El doctor Roberto Ortega Morales, fue un ex coronel de las FAR, que se desempeñó como jefe de los servicios médicos de esa institución represora entre 1984 y 1994.
Tras 28 años de servicio y entreguismo, Ortega fue separado de las Fuerzas
Armadas Revolucionarias [FAR] en 1994 por considerarse inapropiada su relación
de amistad con un médico estadounidense que visitó la Isla. Luego, pasó a
trabajar con la Dirección de Contrainteligencia del Ministerio del Interior
(MININT) hasta 1996, cuando recibió la baja del organismo.
Consiguió entonces un empleo en empresas de turismo y en 2003 viajó a
México, donde cruzó la frontera por Matamoros y pidió refugio en Estados
Unidos.
Ortega contó lo que otras personas ya habían adelantado sobre el
laboratorio soterrado de armas biológicas que el régimen cubano mantiene en una
zona próxima a San José de las Lajas. La instalación se construyó a comienzos
de los años 80 y es conocida como Labor
Uno.
El laboratorio fue edificado bajo tierra con medidas de máxima protección
(grado cuatro), debido a que se concibió para procesar gérmenes de enfermedades
altamente epidémicas y rápida propagación.
Los bacilos fueron traídos principalmente de África, donde las tropas
cubanas libraron las llamadas guerras internacionalistas hasta 1989. Ortega
participó en misiones en Etiopía y Angola, adonde viajó en 17 ocasiones desde
1976.
Son gérmenes de alta peligrosidad que pueden desencadenar epidemias de
consecuencias fatales, como la peste bubónica, el ántrax y la fiebre amarilla.
En particular, Angola se utilizó como una fuente de gérmenes.
Labor Uno fue un proyecto atendido directamente por la máxima jerarquía de
las FAR. Para dirigirlo, se designó al general Guillermo Rodríguez del Pozo, un
médico vinculado a la familia de Raúl Castro. Rodríguez del Pozo fue padre de
Luis Alberto Rodríguez López-Callejas, que fue yerno de Raúl Castro.
Labor Uno se construyó con fondos del presupuesto militar, aprovechando la
fachada de desarrollo biotecnológico para fines pacíficos que impulsó Cuba en
la década de los 80. Fueron los años en que se inauguraron instituciones
científicas como el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB), el
Centro de Inmunoensayo y el Instituto Finlay (para la fabricación de vacunas).
En 1981, el engendro maligno de Fidel Castro acusó a los Estados Unidos de
la epidemia de dengue hemorrágico que azotó a Cuba, pero quedó demostrado que
las razones fueron otras.
Fuente: 𝗖𝘂𝗯𝗮 𝗰𝗼𝗻 𝗛 𝗱𝗲 Ortografía @CubaOrtografia
Información relacionada: EX
CORONEL DE LAS FUERZAS ARMADAS CUBANAS DENUNCIA EXISTENCIA DE LABORATORIO DE
ARMAS BIOLÓGICAS EN LA ISLA
Nota del Editor: El doctor Roberto
Ortega Morales es médico especialista [¿Oncología?] y trabajó en el Hospital
Militar “Carlos J Finlay. Es este doctor el autonombrado “agente Idilio” de la Dirección
General de Inteligencia. Es este doctor el encargado, en su momento, de los “casos” de Eusebio Leal y el Cardenal
Ortega y Alamino. Ver video debajo.
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