domingo, febrero 10, 2013

Elogio del Cerebro Primitivo.

Rafael Muci-Mendoza
¿Comprenden pues la incapacidad para el sentir genuinamente humano?
El cerebro primitivo, llamado también paleocórtex o reptiliano, surgió en la bruma de tiempos inmemoriales del desarrollo del hombre. Alberga lo instintivo y animal del ser. Allí radican las emociones primarias: No aprende de errores, no tiene capacidad para sentir o pensar, puede ser manipulado y sin el filtro del intelecto se activa con violencia, pues toma el comando sobre los cerebros emocional (arquicórtex) y racional (neocórtex) impidiendo la adaptación y la evolución creadora.
Su signo es el frío, la rigidez, la agresividad, la esclavitud, el autoritarismo y el delirio persecutorio. Por ello, perversamente, las cúpulas de poder han diseñado y conducido diabólicamente la intención de vida de las masas. Su naturaleza reptiliana mantiene al ser humano apartado de la verdad, y sólo despertando el neocórtex o cerebro genuinamente humano, el hombre será capaz de defender su libertad y alcanzarla.
Lo que ha hecho el chavismo con sus seguidores, ha sido el mismo sistema de Fidel con los pobres cubanos, una estrategia macabra para con la pobrería, manteniéndola en la dependencia abyecta, verdadera exclusión, cerviz inclinada e ignorancia; han lanzado jaurías de criminales contra la población inerme con el abierto fin de dominarlas y mantenerlas en el coto de sus domicilios, todo fríamente calculado.
El neocórtex de la oposición está aterrado, desconectado, pasivo, incapaz del claro pensar; no acierta, no habla claro, no exige sus derechos, no activa el cerebro racional y se deja manipular, manteniéndose alejada de su verdad ¡Caramba!, somos la mitad de la población.      
El reptiliano cerebro ha tronado al negar al dolor de Ivanna Simonovis el calor de la cercanía de su padre enfermo; ¿comprenden pues la incapacidad para el sentir genuinamente humano?

2 comentarios:

cirugia estetica barcelona dijo...

Felicidades por tu blog Carlos

Unknown dijo...

es muy cierto que el cerebro primitivo lo debemos apreciar