Por: Dr. Antonio Llaca.*
SEXTA CONFERENCIA DE LA ASOCIACION DE TRABAJADORES CUBANOS DE LA SALUD (ATCS).
Como un rotundo éxito fue calificada la Sexta Conferencia de la Asociación de Trabajadores Cubanos de la Salud (ATCS) realizada durante los días 20, 21 y 22 de Noviembre del presente año en los salones del Hotel Dominican Fiesta de Santo Domingo, la hermosa y cálida capital de la hermana República Dominicana.
Contando con la participación de numerosos delegados y ponentes provenientes de Venezuela, Nicaragua, Estados Unidos y el país anfitrión en el mismo se tocaron importantes aspectos de actualización en Ciencias Medicas descollando los trabajos en el área de Oncología: “Colgajo Nasal en Cáncer de la Nariz” del Dr. Eruben Luna (Rep. Dom.) y “Cáncer de Colon” del Dr. Pedro Pablo Iglesias (Nica.), en Ginecología y Obstetricia: “Acercamiento a la Atención Ginecológica: el Aborto” del Dr. Reynaldo Cortes (EE.UU.) e “Incidencia de Infecciones Vulvo-vaginales en mujeres de 15 a 35 anos” de la Dra. Yulisa Campusano (Rep. Dom.) así como “Crecimiento Intrauterino Restringido” del Dr. Rafael Sánchez (EE.UU.).
Pediatría contó con una importante participación, el trabajo “Reanimación Cardiopulmonar Básica Pediátrica” del Dr. Ricardo Hernández (Nica.) mientras la especialidad de Ortopedia y Traumatología la tuvo con “Ventajas de la Fijación Externa: Experiencia de 10 años” del Dr. Ricardo Roque (Rep. Dom.). La Medicina Preventiva y la Reconstructiva también encontraron un importante espacio en las exposiciones “La Medicina Previsional: Una alternativa de cobertura de Salud” y “Los Probióticos en la Salud”, ambos del Dr. Eusebio Merladet (Nica.) y “Operación Sonrisa. Programa de Voluntariado” del Dr. Nelson Rodríguez, también de Nicaragua.
Un aspecto novedoso lo constituyó el tema Medicina y Medios de Comunicación enfocado en los trabajos “Análisis parte medica del documental “shooting M. Moore” del Dr. Santiago Cárdenas (EE.UU.) y la presentación de varias emisiones del programa “Medicina al Día” del Dr. Antonio Llaca (Vzla.) transmitidos por una cadena de televisión de ese país.
Sin dudas esta Sexta Conferencia constituyó una experiencia enriquecedora tanto por el alto nivel científico de los trabajos presentados como por la posibilidad que nos ofreció de intercambio directo entre profesionales cubanos de la Salud provenientes de muy diversas latitudes.
*Dr. Antonio Llaca. Desde Santo Domingo. R.D.Nov. /2008.
Como parte de la estructuración de la Psiquiatría en Cuba en los primeros años de la Revolución, traemos a nuestra página una sección del extenso artículo que hemos estado publicando aquí y que apareció en la página de La Habana Elegante. En este capitulo del documentado artículo del autor Pedro Marqués de Armas, ya mencionado en este Blog, el autor aborda el tema del tratamiento que recibió el Homosexualismo dentro de la nueva manipulación de la Psiquiatría cubana. Aqui el texto:
No pocos artículos publicados antes de la Revolución, sobre todo en las décadas previas, tratan del homosexual como individuo enfermo. Al reconstituirse en 1948 la Liga de Higiene Mental, el homosexualismo fue incluido entre los problemas sociales que se debían resolver; pero en general los enfoques biológicos, incluyendo las terapias hormonales y el recurso a la psicocirugía, no desaparecieron… Por otra parte, el Código de Defensa Social consideraba su práctica como “estado de peligrosidad”, contemplando al efecto un rosario de medidas preventivas. Con frecuencia la policía intervenía y algunos homosexuales eran arrestados; y ni hablar de discriminación social, laboral, etc.
Sin embargo, sólo después de 1959 se radicaliza la homofobia. La noción de individuo peligroso, que en Cuba tenía una larga historia, se amplió como nunca antes. En otras palabras, a los efectos del biopoder y de las técnicas disciplinarias se sumaron los de una política de Estado que se apoderó de todo el cuerpo social. En estas condiciones, la alianza entre los discursos médicos y jurídicos fue asegurada a través de ciertas maniobras, se la puso al servicio de viejas leyes acopladas a preceptos socialistas que las recrudecían, y de nuevas leyes arbitrarias. Y lo mismo ocurrió a niveles normativos.
La terapia conductual de la homosexualidad cobró fuerza desde los primeros años. Eduardo Gutiérrez Agramonte, a cargo de la Revista del Hospital Psiquiátrico, publicó en 1962 “Una nueva modalidad del tratamiento de la homosexualidad”. Muchos homosexuales fueron tratados por él con el fin corregir esta “lamentable conducta”. Se trataba de una técnica desarrollada por el investigador checo Kurt Freund, pero adaptada por el cubano. Si aquel empleaba como estímulo inhibidor un vomitivo, y dosis subcutáneas de testosterona tras la observación por el sujeto de láminas de desnudos masculinos; éste aplica un corrientazo en lugar del vomitivo, al tiempo que suprime la hormona y deja al paciente “elegir la imagen”. La terapia fue calificada de “prometedor aporte cubano a la reflexología”, y se aplicó hasta bien entrada la década del setenta.
En 1965, por la época en que se recrudece la represión contra homosexuales y otros remanentes del pasado, la mencionada revista dedicó su página “Avances de la ciencia” a este médico checoslovaco. Al pie de la foto se lee: “El Dr. Kurt Freund es una de las más altas figuras en materia de psicopatología sexual. A sus numerosos trabajos acaba de añadir La homosexualidad en el hombre. Nos honra mostrar la foto de este hombre de ciencia hecha recientemente en el departamento experimental de Praga”. K. Freund había inventado un curioso medio diagnóstico: un aparato que, conectado al pene, podía captar la respuesta al estímulo erótico.
Tres años más tarde durante la llamada ofensiva revolucionaria se produjo una campaña digna de la obsesión de pánico del régimen. En el discurso por el aniversario de los CDR el Máximo Líder denuncia a aquellos que habían comenzado a vivir “de una manera extravagante”, lo que era sinónimo de “degeneración moral y llevaría, en última instancia, a sabotajes políticos y económicos”. Días más tarde se denunciaba en la radio a los jóvenes de cabellos largos que “bailan locamente al compás de música epiléptica”. El ataque a las “orquestas de esquizofrénicos” esta vez vino convoyado con un operativo policial contra sectas afrocubanas.
La fobia homosexual recobra bríos alrededor del emblemático Congreso de Educación y Cultura, contexto en el que algunos psiquiatras vuelven a enfilar sus cañones. El psicólogo Jesús Dueñas Becerra publica en abril de 1970 “El homosexualismo y sus implicaciones científicas y sociales”; y una orientación ministerial convoca poco más tarde a una Mesa Redonda sobre Homosexualidad. Dueñas Becerra, actual periodista del Hospital Psiquiátrico, emplea términos como “aberración”, “debilidad caracterológica”, “lacras” y “degeneración sexual”. Después de estos preliminares, expresa sentirse preocupado por “el candente problema de la homosexualidad juvenil”, lo que le llevó a emplearse a fondo en el “terreno social”.
Dueñas expone entonces: “En el municipio de Cruces, núcleo de nuestra ingente labor socio psicológica, encontramos un círculo de homosexuales que socialmente ocupan un lugar relevante (es decir, la mayor parte de la sociedad en que se desenvuelven desconoce su aberración sexual) y que, sutil y habilidosamente, ocultan para mantener su relativa estabilidad y poder desarrollar sin mayores dificultades cualquier empresa que acometan”; y añade luego que valiéndose de métodos propios de una “secta secreta”, seleccionan “cuidadosamente al joven que debe ser trabajado” (…) “ejerciendo una influencia perniciosa sobre la mente del adolescente, que lleve implícita su rápida deformación”. Entre las tácticas empleadas menciona el “uso de literatura que ensalza al homosexualismo”, hasta lograr la “realización del acto sexual con el sujeto cuando las circunstancias estén creadas”. Tras la consumación, continúa, “el nuevo adicto tiene la obligación de contribuir al incremento de la organización atrayendo a una nueva víctima”. Dueñas diferencia entre estos “homosexuales relevantes” y un segundo grupo, “las lacras sociales”, que “solo trata de llegar a los adolescentes por el mezquino interés de satisfacer su aberración sexual en un momento determinado”.
El autor exhorta a padres y profesores a “velar celosamente por el desarrollo integral de los adolescentes”, y destaca el papel formador de la Unión de Jóvenes Comunistas y del Servicio Militar Obligatorio. Estas entidades “deben encauzar desde todos los puntos de vista a la arcilla fundamental que sostiene nuestra sociedad”. Por último, llama a un “compromiso incondicional con esta nueva generación de jóvenes que, históricamente, están destinados a construir la Sociedad Comunista y que encarnan el noble ideal de justicia y solidaridad que iluminó por siempre la fecunda vida del inolvidable comandante Ernesto Guevara de la Serna”.
Por su parte, en la Mesa Redonda sobre Homosexualidad, celebrada en febrero de 1971, y moderada por Martín Castellanos, se hicieron estas observaciones:
1) "La homosexualidad constituye una patología que trasciende los límites de la individualidad y pasa a constituir una patología social por el carácter antisocial que esta actividad conlleva en la mayoría de los casos”.
2) "La homosexualidad es un tema complejo y difícil de tratar y requiere un enfoque cuidadoso y preciso como condición previa para abordarlo. Sólo así se podrá entrar en este campo, en el cual aún quedan elementos importantes por descubrir”.
3) "La homosexualidad es una enfermedad compleja con graves repercusiones sociales”.
4) "El homosexualismo es una enfermedad, es decir, es una condición psicopatológica”.
5) "El pueblo siempre rechazó al homosexual. Era el régimen capitalista el que propiciaba la corrupción donde el homosexual se desarrollaba. Hoy día, por nuestra conformación, por una concepción diferente de los valores morales, el repudio es mayor, y a todos los niveles de nuestra sociedad: dirigencia y masas"...
Información relacionada:
• Prevención y asistencia Psiquiátrica en Cuba
• Definición de la política Psiquiátrica de la Revolución.
• El Psicoanálisis en la mira de los nuevos revolucionarios cubanos.
Foto: Portada de la revista cubana Mella, año 1965.
Miami, November 18, 2008- Several Cuban doctors who defected after being sent overseas to do slave work for the Cuban regime, are planning to denounce in an international court that the Castro brothers have kidnapped their children and refuse to allow them to leave the island to join them, even though they have received visas from the United States that would allow them to come here.
In Cuba, doctors and other professionals become slaves of the Cuban government after they finish their education and cannot refuse to go to Venezuela, Bolivia, Namibia or any other place where the Cuban regime wants to send them.
The Cuban regime receives hard currency and pays its slaves a small portion of the salary and pockets the difference. And to make sure that they would not leave, the Castro brothers keep their children hostage.
This is what the useful idiots refer to as "free education" in Cuba. It costs you your freedom and it could cost you your own children, but to these hypocrites who defend the brutal regime in Cuba it is "proof" of the great benefits that the Castro "robolution" has brought the Cuban people.
Foto: De izquierda a derecha, Carlos Plasencia, Nancy Rodríguez, Mailyn Cruz (centro), Marisol Bennet, al fondo Norbe Luis Basulto y su esposa Odette Milagros López y Yaisis González. Los médicos cubanos sostienen fotos de sus hijos menores, aún en Cuba, a los cuales las autoridades no les permiten abandonar el país. Roberto Koltun / El Nuevo Herald
Source: The Real Cuba.
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Cuba won't let our kids leave, medical workers say. Former Cuban doctors are contemplating taking their quest to get their kids out of Cuba to an international court.
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Cuba retiene a hijos de médicos desertores
En lo que parece ser una breve entrevista telefónica, Yoani Sánchez abordar el tema de la Salud pública en Cuba, tal vez motivada por uno de sus últimos artículos que ustedes pueden leer en esta página y que hemos publicado en su versión en Ingles.
Ahora con el titulo: “en los hospitales cubanos mueren mas gentes por falta de comida que por enfermedad” la periodista de ABC convierte esta entrevista en un articulo que rebela algunas realidades,- no todas-, de la Salud en Cuba. El artículo dice:
Cuba, además de ser un paraíso tropical de puertas para afuera, también es el edén de las estadísticas triunfales que sitúan a la isla en unos niveles de desarrollo cercanos a los del primer mundo. Pero están extremadamente maquilladas. La bloguera Yoani Sánchez -premio Ortega y Gasset 2008- cuenta a ABC, en conversación telefónica desde La Habana,"cómo se trata de no arrojar luz, de que no se sepa qué está en el lado negativo de la balanza". Pero hay una forma muy sencilla de conocerlo, con la experiencia personal.
"Cada año tengo que rehacer mi agenda porque la mayoría de mis amigos emigran. Por eso sé que la tasa es bastante alta". "Lo mismo ocurre con los abortos. Hasta hace dos años, era un método anticonceptivo legal, hasta los siete meses de gestación o incluso más". Ésta es una de las estadísticas que se incluyen en el grupo de las inexistentes o no publicables, al igual que los divorcios o los suicidios.
Por otra parte están las publicadas por los órganos oficiales que "no están sometidas al escrutinio público, ni a una prensa libre". "Son datos tan importantes como la natalidad y mortalidad infantil, personas que mueren antes de los 75 años por causas curables, tasa de subalimentación o el Índice de la Población Penal, que es el más alto de Suramérica", porque "en Cuba hay muchas cosas ilegales, prácticamente vivir es ilegal", afirma segura.
En lo que respecta a la mortalidad infantil, expone que "con solo los casos que yo conozco de niños muertos menores de un año, la cifra no da". "Pertenece a la cotidianidad las historias de bebés que fallecen después de nacer y se inscriben como nacido muerto".
Sin embargo, la cara más dura del engaño está en la sanidad. El número de profesionales médicos se ha reducido alarmantemente -de cada cinco consultorios, sólo queda uno- y el material sanitario básico suele brillar por su ausencia. "Cuando operamos a mi hijo de apendicitis tuve que llevar desde el hilo de sutura hasta las sábanas". Por no hablar de la comida, "pues en algunos hospitales se muere más gente por la poca cantidad de alimento que recibe que por enfermedad".
Para terminar, Yoani Sánchez sentencia: "Los cubanos estamos inundados en números. Números de supuestas cosechas que nunca vemos aparecer en nuestros refrigeradores, un supuesto bienestar que nunca llega a nuestras casas... Más que conocer estadísticas fiables, queremos resultados reales y palpables, beneficios y posibilidades".
Fuente: ABC.es
By: Yoani Sanchez.
A bucket in one hand, a pillow under my arm, and a fan balanced on my hip. I enter the door of the Oncology Hospital and the backpack over my shoulder blocks the custodian from seeing my face. It’s of little importance because the man is used to the fact that the patients’ families must bring everything, so my Baroque structure of fans, bucket and pillowcase doesn’t surprise him. He doesn’t know yet but, in a bag hanging off me somewhere, I’ve brought him bread and an omelet so he’ll let me stay after visiting hours.
I come into the room and Mónica is holding the hand of her mother, whose face is increasingly haggard. She has cancer of the esophagus and there is little that can be done, although the woman still doesn’t know it. I’ve never understood doctors’ refusals to inform one, directly, how little time is left before the end; but I respect the decision of the family, although I don’t join in the lie that she will soon be well.
