Un Blog editado por el periodista Oscar Suarez, ha dado a conocer los pormenores de la dieta que se le sirve al dictador cubano , una dieta macrobiótica que para su elaboración hacen traer alimentos que el pueblo de Cuba no ve ni verá en mucho tiempo. Aun así el Sátrapa se deteriora. Cuando se dio a conocer estas información procedente de algún “trompeta” o chismoso(a) del Instituto Finlay de La Habana, sucedió lo que era de esperar, la contrainteligencia militar del régimen se dejó caer por allá. Atendiendo al interés científico del asunto ponemos aquí ambas informaciones que aparecieron en el Blog Universo increíble.
Fidel Castro consume un alto nivel de alimentos macrobióticos enviados en contenedores desde Italia, con el objetivo de apoyar su recuperación y mejorar su estado físico, aseguró a Universo Increíble una fuente bien informada.
Desde mediados del 2008 a Castro se le aplica una dieta diseñada en el Instituto Finlay, de La Habana, con el objetivo de corregir los desequilibrios ocasionados por el tratamiento del cáncer.
Aunque la fuente no asegura la posibilidad de que Castro padezca de cáncer, en los últimos años la dieta macrobiótica se ha dirigido a acompañar al tratamiento de esa mortal enfermedad.
También ayuda a combatir la ateroesclerosis y contribuye con eficacia para aumentar la longevidad. Según los expertos, la dieta macrobiótica específica para el cáncer, plantea un posible riesgo de desnutrición proteica y pérdida de peso, además de un riesgo de deficiencias de vitaminas y minerales debido a sus propias restricciones dietéticas.
En su aparición en la clausura del Sexto Congreso del Partido fue evidente el débil estado de Fidel quien se sostenía a duras penas de uno de sus ayudantes. Según nuestra fuente, en estos momentos Castro no está consumiendo productos de origen animal, con excepción de una pequeña cantidad de pescado blanco.
El diseño de la dieta macrobiótica es preparado por un equipo de especialistas en nutrición del Instituto Finlay de La Habana, encabezado por la Dra. Carmen Porrata, quien sigue atentamente la alimentación de Fidel. Sus recomendaciones son, entre otras, una dieta diaria que incluye sopa de vegetales, arroz integral, miso, rábanos, cebollino, verduras al vapor y té Bancha, una variedad del té verde japonés.
En esta interminable y variada lista de menús, que Universo Increíble recibió de otra fuente, se incluyen sushi de arroz integral con vegetales, e infusiones de achicoria y arroz con gomasio o sal de sésamo, que aporta lecitina, minerales, vitaminas y proteínas. Su consumo estimula la digestión, aumenta la inmunidad natural y es un estupendo reconstituyente.
Sin embargo, la fuente europea asegura que esta dieta está debidamente suplementada con los alimentos macrobióticos que la familia Castro importa desde Italia en contenedores que arriban a la Habana con una alta periodicidad. Entre ellos figuran Riso Integrale (arroz integral), Grano Saraceno, Cous Cous, Orzo Mondo (cebada integral), Pastas de Arroz Integral, Lenticchie Rosse Decorticata (especie de lentejas rojas) Semillas de Girasol Italiano, Aceite de Oliva Extra Virgen Primera Prensada y Algas de origen japonés Wakane, Kombu, y Kanten, entre otros productos que no han sido cultivados con el uso de fertilizantes, ni han recibido pesticidas.
En otro informe recibido en la redacción de UI, la fuente habanera conoció que es el propio Fidel Castro quien escribe las reflexiones a mano. Castro se toma largo tiempo en redactar sus textos para después entregárselos a su esposa Dalia Soto del Valle para que se los transcriba en Word en una computadora. Después se la lee a Castro quien da su aprobación final.
Para una de las fuentes, la salud de Castro está en un estado de alta variabilidad. Algunos días muestra una excelente recuperación, sin embargo, en otros momentos parece que va a derrumbarse totalmente.
Estas dietas son preparadas a partir de alimentos macrobióticos, importados en aparente gran escala desde Italia, según reportó una fuente en la capital cubana, con el objetivo de enriquecer la deteriorada salud de Castro, quien intenta recuperar su salud.
La publicación de este informe con detalles sobre el tipo de alimentos, procedencia y su diseño en el estratégico Instituto Finlay, altamente cercano a los círculos del poder cubano, ha creado un fuerte nerviosismo entre las autoridades cubanas a todos los niveles.
Según una de nuestras fuentes, en estos momentos la Contra Inteligencia Militar está llevando a cabo un plan de actividades preliminares con vista a cerrar las filtraciones al aplicar urgentes métodos de contención.
Entre ellos, se aprecia una evidente presencia de los militares en el Instituto Finlay, con vista a amedrentar a los posibles informantes, e intentar asustarlos para obtener alguna delación.
En esta fase denominada “de hostigamiento” los militares activan las redes establecidas en los centros de trabajo, para que comiencen las denuncias de los posibles implicados. Una de las prácticas es la amenaza de despidos de trabajadores y profesionales por la falla ocurrida en la protección de informaciones sensibles.
Desde el caso # 2, en 1989, cuando fue destituido y condenado el entonces Ministro del Interior José Abrantes, la CIM (Contrainteligencia de las Fuerzas Armadas) pasó a ocupar las misiones más importantes del país, suplantando a la CI (Contrainteligencia) del Ministerio del Interior.En el operativo en el Instituto Finlay que se lleva a cabo en estos días, los oficiales del CIM recopilan información de las computadoras de las oficinas vinculadas al diseño de la dieta de Fidel, con el objetivo de encontrar la fuente y la vía por donde se emitió la información hacia la prensa mundial.
Sin embargo, Roberto Hernández del Llano, ex-mayor de la Inteligencia cubana, residente en Estados Unidos, asegura que ese solo es el primer paso de rastrillaje, pues después continuarán interrogando a personas y familiares de quienes tienen acceso a esa información, pues una simple indiscreción es suficiente para filtrar datos secretos, método aplicado con frecuencia por los propios servicios de inteligencia.
En Cuba cualquier información vinculada con la vida y la salud de Fidel Castro es considerada secreto de Estado.Hernández Del Llano confirmó que durante la urgente intervención quirúrgica de Fidel en el CIMEQ, el hospital del Consejo de Estado, el personal médico y enfermeras fueron concentrados en la institución.
“En las ocasiones que se les autorizó ir a sus casas siempre fueron acompañados por miembros de la Seguridad que los traían de vuelta. Se les instruía de no hacer comentarios durante el tiempo que estuvieran en sus hogares. Ni los hijos de Fidel tuvieron información ni pudieron verlo en aquellos días, solo Dalia, su esposa” confirma Hernández Del Llano.
El nerviosismo por la filtración de la dieta de Fidel, la procedencia de los alimentos y el delicado trabajo por parte del prestigioso Instituto Finlay de la Habana ha puesto en evidencia que el gobierno y la familia de Castro hacen todo lo posible para mantenerlo en vida al costo que sea necesario.