París, 21 de enero de 2008.
Mi querida Ofelia,
"Manuel Guerra Hernández murió de SIDA, pueden ir a velarlo a la Funeraria Nacional de la calle Infanta", decía el telegrama que recibieron su esposa e hijas. Al llegar a la funeraria, el ataúd estaba herméticamente cerrado, no se podía ver quien estaba dentro pues.... "podrían contaminarse los que lo vieran", dijeron los cuatro de la P.N.R. (Policía Nacional Revolucionaria), a sus hijas.
Al amanecer del 14 de febrero lo enterraron en una tumba colectiva del habanero Cementerio de Colón. ¿ Era él el que estaba en ese ataúd? ¿Dónde están las pruebas?
A mi primo lo habían operado de los intestinos en el Hospital Hermanos Almejeira y, con una transfusión de sangre le inocularon el virus. Poco después, cuando le hicieron los análisis de sangre obligatorios, descubrieron que había sido contaminado. Como premio lo ingresaron en la Cárcel de Los Cocos. ¡Qué nombre tan tropical!, digno de un Hotel de Varadero.
Cuando mi padre logró visitarlo, él le dijo: "me han condenado a la cadena perpetua y no he cometido ningún delito". No lo dejaban llamar por teléfono ni escribir cartas.
En la última visita, le dijo a mi padre: "me siento muy débil, me están dando una nueva medicina que no sé como se llama, para ver si me curan". Pero esa " nueva medicina" fue en realidad la causante de su muerte. El no había desarrollado aún la enfermedad, era sólo 0+ .
Cuando lo encarcelaron en Los Cocos, denuncié aquí en Francia el caso en la prensa con el artículo que te envío a continuación.
¿Se sentirán los "doctores" de la "Primera Potencia Médica" orgullosos de sus experiencias, realizadas utilizando a seres humanos como conejillos de india?
Algún día se sabrá toda la verdad y los "doctores" quizás tratarán de justificar lo injustificable declarando: "obedecíamos órdenes superiores".
Recuerdo que Monsieur Jean-Marie Le Pen, presidente de Le Front Nationale, el partido de la extrema derecha francés, fue la única persona que en aquel momento justificó en un programa de televisión, las medidas del régimen de Castro. Declaró que en Francia habría que hacer lo mismo.
Un abrazo desde esta Vieja Europa
Félix José Hernandez.
Cuba : traitement contre le Sida.
Paris, le 25 novembre 1987.
L'action sanitaire à Cuba a toujours été l'un des « chevaux de bataille » de Fidel Castro. Pourtant plusieurs hauts fonctionnaires cubains réfugiés en Occident ces derniers mois ont récemment déclaré que le gouvernement cubain avait installé un hôpital-prison où se trouvent quelque trois cents malades du Sida dans la propriété « Los Cocos », près de la petite ville de Bejucal, à une trentaine de kilomètres au sud de La Havane. Ces personnes sont maintenues dans l' isolement total; elles n'ont pas le droit de recevoir des lettres ou d'en écrire; l'usage du téléphone et la possibilité de communiquer qvec l'exterieur leur sont également refusés.
D'autre part, des informations en provenance de La Havane indiquent qu'actuellement on a commencé à utiliser aux mêmes fins et de la même façon que les « Cocos » l'ancienne « Léproserie Nationale de San Lázaro », située dans le village de El Rincón, à 20 kilomètres de la capitale cubaine. On sait que la police oblige les malades à révéler les noms et les adresses de toutes les personnes avec lesquelles ils ont eu des relations intimes ces dernières années. Ces personnes subissent un contrôle médical immédiat et si elles sontséropositives, elles sont internées tandis que les autres restent soumises à une surveillance médico-policière.
Actuellement donc, les dissidents, les homosexuels et les Témoins de Jéhova ne sont pas les seuls à finir dans les prisons et dans les camps spéciaux de Castro; on y trouve aussi les victimes de la nouvelle et terrible maladie.
Félix José Hernández.
Fuente: Cubamatinal.
Foto: Sanatorio Los Cocos en Cuba.
