Un extenso Tweets publicado en su
cuenta por el twittero que se hace llamar 𝗖𝘂𝗯𝗮 𝗰𝗼𝗻 𝗛 𝗱𝗲 𝗢𝗿𝘁𝗼𝗴𝗿𝗮𝗳𝗶́𝗮 [@CubaOrtografia]; resulta interesante en su lectura
y muy revelador. Son esos breves pero contundentes testimonios que desnudan el
prolongado descalabro y las maliciosas asignaciones de la dictadura Castro
comunista y sus efectos en la sociedad cubana. Tales testimonios resultan
convincentes y aleccionadores. Cada uno empieza con una frase: “yo viví la época
en que…’, y viene a renglón seguido la anécdota.
Selecciono aquellos fragmentos que
nos hablan de algunas realidades sobe la salud publica en Cuba por su valor
testimonial. Las críticas al personal profesional de la salud no deben generalizarse,
pero resultan ciertas en su esencia. No todos los profesionales de la salud
mostraban una conducta cuestionable. Publico esta edición del Tweets en
cuestión, con los debidos créditos, y lo hago para incluirlo en la página de Facebook y
probablemente en el Blog de Medicina Cubana.
Del resto de los fragmentos del
mencionado Tweets daré cuenta. Lean y opinen:
Yo viví la época en que, el Hospital Militar de
Marianao era apodado Sala 8, por referencias a la película americana, donde se
hacían malas operaciones, donde había un alto índice de negligencias médicas y
donde la insalubridad era más contagiosa que una simple infección.
Yo viví la época en que, el Cuerpo de Guardia de ese
mismo hospital se repletaba de heridos por armas de fuego o armas blancas tras
un concierto en el Anfiteatro de Marianao; donde los familiares de los
accidentados iban en masa a buscar al agresor y luego las peleas se
multiplicaban en las patrullas, las ambulancias o el lobby de Urgencias.
Yo viví la época en que,….. infectados con VIH-SIDA
por diversas razones, se montaban en las guaguas repletas de La Habana, con
jeringuillas llenas de sangre contaminada, para pinchar a los pasajeros y
transmitirles la enfermedad.
Yo viví la época, en la cúspide del mal llamado
Período Especial, en que derretían condones para hacerlos pasar por queso en
las pizzas que vendían en la calle; en que hubo un caso serio de intoxicación
por consumo de aceite reciclado de avión, extraído de Rancho Boyeros, que
vendieron como aceite comestible.
Yo viví la época en que, se volvió popular un
material, grabado en memoria flash y prestado con mucho sigilo, con imágenes y
videos de asesinatos ocurridos en Cuba. Sustraído de Medicina Legal, ese
archivo tenía fotos espeluznantes y reconstrucciones de hechos de sangre con
sus protagonistas. Recuerdo especialmente el caso de una joven, de menos de 30
años, que asesinó a una chica de 18-20 años por celo hacia su ex. Para
inculparlo, usó un par de zapatos de este y engañó a su víctima hasta un
matorral, donde la acuchilló salvajemente. Lo que se veía en esa copia digital
daba para varias sagas de películas de terror.
Yo viví la época en que pagué por una radiografía, por
un TAC, por un turno en el dentista o por atenderme rápido en el médico. Vi
cómo varios doctores o enfermeras recibían primero al guajiro que les traía
sacos de viandas o una pierna de puerco, dejando para el final al que no tenía
ni para coger la guagua.
Yo viví varias épocas, y sería interminable
mencionarlas todas. Pero cada una tenía un denominador común: el régimen
socialista, la intromisión del Estado, el adoctrinamiento, la manipulación, la
mentira, la represión y el miedo. He visto algunos tuits por ahí hablando de
que ya Cuba no puede preciarse de tener un sistema de salud de excelencia, o de
que su educación no es como antes, o de que la tranquilidad ciudadana se está
viendo afectada. Desde que llegaron los comunistas al poder, Cuba ha sido una
gran mentira. Jamás hubo salud ni educación ni tranquilidad ciudadana. La
Campaña de Alfabetización fue una enorme estafa; los hospitales como el CIMEQ,
el Cira García, o la Clínica de Kohly, eran reservados para extranjeros o
dirigentes; los asesinatos en Cuba siempre estuvieron a la orden del día,
silenciados por la prensa y nunca difundidos por la falta de redes sociales.
Por todo eso, y por mucho más, muchísimo más, no
soporto a la izquierda, al socialismo y al comunismo. Y todo el que defienda
esas ideologías lo único que tiene que hacer es sacar un pasaje sin regreso al
solar donde nací para que, desde ahí, en la trinchera,……………, grite a diario
¡Gracias, Fidel! - pero todos sabemos que no lo harán.
Fuente: Twitter. 𝗖𝘂𝗯𝗮 𝗰𝗼𝗻 𝗛 𝗱𝗲 𝗢𝗿𝘁𝗼𝗴𝗿𝗮𝗳𝗶́𝗮
[@CubaOrtografia]
Porque estos alabarderos comunistas a lo malo no
solo le decían bueno, sino que nos vendían un producto moralmente pútrido y
marcado por la impiedad . Un subproducto maléfico que nos destrozó y nos
destroza . Nunca podremos saber todo lo malévolo que ha sido escondido.
7.13.2023
No hay comentarios:
Publicar un comentario