jueves, noviembre 15, 2012

Las misiones médicas internacionales: hoy en día, principal fuente de divisas para el régimen de La Habana.

El pasado día 12 de los corrientes, fui invitado por la Asociación Iberoamericana por la Libertad (AIL), a una conferencia en la que se incluía el tema de referencia, impartida por la Sra. María Werlau, entre otros conferenciantes. Como cubano, conocía esta práctica del gobierno cubano, pero no conocía el grado de importancia económica y política que para ellos tiene. Por lo tanto, con los medios del Centro Cubano de España, accedimos al documento publicado en idioma inglés por la organización Cuba Archive de la cual es Directora Ejecutiva la Sra. Werlau, y del cual hemos hecho un resumen en español que vamos a hacer circular por nuestra membrecía y resto de los contactos a los que seamos capaces de llegar, con el ruego de su divulgación para mayor conocimiento del público de estas prácticas. Muchas gracias. José Oscar Pérez Couce.*
 Las misiones médicas internacionales: hoy en día, principal fuente de divisas para el régimen de La Habana.
                La Asociación de Iberoamericanos por la Libertad, que es miembro de la Red Liberal de América Latina, ha organizado un “Encuentro Internacional sobre Inmigración, exportación y misiones de los profesionales sanitarios cubanos”, que ha tenido lugar, con la colaboración de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid y la participación del periodista Hermann Terstch del Valle-Lersundi, el 12 de noviembre de 2012, en el salón Ramón Gómez de la Serna del Círculo de Bellas Artes, en Madrid.
             La lección magistral ha sido impartida por Dª María C. Werlau, Directora del ARCHIVO CUBA, creado y sostenido por el Proyecto Sociedad Libre, una organización sin ánimo de lucro con sede en Chatham, estado de New Jersey (EE.UU. de América).
            La conferenciante ha expuesto con amplitud datos muy singulares y mayormente desconocidos, respecto del papel creciente que ha jugado y sigue jugando, en la generación de ingresos en divisas para el Estado Cubano, el envío de misiones de médicos y otro personal sanitario cubano a más de un centenar de países del mundo.
            Desde 1960, el gobierno cubano ha estado exportando personal sanitario calificado –médicos, enfermeras, y personal auxiliar- como un instrumento generador de simpatía y de gratitud, que sirve de campo abonado para la siembra de propaganda política entre la población beneficiaria de los países subdesarrollados adonde han sido enviados dichos profesionales. Pero las misiones médicas cubanas no se envían gratuitamente, sino que el gobierno cubano las cobra en divisas fuertes, con lo que los pagos hechos por otros países de los servicios prestados por esos  profesionales sanitarios se han convertido –según las cifras más recientes, que son de 2009- en el principal renglón de ingresos exteriores del Régimen, proporcionando una entrada equivalente al triple de los ingresos generados por el turismo internacional (que desde 2005 ha dejado de constituir el principal rubro de entradas de divisas del país).
         Entre 1961 y mediados de 2011, en total 125 mil profesionales sanitarios cubanos trabajaron en algo más de 100 países. A fines de 2008, había 38,544 (17,697 de ellos, médicos) destinados en 75 países. A mediados de 2011, la cifra total se aproximaba a 40,000 (de los cuales, 16 mil eran médicos), distribuidos en 68 países, cumpliendo estancias de aproximadamente dos años. El envío por parte de Cuba de médicos, enfermeras y otro personal sanitario se realiza mediante la suscripción de convenios individuales con cada país receptor.
            En el caso de las misiones médicas enviadas por Cuba a Venezuela, su aliado político e ideológico, Cuba puede haber recibido alrededor de $16,600 dólares mensuales por cada uno de sus profesionales sanitarios, mientras que un médico del sistema público venezolano de salud percibe el equivalente de $350 al mes.
            El punto de comparación es que el gobierno cubano recibe la totalidad del estipendio mensual acordado por los servicios de cada trabajador sanitario “exportado”, mientras que al profesional se le abonan 50 dólares mensuales y a su familia en la Isla se le sigue abonando el sueldo en moneda nacional, que oscila –en el caso de los médicos- entre los 300 y 500 pesos al mes en pesos, según sea su especialidad y tiempo de ejercicio de la profesión –el equivalente de entre 12 y 40 dólares al mes-. Es así que el profesional sanitario, si su titulación es de Médico, percibe mes a mes, por sus servicios en una misión médica en el extranjero, una remuneración equivalente que varía entre los 62 y los 90 dólares, sumado el estipendio mensual en dólares mientras está fuera del país a su salario en pesos. O, lo que es lo mismo,  el equivalente de entre  50 y 72 euros mensuales.
