El 5 de marzo
del 2013 Hugo Chávez Frías muere a las 16.25 hora local (20.55 GMT)
según informó el vicepresidente Nicolás Maduro. Con esta noticia terminaba la
vida de un líder controversial que en los dos últimos años había sufrido una
prolongada enfermedad que acabo con su vida. Se supone que al morir los
misterios que rodearon a este líder y su enfermedad se harían públicos pero no
fue ni ha sido así. El propio Vicepresidente que anunciaba su muerte, horas
antes ese mismo día, sugería que la enfermedad que padecía el mandatario
venezolano pudo ser "inoculada" por sus "enemigos históricos". Lejos
de superar el secretismo que marco la enfermedad del Presidente ante la
realidad de la muerte, esta alcanza categoría
de conspiración internacional,
que los políticos venezolanos hoy en el poder afirman que investigaran.
Desde la aparición de los primeros síntomas que
aquejaba al presidente Hugo Chávez Frías, alrededor de su persona y en relación
a la enfermedad se creó un escenario de estricto sigilo que se mantiene hasta hoy. Todo fue silencio,
todo se hizo secreto. Se impuso una discreción colectiva.
Fue y ha sido un secreto cuando y donde se hizo el
diagnostico presuntivo de enfermedad y quienes le atendieron. No se sabe aún
cual fue el diagnóstico de certeza, los procedimientos diagnósticos que se emplearon
y el tipo histopatológico del cáncer, que en un principio, se calificó como un
‘absceso pélvico”. Se habló una y otra vez de un tumor sin especificarse grado de malignidad y solo se emplea el término
de Cáncer cuando el propio mandatario
hace declaraciones públicas el 30 de junio del 2011; esto ocurre 20 días
después de la primera (¿o tal vez segunda?) operación realizada en Cuba.
En ese momento se habla de un cáncer localizado y tratado
con éxito mediante cirugía sin que hubiera enfermedad por extensión o a
distancia. No se sabe cuál fue el estadio clínico de la enfermedad al inicio y
cuando esta recidiva; ni los datos relativos a la Clasificación TNM (Sistema
TNM del American Joint Committee on Cancer, AJCC) y el consecuente agrupamiento
por estadio si se trataba de un sarcoma y el grado (G) que determina la
probabilidad de propagación. Por ultimo nada se sabe de los procedimientos quirúrgicos
manejados, si se utilizó o no Radioterapia. Se asegura, eso sí, que recibió
tratamiento con quimioterapia antitumoral pero nada se sabe de los esquemas
empleados y la respuesta a estos. Se usó la oxigenación hiperbárica sin que se
argumente por qué y cuan beneficioso fue este procedimiento.
Mantener oculta las características y evolución de
la enfermedad de Hugo Chávez, fue una decisión que todas las partes implicadas consideraron casi de inmediato en que se hizo
el diagnóstico; y es obvio que respondía a intereses políticos muy bien definidos.
La confusión y manipulación mediática que podía producirse en nada ayudaba al
régimen y podía poner en peligro las aspiraciones reeleccionistas de cara a la
contienda electoral del 2012. Se asegura entre otras cosas, que la decisión de
atenderse en Cuba y no en Venezuela afectaba la imagen de la medicina
venezolana y ponía en riesgo al propio mandatario que bien podía atenderse en
otras instituciones en el exterior y no precisamente en Cuba; en qué medida
pudo afectar el manejo del paciente en La Habana esta cerrazón de información
es algo que no merece considerarse.
Lo cierto es que había que guardar un silencio
absoluto en relación con la enfermedad del presidente Hugo Chávez, era y es lo
correcto para los políticos tanto en Cuba como en Venezuela y eso fue lo que se
hizo. Parte del secreto tan bien guardado en La Habana fue quien o quienes
conformaron el equipo médico que atendió al presidente ya fallecido. Esta incógnita
ha sido en parte desvelada cuando el gobierno venezolano mediante decreto 9419,
firmado por el presidente encargado Nicolás Maduro y publicado en la Gaceta Oficial número 40130, divulgada 19 de marzo
2013 donde
anunciaba el otorgamiento de la
condecoración de la Orden Libertadores y Libertadoras de
Venezuela en su Primera Clase Espada a los miembros del equipo de médicos y
enfermeros cubanos que atendieron al presidente Hugo Chaves, durante su
estancia en Cuba:
Los médicos Roberto Castellano Gutiérrez, Jorge
González Pérez, Ibrahim Fernández Rodríguez (¿coronel Ibrahim Rodríguez
Rodríguez?), José I. Fernández Cuestas, y los licenciados Midiala Rodríguez
Calvo, Laura Hernández Vidal y Pedro Águila Griñán. Existen algunas
imprecisiones en los apellidos y no
existe mucha información en la red sobre el desempeño profesional y académico
de estos especialistas lo que no les resta mérito alguno.
