxenetas y de lumpen y de todas esas cosas? ¿Por qué categorizarlos, si los vamos a rehabilitar? ¿Por qué no llamarles simplemente rehabilitación de menores y de adultos? (...) Me parece que el nombrecito debe cambiar y lo propongo aquí como una sugerencia al compañero del Ministerio del Interior.
Sr. Presidente:-. Ya está cambiado, y se llama así como ella dice (APLAUSOS).
Dra. Diana Rodríguez Fuentes: -. Ah, magnífico.
Dr. García Oliva: -. Nosotros no le llamamos rehabilitación, sino reeducación.
Dra. María del Pilar Torres: Quisiera ver en qué momento se le da un poquito de impulso a la divulgación del conocimiento psiquiátrico a nivel de la población (...) El pueblo no sabe todavía qué cosa es una enfermedad mental; todavía hay prejuicios, factores culturales de gran atraso, por lo que muchos buscan ser tratados en centros espiritistas. O sea, el pueblo no tiene conocimientos a través de una divulgación organizada.
Dr. Armando de Córdova: Es de interés volcar la Escuela de Medicina dentro del pueblo, y tenemos pensado y ya programado una serie de ideas con respecto a la popularización de todos estos temas psiquiátricos por la televisión, periódicos, utilización de los organismos de masa, los cien mil Comités de Defensa que existen, en combinación con el Ministerio de Salud y el de Educación (...)
Fuente: Revista del Hospital Psiquiátrico de La Habana, vol. 4, no 3, 1963
Continuara…………….,
En nuestro documento anterior presentamos lo que fue parte de la discusión entre los participantes de la Conferencia Nacional de Instituciones Psiquiátricas (La habana 1963). El enfoques de la Psiquiatría manejada por la recién estrenada Revolución. En esta nueva entrega de parte de documento – articulo ya citado en estas página y que consideramos de muy útil al proporciona información esencial; el autor ahora trascribe la continuación de la discusión donde participan personalidades de la Psiquiatría cubana. Esta es la continuación al artículo anterior:
Dr. García Oliva.-Compañeros: Nosotros venimos en representación del Ministerio del Interior (...) Ustedes saben que el Ministerio del Interior es el organismo del Estado que tiene la responsabilidad administrativa y ejecutiva de la política interior del Gobierno Revolucionario. En este sentido, tenemos que lidiar con delincuentes de la sociedad anterior, los que delinquían desde el poder capitalista, los otros delincuentes de delitos llamados comunes, y tenemos que luchar también contra los delincuentes que se organizan contra el Poder Socialista, o sea, los contrarrevolucionarios. Entonces, tenemos instituciones, establecimientos, para alojar a todos esos delincuentes, a los delincuentes contrarrevolucionarios que les llamamos esbirros comúnmente, y también a las llamadas lacras sociales, aquellos que cometían delitos comunes y también los que hacían actividades antisociales: prostitutas, proxenetas, etc. (...) La labor que se ha hecho ha sido una labor que nosotros no hemos divulgado, porque consideramos que todavía está en una fase experimental, a pesar de que ya lleva más de un año y medio de desarrollo y funcionamiento, porque el criterio de la Dirección del Ministerio ha sido no divulgarlo hasta ahora (...) A pesar de que ha sido una política empírica, sin basamento científico, nosotros hemos atribuido el éxito a la calidad humana, a la gran calidad humana de los compañeros que laboran en el Ministerio, a veces con un nivel de escolaridad muy bajo pero con una conciencia revolucionaria extraordinaria (...) No nos oponemos a que los compañeros psicólogos y psiquiatras intervengan en estas labores de reeducación (...) no creemos que los métodos de reeducación que nosotros empleamos sean los adecuados para tratar a enfermos. Y pensamos --y esa es una cuestión de principios que nosotros planteamos aquí-- que en nuestros centros de reeducación no deben estar esos tipos de enfermos (...) Ahora, la experiencia nos ha demostrado que otros menores --inclusive esos que ustedes veían por L y 23, por aquí por esta zona de la Rampa--, con un índice de delincuencia elevado, o pre delictiva, se han transformado extraordinariamente en estos centros.
