Un grupo de médicos y técnicos cubanos que se hacen llamar en la redes
NO somos desertores/ somos cubanos libres, constituido por profesionales y técnicos cubanos que
decidieron abandonar los convenios
laborales en el exterior, conocidos como “misiones internacionalistas” bajo el
control del gobierno cubano, y radicarse en el exterior. Ellos y sus familiares
han sido objeto de prácticas abusivas y violaciones a sus derechos por parte
del régimen. Esta declaración aparece en
la página web y la incluimos a continuación:
Hoy, 14 de noviembre de 2018, el Ministerio de Salud
Pública de Cuba (MINSAP) anunció por decisión del gobierno de la isla la
retirada de sus médicos del programa Mais Médicos de Brasil. Jair Bolsonaro,
presidente electo de Brasil, en declaraciones recientes había manifestado su
interés en cambiar las condiciones de la prestación de servicios médicos
cubanos a ese país sudamericano. Las expectativas de Bolsonaro buscan
incrementar el salario de los galenos de 25% que reciben actualmente a 100% y
que La Habana respete el derecho de estos profesionales a tener a su familia a
su lado; todo, siempre y cuando se presenten a un examen de reválida.
Bolsonaro, al igual que varios juristas brasileños, alega que su interés es
poner fin a relaciones de esclavitud impuestas por el gobierno cubano a su
clase trabajadora.
El salario:
las condiciones en el contrato original entre Cuba y la OPAS (Organización
Panamericana de Salud) establecen un 25% del salario para los médicos en esta
colaboración, 70% para el estado cubano, y 5% para la OPAS.
El gobierno cubano justifica su rimbombante tajada con
la necesidad de solventar la salud gratuita que brinda al pueblo de Cuba. Sin
embargo, de los 12 billones que ha recaudado recientemente gracias a los
servicios de galenos como éstos en el extranjero solo 400 millones se han
destinado para el sistema de salud en la isla, de los cuales el discurso
oficial no precisa si se trata de inversiones en la salud pública o en el
sector privado de salud vinculado al turismo extranjero que tanto se ha
incrementado en las últimas dos décadas. Por otro lado, la depauperación de
instalaciones clínicas y hospitalarias no otorga credibilidad a ese abusivo
impuesto del 70% que el estado se adjudica a costa del sacrificio de su fuerza
laboral de ultramar. Otro aspecto a tener en cuenta es que el resto de los
doctores que participan en Mais Médicos, provenientes de diferentes países de
la región devengan su sueldo íntegro y Bolsonaro, según declaró, pretende poner
a los cubanos en igualdad de derechos y condiciones que sus pares
latinoamericanos.
Familia: solo en contadas
excepciones Cuba cumple con la parte del convenio laboral impulsado
originalmente por Dilma Rousseff en 2013 cuando ostentaba la presidencia de
Brasil. Y es que la separación familiar es la mejor moneda de cambio con la que
las autoridades cubanas pretenden garantizar el regreso a la patria de sus
trabajadores.
Reválida: solo acotar un dato
muy ilustrativo. Los médicos brasileños que cursan sus estudios de medicina en
otras naciones están obligados a revalidar sus títulos en Brasil si desean
trabajar en su propio país.
La abrupta decisión del gobierno cubano no tiene en
cuenta la opinión de sus profesionales que, junto al pueblo brasileño son los
más perjudicados en esta historia. Lo menos que pudo haber hecho Cuba hubiera
sido entablar un diálogo con los galenos y renegociar con ellos y con el
presidente de Brasil, una vez que éste tomara posesión de su cargo el venidero
año, los términos de un contrato del que dependen la atención de salud primaria
de cientos de miles de brasileños de bajos recursos y más de 11 mil médicos
cubanos (que representan la quinta parte del total de la colaboración cubana en
el exterior) y sus familiares en Cuba.
No es secreto para nadie la situación económica del
trabajador cubano mejora significativamente en este tipo de convenios donde
ganan tres o cuatro veces más de lo que ganan en Cuba. Pero el diálogo no es
algo con lo que el gobierno cubano esté familiarizado, especialmente el diálogo
con su pueblo pues su actitud es prepotente, autoritaria e irracional. En su
lugar, orientan a los médicos la recogida de sus pertenencias con vistas a si
salida inmediata, les bombardean con propaganda, redoblan la vigilancia sobre
ellos y les advierten que ya han visitado a sus familiares en Cuba para
informarles que regresarían "con la
satisfacción del deber cumplido"; visita que cualquier cubano
entendería como una amenaza. Es curioso: si un colaborador cubano decide
retornar antes del tiempo establecido es expulsado deshonrosamente de su trabajo
pero si la decisión viene de arriba está bien. Resulta ilustrativa la
falta de responsabilidad de un gobierno
que toma decisiones que afectan seriamente a millones de personas nacionales y
extranjeros basado en declaraciones que benefician a su fuerza laboral por un
presidente que aún no comienza su mandato y que no tiene todo el poder pues
depende del consenso de órganos e instituciones con autoridad política y
jurídica en un sistema democrático. De esto tampoco entiende el gobierno
cubano, acostumbrado a decisiones unilaterales en un sistema totalitario.
El gobierno cubano, aunque intente re direccionar la
culpa al presidente del Brasil, es el único responsable del fin de la
colaboración cubana en Brasil en el programa Mais Médicos. Ha renunciado a la
solidaridad desinteresada para defender el valor del capital. Ese gobierno, que
ha enviado a sus profesionales a zonas de desastre y de guerra extremadamente
peligrosas y nunca se molestó en evacuarlos aun cuando sus vidas corrían
peligro, ha sido incapaz de garantizar condiciones y salarios dignos para sus
profesionales y se da el lujo de desaprovechar y alarmarse incluso ante la
oportunidad, a iniciativa de un gobierno extranjero, de redimir y beneficiar a
sus trabajadores. Le ha dado la espalda no solo al pueblo brasileño sino a los
principios altruistas y humanistas que tanto dice defender.
Nosomosdesertores
se solidariza con el pueblo de Brasil y con los galenos cubanos en esta hora
difícil y de incertidumbre, esperando que cada parte encuentre la mejor
solución en dependencia de sus respectivos intereses, sin intervenciones, ni
manipulaciones de ninguna índole. En el caso específico de nuestros
colegas cubanos en Brasil, cualquier
decisión que emane de la voluntad, en el ejercicio de sus libertades y
derechos, siempre tendrá nuestro apoyo.
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