Los recién nacido con sus madres acompañantes deben de permanecer en
la institución hospitalaria hasta que gane , al menos, una libra de peso, esto es lo que ocurre
cuando la madre se desespera….,
Sin embargo, de todas las formas rebuscadas y astutas de “luchar”, que
he conocido, hay una que destaca por sorprendente. La supe por una amiga que
dio a luz un bebé bajo de peso en hospital de maternidad en La Habana. Tanto el
niño como la madre debían quedarse en la institución médica hasta tanto éste
aumentara al menos una libra. El proceso era lento y la recién parida estaba
desesperada por volver a casa. El baño no tenía agua, la comida era pésima y
cada día su familia debía hacer un gran sacrificio por llevarle alimentos y
ropa limpia. Para colmo, mi amiga veía como a otros bebés con poco peso les
daban de alta rápidamente. Le comentó su desesperación a otra paciente y esta
le respondió riendo: “¡Pero tú eres boba!
¡Tú no sabes que la enfermera vende las onzas!”. Aquella señora de bata
blanca que recorría las salas cada mañana cobraba por escribir un peso mayor en
la historia clínica. Vendía onzas inexistentes de bebé. ¡Vaya negocio!
Después de conocer esa historia ya nada me extraña, ni nada me sorprende,
sobre las múltiples formas en que los cubanos “luchan” por sobrevivir.
Yoani Sánchez
Del artículo: Onzas de Bebe de Yoani Sánchez. Para leer todo el artículo hacer CLIC AQUÍ
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