Se ha dicho con bastante acierto que el SIDA es una enfermedad que vive del silencio, la falta de información y la ignorancia . Con relación a esta afirmación me atrevo a agregar que esta Enfermedad en Cuba transitó el camino del silencio, se alimentó de una información sesgada y promovió una peligrosa ignorancia; todo lo cual trajo aparejado una burda manipulación de informaciones que sólo ha distorsionado el análisis científico-epidemiológico de esta Enfermedad en nuestro país.
En el año 1985 trabajaba en el Hospital Territorial de Cárdenas, una institución hospitalaria que contaba con 429 camas y un equipo de médicos especialistas bien calificados. Una mañana fuimos citados a la Dirección del Hospital los Jefes del Departamento de Medicina y Patológica, y a mi en calidad de Especialista de Oncologia. No teníamos idea de lo que se trataría en aquella reunión, al llegar el Secretario del Partido se apresuraba en retirarse de la oficina quedando allí el Director. Este comenzó a explicar la aparición de “una enfermedad que afectaba a hemofílicos, drogadictos y homosexuales”, siguió diciendo, “aunque esta enfermedad se había detectado en EU, los enemigos de la Revolución atribuían su aparición en este hemisferio, a la presencia de las trapas cubanas en Angola”. A continuación nos recordó, “que esa era una reunión confidencial, y que no debía trascender lo allí tratado al resto de los médicos”; no se detuvo en su explicación y continuó diciendo ; “esta enfermedad se caracteriza por estar asociada a neumonías de difícil control, pacientes que fallecen con cuadros febriles sin causa aparente, aumentos de ganglios linfáticos y Enfermedad o Sarcoma de Kaposi”.Nos exhortó a guardar silencio y estar muy atentos a este cuadro clínico de infecciones oportunistas y déficit inmunológico , para concluir agregando: “nadie sabe si es un nuevo ataque del Imperialismo”. Quede aturdido, una enfermedad de evolución mortal y de reciente aparición tocando a nuestras puertas y sólo se daba una información pobre y limitada a tres especialistas. Hasta este punto se pedía silencio, se informaba poco y se invitaba a la ignorancia. Mal empezábamos.
Si, muy mal empezamos. El origen de la enfermedad en Cuba se asocia de un lado a la identidad de un coreógrafo cubano que contrajo la enfermedad en los EEUU, así como la relación de ésta Enfermedad con la permanencia de las tropas cubanas en territorio africano, en las zonas endémicas del VIH; esto último pudo haber constituido la vía de entrada del SIDA en el país. También las autoridades no perdieron tiempo en propalar la teoría de un virus desarrollado en los laboratorios del Pentágono, como parte de la Guerra biológica de la CIA. ¿Contra quien?, nos preguntamos, pues los primeros casos y las primeras victimas diagnosticadas eran norteamericanos. De esta forma el análisis científico, despasionado y necesario de una Enfermedad que se convertía en una epidemia quedaba anulado.
Las siglas de SIDA significan: Síndrome de Inmuno Deficiencia Adquirida; enfermedad producida por el VIH (Virus de la Inmunodeficiencia humana) pero no fue este nombre el que tuvo en sus inicios, o al menos cuando fue caracterizada la enfermedad. Alrededor de 1981 el Centro de Control de Enfermedades (CDC) en Atlanta, EU, emitió un informe sobre un Síndrome que antes no se conocía pero con características clínico-epidemiológicas bien definidas; lo denominaron como tal (SIDA) al año siguiente (1982) y es entonces cuando se definen los grupos de riesgos.
En Cuba según informe consultado , en el 1983 se creo una comisión multidisciplinaria para la prevención y el control del SIDA que organizó un sistema de vigilancia epidemiológica ante la aparición de casos con enfermedades oportunistas y se estableció la prohibición de importar sangre y sus derivados de países con SIDA. Entre 1985 -1986 se instalaron centros de diagnósticos para VIH en provincias y municipios .