The room has a thin light and in the air smells of pain. I begin to unpack what I’ve brought. I take out the little sack of detergent and the aromatic with which I’ll clean the bath; its aroma floods everything. With the bucket we can bathe the lady, using the cup to pour, because the water faucet doesn’t work. For the great scrubbing I brought a pair of yellow gloves, afraid of the germs that spread in a hospital. Mónica tells me to continue unpacking and I extract the package of food and a puree especially for the sick. The pillow has been a wonder and the set of clean sheets manages to cover the mattress, stained with successive effluvia.
The most welcome is the fan, which I connect to two peeled wires hanging from the wall. I continue to unpack and come to the little bag of medical supplies. I have obtained some needles appropriate for the IV, because the one in her arm is very thick and causes pain. I also bought some gauze and cotton on the black market. The most difficult thing—which cost me days and incredible swaps—is the suture thread for the surgery they are going to do tomorrow. I also brought a box of disposable syringes since she yells to high heaven when she sees the nurse with a glass one.
To distract her, I’ve come loaded with a radio, and a nearby patient has brought a television. My friend and her mom can watch the soap opera, while I look for the doctor and give him a gift sent by the sick woman’s husband. When bedtime comes a cockroach crosses the wall near the bed and I remember that I also brought some insect spray. In the backpack I still have some medicines and a little gift for the girl in the lab. I have money in my pocket, because ambulances are for the most critical cases and when they send her home, evicted, we will need to take a Panataxi.
In front of our bed there’s an old woman who eats the watery soup she’s been given by the hospital staff. Around her bed there’s no bag brought by her family and she doesn’t have a pillow for her head. I position the fan so that she will also get the cool air and talk about the arrival of another hurricane. Without her realizing it I touch the wood of the door frame, whether to expel the fear of disease or in horror at the conditions in the hospital, I don’t really know. A woman passes by shouting that she has bread and ham for sale for the visitors and I lock myself in the bathroom which smells like jasmine after my cleaning.
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Photo: Instituto Nacional de Oncología y Radiobiología INOR, La Habana, Cuba.
Nota introductoria: Los médicos cubanos que hemos cumplido Misiones internacionalistas, sabemos de las múltiples medidas de control que establecen los agentes de la Dirección General de Inteligencia sobe los cooperantes. Estos agentes actúan en los Estados donde están establecidos las misiones internacionalistas cubanas con absoluta impunidad.
Las medidas de control incluyen: registro diario de entradas y salidas mediante un libo donde se anota donde está el cooperante y quienes le acompañan. Permiso directo de la Embajada Cubana si se va a salir fuera del Departamento o Municipio. También incluye informar sobre todo las relaciones sexuales fuera de los recintos o predios. Horario estricto de llegada a los “predios” antes de las 9:00 pm. Informar mediante planilla y por escrito de las relaciones o personas que usted frecuenta fuera de los predios. Esto incluye sobre todo las relaciones “afectivas” y relaciones sexuales cuando se han producido más de tres contactos. Al menos así era en Nicaragua, puede que se hayan producido cambios. El Editor.
Aquí la información:
Solicitan informe sobre médicos cubanos en Uruguay.
Dip. Cardoso solicita Pedido de Informe sobre situación médicos cubanos en Uruguay
Montevideo, 4 de noviembre de 2008.
Sr. Presidente de la Cámara de Representantes Alberto Perdomo
De nuestra mayor consideración:
De acuerdo a lo preceptuado en el artículo 118 de la Constitución de la República, solicito se curse el presente Pedido de Informe, al Ministerio del Interior y al Ministerio de Salud Pública.
Pedido de Informe
Hace pocas horas trascendió a los medios periodísticos la inquietud en ciertos ámbitos del gobierno por saber el paradero del médico cirujano cubano, oftalmólogo, Vladimir Villamil. Este profesional trabajaría en el Hospital de Ojos.
