Lo que estamos
viendo en los EE. UU. no es más que un ajuste de cuentas, después del fraude
monumental y el robo de las elecciones en un país que se precia de ser el baluarte
de la democracia. Dijo un escritor cubano exiliado que “los cubanos venimos
del futuro” esto solo lo entendemos nosotros. Ahora empezaron de atrás pa’ lante,
censurando al presidente de los Estados Unidos, aun en funciones, siguieron sus
colaborados más cercanos y no se detienen.
Los fulleros y valentones llegaron al poder; se siente
poderosos y han comenzado a hacer lo que en Cuba conocimos como “parametrar”
*. Están parametrando a los políticos, a los abogados, a los periodistas, a los
intelectuales. Incluso, los pastores “Never Trump” han comenzado a enfilar sus filosas lenguas contra los
pastores que apoyaron a Trump. Los “ganadores” saben que estas elecciones
fueron fraudulentas. Se perpetró el golpe de estado tercermundista en la
democracia americana. Toda la bazofia
filo comunista se ha alineado con los nuevos ganadores; desde los púlpitos ya
empieza la alineación. Están tomando partido, si es que solo estaban agazapados,
muchos que vieron con preocupación que, drenar el pantano, es un concepto que
bien podía llegar a la Iglesia. Sobre todos esos afiebrados que echan mano a la
desgastada Teología de la Liberación o Teología Negra, ambas siempre a la mano,
según de donde sopla el viento.
Se ha hablado de
políticas de las redes sociales y prerrogativas y derechos que le asisten a la “Big
Tech” como para llegar a censurar al presidente. No me vengan con
entelequias, censura es censura y los que hemos vivido en una dictadura
prolongada la conocemos muy bien. Comenzaron poniendo en las entradas de las
redes una “coletilla” **, como aquella que inventaron los censores comunistas
en Cuba en los sesenta; hasta que la consolidación de la dictadura les permitió
hacerse con todos los medios.
¿Que sigue ahora?,
pues otro juicio de los matachines de turno contra el presidente y su legado (bueno
dicen que ni legado tiene). Andan desenfrenados, porque solo le quedan 10 días
para desplegar otro recurso de odio contra
el presidente y su administración. Empeñados en confundir, medrar en el orden político,
odiar y censurar, tal vez no les baste con estos pocos días que faltan hasta el
día 20 del presente.
Los demócratas han obligado a los republicanos a comprar la soga.., ahora quieren que estos se la pongan a Trump en el cuello. Después le van a pedir que lo ahorquen. ¿Qué viene después?
Eloy A Gonzalez. enero 11, 2021
*La discriminación por raza, religión, ideología y orientación sexual de
los escritores y artistas cubanos, tuvo su plasmación jurídica en la ley 1267,
bajo un engendro denominado “Parametración”. Un año después, en el verano de
1972, se inició el proceso, esto es: los artistas y escritores señalados como
conflictivos por diferentes causas, al no reunir los parámetros de conducta
exigidos por la revolución, no podían trabajar como tales. Cientos de intelectuales
fueron expulsados de sus centros de trabajo o condenados al ostracismo. Nunca terminó
la “parametracion”, como nunca terminó la censura, pero esto era un mal menor comparado con la cárcel, la UMAP
y los conceptos arrojadizos de “idoneidad” y “confiabilidad” que aparecieron
después.
** En el 1960 aparece en Cuba la “coletilla”, forzadas añadiduras que
empezaron a aparecer en los periódicos cubanos al final de informaciones o
artículos que resultaban ‘molestos’ al dictador de estreno. Poco tiempo después
la “coletilla” no fue necesaria. En noche, y al unísono ignominioso, turbas
castristas secundadas por agentes armados ocuparon las redacciones y los
talleres de las revistas y periódicos que aún eran propiedad de firmas
particulares. No más “coletillas” a partir de entonces, todos los medios de
prensa cubanos fueron convertidos en colas satánicas.
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