Por: Dr. Darsi Ferrer.*
Los logros del sistema de salud cubano corresponden a la realidad de los servicios que se brindan en los centros e instalaciones destinadas a la atención médica de extranjeros y de los miembros de la cúpula del poder. Contrario a la pésima calidad, insuficiencias y franco deterioro de los servicios con que cuenta la población en
general.
Aunque no se reconoce oficialmente, el programa del médico y la enfermera de la familia en la práctica desaparece. Hasta ahora, las autoridades no implementan ninguna alternativa para compensar la sustitución de ese plan, otrora piedra angular del sistema de atención primaria de salud.
En los últimos años, el despojo de médicos al pueblo alcanza una cifra superior a los
veinte mil, con la suma de toneladas de recursos, entre equipos, medicamentos, insumos y química les, desviados para cubrir misiones de interés político por países de Latinoamérica y África.
En el territorio nacional la mayoría de los consultorios médicos están cerrados por falta
de personal. A los galenos los obligan a trabajar con 3 o 4 poblaciones de más de ciento veinte familias cada una, por un salario de unos 22 dólares mensuales que no satisface siquiera las necesidades básicas. Muchas consultas se mantienen abiertas por la labor que prestan estudiantes de medicina que cursan el tercer año de la carrera en adelante, carentes de calificación y responsabilidad profesional.
Los hospitales y policlínicas donde se atienden los cubanos de a pie están en mal estado, con problemas constructivos, faltos de higiene y de condiciones mínimas para brindar servicios médicos adecuados. Los pacientes cuando ingresan deben proveerse su alimentación, enseres como ropas de cama, toallas, piyamas, ventiladores, cubeta, vasos, cubiertos, bombillas, incluso medicinas, reactivos, entre otras dificultades.
A diferencia de las orientaciones de los organismos multilaterales (OMS, OPS), el sistema de salud cubano responde a una política de centralización, todo el funcionamiento se planifica por las altas instancias del estado y prohíbe la participación independiente de la sociedad civil en la toma de decisiones y la utilización de los recursos. Ello provoca un alto nivel de burocratismo, deficiencias, inoperancia, divorcio de la realidad y corrupción a todos los niveles. Además, engendra la implementación de la mentira como mecanismo oficial de cumplir con las metas establecidas desde ¨arriba¨.
Aunque el país cuenta con centros de tecnología de avanzada donde se producen y hasta exportan medicamentos, en las farmacias se carece de todo tipo de productos, el déficit alcanza medicinas esenciales, entre ellas, analgésicos, antiácidos, vitaminas minerales, jeringuillas, termómetros, etc.
La anciana conocida por Fina ingresó en el hospital Julio Trigo de la Capital por sospecha de presentar Cáncer de Pulmón, no fue posible a los médicos realizarle la broncoscopía para confirmar el diagnóstico por estar roto el equipo. Casualmente a los días de su admisión en la sala sufrió un infarto cerebral que complicó su situación de salud. Octavio Armenteros tuvo fiebre elevada varios días que se le asoció pérdida del apetito, dificultades con la deglución, falta de aire, síntomas catarrales y pérdida de peso progresiva. Lo ingresaron en el hospital 10 de Octubre, las deplorables condiciones de la instalación lo llevaron a irse enfermo para su casa. Un padrino de la familia (dirigente de alto rango) le resolvió ingreso en el hospital Almeijeiras, allá le diagnosticaron un enfisema pulmonar, bronquiectasia y tumor de laringe. Lleva meses en su casa desesperado por no tener acceso a un simple botellón de oxigeno que le ayude a paliar su limitación respiratoria. Tampoco consigue seguimiento para el tratamiento de su tumoración, en lo que se le deteriora el cuadro clínico.
Pasó cerca de un año para que a Lidia le hicieran, al fin, una gastroscopía, el diagnóstico dio por resultado duodenitis crónica y ulcera péptica. El especialista le indicó tratamiento y por no haber médicos en los consultorios de su barriada, hace meses que no encuentra solución a la necesidad de tener un certificado de los medicamentos para que se los vendan en la farmacia del área de salud a la que pertenece.
