Por:
Pedro Campos.*
Una ONG advierte a la relatora de la ONU de que no
visita "una sociedad abierta"
La relatora de la ONU sobre la trata de personas
visitará Cuba la próxima semana.
La trata de negros o mercado de esclavos traídos de
África desarrollado por los colonialistas europeos quedó establecido como un
claro crimen contra la humanidad ante todos los seres civilizados
contemporáneos sin la más mínima duda. Se trataba de "vender" a seres
humanos como mercancía para servir de meros instrumentos de producción,
especialmente en las plantaciones azucareras, cafetaleras y algodoneras del
Nuevo Mundo.
En los siglos XX y XXI la trata de personas adquirió
otras connotaciones que hicieron a la ONU abordar el tema como un crimen
internacional porque se ha seguido usando, aunque con formas distintas a
aquella esclavitud, pero esencialmente con la misma connotación de someter a
las personas a la explotación de la prostitución u otras formas de explotación
sexual, los trabajos forzados, la esclavitud o las prácticas análogas a la
esclavitud, la servidumbre o la extracción de órganos. Las víctimas han sido
fundamentalmente mujeres y niños.
El Gobierno cubano capta, transporta, traslada a
médicos y paramédicos cubanos recurriendo al abuso de poder que tiene sobre sus
ciudadanos y especialmente a la situación de vulnerabilidad económica de esos
trabajadores
Por estos días visita Cuba María Grazia Giammarinaro,
relatora especial de la ONU sobre la trata de personas. A fin de que la
distinguida visitante conozca un aspecto que debería investigar en Cuba,
expongo el caso de la "trata de batas blancas", que de una u otra
forma muchos venimos denunciando en Cuba hace años.
Al respecto, es preciso acudir a la definición de
trata de personas para la ONU.
El Protocolo de la ONU contra la trata de personas se
refiere a la misma como "la acción de captar, transportar, trasladar,
acoger o recibir personas, recurriendo a la amenaza o al uso de la fuerza u
otras formas de coacción, al rapto, al fraude, al engaño, al abuso de poder o
de una situación de vulnerabilidad o a la concesión o recepción de pagos o
beneficios para obtener el consentimiento de una persona que tenga autoridad
sobre otra, con fines de explotación".
Tras leer esta definición, ¿alguien tiene alguna duda
de que las operaciones del Gobierno cubano para enviar médicos y paramédicos
cubanos a distintos países del mundo a "cumplir misiones
internacionalistas" constituyen verdaderos tráficos de personas, con fines
de explotación?
El Gobierno cubano capta, transporta, traslada a
médicos y paramédicos cubanos recurriendo al abuso de poder que tiene sobre sus
ciudadanos y especialmente a la situación de vulnerabilidad económica de esos
trabajadores a los que se brindan determinados beneficios ínfimos, dado el bajo
nivel de los salarios establecidos por el propio Gobierno para sus asalariados,
por medio de los cuales obtiene el consentimiento de los mismos para ser
explotarlos, en tanto que se apropia entre el 70% y el 90% de los salarios que
pagan los gobiernos de otros países o las propias instituciones de salud de la
Organización Mundial de la Salud (OMS).
La medicina es una de las labores que el Estado
prohíbe para el ejercicio por cuenta propio, lo cual es otro factor de presión
para obligar a los profesionales a "aceptar" misiones
internacionalistas. Si el trabajo por cuenta propia les fuera permitido sus
ingresos aumentarían y no tendrían que verse obligados a "cumplir misión".
A esos profesionales se les impide viajar con sus
familias, para mantener a sus hijos y cónyuges en calidad de rehenes que los
obligue a regresar al país, por lo cual también son víctimas de coacción
extraeconómica
Además, a esos profesionales se les impide viajar con
sus familias, para mantener a sus hijos y cónyuges en calidad de rehenes que
los obligue a regresar al país, por lo cual también son víctimas de coacción
extraeconómica. El engaño también ha sido usado para lograr el reclutamiento de
galenos cubanos para estos fines, pues se les ha ofrecido prebendas que nunca
fueron satisfechas, como la venta de autos.
Para que se tenga una idea de la magnitud de este
programa del Gobierno cubano, de acuerdo con su Ministro de Salud Pública,
Roberto Morales, Cuba tendría unos 50.000 profesionales del ramo trabajando en
más de 66 países y, según el periódico oficial del Partido Comunista, Granma,
el Gobierno recibiría cerca de 8.000 millones de dólares por este trabajo
esclavo. Es la mayor entrada de divisas al país, solo comparable a las que
vienen vía remesas y gastos de cubanoamericanos en sus envíos de alimentos,
medicinas, ropas, electrodomésticos y viajes.
Estos elementos son suficientes para acusar al
Gobierno cubano de operar un enorme sistema internacional de trata de batas
blancas en varios continentes que incluyen violaciones flagrantes y masivas de
los derechos humanos de esos ciudadanos en tanto son forzados por la realidad
de la economía a servir de esclavos al Estado cubano, no recibir salarios
justos por su trabajo y ser sometidos a coacción por la situación de rehenes en
que quedan sus familiares.
La muestra más reciente de que se trata de un gran
negocio del Gobierno es su reciente decisión de impedir a los médicos salir del
país libremente como al resto de los ciudadanos
La muestra más reciente de que se trata de un gran
negocio del Gobierno es su reciente decisión de impedir a los médicos salir del
país libremente como al resto de los ciudadanos, salvo que lo hagan por medio
de esas "misiones internacionalistas"
Si la relatora desea tener una información completa
sobre este asunto, además de oír lo que tiene que decir el Gobierno cubano
sobre esto, debería reunirse con algunos de los cientos de médicos que han
decidido abandonar su misión y residen en EE UU u otros países.
Las organizaciones cubanas de derechos humanos, los
grupos opositores y disidentes seguramente estarán atentos a que este tema sea
debidamente investigado por la honorable relatora especial de la ONU para la
trata de personas, con motivo de su viaje a Cuba.
Fuente: 14yMedio
*Pedro Campos Santos. 1949. Holguín. Lic. en Historia.
Ex-Diplomático cubano y colaborador del sitio web Diario de Cuba defensor del
socialismo democrático en Cuba; con misiones en México y ante la CDH en
Ginebra. Analista de política internacional. Investigador Jefe de Proyecto en
el CESEU (Centro de Estudios sobre Estados Unidos) de la Universidad de La
Habana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario