martes, julio 06, 2021

¡Necesitamos ayuda!. El pedido desesperado de una profesional de la salud desde Cárdenas, Cuba.

 

Durante 9 años viví en la ciudad de Cárdenas y trabajé en el Hospital de esa ciudad. Desempeñándome como medico especialista, docente y jefe del Servicio de Urgencias. Confío en la dedicación y profesionalidad de los médicos cardenenses; doy fe de su apego a la práctica de la Medicina y cuanto pueden hacer. Hago votos porque esta lamentable situación sea superada y que el personal, los recursos y la administración del Hospital puedan solucionar este evento. Al final buena parte de la población que se atiende en este hospital saldrá beneficiada.

Necesitamos ayuda.

¡Cárdenas necesita ayuda!,¡Matanzas necesita ayuda!,¡Cuba necesita ayuda!

Escrito por  Daily Rizo Cabrera.

Licenciada en Psicología Policlínico Héroes del Moncada. Cárdenas. Cuba

Qué hay de malo en reconocer que necesitamos algo que tantas veces hemos regalado SOLIDARIDAD.  A mi criterio la solidaridad es tan noble y válida tanto cuando se da como cuando se recibe

Tres líneas para desarrollar, que justifican la necesidad de solicitar ayuda:

1-Nuestro pueblo, nuestra gente

Tenemos una población enferma o en alto riesgo de enfermar, una población acostumbrada a ver al médico de la familia tocar a su puerta cuando falta a una consulta, acostumbrada a tener un dolor de garganta y hacer un ciclo de amoxicilina por ello. Una población acostumbrada a acudir a un cuerpo de guardia nocturno por un dolor de cabeza para chequear tensión arterial y ser atendida con la inmediatez de una emergencia. Contradictoriamente esta población ahora está sufriendo la enfermedad más mortífera del último siglo y se siente desprotegida, atemorizada, siente que les falta la mano del médico que conoce hasta sus resultados de glicemia. No les llega la atención médica cuando más la necesitan, o deben esperar en un estado de salud deteriorado largas colas  y la razón no existe suficiente personal sanitario para cubrir todos los frentes que se están llevando a cabo al mismo tiempo en el territorio. Nuestra gente, incluso encontrándose en una institución habilitada para pacientes positivos, sufre la ausencia de los tan buscados y necesarios antibióticos, esteroides, antipiréticos etc.…. La realidad es que no existen los medicamentos para tratar los diferentes síntomas que presentan los pacientes positivos de Covid19.

2-Nuestros trabajadores de la salud

He sido testigo durante estos últimos días, después de más de una década en este sector, de las historias más tristes y he visto médicos llorar de dolor, de impotencia, de desgaste. Sí la fatiga pandémica recorre los pasillos de todas las instituciones de salud. He visto médicos salir de una guardia de respiratorio sin un minuto de descanso a una jornada de más de 8 horas de vacunación, donde todos los días son lunes. Salir con un plan rumbo al consultorio y recibir una llamada que los lleva de 7 a 15 días a un centro de aislamiento, trabajando con más de 100 pacientes positivos, solo con el brazo derecho de una enfermera.

Recibir una alimentación que pasa de ser insuficiente a ser triste y degradante para enfrentar jornadas de trabajo donde duermen, los que pueden, 2 horas y empatan los días. Y los he visto sufrir mucho por decirle a los pacientes no tengo camas, no hay capacidad, se agotaron los PCR, no hay medicamentos, deben trasladarse por sus propios medios, no llega la ambulancia, su familiar ha fallecido. Historias cotidianas en los últimos tiempos para lo cual deben crear mecanismos psicológicos adaptativos y lidiar con ver en los otros la crítica o el desprecio hacia nuestro trabajo y ser tildados de insensibles. Sí sufren  la humana incomprensión, a veces devenida en ingratitud, del pueblo que también sufre. He visto médicos llegar a sus casas y no besar a sus hijos y aun así contagiarlos. Los he visto enfermar en el ejercicio de su profesión, y en lugar de ser indemnizados por riesgo laboral y cobrar horas extras, ni siquiera para que todo el mundo lo sepa, reciben privilegios de ninguna índole. Comparten el mismo pasillo en el hospital y la misma carencia de medicamentos. Los he visto infectarse y re-infectarse, debutar con hipertensión por el exceso de trabajo y responsabilidades y hemos visto a muchos morir. También los he visto, en ocasiones ofrecer el trato poco esperado y a veces hasta defensivo, humano. Lo hacemos con nuestros hijos, con nuestros padres en momentos de estrés mantenido como al que están sometidos nuestros profesionales de la salud. Se llama desahogo, catarsis, se llama límite de capacidad excedido.

3-Necesitamos insumos médicos y alimentación para cubrir los centros de aislamiento

El país no está en condiciones y lo entendemos, PIDAMOS AYUDA, a la OMS, a la comunidad internacional, a los países amigos, a…., cualquiera que desee brindarla. Mientras los medios de difusión masiva sigan mostrando imágenes en Matanzas como las de hoy en salas privilegiadas del Hospital Faustino Pérez y no muestren los videos que circulan por las redes de los pasillos del Hospital  Julio Aristegui Villamil de Cárdenas colapsados, mis respetos para ellos, pero solo se está mostrando una parte de la realidad. Mientras se continúe diciendo que todo está garantizado en cada entrevista, estamos negándonos nosotros mismos la posibilidad de por primera vez dejar entrar la SOLIDARIDAD que tanto hemos brindado. Los médicos no aguantamos más una jornada en la que tengamos que preguntar a la mamá de un bebé ¿tienes algo que darle para la fiebre? (pregunta en dirección incorrecta). Y aguantar una convulsión febril con las manos en los bolsillos (historias reales). No se trata solo con interferón las tan frecuentes neumonías post-covid, se necesitan antibióticos, se necesitan esteroides cuando un paciente está desaturando. Se necesitan medicamentos. Y se necesita una alimentación adecuada para afrontar la enfermedad y las reacciones adversas de los medicamentos.

Vimos colapsar el sistema de salud en Italia, España, EE. UU., Brasil, Ecuador, la India… y una larga lista. Debemos reconocer ese colapso aquí en nuestra provincia. Eso no nos hace débiles, irresponsables, poco trabajadores. Que la población entienda esto va a ayudar a la tan necesaria percepción de riesgo y a reajustar las necesidades ante esta nueva realidad. Que la comunidad internacional entienda esto va a abrir sin dudas puertas a la AYUDA. No puedo ver el mal en mis palabras

Este reclamo de AYUDA no tiene un contenido ni objetivo político. No queremos llegar al momento en el que pongamos también sobre los hombros de nuestros médicos la decisión de quién debe usar un respirador y quién no.

Fuente: Facebook

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