No dudamos de los datos aportados por la investigadora Rodríguez Roch, pero para el lector no le resultará difícil apreciar que hay un tiempo entre el momento en que el CDC, en el año 1981 estableció una alerta epidemiológica y el tiempo en que, en un Hospital en Cuba de nivel intermedio se le da a conocer la información, muy limitada por cierto, a sólo tres especialistas. Las autoridades de Salud estaban más preocupadas por guardar silencio y así ganar tiempo para poder contrarrestar las opiniones vertidas en el extranjero sobre la posibilidad de que el SIDA había alcanzado el hemisferio occidental, al haber sido infestadas las tropas cubanas en África, esto es, considerando que los Epidemiólogos ya apuntaban a África como el sitio primario de esta enfermedad de origen viral.
En el año 1986 se convocó a reuniones con especialistas de distintas disciplinas y se dio a conocer de forma amplia las características de esta enfermedad, así como los procedimientos a seguir para su control epidemiológico. Coincidiendo con el diagnóstico de los primeros casos de SIDA en Cuba, se puso en práctica el Programa Nacional de Lucha contra el SIDA para el control y la prevención de la infección por VIH producida por transmisión sexual. Sin embargo considero que se perdió un tiempo muy valioso, se apostó por el silencio y las especulaciones de tinte político. Mirando de forma restropectiva; muchos médicos se percataron de que pacientes que fueron mal diagnosticados, o no tenían un diagnóstico de certeza; no eran sino enfermos de SIDA terminales; muchos de los cuales habían participado en misiones internacionalistas en África.
En otro orden de cosas; considerar que el éxito en el aislamiento hospitalario de los pacientes con dengue hemorrágico justificaba la hospitalización forzada y el aislamiento obligatorio de los pacientes con SIDA, es desconocer la evolución y el pronóstico de ambas enfermedades. Nada justifica el recluir en los Sidatorios a estos pacientes que ya eran tratados en otros países de forma adecuada, sin llegar a violar sus derechos más elementales.
Más que los argumentos esgrimidos por las autoridades de Salud de Cuba para aislar a esos pacientes; estoy convencido de que la opinión que primó fue la certeza de que en nuestro país se vive una permanente promiscuidad colectiva; lo que llevaría en poco tiempo a un aumento de la prevalencía de la enfermedad.
No faltaron opiniones considerando que la reclusión sídica entre los años 1986-1993; significó el ocultamiento deliberado de la pandemia, la inhibición de las campañas preventivas y la imposición a los enfermos de la doble condición de enfermos y de nuevos leprosos medievales; subrayándose, de paso, el carácter asocial de los infestados que no merecen la libertad de movimientos. Aislados, sentenciados a no mezclarse con los sanos, los seropositivos y enfermos por igual .
La razón por la que el Ministerio de Salud Publica en Cuba, desestimó esta política de encierro obligatorio, se debió a la imposibilidad de mantener el alto costo económico que representaba este sistema; el cual tenía que garantizar insumos para 13 sidatorios cuando el País se replanteaba toda su política de subsistencia en el llamado Periodo Especial. Estaba en ese momento en juego la propia subsistencia del Estado Totalitario y muchas cosas se eliminaron, entre ellas los Sidatorios. En cuanto a la opinión pública internacional que denunciaba la violación de los Derechos Humanos de estos pacientes; no creo que haya influido en nada para terminar con este sistema de internamiento obligatorio.
Por otro lado, existen dudas razonables sobre la veracidad de las estadísticas que proporciona la Dictadura Castro-comunista a través de sus organismos, a las agencias internacionales. Los reportes estadísticos presentados a organismos internacionales han pasado por el tamiz del "secreto estatal", donde obviamente se esconden o deforman los datos. Detrás de cada cifra o conclusión estadística existe casi siempre una evidente manipulación de motivaciones políticas . Dejando a un lado toda especulación posible; es aceptable que el índice de prevalencia del SIDA en Cuba es de los más bajos en términos comparativos. El HIV Prevalence (% age 15-45) 20003 es de 0.1 {< 0.2} .
