miércoles, octubre 28, 2020

Elecciones en los EE. UU.. ¿Otra vez una sociedad en crispación?.

 

En el 2008, cinco días después de las elecciones presidenciales, escribí un articulo para un diario local con el título de “Sociedad en crispación”. Había ganado la elección el candidato demócrata Barack Hussein Obama. Había tensiones en la sociedad, y aunque no ocurrió nada significativo, si se consideraba que el entorno político no era el mejor. Se sucedieron muchos acontecimientos que predecían lo que venia  después; incluso lo que hoy vivimos.

No voy a hacer vaticinios, al menos del todo, sobre lo que vendrá cuando se produzca las elecciones el día 3 de noviembre próximo; solo estamos a 6 días. Pero no espero nada bueno. Mas que un estado de crispación colectiva hay un estado de perturbación colectiva, que puede pasar a mayores. Hace un mes opiné de manera nada festinada cuando dije que, puede producirse una “guerra civil de baja intensidad’, opiniones más recientes, que he encontrado en la prensa, así lo consideran. Ya veremos.

Esto que comparto lo escribí cinco días después de las elecciones del 2008; nunca apareció en internet. De esta forma quedo en deuda con todos mis habituales lectores, porque el día 9 de noviembre próximo estaré escribiendo sobre lo que paso o lo que pueda estar pasando. No quiero ser profeta de malos augurios, pero la cosa la veo negra con pespuntes grises.

Sociedad en crispación.

Por: Eloy A González. *

Terminaron las elecciones  en los Estados Unidos, ahora cada uno cuenta de la feria según le va en ella, pero como la feria no ha progresado, le falta tiempo; pues mejor es esperar..., y claro observar de forma cuidadosa todo lo que acontece.

Hay en la actualidad una tendencia a la crispación que no podemos atribuirla a la exacerbación colectiva y al discurso político de estos  últimos días. Podemos atribuir esta crispación a la situación económica que es, -sino sobredimensionada-, al menos cumple el requisito de ser reiterativa  por parte de los medios; llegando a alcanzar la categoría de petulancia informativa.

Pero de que hay crispación en la sociedad, si la hay. La crispación es sinónimo de irritación y exasperación. Es decir que la sociedad muestras signos de furia, arrebato y violencia; si seguimos la cadena de sinónimos, que para eso escribimos. No podemos, - ya lo dije-, culpar a las recientes elecciones y sus resultados, a fin de cuentas, para muchos el resultado trajo no pocas alegrías y esperanzas. El asunto puede ser más complicado, pero no quiero introducirme en enredados análisis; solo cuento lo que veo y me apego a la realidad.

Un día después de las elecciones un grupo de ciudadanos afroamericanos, la mayoría señoras de cierta edad, dan una tangana que aquí le llaman manifestación delante del periódico local de un Condado del Norte de Texas. Las damas estaban muy molestas con el periódico porque según ellas este no dio la información de la elección de su candidato preferido, Barack Obama, con el suficiente espacio en la página principal. En realidad, la noticia apareció en la página principal, pero no con las suficientes columnas, pues los editores dieron prioridad a la noticia de los resultados de las elecciones locales. El director estaba visiblemente afectado por el acto de repudio de que era objeto por las damas obamistas.

Me recordó los actos de repudio de los seguidores y agentes de la dictadura castro comunista en Cuba, salvando las distancias claro está. Pero aquí es el producto inmediato de un discurso político exaltado, casi profético, sazonado con el cadencioso: “si se puede”; que inclina a la sociedad a un escenario polarizado, lo que en esta sociedad resulta caricaturesco. No se hace política, sino que se ensayan enojos.

Como abundas las soflamas, siguen los encontronazos de una sociedad que se niega a ser manipulada. ¡Porque de que hay manipulación, la hay! Toca su turno a un Pastor, que en la programación de su Iglesia desarrolla una serie de temas con el título de: “Políticamente incorrecto”. Todo parece indicar que el programa se desarrollaba sin dificultad acorde con las enseñanzas de las sagradas escrituras que es lo que ocupa, -como es lógico-, a la Primera Iglesia Bautista de Dallas. Hasta que llegaron al tema de la homosexualidad. ¡Se formó la de San Quintín! Porque parece que a la Iglesia no le asiste derecho alguno para hablar de este tema, en su espacio y mediante un sermón, estudio bíblico o lo que sea. La pregunta formulada: ¿Por qué ser gay no está bien?, produjo tal crispación en la sociedad local que llevó a los manifestantes a pronunciase en contra de la Iglesia y el Pastor.

Los manifestantes, -homosexuales y lesbianas en número significativo-,  armaron un petate delante de la Iglesia muy al estilo de los piqueteros, mientras gritaban y cantaban: “Jesús me ama”.

La Iglesia puede hablar de los mandamientos y abordar cualquier tema relacionado con el buen desempeño de la vida cristiana. Pero parece que el plan de salvación no aplica para algunos que consideran que debe existir un nuevo ordenamiento de género. Hay tal crispación con este tema, que hasta los siervos de Dios tendrán que abolir o reescribir algunos de sus sermones, so pena de que le armen un berrinche en cualquier momento.

La política de trinchera, la economía errática, un debate público de amanerados y la turbulencia de una elección reciente; promueven cualquier actitud, menos el espíritu ecuánime y la tolerancia. En este raro escenario de trapacería hay una invitación al enojo; para esto no estamos preparados y si lo estamos una buena dosis de cinismo nos será muy necesaria

En medio de esto, cada loco anda con su tema. Otro ejemplo de que la crispación es como contagiosa nos las da el hecho de que un ciudadano del Metroplex, alzó  delante de su casa la bandera de las barras y las estrellas, pero de forma invertida. Interesante, en la historia de Cuba esto se ha dado en dos ocasiones, la última le costó a un opositor tres años de cárcel. No sé si el código penal de este país (EE. UU.) considera o tipifica este delito.

Pues bien, el sujeto de marras, delante de su casa izó la bandera de las barras y las estrellas de forma invertida. Para completar el gesto, - si es que podemos llamarle de alguna forma-, puso encima de ésta otra bandera, ésta era negra. Bandera negra sobre la bandera de las barras y las estrellas, en el mismo mástil. ¿Que argumentó, el energúmeno? Pues que lo hacía, no en respuesta a las recientes elecciones, sino porque consideraba que América estaba muriendo.

Estamos aún a tiempo en este país de acogida, para superar el dramatismo que nos ha impuesto los discursos férvidos que nos quieren vender alocadas diferencias sociales y sobrecogedoras ruinas económicas; a mal tiempo buena cara…, diría yo. Por lo pronto como decimos los cubanos: la noche esta oscura y huele a queso.

©2008

*Columnista. Panorama de Nuevos Horizontes. Hispanic Newspaper. Fort Worth, TX. 9 de noviembre de 2008. E-mail: eloy_gnzlz@yahoo.com

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