Mi querida Ofelia,
"Manuel Guerra Hernández murió de SIDA, pueden ir a velarlo a la Funeraria Nacional de la calle Infanta", decía el telegrama que recibieron su esposa e hijas. Al llegar a la funeraria, el ataúd estaba herméticamente cerrado, no se podía ver quien estaba dentro pues.... "podrían contaminarse los que lo vieran", dijeron los cuatro de la P.N.R. (Policía Nacional Revolucionaria), a sus hijas.
Al amanecer del 14 de febrero lo enterraron en una tumba colectiva del habanero Cementerio de Colón. ¿ Era él el que estaba en ese ataúd? ¿Dónde están las pruebas?
A mi primo lo habían operado de los intestinos en el Hospital Hermanos Almejeira y, con una transfusión de sangre le inocularon el virus. Poco después, cuando le hicieron los análisis de sangre obligatorios, descubrieron que había sido contaminado. Como premio lo ingresaron en la Cárcel de Los Cocos. ¡Qué nombre tan tropical!, digno de un Hotel de Varadero.
Cuando mi padre logró visitarlo, él le dijo: "me han condenado a la cadena perpetua y no he cometido ningún delito". No lo dejaban llamar por teléfono ni escribir cartas.
En la última visita, le dijo a mi padre: "me siento muy débil, me están dando una nueva medicina que no sé como se llama, para ver si me curan". Pero esa " nueva medicina" fue en realidad la causante de su muerte. El no había desarrollado aún la enfermedad, era sólo 0+ .
Cuando lo encarcelaron en Los Cocos, denuncié aquí en Francia el caso en la prensa con el artículo que te envío a continuación.
¿Se sentirán los "doctores" de la "Primera Potencia Médica" orgullosos de sus experiencias, realizadas utilizando a seres humanos como conejillos de india?
Algún día se sabrá toda la verdad y los "doctores" quizás tratarán de justificar lo injustificable declarando: "obedecíamos órdenes superiores".
Recuerdo que Monsieur Jean-Marie Le Pen, presidente de Le Front Nationale, el partido de la extrema derecha francés, fue la única persona que en aquel momento justificó en un programa de televisión, las medidas del régimen de Castro. Declaró que en Francia habría que hacer lo mismo.
Un abrazo desde esta Vieja Europa
Félix José Hernandez.
Cuba : traitement contre le Sida.
Paris, le 25 novembre 1987.
L'action sanitaire à Cuba a toujours été l'un des « chevaux de bataille » de Fidel Castro. Pourtant plusieurs hauts fonctionnaires cubains réfugiés en Occident ces derniers mois ont récemment déclaré que le gouvernement cubain avait installé un hôpital-prison où se trouvent quelque trois cents malades du Sida dans la propriété « Los Cocos », près de la petite ville de Bejucal, à une trentaine de kilomètres au sud de La Havane. Ces personnes sont maintenues dans l' isolement total; elles n'ont pas le droit de recevoir des lettres ou d'en écrire; l'usage du téléphone et la possibilité de communiquer qvec l'exterieur leur sont également refusés.
D'autre part, des informations en provenance de La Havane indiquent qu'actuellement on a commencé à utiliser aux mêmes fins et de la même façon que les « Cocos » l'ancienne « Léproserie Nationale de San Lázaro », située dans le village de El Rincón, à 20 kilomètres de la capitale cubaine. On sait que la police oblige les malades à révéler les noms et les adresses de toutes les personnes avec lesquelles ils ont eu des relations intimes ces dernières années. Ces personnes subissent un contrôle médical immédiat et si elles sontséropositives, elles sont internées tandis que les autres restent soumises à une surveillance médico-policière.
Actuellement donc, les dissidents, les homosexuels et les Témoins de Jéhova ne sont pas les seuls à finir dans les prisons et dans les camps spéciaux de Castro; on y trouve aussi les victimes de la nouvelle et terrible maladie.
Félix José Hernández.
Fuente: Cubamatinal.
Foto: Sanatorio Los Cocos en Cuba.
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