Puedo afirmar que estos son algunos de los especialistas
que atendieron a Hugo Chávez pero no son todos los médicos que le atendieron;
me refiero a médicos cubanos que llevaron todo el manejo de la enfermedad desde
que esta fue diagnosticada hasta su muerte del paciente- presidente.
Se ha especulado sobre la participación de otros médicos
en la atención del mandatario venezolano. Si se revisa de forma cuidadosa la información
que fue apareciendo, en algunos momentos se llegó a afirmar que otros
especialistas participaron en la toma de decisiones y en el tratamiento de Hugo
Chávez. De manera insistente se aseguró que dos especialistas venezolanos radicados
en los Estados Unidos participaban en la toma de decisiones. De igual forma
especialistas brasileños, españoles y rusos aparecen en las informaciones sin
que se tengan datos precisos de quienes eran y cual era sus categorías profesionales.
Es de interés el preguntase si realmente participaron otros especialistas no
cubanos en las decisiones para tratar al presidente Hugo Chávez Frías.
Dr. Salvador Navarrete |
En lógico suponer que antes de enfermar Hugo Chávez
en mayo del 2011 este contaba con un grupo de médicos venezolanos que formaban
un equipo de atención directamente vinculado al Palacio de Miraflores, sede del
gobierno. Parte de esta información se hizo pública cuando un médico venezolano,
el cirujano Salvador Navarrete, quien integró este equipo, hizo
declaraciones a una revista mexicana (M Semanal); aun cuando en ese momento
no atendía al presidente si tenía información relativa al estado de salud del
mandatario. Sus declaraciones fueron muy reveladoras.
El cirujano Salvador Navarrete Aulestia, es el único
especialista que aportó datos fehacientes sobre la salud del presidente Hugo Chávez,
como miembro del cuerpo médico de Miraflores hasta el 2002 y medico también de algunos de los familiares
más cercanos del presidente este proporcionó datos en la entrevista que
superaron el secretismo existente hasta ese momento; esto es a 4 meses de haber
sido intervenido por primera vez en Cuba. El Dr. Navarrete asegura que Chávez
tiene un diagnóstico de un sarcoma retroperitoneal del suelo pélvico de origen
muscular y de muy mal pronóstico y con
una expectativa de vida de 2 años.
Entonces sabemos que hasta el 2002, Hugo Chávez era atendido solo por médicos
venezolanos y fueron sustituidos por especialistas cubanos después del golpe
ese mismo año.
Siendo así es de suponer que desde el 2002 médicos cubanos,
por órdenes superiores bien precisas, formaron un equipo que en Venezuela eran
los encargados de la atención médica del presidente y probablemente de algunos
de sus familiares. Siendo un paciente renuente
y escéptico como señala su médico personal, el trabajo de este equipo médico
en Venezuela sería muy escaso; esto hasta mayo del 2011 que el presidente Chávez
comienza a claudicar de una pierna lo que se atribuye a una lesión de la
rodilla izquierda. Ya en La Habana, el equipo definitivo de médicos cubanos
seria formado con la urgencia e importancia que esto merecía. Una orden de alta
prioridad provenía del Alto Mando, ya había una presunción de enfermedad muy
fuerte.
Los nombres de los cuatros especialistas que
aparecen en las informaciones condecorados por el gobierno venezolano no serían
los únicos responsables de la atención del paciente-presidente. Estos fueron
los que jerarquizaron y controlaron toda la atención del presidente Chávez
hasta su muerte. Se señala como algo negativo que en este equipo no había
ningún especialista de Oncología, sí había
tal vez más de uno, pero no aparecen en
la relación. Esto no resta méritos y calificación a los profesionales señalados
y condecorados por el gobierno venezolano apenas unos días después de la muerte
de Chávez.
