Cuba
actualidad, Lawton, La Habana, (PD)
Recientemente hemos tenido noticia de los arrestos de un grupo de médicos por
practicar la medicina por cuenta propia.
Los
galenos cobraron y prestaron determinados servicios que se ofertan a
extranjeros por la libre y aunque pusieron la oferta más asequible –más
barata-, eso no les servirá de atenuante ante los severísimos fiscales y demás
asalariados del aparato judicial cubano que les juzgarán.
También,
otro grupo de médicos dio a conocer una carta abierta en que protestan por el
deplorable estado de las instalaciones de salud y la pésima calidad de los
servicios médicos en Cuba. Como corolario, exponen las penurias que atraviesan
con salarios que no alcanzan ni para comer decentemente.
En
Cuba, bajo el manto de lo que se da en llamar "Turismo de salud", se
realizan complejas operaciones que van desde trasplantes hasta liposucciones y
se cobra por ello a extranjeros que vienen a aprovecharse de estas gangas. Los
especialistas altamente calificados que las realizan, de repente decidieron
hacerlo por cuenta propia, a precios muy económicos en comparación con los
establecidos en los países de que proceden sus pacientes o de lo ofertado por
el gobierno cubano.
En
este contexto, el diario The Namibian publicó un reportaje titulado: "Los
médicos cubanos se vuelven costosos". Del citado reportaje se supo en Cuba
a través de los servicios informativos de Radio y Televisión Martí. El caso es
que existe una Empresa Comercializadora de Servicios Médicos Cubanos. Esta
empresa le cobrará a Namibia el próximo año 2013 $6,335 mensuales por un
especialista, $3,386 por un médico general, $3,104 por ingeniero en equipos
médicos, $2,850 por enfermeros y $2,590 por un técnico.
En
la actualidad, la empresa paga salarios ridículamente bajos al personal de
salud que explota. Es un típico caso de esclavitud laboral en que los
especialistas y técnicos cubanos son explotados sin misericordia por el estado
patrón que amamanta al gobierno militar empoderado en la Isla o por sus socios
comerciales extranjeros. Lo único que queda claro es que el cacareado
internacionalismo y el desinterés nada tienen que ver con la asistencia médica
prestada por el régimen militar al coro clientelar y antidemocrático de países
y estados fallidos del Tercer Mundo que se benefician con esta asistencia
arrancada al dolor, al sacrificio y a la insoportable miseria que sufre el
pueblo cubano.
Según
The Namibian, el personal médico cubano recibe anualmente del gobierno de
Namibia un alojamiento amueblado; $10,147 dólares para gastos de viajes
internacionales y $1,543 dólares para pagar el exceso de equipaje cuando viajan
a Cuba de vacaciones.
De
acuerdo con el convenio actual, que expira en abril del próximo año, el
gobierno militar cubano cobra $79, 247 dólares por cada uno de los 52 médicos
cubanos que trabajan en Namibia. No aclara The Namibian que el gobierno militar
paga menos de $200 mensuales a cada médico o que la aduana cierra el circuito
del robo con gabelas que todos en Cuba califican como onerosas y que se aplican
con rigor a cada médico y técnico de salud a su regreso a Cuba.
Entonces
es completamente lógico que los médicos en Cuba traten de mejorar su condición
de vida y se conviertan en cuentapropistas. Algunos irán a prisión o quizás no,
pero de todos modos, muchos se mostrarán contritos y arrepentidos de haber
pretendido tener una vida mejor ante sus jueces y alguno que otro afirmará su
propósito de continuar siendo "revolucionarios".
Los
autores de la carta de marras, suscrita por médicos del servicio de cirugía del
Hospital Calixto García, que no tienen un portavoz, no se han dado a conocer
como grupo, ni han presentado demanda reivindicativa alguna, han dejado ver que
son revolucionarios. Esperan que los dictadores del proletariado desde sus
humildes mansiones proletarias de Miramar, Atabey, Siboney, etc., abran la mano
y compartan la plusvalía.
Entre
costos y valores comienzan a delinearse verdades y se formulan preguntas. Las
dudas y lo que podría deducirse sobre la correspondencia exacta entre lo que
cuesta un médico o lo que vale un cubano se despejan. Pero todo al final se
diluye entre mea culpas lacrimosos, la vocación de fe revolucionaria y las
siempre contradictorias aseveraciones. Es entonces, que regresa como un eco lo
que dijo y dejó escrito mi colega y amigo Luis Cino: "...en esta sociedad,
los canallas son ya la norma y la mayoría".
*Periodista
independiente. Director de Primavera
Digital . Reside en Lawton, Ciudad de La Habana, Cuba. Edita el Blog Infierno de Palo
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