Hay cifras que nunca sabremos, la de la tristeza, el abandono y la desolación de las víctimas del SIDA que nunca pudieron hablar, y a los cuales nadie les preguntó ni pudieron tomar decisiones. Esta la historia amarga aún no escrita de los portadores voluntarios del SIDA, jóvenes que en varias localidades se auto inocularon el virus en un ritual de dudosa interpretación. Muchos testimonios hay sobre todo esto , pero la historia está por escribirse sobre todo la de los jóvenes que se auto inocularon el virus del SIDA y de los cuales se guarda un silencio cómplice.
El drama de estos jóvenes fue llevado al cine en un documental titulado: “Maldito sea el nombre Libertad”; pero aún no esta claro los motivos que condujeron a estos cometer este acto de suicidio concertado.
Existen opiniones contradictorias, pero opiniones al fin que debemos considerar, un joven con SIDA afirmaba: “Cuando hay que hablar de VIH en Cuba, no son imágenes terribles las que recuerdo, para nada pienso en encierro o maltratos, todo lo que me viene a la mente es lucha, amor, esperanza y futuro. Y créanme que les hablo con el corazón .
En los últimos tiempos se ha venido especulando sobre el aumento de la incidencia del SIDA en Cuba, en relación con el incremento de la prostitución en todas sus variantes, y el hecho de que la Isla se ha convertido en un destino para el turismo sexual. No dudamos que esto puede incrementar la prevalencia de la enfermedad y queremos hacerlo notar. Por otro lado, algunos científicos latinoamericanos que asistieron a la Conferencia Internacional sobre el SIDA en Bangkok advirtieron que, “Cuba es una bomba de relojería”, al afirmar que en nuestro país se han detectado todos los subtipos del VIH ; complicando aún más el acercamiento y la interpretación de los problemas alrededor de esta Enfermedad en Cuba.
El SIDA, como el Dengue Hemorrágico, la Conjuntivitis hemorrágica y la Neuritis Óptica o Neuropatía Cubana, todas ellas epidemias que se han producido en Cuba; conforman un grupo de enfermedades en la cuales la paranoia y la contaminación política de un lado y la manipulación de la información por otro; ha conducido a que los médicos que prefieren trabajar con absoluto rigor científico y resuelta consagración al cuidado de sus pacientes; se vean desprovistos de los medios para un análisis científico adecuado de estas entidades nosológicas que han afectado en mayor o menor grado y durante un periodo de tiempo muy amplio, a buena parte de la población cubana.
Aún estamos en deuda a fin de proveer un estudio completo y pormenorizado del SIDA que nos lleve a conclusiones más creíbles; dejando a un lado controversias y filiaciones políticas.
Aún estamos a tiempo para saldar esta deuda con la Ciencia Médica en nuestro País. Debemos de aceptar el reto de aproximarnos a la verdad científica despojados de maniqueísmos de ocasión, y con la prestancia necesaria para transitar el camino de la certidumbre.
Referencias:
El silencio mata. Soren Triff. El Nuevo Herald 22 de junio del 2000
El SIDA en Cuba. Liana Rodríguez Roch. Universidad de la Habana Papers 52,1995
idem
Comentario sobre el trato a seropositivos en Cuba. La Jornada, Mx. (06-06-01).
El sida, la CIA y los Derechos Humanos .Miguel A. Puñales. www.cubaencuentro.com
Human Development Reports. Cuba. http://hdr.undp.org/statistics/data/cty/cty_f_CUB.html
Marginados. Rafael Ferro Salas, Grupo Decoro.www.cubanet.org
Sanatorio los Cocos, no todo es color de rosa. José Alberto Aguilar. www.cubanet.org
Vivir con VIH en Cuba .Carlos Aragonés. www.apla.org
El SIDA en Cuba es un polvorín. EFE. www.futurodecuba.org
© 2005
* Physician and Freelancer Writer. E-mail: eloy_gnzlz@yahoo.com
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