Estoy de acuerdo con las indicaciones, argumentos e informaciones del Dr. Cortés. Completa – casi- el manejo de toda la información que, sobre el niño Damir, se ha producido, incluyendo la polémica.
Sigo
considerando que, al margen de los argumentos científicos, debieron y deben ser
considerados: los derechos del niño hospitalizado, el sentido común de obrar
para atender el pedido de la madre al buscar una segunda opinión y los derechos
inalienables de toda persona a salir del su país …, acorde con la Declaración
de los DD. HH. entre otros temas. No es de obviar en ningún momento el
papel tenebroso de la Oficina del MININT-MINSAP en su sede, gestora de todo
asunto “ideológico” que concierne a la Salud en Cuba.
Además, se
trata de considerar los mecanismos de mala práctica y/o negligencia, y los
procesos aceptables de reporte-revelado de la información y la subsecuente
judicialización.
Debí de inferir para argumentar que la firma del artículo, muy completo, convincente y enjundioso del autor, supone que se trata del, Prof. Dr. Remigio R. Cortés Rodríguez. PhD - CEO – [FOTO]
Solo me queda
preguntar, ante los argumentos expuestos por el Dr. Cortés, lo siguiente:
¿El no
disponer de la tecnología apropiada para la Salud en un país, justifica la mala
práctica? Digo esto porque, ¿cuántos países cuentan en el mundo con una
completa tecnología apropiada para la Salud, que interese a toda su población?
Espero que se
me entiendan las preguntas, porque no resultan festinadas, sino que vienen de
una persona que ejerció por mucho tiempo la práctica de la Oncología en varios
niveles de atención y en tres países a saber.
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