Es un hecho a la vista y consumado la invasión cubana, esa que indignos toleramos.
1991, Congreso Panamericano de Neurología, La Habana. "¿Y qué hacen ustedes cuando les viene la regla?", preguntó mi esposa a un grupo de médicas que nos rodeaban con mezcla de admiración e incredulidad. No, no éramos marcianos, veníamos de democracia plena. Una respondió, "Tenemos trapitos que lavamos y reusamos. Mi marido es cirujano y distrae del pabellón algunas compresas que yo uso, ¡soy afortunada!". Lo mismo para el jabón, o desodorante, y no hablar de la comida. Era el "período especial", un agonizante lapso de crueldad exacerbada para doblegar aún más al cubano; es el mismo que ahora, solapadamente, sufrimos los venezolanos, "¡No hay toallas sanitarias!".
Tal vez sea el miedo cerval y la envidia a la mujer del macho revolucionario como aquel alcalde de frase original, según el cual había que desconfiar de ese animal que sangra cuatro días y no se muere. Y es que estando en dictadura, tan imbéciles, cobardes y conformistas que somos que no atisbamos el peligro. Pronto amaneceremos para obtener libreta de racionamiento.
Se me critica porque pedí mi jubilación en la UCV y abandono "espacios que serán ocupados por otros". ¿Cuáles espacios?, me pregunto, si es un hecho a la vista y consumado la invasión cubana, esa que indignos toleramos. Están en Miraflores, en el ejército, en la policía política, en los registros públicos, en la identificación, en varios ministerios y ahora formando una escuela paralela de Medicina... Les grito y no me entienden, y aunque jubilado, estoy y estaré en mi puesto porque no he renunciado a ser profesor universitario, a mis pacientes del hospital, a mis alumnos.
Tiempo ha que somos un pueblo invadido y desangrado por el isleño parásito y no nos unimos para hacer lo que debemos hacer.
Venezuela no está bloqueada como Cuba y a veces escasean algunos artículos de primera necesidad. ¿Se habrá dado cuenta el Dr. Mucci de los mecanismos que tienen los empresarios para causar malestar en la población y provocar que los precios de sus productos suban? Bienvenidos nuestros hermanos cubanos, aquí en Venezuela se les quiere.
ResponderEliminarSr Ano...,
ResponderEliminarLa falta de toallas sanitarias en Cuba no se debe o se debio el embargo. Antes de 1990 se producian y se distribuian por una cuota asignadas en las farmacias. Si alcanzban era porque las viejas sin regla tambien cogian su cuota y la negociaban en el mercado negro. Se hacian con materias primas nacionales o del campo socialista. Cuando se callo el campo socialista vino el periodo especial y como mucas otras cosas desaparecieron las toallas.
Venezuela va camino de joderse, no se preocupe, los cubanos somos los primeros beneficiados, la culpa la tienen ustedes de tener un presidente que da hasta las nalgas.
Me parece muy irrespetuoso su comentario... Ud. debe ser Guillermo Navarro. Se hará famoso en la red por grosero. En Venezuela los que están "jodidos" son los creyeron que el país les pertenecía y no hicieron nunca nada por el pueblo. Eso que dijo sobre el Presidente de mi país ya lo ha escrito en otros blogs.
ResponderEliminarPD: "cayó" es con "Y" y tilde al final, ¡¡¡GROSERO!!!
Al editor: muchas gracias por publicar mis comentarios. Sigo su blog con mucho interés. Saludos.
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