LA HABANA, Cuba,
julio 10 ,2012 -Treinta y nueve productos básicos para el cuidado de la salud
han desaparecido de los policlínicos comunitarios del municipio Plaza. Según fuentes que pidieron el anonimato, en
el policlínico de 15 y 18, del Vedado, faltan productos sanitarios indispensables
como el algodón y el esparadrapo, e importantísimos fármacos antialérgicos,
antihipertensivos, antibióticos y otros.
Cuando los
empleados del policlínico manifiestan su preocupación por el desabastecimiento,
la gerencia señala al déficit de materias primas para su producción como la
causa fundamental del problema.
Algunas personas
dicen que esa es la misma explicación que reciben cuando acuden a las farmacias
de su municipio e indagan por medicamentos en falta. En la calle los hipertensos buscan a un buen
samaritano que les dé algunas pastillas de captropril, hacen gestiones a través
de la bolsa negra o piden a sus familiares de Miami que les envíen las
indispensables medicinas.
Rafael Martínez,
un chofer estatal de 52 años, cuenta que tuvo que comprar “por la izquierda” tres
cápsulas del antibiotico Azitromicina por el equivalente de 1 dólar, que es más
que lo gana la mayoría de los cubanos en un día de trabajo. “Se sabe, que la corrupción se alborota con
las escaseces”, dijo Martínez.
Sin embargo, un
cubano cooperante de la salud recién llegado de Caracas — quien se reservó su
nombre– comentó que la logística para su
trabajo en Venezuela está asegurada, que a ellos allá no les falta nada para
trabajar. “Todos los medicamentos que usamos, incluso el equipamiento médico, son
de producción cubana, llevados desde Cuba, y en las farmacias de la Operación
Barrio adentro no hay faltantes de ningún tipo”, dijo el cooperante. “Es lógico que el régimen cubano se esfuerce
por brindar buenos servicios a la Venezuela Bolivariana, aunque sea en
detrimento de la salud de los cubanos.
Chávez ha garantizado subsidios a La Habana durante 14 años”, añadió
el hombre.
La candidatura de
Chávez en las próximas elecciones, está respaldada por su programa populista de
clientelismo político, que otorga múltiples beneficios a las capas más humildes
de esa sociedad. Entre los favores se
destaca la atención médica gratuita y de calidad, algo que de seguro le
proporcionará a Chávez los votos de muchos favorecidos. Por supuesto que sobre el gobierno cubano y
sus cooperantes de salud recae la responsabilidad de que esos electores
humildes no se desengañen y voten por la oposición”.
Otras personas
con quien he hablado piensan que Evo Morales, en Bolivia, y Rafael Correa, en
Ecuador, también cuentan para sus propósitos de proselitismo político con que
los cooperantes cubanos en sus países brinden buenos servicios y que no les
falten los insumos; además de contar con que ayuden a adoctrinar a las
comunidades más pobres e ignorantes con charlas políticas y proyecciones de
vídeos.
Manuel Pérez, un
habanero jubilado de 69 años, quien padece una hernia discal pero que está
obligado a seguir trabajando porque no le alcanza el dinero, dice que a él le
importa un bledo que Chávez salga reelecto, o que Evo Morales y Rafael Correa
sean sacados a patadas de la silla presidencial por los indígenas o la policía. Él solo necesita
esparadrapo.
Manuel tuvo que
luchar muy duro para comprar un rollo de esparadrapo (en dólares), en una “farmacia shopping internacional”, las
únicas donde puede encontrarse. Su
madre, de 96 años, está postrada en una cama, llena de escaras, y debe ser
curada diariamente; para ella no hay programa Barrio Adentro.
“Los cubanos hace más de 50 años que perdimos el derecho
a votar en democracia y, al parecer, también hemos perdido hasta el derecho a
vivir”.
*Pablo Pascual Méndez Piña. La Habana, 14 de mayo de 1956. En el año 1976
se graduó de técnico medio en sistemas eléctricos industriales. Comenzó a
trabajar en el Ministerio de Minería, y matriculó en el Instituto Superior
Politécnico José Antonio Echeverría donde estudió un año. Fue llamado a filas
para cumplir con el Servicio Militar General, transferido de inmediato al
Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, donde trabajó como electricista. En 2005
comenzó a escribir y participó en un concurso de las bibliotecas
independientes, donde obtuvo una mención.
Fuente: Cubanet
No hay comentarios:
Publicar un comentario