La situación sanitaria en Cuba enfrenta una realidad
apabullante. La circulación simultánea de múltiples arbovirus —incluyendo
Dengue, Oropouche, Chikungunya y la posible amenaza de Zika— ha generado un
escenario epidemiológico altamente complejo.
La coinfección,
donde un paciente padece más de un virus a la vez, ya es una posibilidad
clínica y epidemiológica real, especialmente en provincias occidentales como
Matanzas, Camagüey y Villa Clara. La Organización Panamericana de la Salud
(OPS) advierte que la circulación simultánea de estos patógenos incrementa
significativamente el riesgo de complicaciones, hospitalizaciones y mortalidad
en poblaciones vulnerables.
El deterioro estructural del país es el principal aliado
de la epidemia. La combinación de lluvias, calor, acumulación de basura y una
deficiente fumigación ha provocado la proliferación descontrolada de vectores
como el Aedes aegypti (Dengue/Zika/Chikungunya), Culex quinquefasciatus y
Culicoides paraensis (Oropouche).
El problema va más allá de un brote cíclico. La crisis
exige una mirada ética y sensible que entienda la coinfección no como un hecho
aislado, sino como una emergencia epidemiológica que evidencia la incapacidad
del sistema de salud y las autoridades locales para garantizar condiciones
sanitarias mínimas.
La Cruda Realidad en Caibarién: Un Testimonio Anónimo y
Urgente
El rostro de esta crisis se refleja con dramática
claridad en la ciudad costera de Caibarién, provincia de Villa Clara, una de
las zonas con mayor focalidad de arbovirus. Para evitar represalias del
régimen, un ciudadano ha hecho llegar un testimonio anónimo que revela la
gravedad del problema:
"¡Urgente,
Caibarién muere, denuncia y comparte!
![]() |
| Hospital General Docente ‘María del Carmen Zozaya’ en Caibarién |
El
Hospital General Docente ‘María del Carmen Zozaya’ en Caibarién está colapsado
y las salas llenas de casos. No hay dónde ingresar a las personas.”
El
testigo describe un pueblo sumido en el caos:
Negocios cerrados porque los trabajadores están enfermos
e imposibilitados de levantarse.
Casos de personas que han muerto solas en sus viviendas,
requiriendo la asistencia del Cuerpo de Bomberos para acceder y retirar los
cadáveres.
Barrios enteros, como el reparto Van Troi, donde todos
los vecinos están enfermos.
Un abandono total de las autoridades: "lomas de
basuras que ocupan toda la calle y las fosas invaden las calles y
portales."
La verdad científica obliga a las autoridades a asumir
esta emergencia. Documentar, investigar y divulgar estos casos es crucial para
proteger la salud de una población que ya es víctima de un régimen cuya gestión
ha provocado una situación de calamidad pública.
Rogamos enfáticamente mantener un discurso profesional,
centrado en el análisis de datos y la evidencia clínica, pero sin faltar a la
verdad. La vida de los cubanos en Caibarién y el resto del país depende de que
la realidad de esta coinfección y el colapso sanitario sea expuesta y
enfrentada con urgencia.
Recopilación y texto: Dr. Eloy A Gonzalez [8 de noviembre de 2025]

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