            Tómese en cuenta que en Cuba, en la vida real, una familia integrada por tres personas y con vivienda propia necesita el poder adquisitivo del equivalente de 500 euros mensuales a fin de costearse una supervivencia mínimamente digna (necesidad que se suele “resolver” traficando en especie, con productos obtenidos al margen de la economía oficial).
            En 2007, Cuba estaba formando cien mil profesionales sanitarios –de ellos 70 mil en la carrera de Medicina -una cifra idéntica a los 68 mil estudiantes de Medicina en todos los Estados Unidos de América-, en 23 Facultades de Medicina de la Isla (una de éstas, la mayor del mundo).  Es decir, que Cuba contaba con una matrícula de aspirantes a Médicos igual a la de la Potencia global (los EE.UU.) con una población 30 veces mayor.
            Sin embargo, en diciembre de 2010, un documento del Ministerio de Salud Pública anunció la reorganización de la sanidad dentro del país, con el cierre de hospitales y el recurso a los medicamentos naturales a la vista de la carestía de medicamentos farmacéuticos, añadiendo que la presencia de nuestros profesionales remunerados debe ser incrementada en los países cuyas economías lo permitan, de manera que puedan contribuir al sistema nacional de salud”. En junio de 2011, la Oficina Nacional de Estadística informó que el empleo en la sanidad pública había caído en un 14% (de 330 mil a 282 mil) entre 2008 y 2009.
            Lo que constituye confesión de parte de que el abultamiento en el número de educandos en las profesiones sanitarias –mientras que la atención médica dentro del país se contrae y los hospitales y consultorios carecen de medicamentos, materiales quirúrgicos, de cura, y productos para los tratamientos- obedece al único motivo de exportar más mano de obra calificada que reporte mayores ingresos al Estado cubano –que es quien cobra por esos servicios, a los gobiernos extranjeros a cuyos países van las misiones médicas cubanas-. Hay que advertir que a veces son gobiernos distintos de aquéllos de los países beneficiarios los que abonan a Cuba esos servicios. Así, con ocasión del envío de una brigada cubana a Honduras tras el paso de un huracán en 2005, fueron Alemania, Francia y Japón los que abonaron el costo mensual de $400 por cada médico cubano y por las medicinas aportadas. En 2004, Sudáfrica donó 1 millón de dólares por el desplazamiento de más 100 médicos a Malí; y de nuevo 1 millón de dólares en 2010, por el envío de 31 profesionales sanitarios a Ruanda en 2010. También la Organización Mundial de la Salud, UNICEF, y la Organización Sanitaria Panamericana han financiado actividades de formación médica y otros servicios de la misma naturaleza prestados por Cuba en terceros países.
            Se ha señalado reiteradamente que las cláusulas de los Convenios bilaterales con los países receptores de estos servicios, a tenor de los cuales no se garantiza una justa y equitativa remuneración para los profesionales sanitarios cubanos, constituyen condiciones leoninas que infringen –entre otros- el Convenio de 1949 para la Protección de los Salarios (de la Organización Internacional del Trabajo) y el Convenio nº29 de 1930 sobre el trabajo forzoso o compulsivo (de la Liga de las Naciones). Esta anómala situación laboral entraña por sí misma una flagrante contradicción con la proclama incluida en el proemio de la Constitución cubana de 1976, modificada en 1992, en donde se dice que en el socialismo y el comunismo el hombre ha sido liberado de todas las formas de explotación: de la esclavitud, de la servidumbre y del capitalismo” y “se alcanza la entera dignidad del ser humano”, ya que la inclusión en estas misiones médicas viene impuesta como “deber internacionalista” cuya inobservancia expone al infractor a represalias y sanciones.
            Asimismo es vox populi que los pasaportes con los que los miembros de esta Misiones viajan a sus destinos en otro país permanecen bajo la custodia del cuasi-Comisario responsable político de cada grupo, con el objeto de prevenir y obstaculizar que los integrantes del grupo puedan fugarse a terceros países en donde solicitar asilo o refugio. Quien logra a porfía, no obstante, huir de esta relación de sujeción debe asumir la consecuencia de que durante un mínimo de tres años no se le permita volver a ver a su familia residente en Cuba.
*Presidente del Centro Cubano de España. Presidente de la Junta Patriótica Cubana – Madrid .Representante de Municipios de Cuba en el Exilio – Europa .Secretario de ASOPAZCO
Nota del Editor. Este documento fue recibido por correo electrónico del Centro Cubano de España. 

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