El incremento de las enfermedades transmisibles es motivo de creciente preocupación. Todo el año azotan epidemias de dengue, hepatitis, leptospirosis, meningoencefalitis, brotes de enfermedades respiratorias y diarreicas. La mayoría de la población padece de parasitismo, anemia, desnutrición. Patologías como la tuberculosis tienen una incidencia y prevalencia alarmantes.
Hace años se abandonaron programas que lograron algún funcionamiento dentro del sistema. Las mamografías masivas son cosa del pasado, en lo que se ha hecho frecuente que el diagnóstico de cáncer de mama, muy elevado y con tendencia a aumentar, generalmente se haga en estadios tardíos de la enfermedad, cuando son mínimas las posibilidades de intervenciones quirúrgicas curativas. También en detrimento de la salud de las mujeres hay grandes dificultades para la realización masiva de pruebas citológicas, lo que incide en el incremento de las muertes por cáncer cervicouterino.
Como no se realizan pesquisas activas para la detección de casos con hipertensión arterial y diabetes mellitus, entre otras enfermedades, muchas veces los pacientes asisten al médico solo cuando aparecen las complicaciones graves, factor que incide en el aumento de los accidentes vasculares encefálicos, los trastornos cardiovasculares, la insuficiencia renal y otros padecimientos crónicos derivados.
Similar comportamiento ocurre con los infectados por el VIH, últimamente el número de casos diagnosticados en fase de SIDA, o sea, en estadio de plena enfermedad con presencia de signos y síntomas, demuestra el subregistro en las estadísticas con un alto por ciento de enfermos sin diagnosticar y el descontrol en el programa nacional que se lleva en el país.
La taza de mortalidad infantil (muerte de niños menores de un año) es uno de los pocos programas que mantiene su vigencia, por constituir un indicador estratégico que reporta
beneficios políticos en el plano internacional, al relacionarse con marcadores de desarrollo humano, calidad de vida, entre otros aspectos. Claro, no se explica públicamente que en Cuba esta baja mortalidad se asocia a cifras astronómicas de interrupción de embarazos. Los médicos tienen la indicación de sugerir el aborto ante la presencia de embarazos con riesgos y, en determinadas ocasiones, están obligados a practicar la interrupción aún sin el consentimiento de las parejas.
Es probable que mientras continúe el apartheid en los servicios médicos y, por ende, la población tenga negado el acceso a la asistencia médica en hospitales diferenciados como el Cira García, CIMEQ, Frank País, La Pradera, Almeijeiras, Koly y otros, exclusivos para la atención de personas foráneas e integrantes de la nomenclatura, los cubanos se resistan todo lo posible a utilizar el sistema de salud, opten por la santería y la medicina verde para curarse y prevalezca la inconformidad generalizada por la mala calidad de esos servicios.
* Director. Centro de Salud y Derechos Humanos ¨Juan Bruno Zayas¨. La Habana, 30 de Junio de 2007
Foto de un paciente ingresado en una facilidad asistencial en la Provincia de Pinar del Rio en Cuba.
Los logros del sistema de salud cubano corresponden a la realidad de los servicios que se brindan en los centros e instalaciones destinadas a la atención médica de extranjeros y de los miembros de la cúpula del poder. Contrario a la pésima calidad, insuficiencias y franco deterioro de los servicios con que cuenta la población en
general.
Aunque no se reconoce oficialmente, el programa del médico y la enfermera de la familia en la práctica desaparece. Hasta ahora, las autoridades no implementan ninguna alternativa para compensar la sustitución de ese plan, otrora piedra angular del sistema de atención primaria de salud.
En los últimos años, el despojo de médicos al pueblo alcanza una cifra superior a los
veinte mil, con la suma de toneladas de recursos, entre equipos, medicamentos, insumos y química les, desviados para cubrir misiones de interés político por países de Latinoamérica y África.
En el territorio nacional la mayoría de los consultorios médicos están cerrados por falta
de personal. A los galenos los obligan a trabajar con 3 o 4 poblaciones de más de ciento veinte familias cada una, por un salario de unos 22 dólares mensuales que no satisface siquiera las necesidades básicas. Muchas consultas se mantienen abiertas por la labor que prestan estudiantes de medicina que cursan el tercer año de la carrera en adelante, carentes de calificación y responsabilidad profesional.
