El primer protomédico cubano (es decir,
el que forma y califica a otros médicos; por tanto, iniciador de los estudios
de medicina en la Isla) se recibió en la Real y Pontificia Universidad de
México, y fue el habanero Francisco González del Álamo y Martínez de Figueroa (1675-1728),
miembro de una nutrida familia asentada en Cuba, conocida con el apodo de
“Chauchau”.
Fue el autor del que algunos creyeron (aunque aún no se
ha encontrado un ejemplar y solo se conoce por referencias) del primer impreso
cubano, una “Disertación médica sobre que las carnes de cerdo son
saludables en las islas de Barlovento”, citada por Beristáin (quien aseguró
haberlo tenido a la vista), y mencionada por José Toribio Medina como
impresa en La Habana en 1707.[1]
En “Disertación médica sobre si las carnes de cerdo son
saludables en las Islas de Barlovento, el más viejo de los textos médicos
cubanos -editado en México en 1708 y al parecer definitivamente perdido- se
consideró a la “carne de cerdo cebado como dañosa para la ciudad y motivo de
las varias epidemias que azotan la Isla”.
[1] Apuntes para una historia de la
presencia cubana en México (II), Alejandro González Acosta. Apuntes para una historia de la presencia
cubana en México (II) - Artículos - Cultura - cubaencuentro.com

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