Por Jaime Leygonier.*.
La Habana, 5 de julio del 2012.- En el periódico Granma del martes 3 de julio
el Estado reconoce -evasivamente- muertes por cólera y epidemia de enfermedades gastrointestinales
causadas por la contaminación de las aguas. Seis días después de que Hablemos
Press lo informara.
Es la primera vez que el Gobierno declara la presencia del cólera en Cuba
-enfermedad erradicada del País desde el comienzo del siglo XX.
La nota del Ministerio de Salud Publica no emplea el término epidemia,
enfatiza que "el brote/…/ está controlado", juega con la ignorancia
del público al mencionar al cólera únicamente en Latín y calla sobre las
epidemias en La Habana, donde hay dengue hemorrágico también.
Hablemos Press publicó el 28 de junio el trabajo del periodista
independiente Calixto R. Martínez sobre dos muertes por cólera en Manzanillo y
mi trabajo "Epidemias por contaminación de las aguas"; y en días
siguientes le reportaron a Martínez el aumento de las muertes a 4 y, finalmente, a 16.
La nota "informativa" del Gobierno silencia absolutamente el
curso de las epidemias en La Habana y sólo reconoce "brotes" en
"algunos territorios", empleando eufemismos y contradiciéndose sobre
si 3 pacientes fallecieron de cólera o de otras causas, como la vejez y
enfermedades crónicas.
Según la nota: "…/en las
últimas semanas se ha venido reportando, en algunos territorios, una tendencia
a brotes de enfermedades diarreicas agudas/…/la mayoría de los casos en
Manzanillo/…/Se han atendido aproximadamente 1000 pacientes/…/ (en quienes)
"han sido identificados diferentes gérmenes, precisándose el Vibrión
Cholerae en 53 pacientes, 3 de ellos fallecidos adultos mayores/…/con
antecedentes de enfermedades crónicas, a las que se adicionó la infección
intestinal/…/por lo que se continúan las investigaciones para determinar la
causa real de muerte de cada uno de ellos."
Sobre tema tan importante como epidemias, y muertes por cólera, no es
creíble que el Ministerio de Salud Publica tenga cifras "aproximadas"
del total de pacientes que "se han atendido", pues todas las
consultas e ingresos clínicos son
registrados.
La cifra se refiere sólo a Manzanillo excluyendo al resto del País que
tiene el mismo mal estado sanitario y donde hubo idénticas inundaciones con
contaminación de pozos y del abasto de agua.
Y si en los fallecidos encontraron bacterias del cólera ¿de qué
investigación "para determinar la causa real de muerte" habla el
Gobierno?
Personal médico declara frecuentemente a la prensa independiente sobre la
manipulación de cifras y el ocultamiento al público de epidemias -palabra
prohibida que oficialmente sustituyen siempre
por "brotes"-. Incluso reportan los doctores que les prohíben
diagnosticar algunas enfermedades de este tipo.
También, desde fines de la década de los 80 se rumora periódicamente entre
médicos sobre casos de cólera, a veces referidos a estudiantes extranjeros o
médicos cubanos que desde territorios con la epidemia ingresaron a Cuba sin
controles que les detectaran la infección.
Es regla que la información oficial sobre epidemias y problemas en los
hospitales sea tardía, únicamente cuando el rumor público impide ocultar los
hechos, y minimizando siempre lo ocurrido.
Cuando la primera epidemia de dengue hemorrágico, la prensa escrita y
televisiva convenció a la población de que era una enfermedad nada peligrosa,
comparable a un catarro y ocultó durante años la cifra de muertes.
Y en el 2010 cuando la muerte masiva por hambre de pacientes psiquiátricos
del hospital de Mazorra también la "información" minimizó la cifra y
resaltó -igual que ahora- que eran de edad avanzada y con padecimientos
crónicos.
El cólera y el dengue hemorrágicos eran endémicos en Cuba hasta el siglo
XIX por la falta de alcantarillado e higiene y potenciados por la trata de esclavos y las guerras de
independencia. Fueron erradicados desde
comienzos del siglo XX por el progreso de las condiciones sanitarias y los
controles en los puertos.
El dengue hemorrágico volvió en 1976, en relación con un inmenso tránsito
internacional con incumplimiento de las normas de cuarentena:
Ejércitos que iban y regresaban de África, y guerrilleros de países latinoamericanos donde el dengue es
endémico y para quienes Cuba se convirtió en retaguardia.
Fidel Castro acusó a los EE.UU de hacerle la guerra bacteriológica.
En años reciente el peligro externo viene del flujo de contingentes médicos
cubanos y de alumnos latinoamericanos y de otros continentes. Y el interno de
que colapsan los servicios de alcantarillado, agua corriente, vaciado de fosas
sépticas, recogida de basuras y atención médica.
Aunque hace semanas autoridades sanitarias de La Habana hicieron asambleas
con los vecinos del municipio Diez de Octubre para notificarles que hay
"brotes" de dengue hemorrágico, para nada lo publicó la prensa, cuya
nota de ahora carece de latines sobre el dengue y las epidemias de esta
capital.
*Periodista independiente cubano. Radica en Ciudad de la Habana y colabora
para la Agencia Hablemos Press.
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