Los hospitales y policlínicas donde se atienden los cubanos de a pie están en mal estado, con problemas constructivos, faltos de higiene y de condiciones mínimas para brindar servicios médicos adecuados. Los pacientes cuando ingresan deben proveerse su alimentación, enseres como ropas de cama, toallas, piyamas, ventiladores, cubeta, vasos, cubiertos, bombillas, incluso medicinas, reactivos, entre otras dificultades.
A diferencia de las orientaciones de los organismos multilaterales (OMS, OPS), el sistema de salud cubano responde a una política de centralización, todo el funcionamiento se planifica por las altas instancias del estado y prohíbe la participación independiente de la sociedad civil en la toma de decisiones y la utilización de los recursos. Ello provoca un alto nivel de burocratismo, deficiencias, inoperancia, divorcio de la realidad y corrupción a todos los niveles. Además, engendra la implementación de la mentira como mecanismo oficial de cumplir con las metas establecidas desde ¨arriba¨.
Aunque el país cuenta con centros de tecnología de avanzada donde se producen y hasta exportan medicamentos, en las farmacias se carece de todo tipo de productos, el déficit alcanza medicinas esenciales, entre ellas, analgésicos, antiácidos, vitaminas minerales, jeringuillas, termómetros, etc.
La anciana conocida por Fina ingresó en el hospital Julio Trigo de la Capital por sospecha de presentar Cáncer de Pulmón, no fue posible a los médicos realizarle la broncoscopía para confirmar el diagnóstico por estar roto el equipo. Casualmente a los días de su admisión en la sala sufrió un infarto cerebral que complicó su situación de salud. Octavio Armenteros tuvo fiebre elevada varios días que se le asoció pérdida del apetito, dificultades con la deglución, falta de aire, síntomas catarrales y pérdida de peso progresiva. Lo ingresaron en el hospital 10 de Octubre, las deplorables condiciones de la instalación lo llevaron a irse enfermo para su casa. Un padrino de la familia (dirigente de alto rango) le resolvió ingreso en el hospital Almeijeiras, allá le diagnosticaron un enfisema pulmonar, bronquiectasia y tumor de laringe. Lleva meses en su casa desesperado por no tener acceso a un simple botellón de oxigeno que le ayude a paliar su limitación respiratoria. Tampoco consigue seguimiento para el tratamiento de su tumoración, en lo que se le deteriora el cuadro clínico.
Pasó cerca de un año para que a Lidia le hicieran, al fin, una gastroscopía, el diagnóstico dio por resultado duodenitis crónica y ulcera péptica. El especialista le indicó tratamiento y por no haber médicos en los consultorios de su barriada, hace meses que no encuentra solución a la necesidad de tener un certificado de los medicamentos para que se los vendan en la farmacia del área de salud a la que pertenece.
El incremento de las enfermedades transmisibles es motivo de creciente preocupación. Todo el año azotan epidemias de dengue, hepatitis, leptospirosis, meningoencefalitis, brotes de enfermedades respiratorias y diarreicas. La mayoría de la población padece de parasitismo, anemia, desnutrición. Patologías como la tuberculosis tienen una incidencia y prevalencia alarmantes.
Hace años se abandonaron programas que lograron algún funcionamiento dentro del sistema. Las mamografías masivas son cosa del pasado, en lo que se ha hecho frecuente que el diagnóstico de cáncer de mama, muy elevado y con tendencia a aumentar, generalmente se haga en estadios tardíos de la enfermedad, cuando son mínimas las posibilidades de intervenciones quirúrgicas curativas. También en detrimento de la salud de las mujeres hay grandes dificultades para la realización masiva de pruebas citológicas, lo que incide en el incremento de las muertes por cáncer cervicouterino.
Como no se realizan pesquisas activas para la detección de casos con hipertensión arterial y diabetes mellitus, entre otras enfermedades, muchas veces los pacientes asisten al médico solo cuando aparecen las complicaciones graves, factor que incide en el aumento de los accidentes vasculares encefálicos, los trastornos cardiovasculares, la insuficiencia renal y otros padecimientos crónicos derivados.