Julio Feijoo: -Yo no pensaba hablar hoy, pero cuando entré estaba hablando el compañero Oliva y esto me ha animado a hacer una cuantas preguntas y a orientarme (...) ¿Qué criterio médico-jurídico se sigue en estas cuestiones?, porque en estos momentos existe una falta total de coordinación en lo que se refiere al concepto de peligrosidad (...) existen dos criterios de peligrosidad. Uno, en el Código de Defensa Social, art. 48 inc., que define la peligrosidad como predisposición morbosa congénita o adquirida, que debilitando los frenos inhibitorios hace que el individuo tenga predisposición a delinquir. Este concepto fue ampliado en Doctrina de 22 o 23 de agosto y en septiembre de 1940/4 (...) y en esto se establece bien claro que tratándose de un problema morboso, que implica la enfermedad, necesariamente debe llevar el asesoramiento psiquiátrico para poder dictaminar el grado de peligrosidad del sujeto. Pero, el año pasado, dos meses después de nuestra Conferencia Psiquiátrica, salió un Decreto en la Gaceta Oficial, donde el Ministerio del Interior puede, per se, declarar el estado peligroso de un sujeto sin asesoramiento médico, y a ese efecto solamente requiere del asesoramiento de miembros de la CTC, de la FMC, de los Sindicatos y Comités de Defensa. La confusión (...) se me acaba de agudizar más, cuando el Dr. Oliva me habló de pre delincuencia, término que por primera vez oí en la tarde de hoy, y me ha intrigado mucho, porque puede ser que haya una figura que yo desconozco. Y yo quisiera me explicara, porque yo conocía la peligrosidad pre delictiva, pero como la pre delincuencia no la conozco, quién sabe si eso sea lo que está tratando el Ministerio del Interior (…). El habló del sujeto no enfermo, y ahora es donde me he confundido yo más, que es lo siguiente: de acuerdo con todas las doctrinas del delito, inclusive la que se ha mantenido en la Unión Soviética, el problema del delito se considera como una enfermedad. Y eso viene manteniéndose desde hace más de doscientos años, mucho antes de que Lombroso asomara la nariz en este globo. Pero ahora resulta que nosotros nos estamos encontrando con una cosa muy curiosa: los delincuentes normales y esto sí me ha preocupado (...)
Diana Rodríguez Fuentes: -. (...) La cuestión semántica que tanto me molesta es el nombrecito de "lacra social" (...) Porque si estamos ahora considerando problemas de dignidad humana, de evitar discriminación, ¿por qué hablar de rehabilitación de prostitutas y de proxenetas y de lumpen y de todas esas cosas? ¿Por qué categorizarlos, si los vamos a rehabilitar? ¿Por qué no llamarles simplemente rehabilitación de menores y de adultos? (...) Me parece que el nombrecito debe cambiar y lo propongo aquí como una sugerencia al compañero del Ministerio del Interior.
Sr. Presidente:-. Ya está cambiado, y se llama así como ella dice (APLAUSOS).
Dra. Diana Rodríguez Fuentes: -. Ah, magnífico.
Dr. García Oliva: -. Nosotros no le llamamos rehabilitación, sino reeducación.
Dra. María del Pilar Torres: Quisiera ver en qué momento se le da un poquito de impulso a la divulgación del conocimiento psiquiátrico a nivel de la población (...) El pueblo no sabe todavía qué cosa es una enfermedad mental; todavía hay prejuicios, factores culturales de gran atraso, por lo que muchos buscan ser tratados en centros espiritistas. O sea, el pueblo no tiene conocimientos a través de una divulgación organizada.
Dr. Armando de Córdova: Es de interés volcar la Escuela de Medicina dentro del pueblo, y tenemos pensado y ya programado una serie de ideas con respecto a la popularización de todos estos temas psiquiátricos por la televisión, periódicos, utilización de los organismos de masa, los cien mil Comités de Defensa que existen, en combinación con el Ministerio de Salud y el de Educación (...)
Fuente: Revista del Hospital Psiquiátrico de La Habana, vol. 4, no 3, 1963
Continuara…………….,