lunes, julio 11, 2005

Biscet: El Reconocimiento Pendiente.


Desde el año 1996 me había vinculado con el Colegio Médico Independiente de Cuba; antes había trabajado de forma directa o indirecta con otras organizaciones de oposición. Entonces estaba desempleado y el régimen a través de los funcionarios del Ministerio de Salud me negaba de forma reiterada el derecho al trabajo.
Por el año 1997 fue para mí una sorpresa el conocer del surgimiento de una nueva organización de Derechos Humanos; “una más”..., pensé, que diluiría los esfuerzos que ya venían haciendo otras organizaciones.
Se trataba de la Fundación Lawton de Derechos Humanos, una organización humanitaria dirigida a promover y exigir la defensa de los Derechos Humanos tomando como base el primero de los derechos: El Derecho a la Vida.
La Fundación Lawton tenía desde sus inicios signos distintivos que merecen ser mencionados. Fundada por un Médico relativamente joven en pleno ejercicio profesional. Me refiero al Dr. Oscar Elías Biscet  quien se había graduado en el 1985 como Especialista en Medicina Interna  y  desempeñaba su trabajo en un conocido Hospital Materno Infantil de la capital cubana.
Ya en el  año 1994 las autoridades represivas del régimen le habían abierto un expediente de peligrosidad. Su resuelta actitud y liderazgo demuestra  desde el principio de las labores de esta organización  que el Dr. Biscet  es un líder valiente y de sólidas convicciones.
En muy poco tiempo el Dr. Biscet da a conocer un documento titulado: “Una actitud que nos concierne a todos”; donde alerta acerca del problema del aborto en Cuba y solicita apoyo sobre todo a sus colegas. Con palabras directas señala: “En tus manos está el poder detener este magnicidio hecho legal, usted puede decir no y con su apoyo hacer cambiar este proceder erróneo en nuestra sociedad”. El documento fue distribuido a los médicos presentes en el Hospital según consta en el mismo texto que aparece en Internet.
A la altura de estos eventos el Dr. Biscet y sus colaboradores habían conducido con habilidad y profesionalismo un estudio investigativo entre los años 1997-1998 acerca del empleo del Rivanol como método abortivo, titulado: “Rivanol; Un método para destruir la vida”; estudio que se le hizo llegar a las autoridades sanitarias cubanas y a la Convención de los Derechos Humanos del Niño en Ginebra, Suiza.
Sin un momento de pausa en sus nobles propósitos y con una entereza  sin límites; el 24 de febrero de 1998 da a conocer en el Hospital donde laboraba un texto a modo de discurso solicitando la atención de sus colegas sobre el respeto al derecho a la Vida. Así como  otro texto escrito  en los mismos términos y en la misma fecha titulado: “En defensa de la Vida”.
La respuesta de las autoridades no se hizo esperar y en la misma fecha en que se produjeron los hechos, mediante resolución laboral fue expulsado del Hospital, situación que dio a conocer de inmediato en un documento de  denuncia con fecha 25 de febrero del mismo año.
En los primeros meses de aquel año del 1998, reflexionaba sobre estos hechos y podía afirmar que estábamos en presencia de un hombre que era y es parte del “poco número de los infatigables”; Y sin decaer mi entusiasmo, -que razones había para eso-, presenté al Colegio Médico Independiente de Cuba la proposición de reconocer al Dr. Oscar Elías Biscet, nombrándolo Miembro de Honor de nuestra organización médica.
Por aquel entonces mis funciones eran como Asesor Nacional y tenía a mí cuidado elaborar las Bases y Estatutos del Colegio Médico Independiente; pero no me tocaba tomar  esa decisión u otra decisión.  Había una estructura formada por un Presidente, Vicepresidente, Secretario de Relaciones  y hasta un traidor agazapado esperando su oportunidad.
La respuesta fue perturbadora: “El Dr. Biscet no se atempera a los propósitos y lucha de nuestra organización, no le ha interesado esta, actúa por su cuenta y riesgos y no es una persona confiable”.
Nuevamente en la historia, en esa que escribimos  en la cotidianidad, se nos mostraba la forma funesta de enlodar  la virtud, desdeñar el  hacer justicia y pisotear el honor. Con que facilidad nos movemos enseguida entre la intriga y el miedo, nada más oprobioso. De esta forma y adoptando tales actitudes contribuimos e impedimos que las fuerzas de la lucha se combinen o se produzca una convergencia de propósitos.
