Carta
Abierta de una Médica de Cuba a un dictador.
Santiago de Cuba, 4 de
marzo de 2019
Carta Abierta de una Médica a un dictador
Por: Dra. Nelva Ismarays Ortega Tamayo
Especialista en Medicina General Integral
A: General Raúl Castro Ruz, Dictador de Cuba
General
dictador Raúl Castro Ruz,
El
objetivo de esta Carta Abierta es exponer, a su régimen y al mundo, las razones
fundamentales por las que he decidido renunciar a mi labor como médico al
servicio de un sistema inhumano que viola los más elementales derechos del
ciudadano, que golpea hasta a niños, ancianos y mujeres embarazadas, y que usa
la medicina con fines políticos, y a los médicos y enfermeras como mano de obra
esclava.
Mi
decisión viene madurando hace ya algún tiempo. Son demasiadas las injusticias,
excesivas las mentiras y las justificaciones. Siempre culpando a otros de lo
que es responsabilidad total de un cruel sistema que solo se preocupa por el
ser humano, hipócritamente, en la medida en que es necesario para que éste se
someta dócilmente a los dictados y caprichos del dictador de turno.
¿Por
qué le escribo a Usted y no al Ministro de Salud Pública o a Miguel Díaz-Canel?
Por una sencilla razón: se enfrenta al amo, se le habla al principal
responsable vivo del sufrimiento de toda una nación.
Como
millones de jóvenes cubanos fui adoctrinada y engañada, soy hija y nieta de
personas también adoctrinadas y usadas por la tiranía que inició su hermano
Fidel Castro.
Milité,
por desgracia, en las filas de la Unión de Jóvenes Comunistas, UJC. Fui
presionada por su policía política para que, como médica, vigilara e influyera
a opositores pacíficos que tan sólo buscan el respeto de los derechos humanos.
Sus agentes me exigieron que debía colaborar con ellos y darles información de
la salud y de todo cuanto supiera del líder de la UNPACU, José Daniel Ferrer
García.
Dra. Nelva I. Ortega |
Acercarme
a la UNPACU y a su líder fue el peor error que cometieron. Si bien es cierto
que tenía mis dudas, inconformidades e inquietudes, también es real que, como
otros muchos profesionales, solo pensaba en mi carrera como médica y en ayudar
a mi humilde y sacrificada familia. Para poder hacerlo esperaba salir de ¨misión¨ al extranjero. Es decir, salir
como instrumento político y mano de obra esclava. Pero con la UNPACU conocí de
dignidad, de derechos humanos, de democracia, de justicia, y de la verdadera y
perversa esencia del régimen que Usted encabeza.
Por
romper con el régimen, por unirme a la UNPACU y compartir mi vida con su líder,
un hombre muy humano y valiente que verdaderamente ama a nuestra patria, la
Dirección de Salud Púbica en el Municipio Santiago de Cuba ha tomado en mi
contra injustas medidas y sanciones. Mi familia ha sido presionada por su
policía política para que, a su vez, me presionen y así vuelva al “redil”.
Ahora
bien, la gota que colmó la copa cayó el pasado 11 de febrero cuando decenas de
agentes del Ministerio del Interior, en su mayoría fuerzas de asalto,
irrumpieron en 8 hogares de miembros de la UNPACU con tal violencia que, si no
lo hubiese vivido, no lo hubiera creído. Golpearon a muchos. Golpearon a mi
abuela, una anciana postrada, y me golpearon a mí con cinco meses de gestación.
Nos robaron y rompieron todo. Hasta los alimentos y las medicinas, con que
curamos enfermos, se las robaron sus agentes. También me despojaron de mis
medios de trabajo. Todas estas graves acciones y otras similares en días
posteriores, en venganza porque hicimos campaña pacífica y legal por el ¨NO¨ a
su Constitución estalinista para el falso referendo del día 24 de febrero.
Durante
15 días sus fuerzas represivas cercaron totalmente nuestro hogar y no me
dejaban salir a trabajar. Las pocas veces que pude salir a hacer gestiones
personales fui víctima de violencia y humillaciones por sus agresivos agentes.
Aún hoy continúa el cerco, y todas las noches nos apedrean nuestro hogar. En fin, ¡he vivido y visto tanta crueldad y
sin sentido…! Pensé que esto sólo podría ocurrir en regímenes como el de Adolfo
Hitler y Benito Mussolini.
Renuncio
a continuar trabajando para el Ministerio de Salud Pública de su régimen
tiránico, no me usaran más, en lo más mínimo, pero nunca dejaré de ejercer mi
noble profesión. Continuaré atendiendo a los activistas golpeados, perseguidos
y marginados, seguiré atendiendo a todo enfermo que solicite mis servicios.
Seguiré denunciando las injusticias de su régimen contra médicos y pacientes.
Continuaré sirviendo a mi pueblo y luchando por su libertad.
Estoy
completamente curada del síndrome que más daño ha hecho a nuestro pueblo: el
¨síndrome de indefensión¨ y estaré ayudando a otros médicos y trabajadores de
la Salud, a liberarse de tan dañina patología. Su dictadura caerá y los médicos
podremos ejercer con dignidad y libertad nuestra sagrada profesión. Tendremos
adecuadas condiciones de trabajo y salarios decorosos. Nadie nos usará como
instrumentos políticos. El pueblo todo tendrá Salud de excelencia y no tendrá
que pagarla con sumisión y miseria. Los cubanos viviremos en libertad y con
prosperidad. Puede estar Usted seguro.
Dra. Nelva Ismarays Ortega Tamayo
Especialista en Medicina General Integral
Registro Profesional
186670
Santiago de Cuba. 4 de marzo de 2019
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