De los especialistas que forman el equipo medico
condecorado señalamos a los Dres. Jorge González Pérez quien siendo
especialista en Medicina Legal es también rector de la Universidad de Ciencias Médicas
de La Habana, sin dudas este fue el jefe del equipo médico que atendió al
presidente Hugo Chávez Frías, es un profesional de alta calificación. Roberto
Castellano Gutiérrez es especialista en Medicina Interna e intensivista del Centro
de Investigaciones Médico Quirúrgicas (CIMEQ) y tuvo a su cuidado al paciente en los
momentos más críticos de los post operatorios así como de las complicaciones y
evolución tórpida que mostro la enfermedad. Ibrahim Fernández Rodríguez es un cirujano y
militar de alta calificación que sin dudas llevó todo el manejo quirúrgico del
presidente en las múltiples intervenciones de que fue objeto. Del Dr. José I. Fernández Cuestas, no hay mucha información,
solo que es un especialista del Centro
de Investigaciones Clínicas de La Habana; tal vez coordinador del equipo con el
resto de los médicos que eventualmente participaban en la atención o con los
funcionarios cubanos y venezolanos. Los especialista médicos aquí mencionados
tienen categoría docente en las facultades de Medicina de la capital.
En febrero del 2012 Chávez fue intervenido en La Habana
de una recurrencia del tumor ya tratado, en esa ocasión se especuló que muestras
de la biopsias obtenida fueron enviadas a al Hospital Sirio Libanes en Sao
Paulo, Brasil y al Tufts Medical Center en Boston, EEUU; donde fueron revisadas
bajo condiciones de absoluto secreto. Esta información no puede ser confirmada pero lo cierto es que en un
equipo multidisciplinario para tratar un enfermo con cáncer, los Anatomopatólogos
tienen un papel significativo. De manera que en el equipo médico participó uno
o varios patólogos cubanos que no se mencionan
entre los condecorados.
Señalamos que la decisión de tratar al mandatario
venezolano en La Habana no fue descabellada ni afecto la evolución de la
enfermedad neoplásica que le había sido diagnosticada; si en algún momento se requirió
de algún recurso no disponible en el Centro de Investigaciones Médicos Quirúrgica,
este se adquirió de inmediato. Los especialistas cubanos, todos los médicos del
presidente y no solo los condecorados, hicieron lo mejor que saben hacer:
atender a un paciente aquejado de una enfermedad progresiva y fatal. Lograron
un tiempo de supervivencia media conveniente que beneficio la reelección del presidente,
objetivo político en sí, pero no el único. Los periodos libres de enfermedad no
fueron los mejores, de hecho resultaron los peores; pero los tratamientos de
sostén permitieron que el presidente mostrara etapas de tiempo aparentemente
libres de enfermedad. El presidente no estuvo secuestrado en La Habana ni los médicos cubanos se prestaron para
una falsa así; Hugo Chávez, su familia y el estamento políticos venezolano decidieron
que se trataría en La Habana y eso hicieron.
Buscaron hacerlo todo en el más absoluto secreto y
lo lograron; aun hoy nadie habla de su estancia en La Habana. Todos aquellos
que se vieron envueltos en la realidad de ver enfermar a su líder y el progreso
de una enfermedad irremediable, frente a la cual no podían hacer nada, echaron
mano al sigilo, la manipulación de la información, la falsedad y la mentira. A
fin de cuentas de eso se trataba: de lograr en lo político lo que no se podía
hacer frente a la inexorable progresión tumoral. La historia natural de la enfermedad
superaba a la historia reciente de un país, marcado por los sobresaltos y la
distorsión.
Trataban con la realidad de un semidiós que sucumbía
a la enfermedad y se abocaba a la muerte; y bien sabemos que los semidioses no
pasan por estos trances, ellos como tales pasan a otra dimensión.
*Médico
Especialista en Oncología, Profesor-Instructor de Farmacología. FreeLancer
Writer. Columnista. Bloguero. Consultor
GLG. Contribuye con artículos de opinión sobre Cuba en distintos sitios Web
sobre salud y DDHH entre otros.
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