Con su expulsión del Sistema Nacional de Salud del Dr. Biscet, se completa las medidas  administrativas-represivas al ser desalojado de su hogar junto a su familia. Su esposa fue despojada del derecho al trabajo sumergiendo a la familia en un estado de indefensión económica y social.
La Fundación Lawton de Derechos Humanos, liderada por el Dr. Biscet exige públicamente justicia para  los presos políticos y a favor del derecho a la Vida de los niños cubanos; pide de igual forma un comportamiento justo de los tribunales cubanos y libertad de religión  y de expresión. La organización de talleres de adiestramiento en desobediencia  civil resulta novedosa y útil.
Con el lema: “Desatando las ligaduras de la impiedad” un grupo de opositores entre los cuales se destaca el Dr. Biscet convocan a partir del 21 de mayo del 1998 a un ayuno para reclamar el cumplimiento de los Derechos Humanos y la libertad de los presos políticos en Cuba. Esta convocatoria pone especial  énfasis en las palabras del profeta Isaías 58:6-7.
El ayuno de Tamarindo 34, como llegó a conocerse, sacó de la apatía a buena parte de la oposición pacífica en Cuba, dando un ejemplo de incalificable entrega a la causa de la defensa de los Derechos Humanos en nuestra Patria.
Al concluir el ayuno, 40 días después de comenzado, el Dr. Biscet  declaraba su opción por la no-violencia al afirmar que había adquirido la capacidad de amar a sus enemigos, sustituyendo la violencia, la ira,  la venganza y el odio; por la justicia y el perdón. Con proverbial cita concluye: “Mas la senda de los justos es como la luz de la aurora, que va en aumento hasta que el día es perfecto” (Proverbios 4: 18). Y a renglón seguido señala: “Y esa perfección en libertad emana de Dios”.
Después de protagonizar el ayuno el Dr. Biscet fue objeto de 26 detenciones arbitrarias en un periodo de 18 meses y sujeto a innumerables tratos crueles, inhumanos y degradantes.
Frente a tan ejemplar trayectoria de este médico a favor de los derechos de todos los cubanos, de nuevo propuse nombrar al Dr. Biscet como Presidente de Honor del Colegio Médico Independiente de Cuba y la respuesta fue la misma; añadiéndose a los anteriores argumentos el calificativo que degradaba su noble conducta y que más tarde emplearían las propias autoridades para descalificarlo.
En la verdad hay que entrar con la camisa al codo” y eso he hecho al referirme a este reconocimiento del Dr. Biscet, aun pendiente, No me he diluido en dimes y diretes de ocasión, ni he puesto tesón en desacreditar, ni transitar los innobles caminos de la contienda estéril. Queda para el futuro que un día, -esperemos no muy lejano-, los médicos cubanos nos reunamos para reconocer el carácter entero de este hombre.
Sumergido en la  oscuridad de su celda, comenzaba a transitar la nueva senda de los justos; la  del sacrificio de la libertad individual, hasta que el día sea perfecto y se produzca, ¿por qué no?, el reconocimiento  aplazado.
Información adicional:
Fundada en 1997 en La Habana, Cuba, como grupo pacifico, humanitario basado en la Declaración Universal por los Derechos Humanos. La Fundación Lawton de Derechos Humanos promueve el estudio, la defensa, y la denuncia de violaciones de derechos humanos dentro de Cuba y dondequiera que se violen los derechos y libertades de seres humanos. El principal objetivo de su membresía es el establecimiento de un estado de derecho en Cuba. El sostén de su plataforma en defensa de todos los derechos humanos se basa en el primer derecho: el derecho a la vida, sin el cual otras libertades quedarían invalidadas. Sus miembros están activamente comprometidos a llevar sus ideales dentro de Cuba sin garantías sobre su integridad física. Frecuentemente son censurados, maltratados (física y psicológicamente) y chantajeados, además de ser encarcelados arbitrariamente junto a criminales comunes por las autoridades cubanas por el simple hecho de defender sus principios. En: http://www.lawtonfoundation.com/
Fundación Lawton de Derechos Humanos. P. O. Box 43-0905. Miami, FL. 33243-0905. USA. Web: www.lawtonfundation.com/ E-mail: lawtonfundation@lawtonfundation.com

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