Murió la abuela.
Escrito por Alfred Sed
Esto es una carta enviada desde Cuba a un familiar residente en el extranjero. En ella hacen una pequeña narración de lo que pasó esta familia en dos hospitales de la ciudad de La Habana en relación al desenlace de una señora de más de 90 años.
Por miedo de los interesados a represalias no aparecerán nombres de personas, ni lugares específicos.
A continuación:
Parte de lo que ahora vais a leer es historia antigua, pero lo he redactado en el hospital, un poco en casa y ya va.
En la madrugada del miércoles 28 del 06, (2000) me llamaron por teléfono y partimos para el hospital Miguel Henríquez. Tuvimos suerte porque la guagua solo demoró 1 hora y a las 3 a.m. ya estábamos en el hospital.
Abuelita estuvo hasta por la mañana en observaciones, y como no podían ponerle sueros, pues no les cogían las venas, la pasaron a terapia intermedia donde fue bastante bien atendida. Desgraciadamente hubo que amarrarla, pues había perdido la razón, dicen que por la falta de oxígeno, y hubo que atarle pies, manos y cuerpo pues es muy fuerte a pesar de lo flaquita que se ve.
Ahora está llena de hematomas y tiene rota la piel de las piernas porque queriendo patear se dio golpes con los balaustres de metal de la cama. Ya está bastante recuperada de la razón aunque a veces se desenchucha un poco.
El viernes por la tarde me informaron que saldría de terapia para la sala de cardiopatía. Me alegro mucho pues esto significa que está mejorando, pero por poco me da un infarto cuando llegamos a dicha sala. Foto abajo a la izquierda,hospital Miguel Enriquez.
Desde que llegamos a los pasillos en el sexto piso, nos llegó una peste de orina insoportable. La sala parecía una favela, un "quita y pon de la Habana Vieja", los cubos, las palanganas, las ropas colgadas, los papeles, cartones, etc., tapando huecos cubriendo cristales porque el sol molesta, pacientes riendo, hablando en voz alta y fumando, la música alta y las enfermeras entran y salen y todo lo encuentran bien, normal.
Le correspondió la cama 15, la sentaron en una silla de hierro pues no pudo acostarse hasta que no traigamos las sabanas de la casa. Cuando quiso hacer caca, descubrimos que en su sala no había baños. Tuvimos que salir de la sala, caminar por el pasillo, entrar en la otra sala, y allí encontramos..... ¿el baño?, todo negro, apestoso y lleno de mierda, en la que mi pobre viejita tuvo que sentarse rápidamente porque ya no podía aguantar más, dejarla sentada allí e ir a buscar AGUA para lavarla porque no hay agua. Cuando llegó mi hermana al hospital, partí para la casa a buscar agua hervida, 2 sabanas, funda, almohada, 2 toallas, un cubo, una palanganita, una linterna, pues no hay luz en los pasillos ni en los baños. Alquilamos un coche para taxis. Colocamos una tela para que no moleste el sol. Aquello estaba deprimente, mi hermana pasaría la noche sentada en una incómoda silla de hierro y mañana me toca a mí. La sala es mixta, es decir hombres y mujeres, y todo el mundo tiene al lado de su cama una lata para orinar y un cubo para depositar el orine. Finalmente le dieron el alta, quiso ir para mi casa, aquí estará mejor.
Se niega ir a Cardiovascular, no quiere tomar medicamento, ni ver un médico, nos culpa de todo lo que ha pasado, ella no entiende. Se me olvidaba decirte que no apareció una silla de ruedas para bajarla del 6to piso. En la casa se mantiene con poquitos de líquidos. La enfermera que tuve que sobornar, mejor suena incentivar, sigue yendo a curarle la escara.
El miércoles 12 por la noche se puso muy malita, lloró, tenía miedo, convulsionó, tenía fiebre y no había medico por todo el área, una buena vecina llamó al Partido para pedir una ambulancia, y como a las dos horas aparecieron. Ya ella estaba mejorada, se había orinado en la cama y estaba lúcida. La doctora supone que tenga sepsis urinaria, pero no tenía recetario, el enfermero no tenía jeringuilla y nos aconsejaron bajarle la fiebre con compresas frías. A las 11 de la noche se fue la luz, hasta las 10 de la mañana del jueves, así que hemos pasado una noche infernal con mosquitos, un calor tremendo y sin agua, porque al no haber luz, no se puede llenar el tanque de agua.
Yo también tengo fiebre del catarro y malestar general. Arriba a la der. Hospital Julio Trigo.
Sigo.
La médico de la familia, considera que es mejor medicamentarla en casa pues en el hospital se pondrá peor. Pero como abuelita no traga nada, volvimos a pedir la ambulancia del policlínico y esta vez el medico decidió hacerle RX y análisis. Después de esas pruebas la trasladan al Hospital Julio Trigo y la remiten a terapia intermedia. Tiene puesto dos sueros levin, oxígeno y la entuban frecuentemente para extraerle las flemas, por ello, tiene la boca desbaratada, es muy doloroso estar mirándola inconsciente, sabiendo que todo será inútil pues está tan flaquita que no sé cómo respira aún.
Hoy le llevamos el caldo y la leche que le pasaron por el levin, 3 sabanas, 2 toallas, gasa para curarle las escaras pues las enfermeras no la curan, una barra de cacao para los labios, algodón, toallita para bañarla palanganita y un millón de trapos para ponerle encima de las sabanas y no mancharlas de rojo aseptil y polvo de zeolita que es con lo que le curamos las escaras. Los acompañantes tienen que bañar a los enfermos antes de las 6 a.m. Los médicos sugieren que le llevamos el alimento para pasarlo por el levin. Esta noche se quedara uno de tus tíos, pues mi hermana no podría soportar ver el desenlace, y yo estoy asustadísima. A pesar de la distancia no me he sentido sola pues Uds. han estado muy preocupados.
Hoy es sábado 22 de Julio.5: AM Hasta aquí la carta de mami, abuela murió el 22 de julio a las 9 a.m.
Alfred Sed
Fuente: Conexión Cubana.
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