Un artículo publicado en el diario “El Observador” del día sábado 01 de noviembre bajo el titulo de: “Apareció oftalmólogo cubano del Saint Bois” se dice que los oftalmólogos cubanos de la brigada, que ahora viven en instalaciones del propio hospital, tienen prohibido movilizarse con libertad en nuestro territorio”
Esta situación, de ser cierta, es realmente violatoria de los Derechos Humanos vigentes en el Uruguay. Que nuestro gobierno acepte la colaboración de médicos cubanos con la limitante de la libertad ambulatoria no solo es humillante para los médicos, sino para nuestro país.
Por tanto solicitamos se nos responda:
a) Si se tiene conocimiento de que haya ciudadanos extranjeros residiendo en nuestro país, sometidos a vigilancia o seguimiento por personas, grupos u organizaciones extranjeras.
b) Si el Ministerio de Salud Pública conoce las condiciones de vida de los médicos cubanos que trabajan en el denominado “Hospital de Ojos”, cuando están fuera de sus horarios de trabajo. Si así fuera, explicitarlas.
c) Si el Ministerio del Interior ha realizado alguna investigación que permita desvirtuar -por falsa- tamaña aseveración, que afecta severamente el prestigio del Uruguay, y la protección de las libertades individuales y ambulatorias.
d) Si ha habido alguna denuncia vinculada con estos hechos.
e) Cuantos médicos de nacionalidad cubana registran actividad en el Uruguay y si sus nombres han sido puestos en la Web, para conocimiento público.
f) Si así no fuera, explicar el por qué.
g) Si por alguna vía formal u otra cualquiera se les ha hecho saber a los médicos de origen cubano que trabajan en el país, que gozan de todos los derechos individuales que ampara la Constitución de la República, sin restricción alguna.
Le saluda muy atentamente.
José Carlos Cardoso.
Representante Nacional por Rocha
Por: Claudia Cadelo de Nevi.
Ayer a las seis de la tarde me llama una de mis mejores amigas, para que vaya para el CIMEQ, que su padre (seguroso retirado) se está muriendo. Es mi amiga desde que nací, y a su padre le tengo cariño. Aquí en Cuba las relaciones inter-familiares han llegado a niveles realmente retorcidos (mi padre también era de la seguridad). Lo primero que pensé fue “está loca, al CiMEQ no me dejan entrar ni muertos” pero no fue así, entré por la puerta colada y nadie me preguntó nada, a pesar de pasarme 20 minutos con cara de “dónde estoy…dónde está el elevador por diossssss” y terminar metiéndome con cara de terror en uno de carga. Ya antes de niña había estado allí, mi padre me llevaba cuando estaba enferma y recuerdo algunas cosas.
No ha cambiado nada, en casi veinte años, literalmente. Por supuesto que no se compara al Calixto García, o al Fajardo, que parecen haber sido bombardeados (a pesar de los arreglos que por alguna extraña razón no se notan mucho). He pasado mucho tiempo de mi vida en hospitales, estuve cinco años ingresando a mi abuela en el Fajardo cada seis meses y a mi primer novio lo cuidé casi un año entero en el hospital Calixto…que nadie me diga que salud en Cuba por lo menos es grrrra…¿por lo menos qué? Por lo menos tenemos buenos anticuerpos y la gente se salva, a veces…sinceramente es un milagro (he visto desde una manguera de neumotórax o un fémur puestos al revés hasta un apagón de una hora en terapia intensiva durante un ciclón, Calixto García, año 2002 o 2003 no recuerdo, porque no había planta).
Además de la abulia general de los médicos y las enfermeras y el maltrato diario (ellos tampoco viven de sus salarios), las malas condiciones y la cochiná son el status quo. Pero mi amiga estaba deprimida, me comenta: una semana para hacerle un Eco, otra semana para que lo vea un Especialista, más de un mes esperando una máquina rota, a veces las pastillas vienen cambiadas; y yo me pregunto: ¿qué hacen los falsos techos medio rotos, los relojes de las paredes todos parados y con una hora diferente…? ¿No se supone que aquí sea dónde mejor están? ¿Si aquí están así, qué quedará para nosotros?
Fuente: Octavo Cerco.
Foto: Claudio Fuentes Madan