¡Magnífico!
Lo único que le faltaba a esta gloriosa Robo-ilusión (un nombre que ya lleva la
mitad del trabajo humorístico hecho) es que nuestros aguerridos y
racionalísimos comunistas, esos heraldos del ateísmo científico, se lanzaran a
un delirio místico colectivo. ¡Qué giro dramático!
La culpa,
por supuesto, debe ser del "picadillo extendido" (probablemente
extendido con aire, aserrín o fe), el hambre, o quizás una sobredosis de
"el kimiko". ¡Qué gran avance de la ciencia revolucionaria!
Ahora, la joya de la corona:
“Dentro del policlínico, algunos aseguraban sentir el perfume que él solía llevar. Una enfermera juraba haber visto su sombra pasando por la sala de urgencias, y un niño en consulta insistía en que 'el doctor invisible' le había curado el susto.”
¡Pero qué
despliegue de eficiencia espectral! No solo tenemos un fantasma, sino un
fantasma con fragancia. Olvídense de las medicinas, la nueva cura es el Eau de
Dr. Invisible. Una sombra que pasa por Urgencias, presumiblemente para
confirmar que sigue sin haber insumos, y un niño curado del susto... ¡Por un
fantasma!
Y claro,
los que así se expresan, nos vienen con el gran titular: "La última misión
del Dr. Invisible: diálogo y epílogo desde la eternidad".
¡Paren
las rotativas! Esto es una genialidad. Los mismos que durante décadas nos
taladraron el cerebro con el ateísmo científico a golpe y porrazo (con énfasis
en el "porrazo"), ahora nos traen un diálogo desde la eternidad con
un espectro perfumado. Es la reencarnación del materialismo dialéctico... en
una sombra con Chanel N.º 5.
Pero el
clímax es la cura del niño. Resulta que el doctor invisible les ha quitado el
susto. Y aquí es donde aplaudimos de pie a la metáfora, pues: asustados están
todos los cubanos. Asustados por las epidemias, los apagones (cortes de luz
cortesía del fantasma, quizás), las escaseces y la represión. Tienen tanto
susto que están viendo fantasmas perfumados.
¡El
comunismo ha colapsado tan espectacularmente que ahora su ideología de Estado
es el Culto al Fantasma Aromático! Un merecido epílogo.
Fuente de la Información:
Ministerio
de Salud Pública de Cuba.

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