Similar comportamiento ocurre con los infectados por el VIH, últimamente el número de casos diagnosticados en fase de SIDA, o sea, en estadio de plena enfermedad con presencia de signos y síntomas, demuestra el subregistro en las estadísticas con un alto por ciento de enfermos sin diagnosticar y el descontrol en el programa nacional que se lleva en el país.
La taza de mortalidad infantil (muerte de niños menores de un año) es uno de los pocos programas que mantiene su vigencia, por constituir un indicador estratégico que reporta
beneficios políticos en el plano internacional, al relacionarse con marcadores de desarrollo humano, calidad de vida, entre otros aspectos. Claro, no se explica públicamente que en Cuba esta baja mortalidad se asocia a cifras astronómicas de interrupción de embarazos. Los médicos tienen la indicación de sugerir el aborto ante la presencia de embarazos con riesgos y, en determinadas ocasiones, están obligados a practicar la interrupción aún sin el consentimiento de las parejas.
Es probable que mientras continúe el apartheid en los servicios médicos y, por ende, la población tenga negado el acceso a la asistencia médica en hospitales diferenciados como el Cira García, CIMEQ, Frank País, La Pradera, Almeijeiras, Koly y otros, exclusivos para la atención de personas foráneas e integrantes de la nomenclatura, los cubanos se resistan todo lo posible a utilizar el sistema de salud, opten por la santería y la medicina verde para curarse y prevalezca la inconformidad generalizada por la mala calidad de esos servicios.
* Director. Centro de Salud y Derechos Humanos ¨Juan Bruno Zayas¨. La Habana, 30 de Junio de 2007
Foto de un paciente ingresado en una facilidad asistencial en la Provincia de Pinar del Rio en Cuba.
Eloy, soy Pedro Pablo el de Baracutey Cubano; espero que estén toda tu familia y tú bien. Te reenvio por varias vías este correo que me llegó,
ResponderEliminarEstimados amigos y colegas,
Desde have dos días CNN le está dando prominente cobertura a la controversia entre el Dr. Sanjay Gupta, experto médico de la cadena, con Michael Moore, cuya película "Sicko" promueve el sistema de salud cubano. Por ejemplo, estuvieron debatiendo en Larry King ayer y están promoviendo más cobertura al respecto.
Tenemos pocas oportunidades como está para diseminar nuestro mensaje. Así, que si tienen experiencias con respecto al sistema de salud cubano, eg. familiares allá que han sufrido las deficiencias, o medicinas y demás que hayan tenido que enviar, o cualquier otra cosa que eduque al respecto, les pido que escriban a CNN brevemente relatando su historia o con un breve comentario. Escriban en el formulario que aparece en:
http://www.cnn.com/feedback/forms/form4.html?82
Abajo está lo que acabo de escribir. Creo que es un poco largo, pero a veces encuentro difícil resumir. Así salió.
Hurrah for Dr. Gupta in facing off Michael Moore!
It would be good to show Mr. Moore how he has been duped by the Cuban regime's Potemkin Village approach to Cuba's "free" healthcare. Oh, and he forgot to mention that Cuba is a totalitarian state that abuses the most fundamental rights of its citizens. Minor detail...
Blatant lies about Cuba's healthcare have been cemented for years by the Castro regime's well-financed propaganda, but wouldn't stand a chance if serious journalism is conducted on the island. Many Cuban health professionals and administrators or recipients of health care living in exile anywhere in the world can also provide first-hand testimony.
With the exception of a few showcase facilities for useful idiots and foreigners paying in hard currency, health facilities for the population are in total disrepair, lack basic supplies and medicine to treat common ailments, and patients have to bring their own bed sheets and food. Because medical products are exempt from the U.S. embargo, they can't even use that excuse!
Our organization, which advances human rights through research and scholarship, will be happy to provide academic work, photographs, and contacts for you to tell this sadly ignored story.
Gracias y saludos,
Maria
Maria C. Werlau
Executive Director, Cuba Archive
P.O. Box 529
Summit, NJ 07902
Tel. 973.701-0520
www.CubaArchive.org
Maria C. Werlau
Executive Director, Cuba Archive
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