Por: Amarilis C. Rey*
Para entender un poco la realidad que viven día a día los cubanos en un sistema que los aplasta, y la manera en que subsisten, hay que vivir en Cuba; y aún así, en ocasiones cuesta dar crédito a ciertos hechos que suceden.Me costó trabajo creer el relato de un amigo que vio a varios perros comerse una pierna humana.
Fue en el mes de diciembre del pasado año, en los alrededores del salón de espera de uno de los quirófanos del Hospital Calixto García. La pierna le había sido amputada a un paciente, y fue capturada más tarde, debido a un descuido, por el mejor amigo del hombre.
Como dato adicional, agrega el amigo que varias personas que esperaban noticias de un familiar al que ese día le amputarían uno de sus miembros, al ver la escena de los perros disputándose el botín, creyeron que se trataba de la pierna del pariente, y cuenta mi amigo que se armó una gran algarabía que no sabe cómo terminó.
Sencillamente no creí la historia. Pero hace algunos días, en la sala de una funeraria, escuché la anécdota de un agente policial que conversaba con algunos conocidos.
Según el policía, en una visita que realizó al Hospital Miguel Enrique, antigua Benéfica, al transitar por una de sus áreas, sintió un olor muy desagradable, y notó que varios gatos y perros merodeaban cerca del sitio del que emanaba el hedor. Los animales comían lo que parecían vísceras humanas.
En la narración, el agente agregó que se dirigió a la Dirección del centro, y allí le explicaron que esos restos eran de autopsias practicadas que debían incinerarse una vez por semana (los jueves) pero que en ese caso no habían podido hacerlo por falta del combustible requerido.
La presencia de animales es un lugar común en hospitales, policlínicas e instalaciones de salud, que se ven afectadas también por insectos y roedores.
Frank Leal, enfermo de SIDA, cuenta que en el sanatorio de Menocal, en la provincia La Habana, donde está recluido, los enfermos conviven con gatos, perros, ganado mayor y una amplia gama de insectos. Algunos de estos animales entran libremente al comedor y pueden pasearse por otras instalaciones del centro hospitalario.
Sin embargo, la relación enfermo-hospital-animales no es nueva. En el año 1992, cuando ingresé a mi madre en el Hospital Julio Trigo de Ciudad de la Habana, recuerdo a los gatos comiéndose las sobras de comida que dejaban los enfermos en las bandejas, sin que nadie se molestara.
En ese mismo Hospital, hace unos días, Blanca Millares, de 70 años, agonizaba mientras su familia esperaba el desenlace fatal. Durante una mejoría repentina, una de sus hijas se acercó a la cama y buscó entre las sábanas un anillo de oro que faltaba en el dedo de su madre.
"No lo busquen más -balbuceo quizás por última vez la anciana-, la doctora me lo quitó". Lo que viene a demostrar que no sólo los animales son depredadores. También los humanos transitan por la misma vereda.
* Periodista independiente cubana. Cuba - Verdad
1 comentario:
Una Potencia del horror y del misterio.
Sin duda Cuba es una Potencia del horrror y el misterio, en el campo de la medicina y se continuaran escuchando y leyendo historias increibles.
Un feto producto de un Rivanol y abandonado para su posterior
incineracion en algun area del Hospital Hijas de Galicia, hace de esto aproximadamente 5 años, grito y chilló tanto que en algun momento se ganó la atencion del numeroso personal que supo de esto hasta que se decidio llevar a la niña a
prematuros y salvarle la vida. Por supuesto, la pueden buscar por el
nombre de Milagros. Y la referencia me viene de muy cerca pues a una cuadra vivia.
El Hospital Nacional,tambien
conocido como Sala 8 en relacion con la pelicula de igual nombre y por los horrores que en ambos ocurren, ha sido el sitio de numerosas anecdotas de esas que corren de boca en boca y de las cuales ninguna me constan de primera mano. El caso que se comentaba se referia a dos pacientes colocados en recuperacion posterior a sus respectivas operaciones uno de los cuales habia fallecido y el otro simplemente anestesiado y reportado el primero para autopsia se le aplico el
procedimiento al segundo con las fatales consecuencias que se desprenden.
No siempre los horrores estan relacionados con los hospitales, medicos,enfermeras y otro personal sino mas bien con el sistema degradante que se sufre en el pais.
Al morir mi abuela hace ya muchos años el medico encargado de la
autopsia se encargo personalmente de entregarme un pequeño anillo de oro 18K que la misma portaba. Por la forma expresa se quiso deslindar claramente de aquellos que ya en aquellos dias desaparecian y ultrajaban los cadaveres con
la desaparicion de sus pertenencias.
El esposo de una amiga fallecido en medio de la calle de un infarto fue
atendido en La Benefica y un policia se encargo de avisarle y devolverle
alguna de las pertenencias entre ellas un reloj. Cuando la señora se
presento a reclamar el cadaver directamente en el hospital, el resto de todo lo que el occiso portaba le fue entregado honradamente pues habia sido
correctamente custodiado por otros funcionarios tambien de los que aun
quedan que no son pocos aunque el regimen se esfuerce en degradarlos y
corromperlos.
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